Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante el Seminario Político “Relevo Generacional”
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muchas gracias, muchas gracias a todas, a todos. Muchas gracias a Miguel Torruco por la organización no solamente de este evento, sino por construir la organización de las y los jóvenes para la continuidad de la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México.
Relevo generacional de un movimiento social, porque no es, desde mi perspectiva, el relevo generacional de un partido, de un gobierno, sino lo que buscamos –porque no nos cansamos de luchar, no importa el lugar en donde estemos– es mantener vivo el movimiento social de la Transformación de México.
Todos sabemos que estamos viviendo un momento muy especial en la historia de nuestro país. Se dice fácil, pero estamos viviendo un cambio de régimen, por eso es la Cuarta Transformación de la Vida Pública.
La primera transformación, la Independencia, fue la constitución de la nación; fue pasar del colonialismo a una nación independiente, fue un cambio de régimen profundo, fue la constitución de una nación.
La Reforma, la segunda transformación, fue la constitución de un nuevo Estado, de una nueva nación; significó un cambio de régimen: del régimen eclesial, que seguía siendo parte de México, a la diferenciación entre el Estado y la Iglesia. Combatir una invasión a nuestra patria. Juárez y los exponentes del liberalismo mexicano, representaron un cambio de régimen en el país.
Y conocemos la tercera transformación, la Revolución Mexicana. Pasó del Porfiriato, de la antidemocracia, de la esclavitud que seguía existiendo en nuestro país, de la explotación profunda, de la represión, al cambio de régimen con una revolución. Un régimen que constituyó, lo que significó en su momento, el reconocimiento de los derechos del pueblo de México, de los grandes derechos y la constitución de una nación independiente.
Hoy estamos viviendo un cambio de régimen, del pasado régimen, el neoliberal, el de la corrupción, el que entregó los bienes de la nación a unos cuantos, el de la antidemocracia, el de los fraudes electorales, el de la regresión, el que olvidó a los jóvenes, el que olvidó al pueblo de México, a un nuevo régimen que conquistó el pueblo de México de la votación del 2018.
Ese cambio de régimen que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es profundo, es un cambio de raíz de lo que existía antes a lo que hoy es esta transición a la construcción de un nuevo país, lo que significa que el Estado recupere los grandes derechos del pueblo de México: el derecho a la educación, el derecho a la salud pública, el derecho a un salario digno, el derecho al trabajo digno, el derecho a los servicios públicos, el derecho a vivir feliz.
La democracia como esencia del nuevo régimen, no lo que significó esa supuesta democracia que en realidad se opacó con los terribles fraudes electorales. 2006 en nuestro país, quedó grabado en la historia, como la historia de la traición al pueblo de México. Un fraude electoral que después convirtió a México en lo que hoy vemos: la supuesta guerra contra el narco, que no fue más que el enriquecimiento personal, la vileza y la hipocresía.
Por eso hoy estamos viviendo un cambio de régimen. Un presidente honesto, honesto, tan solo eso significa un cambio profundo; un presidente que elevó a rango constitucional el apoyo a los adultos mayores, el apoyo a los jóvenes.
Fueron años de neoliberalismo, de entrega de los bienes de la nación, de la transformación de la Constitución de 1917 por una constitución que traicionó al pueblo de México. Por eso lo que vivimos hoy, a partir del 2018, es un momento estelar en la historia de México.
Me tocó a mí cuando tenía 15 años –tienen que decir “uuuu”–, participar en el primer movimiento social, fue el movimiento de rechazados. Había entrado al CCH Sur –arriba el Sur–, y muchos jóvenes se habían quedado sin la educación media superior, porque no había espacios.
Posteriormente, me tocó participar, quizá, en el primer movimiento contra el neoliberalismo: el Movimiento del Consejo Estudiantil Universitario, que quería privatizar la Universidad Nacional Autónoma de México, que hubiera cuotas. Había un argumento entonces, que decía: "si la educación no cuesta, entonces los jóvenes no le dan valor"; es decir, se quería transformar la educación en una mercancía.
Y esa es la gran diferencia entre el viejo régimen y lo que hoy representa la Cuarta Transformación: se quería transformar todo en mercancía, desde la educación, la salud, el agua, los paisajes, todo otorgarle un valor económico; y para nosotros la educación no es un privilegio y no es una mercancía, es un derecho.
Quisieron desaparecer el ISSSTE, el Instituto Mexicano del Seguro Social, instituciones que fueron creadas después de un movimiento revolucionario y por un gran personaje en la historia nacional, que es el General Lázaro Cárdenas, y no pudieron por la resistencia del pueblo de México y de los propios trabajadores. Y ahora, en cuatro años, tenemos aquí a un director del Instituto Mexicano del Seguro Social que ha reconstruido una institución, para garantizar un derecho, que es el derecho a la salud.
Y se está construyendo un modelo público de salud pública, el IMSS-Bienestar, porque todo mexicano y mexicana tiene derecho a la salud; porque todo mexicano y mexicana tiene derecho a la educación, eso es subversivo, de eso se trata el cambio de régimen que estamos viviendo. Se trata también de echar atrás a un gobierno que, durante muchos años, representó a unos cuantos intereses, que fue capaz de saquear los recursos de la nación para entregarlos a unos cuantos, que fue capaz de reprimir, de desaparecer para mantener un régimen.
Y hoy, cuando dicen el INE no se toca, en realidad lo que se está construyendo en más democracia, porque a nosotros no se nos olvida el fraude electoral del 2006, ni la compra de votos del 2012; porque quien ganó la democracia en el 2018, no fue el INE, no fueron los consejeros del Instituto Nacional Electoral, ni fue gracia de Dios, fue el pueblo de México y fue un hombre que se ganó el corazón de las mexicanas y de los mexicanos, caminando cada municipio de nuestro país.
Así que hoy, en este 2023, estamos viviendo un momento estelar en la historia de México. Y así como los Sentimientos de la Nación marcaron la Independencia; así como los escritos de Juárez y la propia Constitución del ´57 marcó una ideología, un pensamiento; y la Revolución Mexicana lo hizo y Lázaro Cárdenas, hoy también tenemos un pensamiento que es el Humanismo Mexicano, ese pensamiento es profundo y está en construcción.
Yo hablo siempre de tres máximas de ese Humanismo Mexicano: Por el bien de todos, primero los pobres. ¿Por qué es profundo? Porque representa fraternidad, porque representa amor, porque representa solidaridad; porque significa que los caminos que abrimos siempre tienen que ser amplios para que quepamos todos; porque significa que el de arriba no está bien si el de abajo no está bien, y porque significa también la esencia de lo que nosotros queremos que sean nuestros gobiernos, que tienen que estar sustentados en la distribución de la riqueza y en la construcción de derechos. Decía Luisa María, en erradicar la pobreza, en desterrarla de nuestro país y eso solo se logra con educación pública, con salud pública, con salario digno, con trabajo digno, y solamente se logra pensando en que “Por el bien de todos, primero los pobres”.
El segundo principio es que “No puede haber gobierno rico, con pueblo pobre”. Es un principio Juarista, significa que quedaron atrás los gobiernos de los privilegios, que quedaron atrás los gobiernos de la corrupción, que quedaron atrás los gobiernos que se separaron del pueblo, que quedaron atrás los gobiernos que dejaron de pensar en los que menos tienen, que dejamos atrás los gobiernos que utilizan los recursos públicos para beneficios personales.
Y el otro principio que a mí me gusta marcar, aunque evidentemente hay muchos más, es que “El poder solo es virtud cuando se pone al servicio de los demás”. Todos ustedes –estoy segura–, quieren participar en política, si no, no estarían aquí, o participan. Cuando uno decide participar en política, uno pone por delante a los demás, al prójimo, al pueblo de México.
Decía el Presidente, ahora que estuvimos en Querétaro, –lean de nuevo el final de su discurso, que es una belleza–, la política es transformar, la política es poner –uno– a los demás por encima de uno mismo; la política significa que estamos dispuestos a que nuestra vida esté destinada a los demás, si eso es parte del humanismo, mucho más cuando se trata de hacer política, la política es transformación o no es política de la Cuarta Transformación.
Por eso, les platico algunas cosas que hemos hecho en la ciudad, muy brevemente, solo dos. Aquí en la ciudad, todos los niños y niñas, tienen una beca mensual; y les voy a decir, entre otras cosas, por qué. Cuando llegamos al gobierno había una beca que se llamaba “Niños Talento”, que solamente becaba a los que tenían 9 y 10 de promedio, una pequeña beca; y uno supondría que, eso significaba que los niños o las niñas iban a echarle “más ganas” para poder tener mejor calificación.
Pues fíjense qué pensamiento tan desigual, porque un niño que no llega desayunado a la escuela, no es un asunto de “echarle ganas” para poder tener acceso al conocimiento; o una niña que tiene problemas de violencia en el hogar, no es un asunto de “echarle ganas” para tener buenas calificaciones. Y entonces lo que provocó fue una enorme distancia en el salón de clase, en las escuelas, y no estábamos de acuerdo con ello, teníamos de dos: o desaparecer la beca o hacerla universal. Y hoy son un millón 200 mil niños y niñas que tienen una beca en la ciudad.
¿Cómo creen que se siente un niño o una niña becado? Feliz, cuando además le decimos: la educación es esencia de la Transformación, es parte de tu bienestar.
Y la otra, aquí creamos dos universidades públicas. Si yo luché por no privatizar la UNAM y por el derecho a la educación, como Jefa de Gobierno lo menos que podía hacer era abrir más universidades en la ciudad; 40 mil jóvenes tiene hoy derecho a estudiar, que antes eran rechazados, y hay que seguir trabajando porque yo pienso que cualquier joven que acabe la preparatoria y tiene deseos de seguir estudiando tiene que tener derecho a la educación.
¿Ustedes lo creen así? ¿O es un asunto de pasar el examen de admisión? ¿O no tuvieron una calificación ya de salida de la preparatoria? El Presidente creó las Universidades “Benito Juárez”, y nosotros la “Rosario Castellanos” y la Universidad de la Salud.
Les cuento esto porque un gobierno que sea de la Cuarta Transformación tiene la obligación, por supuesto, de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo; pero también de seguir construyendo el Humanismo Mexicano.
Por eso, cuando decía Ariadna, Guillermo, Citlalli, que hay que recordar de dónde venimos, por supuesto que no se trata solo de dónde venimos, sino a dónde vamos y por eso hay que estar abiertos a que muchos se incorporen a este movimiento, pero nunca se nos olvide la historia de México, y nunca se nos olvide que estamos viviendo un momento estelar, un cambio de régimen y que nuestro compromiso es seguir luchando.
No porque yo sea Jefa de Gobierno, he dejado de luchar, yo sigo luchando por el bienestar del pueblo de México. Y cualquiera de nosotros, jóvenes, particularmente las y los jóvenes, no es un asunto de acceder a un puesto, de querer ser hoy diputado, diputada, senador, senadora, gobernador, gobernadora, regidor, es un asunto de que “El poder solo es virtud cuando se pone al servicio de los demás”, y que la vida tiene sentido, cuando construimos nuestra vida para ponerla al servicio de los demás. Esa es la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México, es el momento histórico que estamos viviendo y por eso estamos orgullosos de ser protagonistas de este cambio verdadero.
¡Que viva la Cuarta Transformación! Y, ¡que viva el Relevo Generacional!
Muchas gracias.