Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama; de la comisionada para la Reconstrucción, Jabnely Maldonado Meza; y de la beneficiaria del edificio de Cozumel 52, Margarita Victoria Estrada Otero, durante la Entrega del Multifamiliar "Cozumel 52"

Publicado el 03 Octubre 2024

JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. Quiero empezar, pidiendo que hagamos un reconocimiento muy fuerte a las 27 familias de aquí de Cozumel 52, por su resistencia, por su resiliencia, por su participación, por su paciencia, por su involucramiento para que finalmente saliera adelante la reconstrucción, en este caso, la rehabilitación de “Cozumel 52”, un aplauso fuerte para la comunidad.

Si no hay comunidad las cosas no salen adelante, la gente es el soporte. Ahí donde hay división, donde no hay participación, no salen los proyectos. Entonces, esto no solamente es colocar metal, cemento, varilla; esto es, sobre todo, un proceso social, eso es lo más importante de todo.

Aquí no estamos reconstruyendo solamente edificios, estamos reconstruyendo comunidades, eso es lo más importante. La gente regresa a sus hogares, la comunidad regresa al mismo lugar donde vivía, pero no regresan a las mismas viviendas, regresan a viviendas seguras, rehabilitadas, esa es la parte que permite regresar con confianza, con tranquilidad y dormir bien de nuevo en los hogares.

El hogar es un concepto no solo físico y eso explica las emociones. La palabra “hogar” viene del fuego, del calor humano que da la familia y su convivencia en un espacio; el hogar entonces tiene y entraña sentimientos, emociones, vínculos comunitarios, familiares, personales.

Podrían haberse rehabilitado viviendas, reconstruido en otro lugar y a ti te toca vivir hasta allá o por allá, pero lo que se hizo fue reconstruir, rehabilitar ahí donde sucedió el hecho para reconstruir las comunidades también. Por eso, lo primero que quiero hacer es este reconocimiento para vecinas y vecinos de “Cozumel 52”.

Lo segundo que quiero señalar es que, pasando las elecciones del 2 de junio, les dije a los compañeros de Gabinete y lo anuncié así a los medios de comunicación: “Vamos a hacer inauguraciones de obras hasta el último día que nos quede en la administración”.

Porque a veces se piensa que pasó la elección, ya nos vamos, guardamos nuestras cosas, ya se decidió lo que se tenía que decidir, viene un nuevo gobierno; pero nosotros decidimos aprovechar hasta el último día y hasta el último minuto del último día porque, como en el fútbol, hasta el último minuto tiene 60 segundos y se pueden hacer cosas. Entonces nos metimos a concluir, a cerrar procesos, a trabajar con el mismo ritmo que veníamos trabajando, pero ahora sí como se hacen las carreras, con el sprint final para poder meterle acelerador a los procesos.

Y así, pasaron las elecciones y al día siguiente estábamos inaugurando la Nueva Línea del Trolebús en Avenida Aztecas, en Coyoacán, y no hemos parado.

Hoy nos queda un día, mañana, nos queda un día y mañana tenemos plan, tenemos 10 cosas que hacer, ya las anunciaré en un rato. Yo he hecho un anuncio de un plan de 100 días, pues el último plan es de un día, pero vamos a tener las inauguraciones, entregas, tenemos tareas, lo cual me da mucho, mucho gusto.

Estuvimos cerca de aquí, no exactamente en la colonia, pero cerca de aquí, en días pasados. Inauguramos nuevamente la Glorieta de Insurgentes ya rescatada, porque había entrado en un proceso de descomposición social con la pandemia; y también rescatamos la Plaza Giordano Bruno, que se encuentra cerca de aquí, y todos esos son rescates de espacios públicos, no solo es obra, es comunidad, porque es donde la comunidad convive.

Hoy me da mucho gusto venir a la inauguración, a la entrega de la rehabilitación de “Cozumel 52” que, como nos informaron los compañeros y compañeras que han estado a cargo de la reconstrucción, está lista para habitar la unidad, el edificio, y eso tiene que ver con todo un proceso único, único.

Yo he comentado luego en estas entregas que me tocó, siendo muy joven, participar en el proceso de reconstrucción posterior a los temblores del ‘85. El gobierno de aquellos años decía: “en donde se cayeron las viviendas vamos a hacer plazas cívicas”, la gente dijo: “no queremos plazas cívicas, queremos nuestras viviendas”, y nació el Programa de Renovación Habitacional, que fue muy bueno, le dio a la gente créditos blandos, pagaderos a 30 años, fue un buen programa.

Pero el Programa de Reconstrucción de los sismos del 2017 es un programa mucho mejor, más integral, más abarcador, con muchos más apoyos, más previsor, es un programa que no dio créditos, sino que entregó las viviendas a título gratuito, no conocemos otro programa así, no tenemos información de otro programa así.

Yo les decía a los compañeros, “denme datos, porque quiero saber cómo es en otros lados”. Y en el informe que dio Jabnely Maldonado, la comisionada para la Reconstrucción, hace unos días que entregamos Tlalpan 550, que es una unidad de 390 viviendas rehabilitadas, ahí comentó los casos de Ecuador, Chile y otros países con terremotos que destruyeron muchas viviendas donde los apoyos no llegan a lo que ocurrió aquí, porque aquí se apoyó con renta y, además, como se dijo, nos adaptamos, y si era necesario ampliar el presupuesto, ampliábamos el presupuesto y el gobierno se echó a cuestas tanto la tarea directiva de la reconstrucción como también el costo económico de la reconstrucción.

Esto tiene una explicación, todo tiene una historia. Y es que en el último año de la administración pasada ocurrió el temblor, pero la forma en que se abordó fue muy desordenada, con muchos problemas que no me quiero meter ahorita en describirlos, pero el caso es que una de las alternativas que se planteaba entonces, se manejaba, era tener, establecer créditos puente con los bancos.

Entonces para nosotros, que no éramos gobierno en aquel entonces, sino oposición, decíamos: “eso va a ser tragedia sobre tragedia, porque a la tragedia del sismo le vamos a agregar la tragedia de la deuda con los bancos”. Como sabemos muchos, a veces esos créditos resultan impagables a lo largo del tiempo y qué pasa si le metemos recursos, reconstruimos, en fin, y a final de cuentas el banco se queda con ello. Por eso se decidió absorber el conjunto de la reconstrucción.

Había otra discusión, porque tuvimos dos grandes realidades: una, la de las viviendas unifamiliares en Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa, que se cayeron por todo el tema de las grietas que se abrieron con el temblor, viviendas muy humildes; y la otra, la de los edificios en Benito Juárez, Cuauhtémoc, un pedacito de Coyoacán, más de clase media, que se cayeron o se dañaron con el temblor.

¿Qué vamos a hacer? Había varios planteamientos, algunos decían, vamos a apoyar hasta cierto nivel, vamos a apoyar hasta cierto recurso, pero una señora lo dijo con mucha claridad en una entrega que hicimos aquí en la colonia Juárez hace unas semanas.

Contó que empezaron a organizarse los vecinos, dijeron: “vamos a encargarnos de nuestra rehabilitación, de nuestro edificio, y en el camino nos dimos cuenta de que era imposible que nosotros como vecinos pudiéramos financiar la reconstrucción, era un costo muy elevado”.

Entonces, decidió el Gobierno de la Ciudad de México, nuestro gobierno, encargarse de todo y ayudarle a todos, pobres, medianamente pobres, clase media, todos, de forma universal. ¿Cuál era el requisito? ¿Cuál era el denominador común? Ser damnificado del temblor del 2017, “eres damnificado, eres familia damnificada, vas a tener el apoyo del Gobierno de la Ciudad”.

Pasamos de un censo que hizo la administración pasada, de unos 7 mil inmuebles donde no todo era vivienda, a un censo de 22 mil 060 viviendas que se realizó, y todavía le agregamos unos cachitos más en el camino, eso nos permitió tener el universo total.

Claro que ha sido complejo, complejo técnicamente, complejo jurídicamente, complejo desde el punto de vista de la obra, porque nos encontramos con suelo que había que fortalecer por sus características; hay casos donde la obra fundamental no se ve, está abajo; aquí hay pilotes inyectados, por ejemplo. Y bueno, todo eso se tuvo que resolver en el camino, pero nos da mucho gusto llegar a esta parte final y estar con ustedes para darles un abrazo.

Este momento no puede ser, no podía ser un tema burocrático, no era de que “a ver, ya se terminó Cozumel, los vamos a citar en la oficina y ahí les damos sus llaves”, no; es un momento social y es un momento altamente emotivo.

El temblor del 2017 fue muy doloroso, pero hay alegría en el hecho de que haya culminado la rehabilitación de “Cozumel 52”, por eso venimos, venimos a abrazarlos y venimos a compartir con ustedes la felicidad de regresar al hogar.

Abrazo fuerte para todas y todos.

COMISIONADA PARA LA RECONSTRUCCIÓN, JABNELY MALDONADO MEZA (JMM): Buenas tardes, familias de Cozumel 52; Jefe de Gobierno, doctor Martí Batres Guadarrama; secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda; Inti Muñoz Santini; vecinas que nos acompañan el día de hoy aquí en el en el presídium.

Agradecer a todas, a todos, toda la paciencia que tuvieron para llegar a este momento en la entrega de las obras de rehabilitación de Cozumel 52.

Quiero comentar o ampliar un poco la información que dimos hace unos momentos. Quiero compartir, en el marco de la obra de rehabilitación, que los proyectos de rehabilitación de los edificios dañados por el sismo, en todos los casos fueron proyectos evidentemente particulares para devolver la seguridad estructural de los mismos.

En muchos de los casos comenzamos con un proyecto y a la hora de entrar a realizar los trabajos encontrábamos mayores daños; aquel primer proyecto que se había diseñado y aquel primer presupuesto que se había otorgado, en muchos de los casos tuvo que modificarse. ¿Y por qué sucedió esto? Pues porque se trata de edificios que tienen más de 40 años, 50 años, en los que no se tiene acceso a los planos, a saber cómo estaban las cimentaciones de entonces, y son elementos que se van descubriendo en el camino.

Cozumel no fue la excepción, fue un proyecto de rehabilitación que tuvo que modificarse y modificarse para garantizar esta seguridad, este seguimiento. Y estas adecuaciones se hicieron en el marco de un acompañamiento del Instituto para la Seguridad de las Construcciones, de los coadyuvantes de la administración pública, los directores responsables de obra, los corresponsables de seguridad estructural, del área técnica de la Comisión y este acompañamiento fue dándose hasta tener un proyecto que justamente devolviera a las familias esa seguridad.

Y siempre comento, hay algo que además de devolver el patrimonio, devuelve el Programa de Reconstrucción, y esa tranquilidad de volver a dormir aquí en este su espacio, su vivienda, su departamento y sentirse absolutamente seguros de que este edificio está muy bien reforzado, muy bien rehabilitado y van a tener esa esa tranquilidad, es eso que devuelve el Programa de Reconstrucción.

Quiero comentar que hemos contado con todo el apoyo para que estos proyectos lleguen a buen puerto. Ahora le comentaba al Jefe de Gobierno, que este es uno de los casos en los que él autorizó recursos adicionales para que se pudiera llegar a buen puerto en la rehabilitación.

Comenzamos con un presupuesto y después hubo la necesidad de aumentar este presupuesto por poco más de 5 millones, hoy se otorgan 31 millones al proceso de rehabilitación y que justamente tiene como resultado una inversión aproximadamente por metro cuadrado de 8 mil pesos.

Quiero decir también que en este tiempo, a lo largo de estos seis años, todo el proceso de rehabilitación que hemos tenido en la ciudad, con los edificios dañados en los que se ha recimentado, se ha reestructurado, se ha verticalizado, se ha rigidizado, creo que es la dependencia con la mayor experiencia en la intervención de edificios que está documentada, que está acompañada por estos técnicos que les hacía saber y que en buena medida con el acompañamiento del Colegio de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros, el Instituto de Ingeniería de la UNAM, pues tenemos la mayor experiencia en la intervención de edificios para rehabilitar.

También compartir que, en buena medida, con todos estos saberes, toda la ingeniería civil mexicana y arquitectura se puso al servicio de las familias que más lo necesitaban. Ya se dice que una de las mejores ingenierías civiles en el mundo es la de México, pues se puso a disposición de las familias damnificadas.

Y bueno, comentar también, el sábado pasado rendimos el Informe de Reconstrucción. Un informe amplísimo que dio cuenta de toda la tarea que se le encargó a la Comisión para la Reconstrucción, al Instituto de Vivienda, y solamente para conocimiento comparto algunos datos.

Las familias de Iztapalapa, que fue la alcaldía más dañada, Tláhuac y Xochimilco, tienen todas sus viviendas rehabilitadas y reconstruidas, más de 11 mil 100 viviendas fueron atendidas, para las familias también más vulnerables y más necesitadas de nuestra ciudad.

Compartir también que 435 familias que tuvimos que reubicar, desde el año pasado se encuentran viviendo en la Unidad Habitacional “El Porvenir”, una unidad habitacional que se construyó desde cero, que se adquirió el terreno, se hizo proyectos, se hizo la obra, la supervisión de la obra y se le entregó a las familias a las que ya no les pudimos rehabilitar o reconstruir en su mismo terreno por la situación del suelo; y estas familias desde el año pasado, desde septiembre del años pasado, ya se encuentran ahí viviendo, gozando de su nueva vivienda digna y segura.

Y las familias, que fueron más de 108, que optaron por ser indemnizadas por concepto de esta reubicación, también a cada una se les entregó 520 mil pesos para construir en predios familiares o algunos de ellos para tomar la determinación de vivir en provincia.

Compartir que recientemente el Jefe de Gobierno nos dio una autorización para aumentar uno de los grandes apoyos sociales de las familias damnificadas, en especial las que tuvieron que desplazarse, en aumentar en mil 396 pesos el apoyo a renta. A partir de este mes, las familias damnificadas van a recibir 5 mil 396 pesos por concepto de apoyo a renta, que es un derecho también muy importante, después de ser reconstruido y rehabilitado, pues las familias desplazadas tienen derecho a este apoyo.

Y también hacer de conocimiento que entre todas las rehabilitaciones, todas las reconstrucciones, supervisiones, reubicaciones, indemnizaciones, apoyos a renta, condonaciones de agua y de predial, y también los apoyos para escriturar las fe de hechos que fueron necesarias para proteger colindancias, todos los apoyos que se han otorgado en el marco de este programa que es muy beneficioso, muy generoso y, en palabras del Jefe de Gobierno, muy abarcador, se otorgaron más de 800 mil apoyos a todas las familias, son más de 100 mil personas, casi 30 mil familias que hemos beneficiado en el marco de la Reconstrucción de la Ciudad de México.

Y, por último, compartir que hay una inversión social de 14 mil millones de pesos que están recibiendo y que recibieron las familias damnificadas, como ustedes, en la intervención de sus edificios, en todo el rubro de vivienda del Programa de Reconstrucción.

De verdad que, con toda esta visión humanista, sensible, esta solidaridad que tuvo el gobierno, porque hubo una diferencia de visión de cómo reconstruir la ciudad entre el gobierno anterior, encabezado por Mancera, y este gobierno que puso al centro la atención a las familias damnificadas; dos visiones totalmente distintas: en una era endeudar a las familias y en esta reconstruir y rehabilitar a título gratuito.

No me queda más que decir a las familias, agradecer su paciencia, los altos y los bajos que tuvimos, porque el proceso no es sencillo, no es un camino –como dicen– allanado, se tuvieron muchas complicaciones.

Pero el día de hoy estamos dando cumplimiento a un compromiso que adquirió el Gobierno de la Ciudad con las familias damnificadas y nos da mucho gusto entregar Cozumel 52, es el último edificio que entrega la Comisión para la Reconstrucción en esta gestión. Seguiremos trabajando, pero nos da mucho gusto devolver el patrimonio, devolver viviendas seguras y restituir a las familias de Cozumel 52.

Muchas gracias y a nombre de la Comisión, de todo el equipo que me ha acompañado, les decimos de todo corazón: Bienvenidos a casa.

Muchas gracias, vecinos.

BENEFICIARIA DEL EDIFICIO DE COZUMEL 52, MARGARITA VICTORIA ESTRADA OTERO (MVEO): Buenas tardes. Doctor Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; maestra Jabnely Maldonado, comisionada de la Reconstrucción de la Ciudad de México; licenciado Santillán; integrantes de la Comisión de Reconstrucción; estimados vecinos y familiares que nos acompañan, bienvenidos.

Eran las 13:14 del 19 de septiembre de 2017, cuando se originó un sismo en los límites de Puebla y Morelos, durante 90 segundos un movimiento de 7.1 grados se dejó sentir en diversos puntos de la República Mexicana, pero, sobre todo, en la Ciudad de México.

Una vez que el impacto inicial pasó y pudimos llegar a Cozumel 52, nos golpeó otra realidad, el sismo afectó el edificio y de pronto nuestro hogar ya no era seguro, nos habíamos convertido en damnificados. Mucho se ha escrito acerca de lo que esto significa, pero solamente quienes lo hemos vivido podemos compartir el dolor de la pérdida que esto representa.

El mundo entero se volcó en donaciones y el gobierno instaló un proyecto único en el planeta: la Comisión de Reconstrucción de la Ciudad de México, un programa social que administra recursos públicos destinados a la reconstrucción y rehabilitación de las viviendas afectadas por este fenómeno.

El camino no ha sido fácil, a veces fue sinuoso, a veces tormentoso, pero también a veces soleado. Lloramos la pérdida de personas valiosas en el camino, pero ha sido siempre la unión de quienes conformamos esta comunidad lo que nos dio la fuerza para seguir adelante, buscando siempre un bien común: recuperar el condominio en la mejor condición posible.

Quiero hacer una mención especial al arquitecto Víctor Olvera, a la licenciada Karen Zavaleta, al arquitecto Ernesto Noriega, a la licenciada Elena Ortiz, a las empresas que estuvieron involucradas en este proyecto, así como a todos los integrantes de la Comisión que de una u otra forma fueron parte de este proceso, gracias.

A nuestros vecinos, Pedro y Raúl, quienes siempre antepusieron su solidaridad a los inconvenientes que les causamos, gracias.

A nuestro administrador, Sergio Anguiano, quien estuvo con diligencia, persistencia y tenacidad manteniéndose firme y atento en cada paso del camino, gracias.

Alexandre y Luciano, con quienes he compartido innumerables horas de intercambio de ideas y reuniones, motores invaluables de este proceso, gracias.

Pero, sobre todo, gracias por la confianza a toda la comunidad de Cozumel 52, quienes comenzaron siendo nuestros vecinos y hoy terminan convirtiéndose en parte fundamental de nuestra vida.

Hoy, siete años después de aquel fatídico 19 de septiembre de 2017, 27 familias recibimos con inmensa alegría nuestros departamentos en condiciones de seguridad, estabilidad y hermeticidad, pero tengo una confesión que hacerles: estamos recibiendo nuestros hogares. Gracias.