"Queremos una Ciudad Gobernada por el amor", expresa jefa de Gobierno, Clara Brugada, al encabezar Boda Colectiva en el Complejo Cultural los Pinos
● A las parejas del mismo sexo que contrajeron matrimonio les dejó en claro que “en esta ciudad se reconoce el derecho de amar”
● Como madrina honorífica, la Jefa de Gobierno regaló a las nuevas parejas pastel, copas de vino, alimentos y un “kit del amor”
● Los contrayentes bailaron al ritmo de la Sonora Santanera
"Queremos una ciudad gobernada por el amor", proclamó la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, ante las 500 parejas que, en el Complejo Cultural Los Pinos, celebraron su unión en una emotiva ceremonia colectiva por el Día del Amor y la Amistad.
Desde temprana hora, los jardines de la ex residencia presidencial se llenaron de ilusión. Novias y novios, vestidos con atuendos elegantes o sencillos, pero significativos, intercambiaban miradas amorosas. Los familiares y amigos tomaban sus lugares, mientras la música y la expectativa creaban un ambiente festivo y de alegría.
Al tomar la palabra, la Jefa de Gobierno, quien fungió como madrina de honor, celebró la importancia de este evento, las bodas colectivas “Amor es Amor”, y reafirmó su visión para la capital del país: “Queremos una ciudad gobernada por el amor. Una ciudad amorosa, libertaria, solidaria, fraterna y libre de violencia en los hogares y en las calles”, enfatizó.
Como parte de la celebración, Brugada Molina obsequió a las parejas pastel, copas de vino, alimentos y un “kit del amor”, que contenía un gel antibacterial, toallas húmedas, condones y lubricante. También dirigió un mensaje especial a las ocho parejas del mismo sexo que contrajeron matrimonio, asegurando que la Ciudad de México es un espacio donde “se reconoce el derecho de amar y establecer sus compromisos mediante matrimonios igualitarios”. Con contundencia, Brugada Molina destacó que “el amor es la fuerza que rompe todos los esquemas” y para cerrar su intervención leyó un fragmento del poema de Octavio Paz, Piedra de Sol:
“Amar es combatir, si dos se besan el mundo cambia,encarnan los deseos, el pensamiento encarna, brotan alas en las espaldas del esclavo. El mundo es real y tangible, el vino es vino y el pan se vuelve a saber. El agua es agua, amar es combatir, es abrir puertas. el mundo cambia si dos se miran y se reconocen…”
El momento clave llegó cuando la jueza Marsella Lizeth de la Torre Martínez, del Registro Civil de la Ciudad de México, preguntó: “¿Es su voluntad unirse en matrimonio?” La respuesta fue un “¡Sííí!” al unísono, seguido de aplausos y lágrimas. Ese momento se vistió de plenitud cuando la jueza leyó también un fragmento del poema de Jaime Sabines, Los Amoroso:
“Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan…”
Como acto sorpresa, la Jefa de Gobierno llevó de regalo a La Sonora Santanera, desatando la alegría de los recién casados. Al sonar los primeros acordes de Perfume de Gardenias, la pista de baile se llenó de parejas que, entre sonrisas y abrazos, celebraban el inicio de una nueva etapa.
Entre fotografías, besos y brindis, la celebración continuó en lo que alguna vez fue un espacio exclusivo del poder y que ahora se transformó en un escenario de amor, unión y esperanza. Eréndira Cruzvillegas Fuentes, consejera jurídica del gobierno capitalino, anunció que 500 parejas se registraron para casarse y que este evento era sólo el inicio de una serie de ceremonias. “Todos los días son días de amar, de abrazarnos, de demostrarnos que nos queremos”, expresó.