Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, durante la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México a la Cultura Sonidera
JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. La verdad, yo estoy muy contento, porque lo disfruto en lo personal; además de que es cierto que, desde mi punto de vista, la cultura debe tener un papel central en las políticas públicas de un gobierno, eso lo platicamos luego, luego llegando.
Y aprovecho aquí para felicitar a la secretaria Claudia Curiel, extraordinaria colaboradora, eficiente, todo. Miren, la verdad, al menos yo –esa es mi experiencia– todo lo que le he pedido, todo lo ha hecho en un lapso breve, llevamos aquí o llevo yo, ella lleva más aquí en Secretaría de Cultura, llevo aquí al frente de la Jefatura de Gobierno poco más de 100 días y le pedí “vamos haciendo un programa para llevar también música y baile a pequeñas explanadas, no solo en Zócalo”, y luego, luego, con el equipo de Cultura sacaron el programa “El Barrio Baila”.
Luego, estaba la iniciativa de los compañeros Rodrigo De La Cadena y otros, de otro género, el bolero, vamos a sacar la Declaratoria del Día del Bolero y salió, 25 de agosto, Día del Bolero en la Ciudad de México. Luego estuvo la solicitud, otro género, de los amigos del Tianguis El Chopo para sacar la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial del Tianguis El Chopo y salió también.
También habían vandalizado el Foro Lindbergh, el que está allá en la Roma Condesa y se restauró rápidamente. De igual manera, hicimos rápidamente, en colaboración obviamente de otras áreas, también principalmente Obras, la escultura de “La Joven de Amajac” y salió “La Joven de Amajac” en un tiempo récord.
De igual manera, también se inauguró el Centro Cultural de Artesanal Indígena, en Honduras 3, aquí en Garibaldi recientemente. Comentamos, hay que cambiar la imagen de la Fiesta de las Culturas Indígenas, que tenga una gran presentación, un espacio central libre; cambió también su presentación y su forma.
Y de igual manera, por otra parte, con otras áreas jurídicas también, recuperamos la administración de la Columna de la Independencia para el Gobierno de la Ciudad de México.
Y junto con el Gobierno federal, sobre todo el Gobierno federal en este caso, estamos llevando a cabo el Proyecto “Chapultepec: Naturaleza y Cultura”, que es un proyecto impresionante el que se lleva a cabo ahí con Bodega Nacional de Arte, Cineteca Nacional, Centro de Cultura Ambiental, el sistema “Serpientes y Escaleras”, el Parque Cri-Cri, el Parque PARCUR, Calzadas Flotantes, restauración del Panteón de Dolores, restauración del Mercado “Cambio de Dolores”; es una obra espectacular la que se está haciendo ahí, ya se conocerá, una vez que sea inaugurada por el Presidente de la República, a detalle, pero es una obra impresionante.
Y también, por cierto, antes de que acabe este año vamos a tener otro concierto en el Zócalo de la Ciudad de México, ya luego les daremos detalles, y vienen otras actividades.
Pero lo que nos interesa es esta centralidad de la cultura que es tan importante. La cultura es la vida, porque finalmente después de que uno se libera de la enajenación, del trabajo y uno hace música o baila o pinta o canta o escribe, pues está haciendo lo que uno quiere y está creando, finalmente eso es la vida, ya más allá de la enajenación cotidiana.
Y aquí, en este caso particular, no quiero dejar de darle la bienvenida a las diputadas Indali Pardillo, Ana Francis Mor, Mónica Fernández, gracias por estar aquí también con nosotros; y agradezco también la presencia de las instituciones que han sido ya mencionadas, que no voy a repetir, ya fueron presentadas.
Quiero comentarles algunas ideas. En el caso de la cultura sonidera tenemos varias características muy importantes: una es que es una convergencia de estilos musicales; dos, que engloba distintos aspectos de las manifestaciones artísticas y culturales: es música, es baile, es iluminación, es fiesta, es fiesta en las calles y hay una interacción entre los sonideros y el público participante.
No es una relación impersonal, no es que contrataste a alguien para llevar música, sino que el sonidero platica con los que están bailando, es más, ubica a Lupita, Lupita sale, “Lupita, Lupita está bailando con Pedro, Pedro, Pedro, Pedro, Pedro no baila bien”, en fin; entonces el sonidero se mete a la fiesta, es parte de la fiesta y la anima y la va narrando, eso le da una característica especial.
La cultura sonidera además es una cultura organizada, los sonideros tienen sus identidades, no son simplemente empresas, sino tienen sus identidades y hay también un amor por la identidad de cada uno de los sonideros con su propia identidad, con su nombre, con su marca y eso hace que le den un gran entusiasmo a las actividades que realizan.
Los sonideros además se intersectan con la gráfica popular, tienen un punto de contacto con el grafiti más avanzado; y también, por otra parte, van innovando en la tecnología musical, en la iluminación y en estos aspectos que he mencionado.
Y son una expresión cultural auténticamente popular, de gran raíz popular, surgida del barrio, en el corazón del barrio están los sonideros, es un fenómeno único y ya cada quien contará sus experiencias o no sus experiencias.
Yo empecé a escuchar los sonideros después de los temblores del '85, porque a mí me tocó venir a la colonia Doctores, yo no vivía ahí, vivía en la colonia Niños Héroes, pero tenía unos amigos en la Doctores que me invitaron, “vente acá a ayudarnos al rescate”, y de ahí nos fuimos para las Doctores, aquí andan unos amigos de la Doctores.
Y ahí la Doctores primero era el duelo, el duelo porque murió mucha gente ahí en la colonia, igual que en el Centro, en la Obrera, en todos estos lugares; y después del duelo, ya que pasó el duelo, vino la fiesta y entonces había muchas fiestas de sonideros y ahí yo aprendí a bailar cumbia, en esas, ahí con los sonideros me entró la música, me entró los géneros que mencionaba nuestro amigo, la cumbia, la salsa, el son, la guaracha, me entraron por las venas, por la sangre. Entonces ya nada más esperaba que se escuchara y era, la verdad, la pura felicidad, la pura felicidad.
Y así –bueno, esa fue mi experiencia– entendí que también ahí había un factor de cohesión social, de cohesión comunitaria, una comunidad destrozada por la tragedia se volvió a unir en la fiesta y en esa fiesta, estos géneros musicales y particularmente la expresión de la cultura sonidera tuvo un enorme papel, porque se cerraba una calle, se ponía un coche de un lado, un coche del otro, y ya teníamos, el salón de baile estaba en la calle, ahí estaba el salón de baile con la música sonidera y ya te podías dar cuenta que estabas llegando porque escuchabas y veías la luz que vamos llegando a la fiesta y entonces ya nos íbamos preparando para sacarle brillo al suelo, al asfalto.
Por eso cuando viene esta aproximación y se empieza a hablar del reconocimiento de la cultura sonidera como Patrimonio Cultural Inmaterial en la Ciudad de México, yo en lo personal me emocioné, además de que hay un valor general, también hay un cariño en lo personal, así es de que me da mucho gusto.
Y no lo hicimos antes porque teníamos el Informe que era el 6, ese mismo día salió publicado el Decreto y entró en vigor al día siguiente. Aquí está, aquí está el Decreto para todas las comunidades sonideras, para los sonideros, las sonideras de la Ciudad de México con todo el cariño del Gobierno de la Ciudad de México, aquí está la emisión del Decreto.
Aquí hay, está una página larga de considerandos, otra segunda página larga de considerandos, ya no los voy a leer, porque escuchamos muchos considerandos con todo los que hemos hablado, pero sí quiero leer la parte central, dice así: Decreto por el que se declara a la “Cultura Sonidera” como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México.
Primero. Se declara a la “Cultura Sonidera” como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México.
Segundo. La presente Declaratoria tiene como finalidad establecer la responsabilidad de preservar la expresión declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial, a través del Plan de Salvaguardia instrumentado para tales efectos.
Tercero. Para el cumplimiento de las obligaciones que la presente Declaratoria conlleva, se instruye a la Secretaría de Cultura local para que, en términos de lo establecido en el artículo 58 de la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México, y en su carácter de Secretaría Técnica de la Comisión Interinstitucional del Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México, notifique a los promoventes y haga entrega de la siguiente información a la Comisión que se forme para tales efectos:
I. Copia de la presente Declaratoria; II. Los beneficios y responsabilidades en materia de salvaguardia; III. El plan de salvaguardia; y IV. La dirección y número telefónico de las áreas responsables del seguimiento y apoyo.
Cuarto. La presente Declaratoria es de interés para la Ciudad en términos del artículo 52 fracción I de la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México. Y se expide, sin perjuicio de las emitidas por otras autoridades, en el ámbito de su competencia.
Transitorios.
Primero. Publíquese en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.
Segundo. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación.
Tercero. Para asegurar la identificación y divulgación de la expresión inmaterial y protegida en el presente Decreto, en un término de 10 días hábiles, a partir de la entrada en vigor del presente decreto, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, deberá incorporarlo a la Plataforma Digital del Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México.
Dado en la residencia oficial de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, a los cinco 5 días del mes de octubre del año 2023.
Firman el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, maestro Martí Batres Guadarrama; el secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz Suárez; la secretaria de Cultura, Claudia Stella Curiel de Icaza.
Aquí está el Decreto. Para todas y todos. Muchísimas felicitaciones, amigas, amigos.
Ya, dicho solemnemente lo anterior, ya si quieren podemos escuchar el Rey de la Cumbia o Cumbia sobre el río o Cumbia sobre el mar o la que quieran. Gracias.
SECRETARIA DE CULTURA, CLAUDIA CURIEL DE ICAZA (CCI): Muy buenas tardes, o buenos días todavía, a todas y todos. Estamos muy emocionadas, muy emocionados porque llevamos trabajando desde el inicio de la gestión de la doctora Claudia Sheinbaum con ustedes, y hoy vamos a dar una gran noticia.
Por principio quiero saludar, y con el permiso del Jefe de Gobierno, el maestro Martí Batres Guadarrama, quien siempre, he mencionado, es un aliado fundamental para el sector cultural, para nosotros como Secretaría de Cultura, y para dar empuje a todas estas iniciativas que hemos estado trabajando a 100 días desde que llegó la Jefatura de Gobierno.
También saludo con mucho gusto al representante de la UNESCO en México, Andrés Morales, colombiano, un aplauso, país hermano con quien tenemos mucho de familiar con toda la cultura sonidera y un intercambio cultural muy importante con América Latina; y con ellos vamos a trabajar también de manera puntual el plan de salvaguardia.
Por supuesto que, al director general de Gestión Institucional y Cooperación Cultural, a Jorge Muciño Arias, un aplauso, con quien hemos tratado trabajando con ustedes estos años.
De manera muy especial, a la investigadora Mariana Delgado. Mariana lleva más de 15 años trabajando con ustedes, haciendo investigación y visibilizando la importancia y la riqueza de la cultura sonidera, entonces nos ha acompañado también en estos procesos y le agradecemos mucho su acompañamiento.
Y también quiero saludar a Daniela Cordero, quien nos acompaña de manera especial en las actividades culturales; a las compañeras diputadas; y, sobre todo, a ustedes, a la comunidad sonidera y sonidero, un aplauso a ustedes; y a los medios de comunicación.
Bueno, como agenda de gobierno, y sobre todo en la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, es fundamental trabajar de la mano con las comunidades que dan identidad de manera importante a la Ciudad de México; una de ellas y una de las más fuertes, de las más poderosas es la cultura sonidera, como lo vimos en el Zócalo en la “Noche de Primavera”.
Trabajar en la declaratoria que el viernes salió ya publicada en la Gaceta como Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial a la Cultura Sonidera en la Ciudad de México, fue un trabajo de años que se concretó el día viernes y que hoy presentamos de manera formal con ustedes.
Es importante compartir que las Declaratorias de Patrimonio Cultural Material e Inmaterial están normadas por la ley, tienen un trabajo, es un proceso de investigación que toma meses, que involucra a las comunidades, que involucra a académicos, que involucra al gobierno, que involucra comités que dictaminan, es decir, dar una declaratoria es un trabajo profundo justamente por la relevancia de lo que implica.
Y en ese sentido se concluye este proceso, donde les agradecemos mucho el trabajo que hicimos con ustedes a lo largo de estos meses, que empezó justamente en el 2022, hicimos un foro justamente aquí, en el Museo de la Ciudad de México, sobre el tema de rótulos y cultura sonidera.
Y estuvimos trabajando aquí, hablando justamente de la importancia de esta cultura, también de los clubs de baile, de los rotulistas y de ahí surgió, ya sabíamos que íbamos a trabajar en la declaratoria, pero se acercó –y lo voy a decir– Lupita “La Cigarrita” y me dijo “¿por qué no nos dan el Zócalo? Nunca nos han prestado el Zócalo, siempre estamos en la periferia, a veces sí han invitado, pero nunca nos han dado el Zócalo para que hagamos un espacio específico, de un baile, de un maratón sonidero”.
Lo comenté y por supuesto que se abrieron las puertas, el gobierno simplemente facilitó las condiciones, y ustedes fueron los que lo organizaron, los que llenaron, los que convocaron y los que participaron directamente como parte de los derechos culturales de esta ciudad.
Entonces, agradecerles, porque fue uno de los eventos –para mí– más significativos en lo que llevo de mi corta gestión; poder ver que los barrios están en un espacio simbólico como el Zócalo unidos, porque nosotros como gobierno los queremos unidos y unidas, y fue un regalo. Y también anunciar que en la próxima “Noche de Primavera” volvemos a hacer el maratón y el Baile Sonidero, Sonidera para convocar a más de 100 mil asistentes.
Nada más mencionar que este trabajo profundo contempló también un Plan de Desarrollo de Salvaguardia, las declaratorias sin el plan de salvaguardia no tiene ningún sentido, porque es lo que hacen que justamente estas expresiones perduren y se revitalicen a lo largo del tiempo; con la UNESCO vamos y estamos trabajando para implementarlo de una manera muy seria.
Y estuvimos trabajando en muchos foros con ustedes. Nada más, agradecerle al Jefe de Gobierno este ímpetu con el tema cultural.
Y comentar que la protección a la cultura sonidera, a la tradición popular que abarca un amplio espectro de saberes y prácticas acerca de la música, el baile, la gráfica y la producción artística que esto significa, no sería posible sin todo lo que han trabajado ustedes por más de cinco décadas.
Son alrededor de 10 mil, alrededor de 10 mil sonideros y sonideras en la Ciudad de México, que han tejido una comunidad importantísima, y que para nosotros como gobierno y como Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, es fundamental aportar y trabajar de la mano con las comunidades culturales que le dan una identidad clave a la Ciudad de México. Yo creo que no hay extranjero que no sepa de ustedes, que no quiera venir a conocerlos y conocerlas.
Y, bueno, agradecerles mucho, agradecerle también a mi equipo, por supuesto que, al área de Jorge Muciño, que llevan trabajando tiempo en este proceso de expediente, al área de comunicación y, de manera especial, a la Dirección de Grandes festivales, que siempre con su entusiasmo nos apoyan para que estos eventos sean significativos.
Les agradezco mucho y enhorabuena. Felicidades.
INVESTIGADORA Y GESTORA CULTURAL, MARIANA DELGADO (MD): Es un honor y una alegría muy grande estar frente a este auditorio conformado por tantas personas valiosas que han entregado tanto para el movimiento y la cultura sonidera, creo que es algo que celebramos enormemente.
Voy a leer para no atorarme con mi emoción, y voy a comenzar con los agradecimientos que es lo que procede. Para iniciar, quisiera reconocer a Claudia Sheinbaum y a Martí Batres, jefes de Gobierno de la Ciudad de México, quienes escucharon y atendieron el llamado de la comunidad sonidera a realizar esta Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial; es un llamado que data de mucho tiempo y es gracias a su visión que contamos no solo con la ley adecuada para lograrlo, sino con la voluntad verdadera para llevarlo a cabo y llegar aquí, al día de hoy, a celebrar este hecho histórico.
Quiero reconocer a Claudia Uriel, secretaria de Cultura de la Ciudad de México, por la entereza y la firmeza con que ha liderado el proceso de declaratoria desde su inicio, y agradecer infinitamente por la confianza depositada en mí para poder acompañarlo.
Agradezco a Jorge Muciño, director general de Gestión Institucional y Cooperación Cultural de Secretaría de Cultura, por la atención y el cuidado que ha prestado a este proceso, dando lugar a un trabajo conjunto muy enriquecedor con la comunidad sonidera, con las distintas instancias de gobierno, la sociedad civil, los sectores académicos y los organismos internacionales. En este agradecimiento de Jorge, quiero mencionar también al equipo que nos ha acompañado, a Brenda Duarte, Mónica de la Mora, Ximena Marván, Raquel Portilla, Michelle Woolrich y Aidee Santillán, muchas, muchas gracias.
Gracias infinitas también al equipo de Grandes Festivales y comunicación de la Secretaría, que han hecho posibles todos los hermosos eventos y la gran difusión que han recibido.
Quiero agradecer final y profundamente a la vida, que por allá de 2007 hizo que mi trabajo con las comunidades digitales coincidiera con la comunidad sonidera, propiciando relaciones, colaboraciones e intercambios que hoy en día continúan nutriendo e inspirando mi labor como antropóloga y gestora cultural.
Son muchos los esfuerzos que han abonado a la visibilidad, la legitimidad, el reconocimiento y la participación del movimiento sonidero en la esfera pública de la Ciudad de México; ante todo, el mérito es de la familia sonidera, que han luchado durante décadas y a través de generaciones defendiendo el baile en los espacios públicos como un espacio esencial para la vida, haciendo para ello grandes sacrificios y sorteando a veces enormes dificultades, y para eso solo basta voltear a la pandemia que acabamos de pasar, y confrontando en cada paso los estigmas y la discriminación predominante.
En los últimos años se han sumado a esta gesta las fuerzas, los espacios públicos de la cultura, las artes y los estudios. De estas iniciativas han resultado, entre otras cosas, investigaciones, exposiciones, coloquios, libros, talleres, películas, documentales, bailes con sonideros de todas las generaciones y presentaciones en grandes festivales de proyección internacional, que han acercado a diversos sectores de la sociedad capitalina y han contribuido así desde su trinchera a este momento de cambio.
Entre todas y todos sumamos para llegar hoy a esta Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial, que es la ocasión para reconocer la potencia del movimiento sonidero como un portador de una cultura extraordinaria que promueve el disfrute de la vida y la recreación de la identidad a través de la música y el baile; como un promotor importantísimo de desarrollo económico y social, a poner en marcha una industria cultural y un modelo cultural que ofrece un medio de vida a millares de familias.
Como un introductor de los ritmos y las raíces culturales de muchos países de Latinoamérica en México; como un impulsor de la innovación a través de la apropiación y el uso creativo de las tecnologías, desde los equipos de luz y sonido hasta el internet y las redes sociales; como un potenciador de la creación y la originalidad por medio de la gráfica popular y de sus productos; como habilitador del ejercicio real y completo de los derechos culturales de la ciudadanía.
Este movimiento, esta cultura, este baile que nace en el barrio y para el barrio del disfrute y el esparcimiento de la clase trabajadora en la ciudad, ha crecido hasta hacerse un evento público y multitudinario; y con el paso del tiempo se ha convertido en un fenómeno cultural y social de grandes alcances, dándole lugar al movimiento sonidero de México y convirtiéndose así en un referente para toda Latinoamérica.
Hoy es la fecha en el que todas, todas las generaciones, todos los géneros, todos los barrios, colonias y pueblos de la Ciudad de México, los del Estado de México, lo del Valle, los de los estados, los de los estados de la Unión Americana y los de muchos países del Caribe, Centro y Sudamérica celebramos con todo nuestro corazón la alegría, la profundidad, el conocimiento, la geografía, los territorios, la riqueza que ha traído a nuestras vidas este movimiento y esta cultura sonidera. Enhorabuena, compañeros y compañeras.
REPRESENTANTE DE LA UNESCO EN MÉXICO, ANDRÉS MORALES (AM): Muy buenos días a todas y todos. Tengo que decir que me siento muy honrado y agradecido, gracias por estar acá, porque precisamente como mi acento me delata, oír que la música, el baile, el ritmo que nos une hoy para esta conmemoración es algo que obviamente siento muy propio y qué mejor que estar acá acompañando este evento.
Yo llevo apenas un par de meses viviendo en México y me honra y me siento muy afortunado que mi primer acto con el Gobierno de la Ciudad de México tenga que ver precisamente con la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Cultura Sonidera.
Así que aprovecho para agradecer y felicitar a Martí Batres, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; a Claudia Curiel, secretaria de Cultura; Jorge Muciño, director general de Gestión Institucional; a Mariana, por esa maravillosa presentación y trabajo; a Daniela Cordero, un placer, un gusto estar acá; y, por supuesto, y más importante aún, a toda la comunidad sonidera que hoy nos acompaña.
Por definición, el Patrimonio Cultural Inmaterial tiene su razón de ser en la comunidad, así lo entiende la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO cuando explícitamente dice que: es la comunidad y solamente la comunidad quien pude dar valor de patrimonio a una manifestación cultural que ella misma ejerce.
Es en este sentido que desde la UNESCO queremos felicitar a la Ciudad de México y a su gobierno, por declarar Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad a la Cultura Sonidera, pues sabemos que surge del propio interés de la comunidad sonidera para que su práctica sea reconocida como un patrimonio vivo de esta ciudad.
Tal y como lo muestra esta declaratoria local, la cultura sonidera es una práctica que se transmite entre las familias y que ya tiene un relevo generacional que se recrea constantemente en los barrios y en las colonias más populares de esta ciudad que, dicho sea de paso, son la gran mayoría, y que difunden un sentimiento de pertenencia, de identidad y de orgullo a quienes forman parte de ella y que por lo mismo la consideran parte esencial de su patrimonio
Una comunidad sonidera que se extiende más allá de las fronteras y desde ya hace muchas décadas tiene presencia en Estados Unidos, en el norte del continente, y nos llega abajo en Sudamérica, pasando, por supuesto, por los países de Centroamérica.
Una comunidad que se compone también por los grupos de baile, por sus coreógrafos y coreógrafas, por las orquestas musicales; así como también por los y las vestuaristas, las diseñadoras y diseñadores gráficos que dan vida, color e identidad a esta cultura, a través de atuendos y las propuestas gráficas de las fiestas sonideras.
Una comunidad que ha tenido un importante proceso de reconocimiento y apertura a grupos de mujeres sonideras, para quienes pido un aplauso. Hoy son ellas quienes representan en gran parte la punta de lanza de esta cultura y su papel como catalizadora de la justicia social en la ciudad.
Esta Declaración local de la Cultura Sonidera como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, es, por lo tanto, una importante medida de identificación y visibilización que hace el propio Gobierno de la Ciudad y que ejemplifica una de las muchas medidas de salvaguardia, que puede tomar un Estado parte de la Convención de la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO que, precisamente este año cumple 20 años de haber sido promulgada.
Sea este el momento preciso para señalar el apoyo que da la UNESCO a la Ciudad de México, para seguir trabajando en el plan de salvaguardia, y cuentan con nuestro apoyo para seguir adelante.
Pero, además de todo esto, la cultura sonidera es un espacio de intercambio cultural que reúne estilos musicales de todo el continente y donde yo me siento muy afortunado de representar, en este momento a algunos de ellos: la cumbia, la guaracha, el guaguancó, el ballenato, la rumba, el son y, por supuesto, la salsa. Es, por tanto, no solo un tema de patrimonio, sino también de creatividad cultural y de industrias creativas.
Por último, quisiera destacar en particular que esta Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial, tiene en su germen el reconocimiento de una práctica cultural que es profundamente urbana y altamente popular; que le reconoce el valor cultural a las comunidades que la practican.
A todo aquel que desde hoy le pregunten, ¿a qué suena la Ciudad de México? Fácilmente se le puede responder: suena a la cultura sonidera.
Muchas gracias.