Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la Conferencia Magistral “Ética para la Empresa” de Fernando Savater en Puebla

Publicado el 04 Noviembre 2022

JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muchas gracias a Olivia, por la invitación a participar junto al doctor Savater en este evento, que realmente vinimos a escuchar al doctor.

Como científica, como ambientalista y como Jefa de Gobierno, finalmente uno participa en política para transformar la realidad, he escrito un muy pequeño texto con referencia al tema de hoy, que es precisamente la responsabilidad social de las empresas. Si me permiten, lo leo muy rápidamente, es muy breve.

La responsabilidad social de la empresa –pienso yo– es con sus trabajadores, con su entorno, con el medio ambiente, con la sociedad y con su país, con su patria. La responsabilidad social del emprendedor, del joven, del innovador es también con su entorno, no solamente consigo mismo en contribuir al cambio que implica, no solo observarse así mismo, sino al bienestar de todos y de todas.

Savater en su libro, parte de resaltar la función social del empresario, destacando el rol que cumple al identificar necesidades colectivas, y ofrecer productos y servicios tendientes a satisfacerlas. De esta manera, el esfuerzo del empresario vincula su esfuerzo individual a la persecución de un bien común: la producción para el consumo de estos productos y servicios.

Pienso que es sustantivo plantearse una dimensión ética colectiva, más allá de la individual; me refiero al papel de sobreponer el interés individual, sobre el colectivo. La iniciativa privada, el emprendedurismo y la creatividad que promueve la producción, también es cierto que deben construirse en el marco de la justicia y la garantía de la preservación de las condiciones de vida para preservar la naturaleza, y la condición para reducir las desigualdades y garantizar la vida plena y el bienestar de la humanidad y su entorno.

La ética en las tensiones, que surgen entre la búsqueda de una ganancia individual y la responsabilidad social, plantea necesariamente la justicia establecida, a partir de la garantía de los derechos plenos y el papel que debe jugar el Estado, como garante de disminución de las brechas de desigualdad y el derecho a la educación, a la salud, al bienestar y la protección de la naturaleza.

Dice en su libro Savater: “el empresario tiene que responder, no puede sacrificar a los demás para ocultarse”. La prudencia empresarial nos dice, que el riesgo en las pérdidas y en las ganancias se compartirá mutuamente; no puede ser empresario el que tome la ganancia y deje las pérdidas a los demás. Reflexionar sobre la responsabilidad, en particular, sobre la responsabilidad social de las empresas, se vuelve esencial para llevar a cabo prácticas que nos beneficien a todos, al mismo tiempo, que beneficien la ganancia.

Compartir las ganancias, no implica renunciar a los beneficios o al fortalecimiento de espacios económicos, pero sí implica participar en la lucha conjunta contra las profundas desigualdades que enfrentamos –y digo yo también– y las crisis ambientales que afrontamos.

La responsabilidad social como el cumplimiento hacia los demás, en un marco social de responsabilidad con las leyes laborales; las obligaciones impositivas, en México hoy representa también la separación entre el poder económico y el poder político, y el combate contra la corrupción, que permite un marco adecuado para que las empresas puedan cumplir con su función social.

Si pensamos en la ética, como una cuestión central para la convivencia social, es indispensable desarrollar una política activa que busque compatibilizar el desarrollo de las empresas y al mismo tiempo, la distribución de las riquezas.

Un ejemplo claro de lo anterior es, sobre todo, el medio ambiente. Sin un marco adecuado, la lógica empresarial puede implicar un riesgo para la sociedad en su conjunto. Para quienes participamos en lo que llamamos la Cuarta Transformación de la Vida Pública, la política tiene así una dimensión ética muy importante, pues es la actividad que permite asegurar la cooperación y la armonización entre intereses que, si solo siguieran su propia lógica, plantearían enormes desafíos para la convivencia social.

Por ello, en el marco de la empresa, la dimensión ética debe construir un marco de convivencia socialmente justo, basado en los principios de la democracia y el respeto, priorizando la atención de los que menos tienen como una vía para la construcción de una paz basada en la justicia.

Si me lo permite el doctor Savater, cito una parte de su reconocido libro “Ética para Amador”:

“Ponerse en el lugar del otro es algo más que el comienzo de toda comunicación simbólica con él: se trata de tomar en cuenta sus derechos. Y cuando los derechos faltan, hay que comprender sus razones. Pues es algo a lo que todo hombre tiene derecho frente a los demás.

“No te estoy diciendo que haya nada malo en que tengas tus propios intereses, ni tampoco que deba renunciar a ellos siempre para dar prioridad a los de tu vecino. Los tuyos, desde luego, son tan respetables como los suyos y los demás son cuentos. Pero fíjate en la palabra misma, 'interés': viene del latín inter esse, lo que está entre varios, lo que pone relación a varios. Cuando hablo de 'relativizar' ese interés, no es algo tuyo exclusivamente, como si vivieras solo en un mundo de fantasmas, sino que te pone en contacto con otras realidades, salvo un interés, el único interés absoluto: el interés del ser humano entre los humanos, de dar y recibir el trato de humanidad sin el que no puede haber buena vida.”, cierro la cita.

Es por ello, que consideramos o que considero correcto que no se queda tomar partido y que no se quede en lo privado, siempre está la relación con alguien, es por ello que resulta una responsabilidad tomar postura frente a nuestro entorno, la responsabilidad solo se vuelve virtud cuando se asumen nuestros compromisos, si no, no hay nada de qué hacernos responsables.

Muchas gracias.

DIRECTOR DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE LA BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA (BUAP), ÁNGEL XOLOCOTZI YÁÑEZ (AXY): Ahora una pregunta, que también está la invitación para la doctora Claudia, que es algo que cita usted en su libro sobre George Soros y donde dice: bueno, si los mercados no tienen algo así como conciencia, una pregunta que surgió es, ¿de qué manera se pueden atender los problemas ambientales que muchas de las grandes empresas propician o provocan directamente?

CSP: Yo coincido plenamente, el Estado está para –decía Morelos, en los “Sentimientos de la Nación”–, para moderar la opulencia y la indigencia. Pero también está para la protección del medio ambiente.

Yo creo que, en efecto, la producción es fundamental, pero el consumismo también ha tenido implicaciones ambientales. Entonces, creo yo que inclusive, hoy hay grandes empresas transnacionales que difícilmente son reguladas por los estados.

Entonces, creo yo que no es… es decir, la empresa tiene un papel fundamental, pero necesariamente tiene que moderarse esa ganancia para poder distribuir la riqueza, para poder disminuir desigualdades, para poder generar derechos, la educación, la salud.

En efecto, la educación es una de las grandes riquezas que pueden tener los pueblos, pero para poder tener educación pública requieres un Estado, requieres cobrar impuestos para poder generarla.

Entonces, si bien es cierto que la empresa tiene una función fundamental: la iniciativa privada y la producción, creo que también la moderación es sustantiva y por eso la responsabilidad social tiene que ver con una responsabilidad individual, pero tiene que ver con una responsabilidad social que establece, finalmente, el Estado a partir de mecanismos democráticos.