Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, jefe de gobierno; y del Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Inti Muñoz Santini, durante conferencia de prensa

Publicado el 27 Septiembre 2024

JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. Pues estamos en esta fase de los últimos días, concretando muchos de los compromisos que hicimos, y hace muchos meses planteamos que uno de nuestros propósitos era cambiarle el nombre a la colonia que se llama “Nueva Díaz Ordaz” en los Pedregales de Coyoacán.

Nos parece muy importante porque es una colonia que construyó la gente, es una colonia de luchadores sociales y la gente que vive ahí no se merece que así se llame la colonia, ni la que vive en ningún lugar.

Por lo tanto, dentro de este marco de cambios simbólicos que ha acompañado nuestro trabajo en el Gobierno de la Ciudad de México, iniciamos los procedimientos, desde hace meses, que incluyeron consultas y la parte técnica, la parte interna de SEDUVI, la parte jurídica, todos los aspectos relacionados para poder llegar a este fin. Así, recientemente el titular de SEDUVI, el secretario de SEDUVI, Inti Muñoz, me comentó hace unos días que estaba listo ya el cambio de nombre de la colonia Nueva Díaz Ordaz en Coyoacán.

Por lo tanto, quiero leer un breve texto, si ustedes me lo permiten, y luego vamos a escuchar la explicación que nos va a dar el titular de SEDUVI y, en su caso, el secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz, también.

Hay acontecimientos que sintetizan trayectorias históricas y cuando los recordamos descubrimos la virtud del relato que acompaña a dichos acontecimientos.

La palabra “recordar”, que viene mucho al caso, viene de cordis, corazón; recordar significa volver a pasar algo por el corazón. La palabra “relatar” viene de re-latar de latum, que es propuesta y significa volver a proponer algo.

El día de hoy anunciamos el cambio de nombre de la colonia denominada hasta ahora colonia “Nueva Díaz Ordaz”, por el nombre, colonia “Estudiantes de 1968”, en la Alcaldía Coyoacán. Lo hacemos porque recordamos y relatamos, volvemos a pasar por nuestros corazones a los estudiantes de 1968 y volvemos a proponer, junto con ese movimiento, que en este país reinen las libertades de expresión, de cátedra, de organización, de manifestación.

Volvemos a proponer que en este país vivamos en igualdad y que no se haga menos a nadie, que no se haga menos a las y los jóvenes, a los pobres, a los marginados; volvemos a proponer la concordia, es decir, ser un solo corazón, porque todas y todos rechazamos la violencia.

Cuando recordamos a los estudiantes del 68 traemos de vuelta a nuestro corazón sus demandas. La juventud de 1968 levantó las banderas de la libertad. Eran hombres y mujeres, jóvenes sinceros, eran auténticas y auténticos, lo que aprendieron en sus libros deseaban verlo en la realidad, en la realidad de su vida, en la realidad de sus barrios, y descubrieron que el gobierno les reprimía, pisoteaba su libertad y, por lo tanto, era un gobierno represor e hipócrita.

Era un gobierno represor porque usaba la violencia en contra de los jóvenes, era un gobierno hipócrita porque ese gobierno de Gustavo Díaz Ordaz no representaba la Revolución Mexicana que decía encarnar, no era fiel a los postulados de la Constitución nacida de la Revolución Mexicana. Ese gobierno en lugar de fomentar la participación de la ciudadanía, pretendía controlarla, si no es que aplastarla.

Hablaba de la Revolución, pero solo como un discurso encerrado como los jilgueros que cantan en una jaula de oro, pero si se trataba de cumplir en la realidad esos ideales, esas promesas, ese gobierno de Díaz Ordaz se quitaba la máscara y reprimía ferozmente

¿Cómo es posible –nos preguntamos desde hace muchos años– que una colonia de la ciudad que fue construida por sus propias manos, por mujeres y hombres, lleve el nombre de un gobernante represor e hipócrita? Siempre nos ha parecido inadmisible e inexplicable.

Aprovecho aquí para darle la bienvenida a vecinas y vecinos de esa colonia que cambiará de nombre. Muy bienvenidos, muy bienvenidos y bienvenidas al Palacio del Ayuntamiento, sede del Gobierno de la Ciudad de México

¿Cómo es posible que haya ocurrido eso? Bueno, porque un gobernante represor como Díaz Ordaz apostó a que, con el tiempo, las mujeres y los hombres del pueblo olvidaran lo que realmente había ocurrido en 1968.

Y lo que realmente ocurrió fue que Díaz Ordaz traicionó a la Revolución Mexicana y sacrificó en Tlatelolco a quienes representaban lo mejor de las promesas de esa revolución: su juventud, la juventud que se había formado en las instituciones educativas que nacieron, crecieron, se amplificaron con la Revolución Mexicana. Por esas razones, ese nombre debe ser retirado.

Pero, además, porque vale la pena decirlo otra vez, subrayarlo, recordarlo, esa colonia que hoy se llama “Nueva Díaz Ordaz” o hasta hoy se llama “Nueva Díaz Ordaz”, esa colonia fue construida por sus habitantes, por la gente más pobre del país, como las otras colonias de los Pedregales de Coyoacán, como la colonia Ajusco, como Santo Domingo, como Santa Úrsula, esas colonias fueron construidas por la gente con sus propias manos.

Por lo mismo, el nombre de quien traicionó a la Revolución Mexicana debe ser retirado de la colonia y ser sustituido por un nombre que tiene mucho que ver con los acontecimientos que ocurrieron muy cerca de esa colonia, en Ciudad Universitaria, el nombre de los estudiantes de 1968.

El cambio es necesario y se inscribe en la convicción de que la historia de los pueblos es un batallar constante por su libertad, es una lucha que nunca termina y en esa lucha siempre encontraremos que hay algo más que hacer.

Hoy, los habitantes de esta Ciudad de Derechos tenemos el deber de recordar, de relatar esa historia y determinados a escoger entre el nombre de un traidor a la Revolución y el nombre de quienes defendieron con su vida los ideales de esa revolución; decidimos que esta colonia se llame “Estudiantes de 1968”, decisión que se ha tomado junto con los habitantes de esa colonia.

Es un nombre que nos emociona, así como el otro nos enoja; este nombre nos emociona positivamente porque trae de regreso a nuestros corazones la lucha de esas jóvenes, de esos jóvenes que dieron su vida por nosotros en 1968. Así, recordándolos a ellos, evitaremos que crezca nuevamente o aparezca nuevamente la hipocresía y la traición.

Estamos muy contentos el día de hoy porque se concreta uno de nuestros propósitos que es, además, un noble propósito enmarcado en el cambio simbólico que entraña también la transformación que estamos viviendo.

Muchas gracias a los vecinos y vecinas de la colonia Estudiantes de 1968.

Vamos a escuchar ahora al secretario, Inti Muñoz, para que nos explique las características técnicas de este proceso, y abonaremos algunos otros comentarios sobre la seguridad jurídica de los habitantes al respecto.

Adelante, Inti.

SECRETARIO DE DESARROLLO URBANO Y VIVIENDA, INTI MUÑOZ SANTINI (IMS): Muchas gracias, estimado Jefe de Gobierno.

Saludo a las y los vecinos de la, hasta hoy, colonia Nueva Díaz Ordaz y que también desde hoy será la colonia Estudiantes de 1968. Estimada secretaria Myriam, estimado secretario Ruiz.

La Comisión de Nomenclatura del Gobierno de la Ciudad de México, adscrita a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, tomó un acuerdo hace unas semanas, el pasado 2 de agosto, en el cual por unanimidad, a propuesta del Jefe de Gobierno, se determinó iniciar los procedimientos necesarios en términos jurídicos, en términos de consulta pública y de información a quienes habitan en el lugar, de iniciar el procedimiento para cambiar el nombre de la colonia Nueva Díaz Ordaz, sustituyéndolo por un nuevo nombre alusivo al Movimiento Estudiantil y Popular de 1968.

Aquí pueden ustedes ubicar dónde se encuentra la colonia, en la zona de los pedregales, en la Alcaldía Coyoacán.

A partir de ahí inició, en primer término, un amplio procedimiento de consulta y de informaciones, se informó casa por casa.

En primer lugar, algo que queremos reiterar el día de hoy: ningún vecino tendrá algún tipo de problema jurídico-administrativo en sus actas de nacimiento, en sus credenciales de elector, en sus escrituras, en ninguno de sus trámites.

Esto porque el cambio de nombre de la colonia tendrá por un tiempo indefinido un componente, y es la posibilidad de que tenga validez el antiguo nombre de colonia Nueva Díaz Ordaz o antes Díaz Ordaz, mientras se va dando también un proceso, digamos, de integración del nuevo nombre en todos los trámites y los procedimientos. Sin embargo, este paso que se da será también objeto de campañas adicionales de información, de acompañamiento y asesoría.

Se echó a andar una encuesta, se tocaron centenas de domicilios, se hicieron varias reuniones informativas con el grupo de colonos fundadores, que con sus manos hicieron la colonia a partir de noviembre de 1968; se implementó un proceso participativo, caminamos las calles, tocamos las puertas de la gente, platicamos con ellos, por cierto, las calles de una colonia que nunca pisó Gustavo Díaz Ordaz, según nos relatan hoy sus fundadores.

Quiero agradecer, es muy importante hacerlo, el enorme esfuerzo no solamente de las y los vecinos que acompañaron su proceso, su compromiso con ello, sino también la participación de los equipos de Participación Ciudadana de la Secretaría de Bienestar de la Ciudad, a nuestro compañero Adolfo Llubere, a las compañeras que trabajan ahí permanentemente en la colonia.

Y, por supuesto, agradecer el esfuerzo de los equipos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, nuestra compañera Leila Méndez, Carlo Mendoza, que han hecho posible que todo este proceso llegue a buen puerto.

El día de ayer por la noche conocimos el último corte de resultados de la encuesta, el cual arroja que el 90 por ciento, el 90 por ciento de las y los habitantes que hemos auscultado en esta encuesta, manifiestan su acuerdo con el cambio de nombre y el retiro del nombre de “Nueva Díaz Ordaz”.

Asimismo, se puso a consideración en la encuesta que se llevó a cabo, se pusieron dos nombres, dos posibles nombres a propuesta de los propios vecinos que consultamos, los nombres fueron “Lucha Social de 1968” y “Estudiantes de 1968”; el resultado en las encuestas arroja que el 70 por ciento de las y los habitantes de la colonia optan por el nombre de “Estudiantes de 1968”.

Dicho esto, quiero informar que el día de hoy, la Comisión de Nomenclatura de la Ciudad de México ha emitido por unanimidad el dictamen favorable que retira el nombre “Nueva Díaz Ordaz” a la colonia que ha llevado este nombre durante las últimas décadas en la Alcaldía Coyoacán, para nombrarla como colonia “Estudiantes de 1968”.

Reitero que se ha garantizado a la población, y se garantizará permanentemente, que no tendrá ningún tipo de problema de índole jurídico-administrativo a lo relativo a sus trámites y que por un tiempo indefinido se podrá utilizar la leyenda o la aclaración “antigua colonia Nueva Díaz Ordaz”.

Esto será informado al Instituto Nacional Electoral, a los organismos electorales también de la Ciudad de México, al Servicio Postal Mexicano, al Registro Público de la Propiedad, al Registro Civil, y es algo que se inscribe en lo que ya han sido los cambios de nombres de calles y de distintos espacios urbanos en nuestra ciudad durante la actual administración.

Con esta decisión, la ciudad democrática honra la memoria de las y los estudiantes de 1968, precursores de nuestras libertades democráticas, masacrados un 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, por el viejo régimen autoritario bajo el mando del asesino de estudiantes Gustavo Díaz Ordaz.

Aquel viejo régimen se va, se está yendo, se termina de ir por la voluntad de la gente, por la voluntad democrática. Y hoy la ciudad moderna, de libertades, orgullosa de su memoria colectiva y de su vida democrática, que es la actual Ciudad de México, dice con claridad: ¡Viva el Movimiento Estudiantil y Popular de 1968! ¡2 de octubre, no se olvida!

Muchas gracias.

MBG: Quiero aquí solamente reiterar una cuestión que es importante siempre. Cuando hay un cambio de nombre la gente pregunta si va a tener algún problema con sus trámites, sus papeles, por las denominaciones que están en diversos documentos oficiales y privados con los que cuenta.

Y al respecto quiero señalar que el resolutivo que se publique traerá de manera muy clara que todos los papeles que tenga la gente, toda su documentación que lleve el antiguo nombre de la colonia tendrán plena validez jurídica; durante un lapso largo se establecerá el nombre “Estudiantes de 1968”, y entre paréntesis, “antes colonia Nueva Díaz Ordaz” para establecer una transición, de tal forma, que ambas aclaraciones son muy importantes, sobre todo para que la gente no tenga ningún problema por el cambio de nombre, que no le implique ningún tipo de problemática jurídica, ni de certidumbre en ningún sentido.

Todos los papeles, todos los documentos, privados o públicos, que llevan el antiguo nombre seguirán manteniendo validez y habrá un lapso de transición largo para que se vaya instalando el nuevo nombre de la colonia, tanto en el uso cotidiano de sus habitantes, como en los usos jurídicos correspondientes.

Adelante.