Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama; y del Secretario de Obras y Servicios, Jesús Antonio Esteva Medina, durante el Encendido del Alumbrado Decorativo con motivo del 113 Aniversario del Inicio de la Revolución Mexicana
JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. Buenas noches a todas y todos. Qué bueno que vienen nuevamente a este encendido del alumbrado, en esta ocasión conmemorando la Revolución Mexicana.
La Revolución Mexicana es la primera revolución social del siglo XX, es la primera gran revolución popular y es una revolución que dio a luz la primera constitución con derechos sociales en el mundo entero.
Así nuestra revolución es una revolución en la que se conjugan dos grandes luchas: la lucha por la democracia en contra de la dictadura, de la tiranía de Porfirio Díaz; y, por otra parte, la lucha popular, la lucha social, la lucha por la tierra, por los derechos de los trabajadores, por la educación y por diversos derechos sociales. Esas dos grandes luchas se entrelazan en la Revolución Mexicana.
Y así como Madero inició la lucha, sobre todo la lucha democrática en contra de la dictadura porfirista, también hubo grandes dirigentes de la vertiente social como Emiliano Zapata en el sur, pero también Pancho Villa en el norte.
En este caso hacemos énfasis especial en Francisco Villa porque es un revolucionario surgido del pueblo. Francisco Villa no tenía un linaje familiar, no venía de una élite política, no venía de una élite militar, menos aún de alguna oligarquía económica. Era alguien que venía del pueblo, del pueblo raso, desde abajo; era alguien totalmente desterrado de las instituciones, completamente excluido, marginado, era de aquellos que se encontraban en la periferia de las estructuras sociales de aquella época.
Por eso es que nos da tanto gusto celebrar a Pancho Villa. A las élites nunca les gustó Pancho Villa, es más, a algunas de las propias facciones revolucionarias de aquel entonces no les gustaba Pancho Villa, porque era alguien muy del pueblo, de abajo.
Por eso a nosotros nos gusta Pancho Villa, porque sabemos que siendo como era, un hombre con sus virtudes y defectos, sin embargo, era un revolucionario que se abrió paso en la historia con su gran esfuerzo y su gran lealtad al pueblo y a la gente.
Así, no se explicaría la Revolución Mexicana sin ese enorme ejército que hizo Pancho Villa, que fue la División del Norte, y que fue desde el norte hacia el centro destrozando el viejo ejército porfirista, no se explicaría la victoria de la Revolución. Pancho Villa junto Emiliano Zapata ocuparon con sus ejércitos campesinos prácticamente todo el país entre 1914 y 1915.
Por eso, porque fue el gran militar, porque es un revolucionario surgido desde abajo, porque representa la vertiente social de la Revolución Mexicana, porque cuando fue gobernador hizo decenas y decenas de escuelas por todo el estado, por eso hoy recordamos, con este alumbrado, la Revolución Mexicana, pero especialmente su vertiente social y más particularmente al revolucionario del pueblo, a Pancho Villa.
Muchas gracias, amigas y amigos.
SECRETARIO DE OBRAS Y SERVICIOS, JESÚS ANTONIO ESTEVA MEDINA (JAEM): Buenas noches a todas y a todos, Jefe de Gobierno. El día de hoy nos da mucho gusto, un año más, encender el alumbrado conmemorativo de la Revolución. Y en esta ocasión son 100 años de la muerte, del asesinato de Francisco Villa.
Y solo para reflexionar, brevemente tres frases de Francisco Villa que nos muestran quién era y su coincidencia con el pensamiento y con los pronunciamientos que el gobierno actual tiene. Él decía: “La incultura es una de las desgracias más grandes de mi raza. La educación de los hijos de mi raza es algo que no debe de pasar inadvertido para los gobernantes y para los ciudadanos.
“Ya es tiempo de que los prejuicios se acaben y de que la sociedad se establezca sobre bases más sólidas, más naturales, más sabias, más justas y más nobles.
“El país debe ser gobernado por alguien que realmente quiera a su gente y a su tierra y que compartan la riqueza y el progreso”. Eso era lo que él decía, eso era lo él pensaba y con base en eso actuó.
Y el día de hoy este mosaico tiene 4 mil 900 focos, 3.5 kilómetros de escarcha, mil 600 metros de manguera luminosa, casi una tonelada de varilla y alambrón, y 3 mil metros de cable de alimentación.
Y como siempre, el esfuerzo, la creatividad, el arte de los compañeros de la Dirección General de Servicios Urbanos y Alumbrado Público, los 110 compañeros que desde los festejos patrios y hasta Navidad están reciclando el material y haciendo estas bellas obras de arte. Gracias.