Mensaje del secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama; del director del INDEPORTE, Javier Hidalgo Ponce, durante el nombramiento del PILARES Monterrey “Juárez y El Liberalismo, encabezado por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo

Publicado el 21 Marzo 2023

SECRETARIO DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Doctora Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; compañeras y compañeros funcionarios del Gobierno central; servidores públicos de los PILARES y comunidad que acude a este PILARES.

Benito Juárez siempre ha causado la admiración de propios y extraños, esa fascinación por su figura tiene dos grandes motivos: por un lado, su vida fue una verdadera epopeya, una rebelión interminable contra todos los obstáculos que se le presentaron desde su nacimiento hasta su muerte. Por otro lado, a pesar de que nunca le tocó asumir una responsabilidad en tiempos de estabilidad, le imprimió un sentido profundo e histórico a las reformas que promovió.

Juárez nació en el seno de una comunidad indígena, que sufría las consecuencias de vivir en medio de una sociedad racista y de castas, a pesar de ello se abrió paso, tenía que hacer el doble del esfuerzo, pero su tenacidad incomparable le permitió concluir sus estudios.

En una nación que apenas iniciaba su vida independiente, Juárez observó la actividad política y que esta se dividía en dos grandes bloques: el de los conservadores y el de los liberales. Y tomó partido tempranamente por los liberales, y dentro de las filas liberales, cabe decirlo, por los llamados “liberales puros” que profesaban un liberalismo progresista, de corte social, antirracista y anticolonialista.

Benito Juárez hizo carrera en los tres Poderes del Estado: fue diputado, pero también fue juez y fue gobernador. Como gobernante de Oaxaca, se distinguió por su entrega al trabajo y su austeridad personal. Bajo el sistema federativo, dijo Juárez, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad, no pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse arduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala.

En las oficinas del Gobierno de Oaxaca, en aquella época, dice el historiador Ralph Roeder, todos los relojes se sincronizaban cuando llegaba temprano por la mañana Benito Juárez.

Perseguido por Santa Anna y los conservadores, Juárez y otros liberales se refugiaron en Estados Unidos, pero al surgir la Revolución de Ayutla en 1854 encabezada por el General Juan Álvarez, Juárez regresa y se alista como uno más. Su prestigio, sin embargo, era ya tan grande que, una vez derrotado Santa Anna, formó parte del gobierno provisional y desde ahí, promovió la llamada Ley Juárez para abolir los fueros y los privilegios eclesiásticos y militares; y poco después, fue nombrado presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Al promulgarse la Constitución de 1857, el presidente Ignacio Comonfort, liberal moderado, se negó a cumplir con su inmediata aplicación por temor a una confrontación con el alto clero. Esta situación deja a Comonfort sin apoyo social y abre una crisis aprovechada por el conservador Félix Zuloaga, quien da un golpe de Estado para hacerse ilegalmente del poder político. Aquí comienza la hazaña más grande de Juárez. La nueva Constitución señalaba que, en ausencia del Presidente de la República, asumiría sus funciones el presidente de la Suprema Corte, Juárez no titubea y se declara Presidente Constitucional, Presidente Legítimo, recorre el país durante la Guerra de los Tres Años, hasta derrotar a los conservadores.

En el filo de la antesala de la victoria, Juárez va todavía más allá de la Constitución de 1857 y decreta las Leyes de Reforma: separación del Estado y la Iglesia, creación del Registro Civil, libertad de cultos, nacionalización de los bienes eclesiásticos, que eran casi la mitad del territorio nacional. Es decir, la separación del Estado y la Iglesia era en aquel entonces la separación del poder político y el poder económico.

Restaurada la República, Juárez enfrenta un nuevo desafío: la Intervención Francesa. Otra vez recorrió el país como el gobernante legítimo y se rehusó a todo gesto que significara reconocer al nuevo usurpador: al invasor Maximiliano de Habsburgo. Después de cinco años de guerra, Juárez triunfó nuevamente y consagró el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos.

México ha vivido tres grandes transformaciones: la Independencia, la Reforma y la Revolución. Hoy estamos viviendo el humanismo, la Cuarta Transformación. Juárez encabezó la segunda transformación marcada por un conjunto de principios como la no discriminación y la igualdad ante la ley, la Austeridad Republicana, la abolición de los privilegios, la legitimidad del poder público, el Estado laico y la libertad de credos, la instrucción pública, la no intervención, la autodeterminación de los pueblos y la paz. Esos principios están presentes también en la Cuarta Transformación.

Es por ello, que hoy constituye un acto de alegría y orgullo para el Gobierno de la Ciudad de México, que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum, reivindicar nuestra memoria histórica y nuestra identidad, poniéndole el nombre de Benito Juárez a este PILARES, emblema de buen gobierno y trabajo.

Muchas gracias.

DIRECTOR DEL INSTITUTO DEL DEPORTE, JAVIER HIDALGO PONCE (JHP): Gracias. Buenos días a todas y a todos.

La verdad es que me siento muy honrado de hablar de la comunidad PILARES en un momento como este, porque PILARES es una proeza social por lo que está lográndose en la Ciudad de México, lo que se está logrando es único en el mundo y surgió de la mente, el corazón y mucho trabajo de la Jefa de Gobierno para construir una Ciudad de Derechos.

Los 300 PILARES, incluyendo este que hoy nos recibe, dan fe de la importancia de los legados, de las herencias de mente y corazón brillante que nunca mueren. Por eso, hoy le damos a este espacio el nombre del mejor presidente de México.

Este PILARES en específico, también es un lugar de delegados, de resignificaciones y resistencia, pues aquí se enseñan, entre muchas otras actividades, las lenguas originarias que nos recuerdan la historia que se ha querido borrar.

Uniendo estos tres elementos: la resistencia histórica, el legado de los principios e ideales y un presente de hechos, aquí en el centro de la ciudad, este PILARES tiene de forma gratuita actividades deportivas como yoga, karate, acondicionamiento físico, Biciescuela, zumba, pilates, defensa personal, baile; oficios como diseño de marca, fotografía y joyería; actividades culturales, que se ha vuelto icono de esta comunidad, como cartonería, instrumentos de cuerda, cine, video, producción audiovisual y telar de cintura. Y en educación tenemos talleres de lenguas, ajedrez, las y los docentes apoyan en la alfabetización digital, dan apoyo para concluir estudios de primer nivel, prepa y licenciatura y, además, tenemos talleristas de Escuela de Código, una oferta envidiable e insisto, una verdadera proeza.

Hago un especial reconocimiento a Enrique, el líder coordinador de este espacio, a las y los talleristas, a docentes, promotores deportivos, monitores y, por supuesto, a la comunidad que día a día aprenden en comunidad PILARES. Ustedes, su esfuerzo y trabajo son el alma y fuerza de este proyecto.

Sin más, sean todas y todos bienvenidos a este, su PILARES. Muchas gracias.