Mercados de la Ciudad de México
Históricamente, las ciudades crecieron en torno a los mercados que sirvieron a los centros cívicos originales. En la época prehispánica los cuatro barrios principales de Tenochtitlan contaban con su propio mercado, pero el principal era el de Tlatelolco con una variedad de productos como plumas de aves, animales, chiles, joyas y oro que se comercializaban con el uso del trueque.
Con el paso de los años, estos espacios han dejado raíces permanentes que se han integrado a la vida de cada vecindario gracias a su valor arquitectónico, patrimonial y artístico. Actualmente, los mercados tiene un papel importante en la economía de cada barrio y colonia que contribuye a la sensación de propiedad de la comunidad, pero también sirven para amplificar aspectos de la cultura local como la comida. Cuando ésta juega un papel así, un mercado se convierte en el núcleo económico y social de cada barrio de la ciudad.
Los mercados de la Ciudad de México son una oferta más liviana, rápida y barata dentro del comercio y la gastronomía local, pero además son personajes con vida propia; pequeñas ciudades que vibran y son parte de nuestra identidad.