Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, durante la Ceremonia del Paso de la Luz. Licenciatura en Enfermería Familiar y Comunitaria de la Universidad de la Salud

Publicado el 04 Julio 2024

JEFE DE GOBIERNO MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas, muchas gracias. Me da mucho gusto estar en un momento en el que se concluyen los estudios académicos, cuatro años de estudios académicos de la primera generación de la Universidad de la Salud de la Ciudad de México; son cuatro años de esfuerzos que hoy concluyen simbólicamente en esta ceremonia.

Un aplauso fuerte para todas y todos, sobre todo, todas, porque son mayoría mujeres quienes han terminado esta etapa de estudios de cuatro años.

Es un trabajo que implica, por supuesto, una vocación personal, el deseo de superarse académicamente; pero también es una profesión que tiene un perfil particular, porque repercute directamente en el bienestar de muchas otras personas.

Aquí quiero comentar dos cosas: la primera, es que tradicionalmente se ha pensado en la enfermería como una profesión subordinada al médico, incluso en la división sexual del trabajo era el médico hombre, el jefe, y la enfermera mujer, su auxiliar.

Quiero repetir aquí lo que dije el otro día que hicimos el desayuno con personal de enfermería del Gobierno de la Ciudad de México: la enfermería es una profesión por sí misma, tiene su propio perfil, y en las tareas del acceso al derecho a la salud confluyen varias profesiones: la medicina, el trabajo social, la enfermería, es una profesión con su propio perfil, no subordinada a otras, sino complementaría a otras profesiones.

Y, por otro lado, me da mucho gusto también el nombre que tiene en la Universidad de la Salud, es "Enfermería Familiar y Comunitaria", esto todavía acentúa el carácter social que tiene esta profesión: es para apoyar a las comunidades, es para ayudar a las comunidades, es para ponerse al servicio de las familias y las comunidades.

Y es que, déjenme decirles, que uno de los grandes pilares de un Estado de Bienestar es la salud. Podemos decir que hay cinco grandes pilares, no los únicos, pero educación, trabajo, pensiones, vivienda y salud son los cinco grandes pilares del Estado de Bienestar, la salud, uno de los pilares fundamentales.

Cuando en otras épocas se han dado los procesos de privatización de la salud, evidentemente que el acceso al derecho a la salud se ha visto vulnerado. Cuando hemos tenido momentos climáticos muy difíciles, épocas muy difíciles como la pandemia, nos hemos podido dar cuenta del daño que ha significado a la sociedad no contar con un sistema de salud público muy grande, muy vigoroso.

Se pensaba que había personal de salud suficiente y no era así, nos faltaban muchas enfermeras, enfermeros, médicas, médicos para enfrentar la pandemia; hoy en día nos siguen faltando muchos profesionistas de la salud, en ciertos lugares podemos decir tenemos un número que nos ayuda, pero hay lugares de la República donde falta mucho personal de la salud, pero me da mucho gusto que aquí en la ciudad se haya contribuido a generar más profesionales de la salud.

Estamos, además, en un momento de cambios en que se vienen realizando varias transformaciones en todos los órdenes y uno es el de la salud, y caminamos con un horizonte que es la salud pública universal, gratuita, integral y de calidad.

Precisamente este último año fue destinado por el Gobierno de la República para enfatizar los temas de la salud: generación de nuevos profesionistas, construcción de nuevos hospitales, terminación de hospitales que estaban abandonados desde administraciones pasadas, recuperación de la gratuidad en los servicios de salud, porque se había perdido con el llamado Seguro Popular que pedía cuotas a los beneficiarios de los servicios de salud y se había perdido el sentido, la racionalidad de que el servicio público en salud debe ser gratuito.

Y también la universalidad, necesitamos un servicio de salud público que pueda ser lo suficientemente amplio para que cualquier persona, por más humilde, por más pobre que sea, por más lejana que esté su vivienda tenga acceso a los servicios de salud público de calidad. Ahora ustedes van a contribuir a esta transformación y eso nos da mucho, mucho gusto.

Aquí quiero hacerle un reconocimiento a la doctora Lilia Elena Monroy Ramírez de Arellano, directora General de la Universidad de la Salud, les pido un aplauso fuerte para ella.

Y si me lo permiten, quiero aprovechar el momento para hacerle un reconocimiento a una funcionaria que me ha acompañado a lo largo de más de un año que he estado al frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, desde el primer momento con mucha empatía, con mucho entusiasmo, con mucho sentido de colaboración, y siempre le agradezco sus muestras incluso de cariño personal, quiero que me ayuden para brindarle un fuerte, fuerte aplauso a la doctora Ofelia Angulo Guerrero, que es nuestra secretaria de Educación, Ciencia y Tecnología de la Ciudad de México.

Ahora sí, solo me resta decir dos cosas por el momento, bueno, voy a decir tres cosas. Una, ¡Viva la educación pública superior y gratuita!

Dos. ¡Viva el derecho a la salud!

Y tres. ¡Viva la Enfermería Familiar y Comunitaria!

Muchas gracias, felicitaciones a todas y todos.

SECRETARIA DE EDUCACIÓN, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN, OFELIA ANGULO GUERRERO (OAG): Muchísimas gracias, muy buenas tardes. Yo no sé cómo están ustedes, pero yo estoy súper emocionada, la primera generación de la Licenciatura en Enfermería Familiar y Comunitaria de la Universidad de la Salud.

Doctor Martí Batres Guadarrama, muchísimas gracias por su compromiso con la educación, muchísimas gracias por hacer un espacio en su agenda para acompañar a esta primera generación de la Licenciatura de Enfermería Familiar y Comunitaria de la Universidad de la Salud.

Doctora Lilia Monroy Ramírez de Arellano, muchas felicitaciones por haber traído a esta primera generación a cumplir su sueño de servir, de servir al más débil, de servir al enfermo.

Y muchas felicidades a sus padres, a sus madres, a sus familiares, por este logro tan importante en sus vidas y en la vida de la Universidad de la Salud.

Doctor José Luis García Ceja, director general de Calidad y Educación en la Salud de la Secretaría de Salud, muchas gracias por ese mensaje que ha brindado hoy a esta primera generación.

Saludo a todos los compañeros y compañeras que hoy nos acompañan en el presídium, a todos los maestros, maestras, personal administrativo; al secretario general de la Universidad de la Salud; muchísimas felicitaciones a todas y a todos.

Esta ceremonia solemne, tan antigua como la humanidad, la enfermería representa la necesidad de cuidar a quienes están enfermos, heridos o frágiles. La palabra “enfermería” deriva del latín infirmus, ¿verdad? Ustedes lo saben muy bien, término que tiene relación con la debilidad y por supuesto con la enfermedad.

La Ceremonia del Paso de la Luz se instauró en 1953, a propuesta de las profesoras de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, Sara Alicia Ponce de León, Esperanza Martínez y Ercilia Islas, se realizó por primera vez en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Es motivo, esta ceremonia, de recordar a esta gran enfermera, a Florence Nightingale. En 1853 se convirtió en supervisora de enfermeras de un hospital de caridad en Londres, posición que aprovechó para introducir innovaciones técnicas y de organización que superaron el modelo asistencial tradicional, basado en buenos sentimientos y el carácter religioso; y lo sustituyeron por prácticas sanitarias con carácter científico que requerían una rigurosa formación de enfermería.

Por esa meritoria labor, a Florence se le consideró la fundadora de la enfermería moderna, pues representó una mejora notable en la organización de los hospitales. El Paso de la Luz es una ceremonia que se realiza en México y en otros países como Colombia, a las personas que concluyen sus créditos en esta carrera de enfermería.

Consiste, por supuesto, como ustedes saben muy bien, en la recepción de una lámpara ofrecida por una enfermera con referencia a Florence Nightingale, conocida como “La dama de la lámpara”.

Y bueno, la Universidad Metropolitana de Monterrey describe a Nightingale como la persona que llevó luz a los heridos en la guerra de Crimea, simbolizó la esperanza y cuidado en tiempos oscuros; la linterna o vela representa esperanza, curación y apoyo emocional que se ofrecen a quienes más lo necesitan.

Justo esta tradición fue una de las fuentes inspiradoras con las que fue creada, precisamente, la Universidad de la Salud: amor y cuidado por las personas en una de las condiciones de mayor vulnerabilidad, que es la enfermedad.

La UNISA, como ustedes saben, les recibió en la generación 2021 y hoy vemos el fruto de sus sueños, el fruto de los sueños de sus familias y el fruto del sueño de muchas personas, incluida la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez y es un orgullo para mí participar hoy con ustedes de esta solemne ceremonia.

Muchísimas felicitaciones a las 251 enfermeras y enfermeros que hoy reciben la luz del conocimiento, la luz de la sabiduría, la luz de la humanidad, con la que servirán en donde les toque ejercer con orgullo y vocación su profesión.

Que vivan las enfermeras y los enfermeros de la Universidad de la Salud. Les deseo muchísimo éxito en su carrera profesional, que nunca dejen de seguirse formando, actualizando en los conocimientos y su alma mater estará siempre pendiente de su progreso y siempre tendrá las puertas abiertas para seguir construyendo mejores ciudadanas, ciudadanos, enfermeras, enfermeros, profesionales de la salud.

Y que en esa contribución que ustedes hagan para fundar las condiciones para que la ciudadanía ejerza su derecho humano a la salud, sea su mayor recompensa en su entrega a esta maravillosa profesión.

Muchísimas felicidades y muchas gracias por su atención.

DIRECTOR GENERAL DE CALIDAD Y EDUCACIÓN EN LA SALUD DE LA SECRETARÍA DE SALUD DEL GOBIERNO DE MÉXICO, JOSÉ LUIS GARCÍA CEJA (JLGC): Buenos días todas y todos, queridas autoridades que nos acompañan de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México; Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, muchas gracias por la invitación; doctora Lilia Elena Monroy, también muchas gracias por esta invitación tan afectiva y tan esperada por todos en la Dirección General de Calidad y Educación en la Salud.

Queridas autoridades, colegas, amigas, amigos, familiares de graduados y de graduadas, gracias por la invitación.

Hoy nos reunimos en este auditorio donde simbólicamente se hará una mezcla entre la luz y la oscuridad; esta luz y la oscuridad se entrelazarán para celebrar un rito –que ustedes conocen bien desde la enfermería– que es ancestral y que trasciende el tiempo y también las fronteras.

Esta Ceremonia del Paso de la Luz es más que una tradición, nosotros en medicina y en enfermería la vemos como un acto simbólico que representa la nobleza y la esperanza que emanan de esta profesión. En esta ceremonia donde las sombras se disipan y la claridad se hace presente, reconocemos y celebramos con orgullo la transición que ustedes hoy ejercen simbólicamente de las aulas a los consultorios, de las bibliotecas a los pasillos de un hospital o de un consultorio.

Muchos años han pasado desde que los aztecas llegaron a este territorio, fue por allá del año 1215, y desde entonces ellas y ellos, nuestros ancestros de todas y todos nosotros, sostenían la visión de que el ser humano está influido por las leyes de la naturaleza y también, al contrario, la naturaleza influye un papel sobre las personas y no estaban tan equivocados, el día de hoy así lo vemos, así lo concebimos y lo conocemos más a detalle con los determinantes sociales de la salud y el impacto que genera el humano sobre el ambiente.

Para ese entonces –estamos hablando de la época de los Aztecas– había una figura en la sociedad que era el homólogo de todas y todos ustedes, era el tícitl. El tícitl era la persona de la sociedad que se encargaba de curar a las personas mediante vendajes, ventosas, masajes, temascales; todas estas prácticas simbolizan lo que es el proceso más primitivo o más antiguo que tenemos conocimiento en nuestro país de la enfermería o del cuidado de las personas hacia otra persona.

Él o la tícitl, administraba brebajes, ponía lavados, curaba dando fricciones, y pasaron 700 años aproximadamente para que la primera escuela de enfermería en el país fuera oficializada.

Fue por allá del año 1900 cuando el doctor Eduardo Liceaga, en lo que ahora conocemos como el Hospital General de México, dio su primera iniciativa para crear una universidad pública dedicada solo a la formación de enfermería; y fue para el año de 1907, específicamente 9 de febrero, que vio la luz la primera escuela de enfermería el país, y en este mismo decreto de creación, se postuló que la carrera de enfermería se cursaría en tres años.

Pero hay un apartado específico que menciona algo que muchas veces pasa desapercibido: la primera escuela de enfermería del país es orgullosamente pública y es orgullosamente del sector público, entonces eso nos llena de orgullo en la Secretaría de Salud.

Y hoy a más de 100 años de este acontecimiento de la primera escuela de enfermería del país, nos congratulamos por esta nueva universidad que se suma a una de las más de mil Universidades de Enfermería o de las más de mil licenciaturas de Enfermería que tenemos registradas en la Dirección General de Calidad y Educación en Salud.

Pero ustedes saben los retos de la enfermería, no pretendo darles números, pero comparaciones nacionales e internacionales nos posicionan como un país que todavía tiene déficit de enfermeras y de enfermeros, esto pues suma a la causa esta universidad y la hace distintiva porque realmente, a pesar de que hay más de mil planes de estudio de Enfermería, pocos de ellos, me atrevería a decir, tienen este componente familiar y comunitario.

Y es más necesario hoy que nunca reforzar este vínculo con la sociedad, con la familia, con las comunidades, con las personas, porque es ahí donde se une otra vez la salud con la población y hacemos partícipes a las personas para que tomen cuidado de su propia salud.

Entonces, sin dejar de mencionar también los logros que ustedes han logrado, ustedes representan y no es casualidad que el primer año de su formación fueron testigos de una pandemia que al día de hoy todavía recordamos y, sin embargo, sabemos que probablemente en unos años más vuelva a haber otra pandemia, pero ustedes tienen este concepto y este compromiso con la salud que no solo abarca el antropocentrismo, es decir, que no solo la salud tiene que ver con la persona a la cual están atendiendo, sino a todo su entorno.

Es por todo lo anterior que resultan necesarios más que nunca planes de estudios enfocados a la salud humana y colectiva como el de ustedes. Este sentido que ustedes tienen es una oportunidad que les da el sistema para incorporarse y poner su granito de arena para mejorar a la población y de esta manera nosotros vamos a estar formando mejores profesionistas y mejores personas que se involucren en la sociedad.

Muchos cambios han sucedido desde que les comenté de tícitl hasta el día de hoy, que ustedes representan esa figura, muchos cambios en la sociedad puede haber, pero lo que no ha cambiado entre ustedes y tícitl es la nobleza de su profesión, esa nobleza que los hace crecer y luchar día a día para contrarrestar esa oscuridad que a veces en las penumbras se viene a apagar con esa luz de la esperanza que ustedes tienen en sus manos, con esa lámpara que simbólicamente representa la esperanza y la fortaleza de su trabajo.

Y es en este momento en que les agradecemos de profundo corazón por haber decidido esa carrera tan noble, este trabajo no solo es de las autoridades que están aquí presentes, es de todas y todos ustedes, de sus familias que los acompañan aquí y este esfuerzo es para beneficio de todas y todos.

Y solo para hacer un paréntesis aquí, sin intención de hacer un comercial, en la Secretaría de Salud apoyamos también este tipo de esfuerzos de enfermería y el año pasado lanzamos un Diplomado de Enfermería en el cuidado de la diabetes enfocado en la atención primaria de la salud; este diplomado es gratuito, es abierto para todas y todos ustedes, y lo pueden encontrar en la página de la Dirección General de Calidad y Educación en Salud, los invitamos a que lo tomen, el año pasado lo tomaron mil 132 personas como ustedes y el día de hoy ya están prestando estos conocimientos a personas de Guerrero Campeche Nayarit Tlaxcala y Veracruz.

También, otro punto que les beneficia a ustedes es que, además de ustedes que se integran al servicio social, tenemos registrados en la Secretaría de Salud, entre todos, más de 17 mil pasantes de Enfermería que prestan su servicio, al igual que ustedes, en los Centros de Salud y en los hospitales de segundo nivel.

Y un logro que les va a beneficiar a todas y todos ustedes, y que fue por instrucciones del doctor Jorge Carlos Alcocer Varela, el secretario de Salud, es que incrementáramos el tabulador de becas para médicos internos de pregrado y pasante del servicio social de medicina, enfermería y estomatología. La última vez que se había actualizado este tabulador de becas fue en el año 2016 y lo distribuye por zonas de donde están haciendo el servicio social, las plazas en ciudades son plazas “A” y las plazas más alejadas de la ciudad son plazas “C”.

¿Qué hicimos en este tabulador? Igualamos el tabulador de becas, es decir, la beca que se les da a las enfermeras con los médicos y con los estomatólogos, en plazas de alta y muy alta marginación, esto en beneficio de todas y todos ustedes para no hacer distinción entre profesiones, porque entendemos que su profesión es igual de importante, sino que es más cercana a la persona que la profesión médica.

Entonces, todos estos esfuerzos al final sumados, benefician a toda la población y nos beneficiamos entre todas y todos para mejorar el sistema de salud.

Muchísimas gracias nuevamente por la invitación y les agradecemos, desde la Dirección General de Calidad y Educación y estamos a la orden para que podamos seguir apoyando.

Muchas gracias.

DIRECTORA GENERAL DE LA UNIVERSIDAD DE LA SALUD, LILIA ELENA MONROY RAMÍREZ DE ARELLANO (LEMRA): Muy buenos días a todas, a todos y a todes.

Saludo con mucho respeto y gran agradecimiento al doctor Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; la UNISA agradece, a través de mi persona, el que usted pueda acompañarnos en esta ceremonia que marca un gran hito en la historia de la institución al convertirse esta en la primera Ceremonia del Paso de la Luz en nuestra institución.

Agradezco también la presencia del doctor José Luis García Ceja, director general de Calidad y Educación en Salud; gracias por haber dado seguimiento personalmente a todas las gestiones que hoy permiten que nuestras enfermeras y enfermeros y, nuestras internas e internos de pregrado, puedan tener un espacio en más de 23 entidades federativas, muchas gracias.

Saludo de igual forma a los integrantes del presídium, a todos los invitados especiales, a nuestro personal educativo y a todos los administrativos, todos ellos han hecho posible que, junto de la mano de ustedes, podamos llegar a este importante momento.

Ahora, doy la más cordial y sentida bienvenida a todas y todos los estudiantes de la carrera de Enfermería Familiar y Comunitaria. Esta es una gran celebración, disfrútenla intensamente, cierren sus ojos y guárdenla para siempre en su corazón.

De igual manera, doy la bienvenida de manera muy sentida y afectuosa a los padres de familia, a los esposos, a los abuelos, a los hijos que hoy nos acompañan y que vieron sufrir, estudiar noche tras noche, llorar a sus hijos e hijas y también estimular a quienes en algún momento quisieron abandonar esta carrera, pero también abrazo a quienes en la distancia pudieron acompañarlos desde sus lugares de origen; puedo sentir como madre la gran emoción que sienten todos ustedes viendo coronado los sueños de sus hijas e hijos al llegar en esta etapa de la formación al servicio social.

Pensar en la enfermería es, sin lugar a dudas, invocar el más alto nivel, entrega y compromiso con el cuidado a la vida y hacer referencia a la alineación de todos los esfuerzos que requieren conjugarse para llegar a esta etapa con gran pasión y excelencia, en beneficio de la población, es altamente reconocida.

La Universidad de la Salud con su firme convicción de garantizar el derecho a la educación y a través de ella fortalecer el derecho a la salud del pueblo mexicano, alberga dentro de sus principios, como ustedes lo saben, la formación de profesionales humanistas con pensamiento crítico y un sentido de justicia social, capaces de brindar atención centrada en la persona, una atención digna, cálida y de excelencia, en consideración de los determinantes sociales de las personas, sus familias y sus comunidades.

Con esta convicción, la Universidad de la Salud tiene el honor de celebrar el día de hoy su primera Ceremonia del Paso de la Luz, la luz que habrá de guiar su futuro al actuar como enfermeras; la luz que les acompañará durante largas noches de desvelo atendiendo el bienestar de un paciente; la luz que iniciará el camino más sabio para que tomen las mejores decisiones ante circunstancias difíciles; y la luz con que brindarán esperanza y calor a quien acuda a la búsqueda de auxilio en momentos de desconsuelo y de incertidumbre.

Con esta luz que hoy reciben, al mismo tiempo encenderán su alma con el regocijo de consagrar su vida al servicio y al cuidado de las personas más desprotegidas de nuestro país, de sus familias y de sus comunidades.

A lo largo de su profesión mientras promuevan la salud, previenen enfermedades, cuidan, curan, mejoran y salvan personas, se enfrentarán a los dolores más íntimos y a las alegrías más indisimulables cuando en algún momento vean la llegada de una nueva vida, pero también sufrirán cuando vean que una vida se apaga lentamente o de manera arrebatada.

Confíen en ustedes mismos, en sus competencias, en sus capacidades, no pierdan sus valores, ni su ética, ni su espíritu de crítica; asuman sus debilidades y sus áreas de oportunidad, apóyense en quien esté a su lado para mejorar sus conocimientos y perfeccionar sus capacidades. Acérquense a sus compañeras y compañeros en el día a día, a los docentes que los vieron crecer, a la UNISA, y al personal de las instituciones que en los servicios los va a recibir.

La Universidad será siempre su alma mater y un espacio en el que haremos cuanto esté, como hasta ahora, todo lo posible en nuestras manos para poder acompañarles en el proceso de construcción de ustedes mismos como profesionales de salud dignos, capaces, íntegros, pero, sobre todo, humanos.

Retribuyan a la sociedad, que les ha permitido formarse en las Ciencias de la Salud, convirtiéndose en profesionistas que permitan hacer realidad sus ideales. Fortalezcan los esfuerzos que esta institución ha hecho y permitan con su trabajo, cuidado y desempeño, hacer de este mundo un mundo más sano, un mundo en el que cuidemos los unos de los otros, y un mundo mejor para todos.

Muchas gracias.