Realiza frente por la dignidad menstrual acciones a favor de la gestión menstrual digna

Publicado el 11 Septiembre 2025
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● El COPRED reitera que garantizar una gestión menstrual digna es un asunto de derechos humanos que requiere políticas públicas, infraestructura adecuada y educación libre de estigmas.

● Se estima que alrededor de 3 millones de personas menstrúan en la capital, de las cuales al menos el 40% vive en situación de pobreza menstrual, lo que limita su acceso a productos, servicios sanitarios y condiciones dignas.

En el marco de las acciones que realiza el Frente por la Dignidad Menstrual, del cual el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), se realizó el conversatorio “La Regla se rompe hablando”, para hablar sobre los trabajos que ha hecho el Consejo en materia de acceso a una gestión menstrual digna.

Al respecto, Geraldina González de la Vega Hernández, presidenta del Consejo, destacó que, desde hace cinco años, el COPRED (forma parte del frente) ha llevado a cabo diagnósticos, estudios y encuestas con el propósito de conocer la situación de discriminación que enfrentan las mujeres y las personas menstruantes en los distintos ámbitos de su vida durante sus periodos menstruales.

Recordó que la menstruación continúa siendo un tema tabú en la familia, la escuela y los empleos, y explicó que, en la medida en que se desarrollen programas educativos que la aborden como un proceso natural, dejará de ser motivo de burla o estigmatización, pues “es una experiencia natural que forma parte de la vida de millones de personas, sin embargo, aún hoy sigue siendo un tema rodeado de silencio, estigmas y barreras que impiden una gestión digna”.

Por otro lado, González de la Vega Hernández enfatizó que, en la Ciudad de México, se estima que aproximadamente 3 millones de personas menstrúan, lo que representa cerca de un tercio de la población capitalina. Este grupo incluye principalmente a mujeres entre los 10 y 49 años, aunque también abarca a hombres trans y personas no binarias que menstrúan y que muchas veces enfrentan obstáculos aún mayores para acceder a información, productos o espacios seguros.

“Hay que reconocer que existe un alto porcentaje de mujeres y persona menstruantes en situación de pobreza, a partir de ello, claramente podemos tener una radiografía de como esto impacta en una gestión menstrual digna y al no tener una gestión menstrual digna impacta en el ejercicio de sus derechos”, recalcó la presidenta del COPRED.

Desde el Consejo se entiende que la gestión menstrual comprende todos los elementos necesarios para que mujeres, niñas, adolescentes y personas menstruantes puedan vivir su menstruación de forma plena y digna, lo cual incluye: productos higiénicos (toallas sanitarias, tampones, copas menstruales, otros); información científica libre de prejuicios; infraestructura sanitaria adecuada: agua potable, baños limpios, espacio de privacidad, saneamiento; y, acceso a servicios de salud integrales para salud reproductiva y sexual.

De acuerdo con datos de la encuesta sobre Gestión Menstrual en la Ciudad de México, elaborada por el COPRED, al menos el 40% de las mujeres en la ciudad vive en situación de pobreza menstrual, lo que significa que no cuentan con los recursos económicos, productos adecuados, servicios sanitarios ni condiciones dignas para gestionar su menstruación. Esta situación obliga a muchas a improvisar con trapos, calcetines o papel higiénico, lo cual representa un riesgo para su salud y bienestar.

Además, en muchos espacios públicos, educativos y laborales, aún persisten carencias importantes en materia de infraestructura: baños sin agua, sin privacidad o sin acceso a productos de higiene menstrual, lo que limita la participación plena de niñas, adolescentes y mujeres en sus actividades cotidianas. En las escuelas, por ejemplo, una gran cantidad de estudiantes faltan a clases durante su periodo menstrual por dolores incapacitantes, por vergüenza, incomodidad o por no contar con lo necesario para manejarlo de forma segura y digna.

A esta situación, se suma la falta de información científica, clara y sin prejuicios sobre el ciclo menstrual, que contribuye a mantener mitos, estigmas y una cultura del silencio que afecta no solo la salud física, sino también emocional y social de quienes menstrúan. Hablar abiertamente de menstruación sigue siendo, en muchos espacios, un tema tabú.

El COPRED ha identificado también a ciertos grupos en situación de vulnerabilidad que enfrentan condiciones particularmente críticas para gestionar su menstruación: personas en situación de calle, mujeres privadas de la libertad, personas migrantes o en movilidad, adolescentes de bajos recursos y mujeres con discapacidad. Estas poblaciones, por sus condiciones sociales, tienen menos acceso a productos, atención médica o instalaciones adecuadas.

Frente a esta realidad, este organismo continúa impulsando diversas acciones para visibilizar el tema como un asunto de derechos humanos. A través de estudios como “La vida en rojo, Periodo tras las rejas”, y encuestas enfocadas en adolescentes y jóvenes en entornos escolares, se ha logrado documentar con mayor profundidad cómo la falta de acceso a una gestión menstrual digna afecta el desarrollo educativo, la salud, el trabajo y el bienestar general.

Garantizar el acceso a productos de higiene menstrual, infraestructura adecuada y educación libre de estigmas no es un privilegio, sino una necesidad básica y un derecho. Reconocer la menstruación como un tema público, y no solo privado, es un paso fundamental para construir una ciudad más igualitaria, justa y sin discriminación.

Para avanzar hacia una gestión menstrual digna se propone:

● Políticas públicas que aseguren acceso gratuito y asequible a productos para la gestión menstrual, especialmente para las poblaciones más discriminadas.

● Mejorar infraestructura sanitaria en espacios públicos, escuelas, centros penitenciarios, albergues, etc.

● Educación integral sobre salud menstrual, que incluya contenidos científicos, libres de prejuicios

● Campañas de sensibilización para romper con mitos, tabúes y estigmas entorno a la menstruación

● Incluir la gestión menstrual en agendas de derechos humanos: salud sexual y reproductiva, igualdad de género y no discriminación.

Durante el conversatorio también estuvo presente Gabriela Romero Muñoz, representante de la organización social Romper la Regla, quien refirió que su trabajo surge a partir de las inquietudes, dudas y experiencias menstruales de sus amigas que las llevaron a comprender que la menstruación, cómo lo ha dicho la educadora menstrual mexicana Emilia Almaza, tiene impactos bio-psico-eco-sociales.

Por ello, dijo, son educadoras menstruales que existen, resisten y trabajan en México con la convicción de un presente y un futuro más libre para las personas menstruantes a través de la información actualizada veraz y completa.

Pablo Lorenzo Ventura, asesor de la Diputada Marisela Zúñiga, recordó que, desde el Congreso de la Ciudad de México, la diputada Marisela impulsó diversas acciones sobre menstruación y ahora desde el Congreso de la Unión continúa generando iniciativas para cambiar la legislación vigente a nivel federal para con ello lograr una gestión menstrual integral para las mujeres y las personas menstruantes.

El Frente por la Dignidad Menstrual es una iniciativa, encabezada por la Diputada Maricela Zúñiga Cerón, la cual busca asegurar el derecho de todas las personas a gestionar su menstruación de manera saludable, segura y digna, abordando la falta de acceso a productos, educación y servicios sanitarios, así como eliminando el estigma social y los prejuicios asociados a la menstruación. Este frente articula esfuerzos entre instituciones académicas, gubernamentales y de la sociedad civil para promover políticas públicas y garantizar el derecho de todas las personas a gestionar su menstruación de manera saludable, segura y digna, abordando la falta de acceso a productos, educación y servicios sanitarios, así como eliminando el estigma social y los prejuicios asociados a la menstruación.