Transcripción de las palabras de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo; y del director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto, durante la ceremonia de reconocimientos por antigüedad al personal de enfermería del
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muchas gracias, muy buenos días. La verdad es que, qué mejor día para recibir a los Reyes Magos, que estar con ustedes.
Ha sido o es realmente un evento muy, muy emotivo que nos ha dado risas, mucha, mucha emoción. Y es que las enfermeras, los enfermeros, y particularmente del Instituto Mexicano del Seguro Social, muchas veces son poco reconocidos, y por eso es tan importante este día; y, de parte mía, todo mi reconocimiento, todo nuestro reconocimiento, no solamente como persona sino como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, muchas felicidades el día de hoy.
Quiero agradecer a Zoé Robledo, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, la invitación. Zoé es un hombre de mucha sensibilidad, mucho compromiso, mucho trabajo y ha logrado una enorme identidad con los y las trabajadoras del Instituto Mexicano del Seguro Social, y creo yo que, además, le ha regresado el orgullo a esta gran institución.
Y entre otras cosas, creo yo que por eso el Presidente de la República ha puesto en sus manos no solamente el IMSS como tal, en términos de institución de seguridad social, de salud, sino también la nueva rama del Instituto Mexicano del Seguro Social que es el IMSS-Bienestar, así que el IMSS se convierte en la gran institución de salud para el pueblo de México. Muchas gracias, Zoé, por el trabajo que le has dado a nuestro país.
Igual, al doctor Arturo Olivares, de verdad muchas gracias por su trabajo. Yo digo que, como Jefa de Gobierno, lo único que tengo al Instituto Mexicano del Seguro Social, a sus trabajadores, trabajadoras de la salud y, por supuesto, a quien dirige hoy el sindicato, es un enorme agradecimiento por varias razones: personalmente, porque yo le di a mis hijos, a mi hijo y a mi hija, el cuidado a través del Instituto Mexicano del Seguro Social, porque ellos estuvieron en guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Imagínense, una madre –ustedes lo saben–, como madres siempre dejar a un hijo, una hija en un lugar distinto a ser cuidado al hogar es siempre difícil. Y la verdad es que, sin las guarderías del IMSS, mis hijos no serían lo que son hoy, así que un enorme agradecimiento como institución.
Pero, además, lo que representó la pandemia. Son dos agradecimientos a los trabajadores y trabajadoras del IMSS: uno, por su entrega; y el otro, por permitir que el IMSS se abriera a recibir a cualquier habitante de la Ciudad de México, de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Las primeras semanas nos costó trabajo, pero después hicimos del Sistema de Salud de la Ciudad, un sistema universal, no importaba si eras beneficiario del Seguro Social, del ISSSTE, o no tenías seguridad social, el IMSS recibió con las puertas abiertas a todos los habitantes de la ciudad, y eso se va a llevar en el corazón de esta ciudad por siempre. Muchas gracias, Arturo Olivares, doctor; y a todos los trabajadores y trabajadoras del IMSS.
Y después, fíjense nada más, viene el agradecimiento a mujeres, a grandes mujeres: por supuesto a la diputada Ivonne, que ha apoyado tanto al Sector Salud de nuestro país; a la doctora Gisela Lara Saldaña, directora General de Servicios de Salud; a la maestra Fabiana Maribel, titular de la Coordinación Técnica de Programas de Enfermería; a la doctora Célida Duque Molina; a la doctora Oliva López, secretaria de Salud; a la doctora María Oliva López, titular del Departamento de Enfermería; y, por supuesto, a la enfermera general Aurelia Calderón Peña; es decir, puras mujeres.
Y es que el oficio de… no el oficio, la profesión de la Enfermería en realidad la asociamos a las mujeres. Me decía hace un momento la maestra Fabiana, que hace apenas 10 años, quizás es la única profesión, se permitió entrar a los hombres a ser enfermeros, aquí en el Instituto Mexicano del Seguro Social y, evidentemente, esto es parte de la inclusión. Pero, normalmente hablamos de la inclusión al revés, cuando se permite a las mujeres ser parte de; y aquí al revés, fueron las mujeres las que permitieron que los hombres entraran a la enfermería.
Y nosotros, todos asociamos la enfermería con las mujeres, y es un orgullo, la verdad, porque una enfermera representa siempre una sonrisa, el salvar una vida, la atención y al final de cuentas, el enorme amor al enfermo, a la enferma que llega a su cuidado. Así que el día de hoy también decimos: ¡Que vivan las enfermeras! Y, ¡que vivan las mujeres del Instituto Mexicano del Seguro Social!
El IMSS tiene hoy grandes retos, por supuesto, la mejora de sus propios servicios de salud como institución de seguridad social, pero el Presidente les ha dado la función de ser la gran Institución de Salud en nuestro país, no solamente a los asegurados o aseguradas del IMSS, a los que tienen seguridad social en el IMSS, sino la creación de esta gran institución dentro del IMSS, que es el IMSS-Bienestar.
Y nosotros, como Ciudad de México, en cuanto se propuso eso dijimos de inmediato: ¡sí! Por la confianza que le tenemos a la institución, al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Pero las instituciones no son entes abstractos, son hombres y mujeres, a los médicos, a las médicas, a las enfermeras, a todos los trabajadores y trabajadoras de la salud, hoy el sistema de salud de la Ciudad de México poco a poco va a ir siendo parte del Instituto Mexicano del Seguro Social. Y estoy segura de que los habitantes de la ciudad están orgullosos de eso, de que muy pronto el sistema de salud será parte del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Hoy quiero felicitar a las galardonadas de este reconocimiento que nos robaron el corazón el día de hoy: Aurora Cadena López con sus 44 años de servicio; a Bertha Valdovinos Duran, a María Esther Flores Flores, por supuesto; y a Aurelia Calderón Peña con sus 56 años de servicio, se dice fácil, pero son 56 años salvando vidas.
Y aquí me sopló el director del IMSS, porque aquí tenemos enfermeros y enfermeras jubiladas, que no tenemos más que un enorme agradecimiento; enfermeros y enfermeras en activo, que todos los días salvan vidas; y enfermeros y enfermeras que están en formación, que creo que están allá arriba, y que nos hacen sentir orgullosos y orgullosas de que hayan elegido esta gran profesión. Son 130 mil hombres y mujeres que se dedican a salvar vidas, a atendernos todos los días.
Quiero cerrar, nada más diciendo que, me siento muy orgullosa de estar el día de hoy con ustedes, que no hay mejor regalo que este día, que no solamente nos hacen el día, sino este gran año del 2023, el haberlo iniciado junto con todas y todos ustedes.
Como dice el Himno del Instituto Mexicano del Seguro Social: “Ustedes son el rumbo del porvenir”, porque en ese rumbo del porvenir, solamente hay ese amor que profesan ustedes todos los días.
¡Que vivan los enfermeros y enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social!
¡Que viva el Instituto Mexicano del Seguro Social!
Y, ¿por qué no? ¡Que vivan las mujeres!
Muchas gracias.
DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL (IMSS), ZOÉ ROBLEDO ABURTO (ZRA): Muy buenos días, amigas y amigos.
Doctora Claudia Sheinbaum, qué honor de verdad tenerte aquí hoy, en este evento tan importante, en un momento tan importante para el IMSS y para todo nuestro país; doctor Olivares, muchas gracias también siempre por tu acompañamiento, tu generosidad y tus palabras; doctora Oliva López Arellano, gracias también para acompañarnos, secretaria de Salud del Gobierno de la Ciudad de México.
Y, desde luego, saludar a todos los directores y directoras normativos que están aquí hoy; la doctora Célida Duque; a nuestra amiga, gran amiga y gran aliada de la seguridad social, que es la diputada Ivonne Cisneros, gracias, Ivonne por todo el trabajo que estás haciendo frente a la Comisión de Seguridad Social a favor, y a favor del IMSS.
Y, desde luego, también saludar el día de hoy a la maestra Fabiana, la jefa Fabiana que dio unas extraordinarias palabras; a la doctora Célida Duque; a los integrantes del Consejo Técnico que están aquí hoy con nosotros de la Fundación IMSS; directores de las UMAES; delegados, delegadas, representantes del IMSS en los estados. A todas y a todos, muchas, muchas gracias.
Y, desde luego, lo más importante, a todas y a todos a quienes hoy venimos a honrar: a las enfermeras y enfermeros del IMSS, muy buenos días, y el mejor año de nuestra historia.
Déjenme que les cuente. En el mito de Prometeo, el titán le apuesta a la raza humana y decide protegerla de los designios de los dioses, para hacerlo, les enseña a los hombres diferentes herramientas, les da el conocimiento del cómputo del tiempo, la ciencia de los números, el alfabeto, la domesticación de los animales, la navegación, incluso la medicina. La humanidad pasaría así de una época oscura y primitiva, a una época de civilización y de conocimiento.
Pero hacía falta un saber más, un saber elemental para dominar el resto de los saberes: controlar el fuego, controlar la luz. Prometeo entonces le roba el fuego a los dioses del Olimpo y se lo entrega a los hombres, enfurece a Zeus y la venganza literal, literalmente abre la Caja de Pandora y son regados por el mundo todos los males; Prometeo es condenado al peor de los castigos: encadenado eternamente a una roca, en donde un águila todos los días llegaba y le devoraba el hígado de su costado inmortal.
Hoy quise recordar este mito, porque los antiguos crearon los mitos como puntos de referencia que les permitían guiar su vida, les permitían entender su realidad y comprenderse a sí mismos en ella.
Y, en ese sentido, quién podría ser el Prometeo moderno, yo no lo sé de cierto, pero en el mundo de la salud no es Prometeo, es Prometea, y no es un titán, es una enfermera, y es justamente Florence Nightingale, a quien tenemos allá en ese busto. Florence Nightingale quien también desafió a los pretendidos dioses de entonces y adquirió el conocimiento para enseñar a los hombres y a los doctores en los hospitales de guerra en Crimea, los cinco elementos esenciales para que el entorno se considere saludable: aire puro, luz solar, agua potable, eliminación de residuos e higiene.
Demuestra estadísticamente y con elocuentes gráficas, que el entorno es la principal herramienta terapéutica y, la enfermería, su protagonista. Nacía en ese momento la enfermería moderna.
La atención médica pasaría así de una época oscura, primitiva a la civilización; el humanismo y la salubridad de la mano de una nueva profesión: la enfermería, justamente. Pero hacía falta un saber más, elemental para dominar el resto de los saberes: transmitir la luz.
Nuestra Prometea, Florence Nightingale realiza recorridos y tiene esa costumbre, tenía esa costumbre de realizar recorridos con una lámpara en la mano, rondas nocturnas para atender a los heridos de guerra, y con esa luz se convirtió en un símbolo mundial, y esa luz al mismo tiempo, se convirtió en el símbolo del cuidado y de la esperanza. Esa luz se convirtió en lo que consideraba Florence Nightingale, la transmisión del saber de generación en generación entre el personal de enfermería.
Una ceremonia conocida como el “Paso de Luz”, esta transmisión simbólica a las nuevas generaciones de esa voluntad, de esos principios heredados por Nightingale, es muy común en el IMSS, ustedes la conocen, la protagonizaron en algún momento; en el IMSS tenemos esta ceremonia del Paso de Luz. Y yo les quisiera pedir un favor que, a beneficio de nuestras invitadas y nuestros invitados, bajen las luces y enciendan las pantallas de sus celulares, para que el auditorio comparta ese sentimiento, esa emoción en el día que las homenajeamos, como el día en las que ustedes ingresan a este ejército y a esta noble profesión, porque algo así se ve cuando se transmite la luz, y esa luz y esa esperanza es la que nos embarga los corazones el día de hoy.
Muchas, muchas gracias; muchas, muchas felicidades.
Aunque –ya me pueden prender la luz, gracias–. Muchas felicidades nuevamente.
No quiero que se sienta mal la doctora Gisela Lara Saldaña, porque ahora que es del IMSS-Bienestar, ya que es dirección, y no la saludé, no crea que es descortesía, es que como la veo a diario, se me pasó. Felicidades también a todas las enfermeras, desde luego, del IMSS-Bienestar.
Quiero hoy, amigas y amigos, decirles que este es el primer evento del año 2023, que forma parte ya del año de los 80 Años del IMSS, y lo quisimos hacer así, con ustedes, por lo que representan, lo que significan y han significado en la historia del Seguro Social.
Las enfermeras mexicanas han sido protagonistas y agentes de cambio en todas y cada una de las Transformaciones de la Vida Pública de México: ahí han estado desde la Colonia; desde el Real Protomedicato de los hospitales de sangre en la época de la Independencia; en la secularización de todos los hospitales que mandató Benito Juárez en la época de la Reforma; los Hospitales de la Beneficencia, donde las Hermanas de la Caridad la hacían también de ángeles; y también, pasando hacia la administración de los establecimientos por parte del Gobierno de la Unión, en la época de la Reforma; y del nacimiento de la Escuela de Enfermería en el Hospital General de México, en el año de 1907, cuando las Adelitas de la Salud en los campamentos revolucionarios, también decidieron hacer realidad ese grito de libertad.
Y de esa etapa de la Revolución hay muchas historias de enfermeras valientes y muchos nombres, como el de “La Rebelde” Leonor Villegas que, junto con sus dos amigas, cruzó el Río Bravo para atender a los heridos con su Brigada Blanca después de una cruenta batalla. O de Refugio Estévez Reyes, la “Madre Cuca” que, a pesar de un balazo en el lado izquierdo del cuello, jamás abandonó su puesto y siguió salvando vidas. Y este valor, esta entrega, este compromiso no ha estado ausente en la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México.
Lo ha dicho el Presidente López Obrador, durante la pandemia el reto de salud más grande que ha enfrentado nuestra generación, su hombro –el hombro de las enfermeras–, sus manos, su corazón, sus saberes, su solidaridad marcó la diferencia, una diferencia de vida o de muerte.
Por eso, si la Revolución tuvo a su “Madre Cuca”, si la Revolución tuvo a “La Rebelde”, el IMSS tuvo en la pandemia a las enfermeras; y ellas, en un rostro, el de la jefa Fabiana que, al inicio de la pandemia, como todos recordarán, cuando había temor y ese temor se transformaba en sin razón, y después, en agresiones a nuestro personal, ella encendió la luz.
Ella la tarde del 20 de abril del 2020, apareció en las pantallas de televisión de millones de hogares de mexicanas y mexicanos, y le dio rostro al esfuerzo de las enfermeras, no solo del IMSS, de todo el país; dio rostro al esfuerzo heroico que estaban haciendo y llamó a la unidad, y llamó a la solidaridad, y conmovió, y nos hizo llorar, y logró que las agresiones se convirtieran en lo que hoy queremos que permanezca para siempre: en reverencias, en agradecimiento y en respeto, porque la cofia, la cofia ¡vaya que pesa!
Y me consta que ¡vaya que pesa! Porque hace apenas unos días, mi hija Julia estaba leyendo un libro extraordinario que se llama “Historias de Mexicanas Chidas para Niñas Chidísimas” de Luciana Biondo, donde sale la jefa Fabiana y muy incrédula fue a preguntarme: “oye, de verdad tú eres el jefe de la jefa Fabiana?”, y lo que le tuve que contestar fue, que sí, pero no, porque puedo ser director del IMSS, pero las jefas y jefes en el Seguro Social, como dijo la doctora Célida, no podríamos imaginar un día del IMSS sin sus enfermeras y sus enfermeros. Son de verdad, las “meras, meras”.
Y en ese sentido quiero demostrarlo de manera muy fácil, si lo vemos en términos de números, la fuerza laboral está por encima de cualquier otra categoría, representan el 28 por ciento de toda la nómina del empleador número uno del país, que es el Instituto Mexicano del Seguro Social, cerca de 140 mil hombres y mujeres patriotas que, con el corazón, siendo el corazón de los servicios de salud, la asistencia social y la atención médica de nuestra Institución.
Por eso, jefas, jefes también, pero a las jefas que son mayoría, yo les quiero decir que debemos de estar muy orgullosos porque están entre colegas, porque aquí está otra gran Jefa, nuestra anfitriona en la Ciudad de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
La doctora Sheinbaum, es doctora en Ciencias, pero también es jefa, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, pero también jefa, y la verdad jefaza, conduciendo las instituciones durante la pandemia, no solo a la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad, a todas las instituciones públicas, y no solamente para la atención de mexicanas y mexicanos en la Ciudad de México, sino de toda la Zona Metropolitana del Valle de México, por eso muchas gracias, Jefa Claudia, muchas gracias.
Hoy el IMSS en la Ciudad de México con tu liderazgo, ha formado un equipo solidario, un equipo fuerte y un equipo que agradecemos la confianza que ha recibido el Seguro Social. Confía en nosotros, decidió entrar al proceso de transferencia hacia el IMSS-Bienestar, ya nos entregó un primer hospital, el Hospital de Cuajimalpa, y por eso hoy, frente las enfermeras y enfermeros del IMSS, te lo digo Jefa Claudia: no le vamos a fallar a la gente de la ciudad, no te vamos a fallar, y juntos, como dice el Himno del IMSS, vamos a ir con rumbo al porvenir.
Muchas, muchas gracias y siempre es un gusto estar cerca de ti.
Amigas y amigos, el servicio del gremio lo podríamos describir de muchas formas, pero su compromiso es cotidiano, y por eso también el compromiso del Presidente López Obrador con todas y con todos ustedes, honor a quien honor merece y amor con amor se paga. Por eso es que hoy reconocimos tan emotivamente, de manera tan especial a enfermeras, a cuatro enfermeras, que cada una de ellas podría demostrar uno de los valores de la enfermería del IMSS.
La jefa Aurelia con sus 56 años de servicio, ante los ojos de ella todos somos preciosos y preciosas, y lo mismo sus pacientes, que el director del IMSS, ese valor que es el amor, la solidaridad, la fraternidad, el cariño que no debe de estar jamás excluido, ni mal visto jamás, en la atención médica.
Reconocemos el profesionalismo de gente como la jefa Aurora Cadena, con sus 44 años de servicio, que caminó todo el camino desde ser auxiliar de enfermería durante 10 años, 10 años más de enfermera general, y 24 como enfermera especialista quirúrgica. Se fue preparando para nuevos retos y nuevos desafíos.
Desde luego, el liderazgo, el liderazgo que quizá está muy bien ejemplificado con la maestra Bertha Valdovinos, que ha logrado incorporarse a otra gran labor que tiene el personal de salud, el liderazgo de representarlos sindicalmente y formar parte del gran equipo del doctor Olivares, en el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud.
Y, desde luego, un valor más: el carácter. El carácter de las enfermeras que creo que a todos nos quedó claro, se representó muy bien aquí con María Esther Flores.
Muchas gracias a las cuatro, y aquí quiero decirles algo que me dijo la doctora Gisela: “o sea, con ese dedito me sentía yo pasante otra vez”, porque siento que así les hablan las enfermeras a veces a los pasantes y eso no se les olvida.
Y mi conversación con ella aquí, tuvo que ver con que me recordó algo muy emocionante, que fue compañera y conoció a mi abuela, soy orgullosamente nieto de una abuela, de una enfermera del IMSS, y ella conoció a mi abuela que trabajó en la entonces Clínica 1, ahí en la Colonia Roma. Y, en lo que estábamos quedando con Esther, era de vernos para desayunar. Entonces, yo de una vez saco mi agenda y a ver si... ¿Le queda bien el martes 10? ¿Martes 10? ¿Le parece que invitemos a Bertha, a Aurelia, a Trini y a Fabiana? Y a sus dos hijas, está bien; ya, apuntado está, ahí nos vamos a ver.
Felicidades, de verdad, felicidades y muchas, muchas gracias.
Y un tema que hoy les quiero decir. Este es el cuarto año que estoy con ustedes en este día y en esta oportunidad de festejarlas y de honrarlas; y desde que llegué al Seguro Social sabía de su importante papel, de la dignidad del servicio y de mucho de lo que teníamos que hacer para ponernos al día en un tema, en muchos, pero en uno en particular, el reconocimiento y la justicia que se merece para el tema de la Licenciatura en Enfermería. Ya lo habíamos visto y por eso hoy les quiero decir que, sin duda, la pandemia nos obligó a concentrarnos en muchas otras acciones, pero el estatus actual es alentador.
Primero, por las Reformas a la Ley General de Salud que establecieron esta nueva competencia, esta nueva responsabilidad hacía la licenciatura para que mejoren los servicios hacía los usuarios. Y en el IMSS, no solo como el mayor empleador de enfermeras del país, sino también como el principal formador, sabemos que tenemos ese pendiente, adherirnos y reconocer completamente la NOM-019 para la práctica de Enfermería del Sistema Nacional de Salud.
Eso es lo que nos propusimos a transformar, y comenzamos de una manera, estableciendo de manera colegiada, estableciendo el perfil profesional de este nivel de licenciatura, una articulación, que como ocurre en todos los cambios de fondo y cuando son verdaderos, ha llevado su tiempo.
En el 2021 se creó la Comisión Interna de las Direcciones Normativas para avanzar juntos, dimos todos los escenarios y hemos buscado todas las soluciones y hemos dispuesto de los recursos que son necesarios. Por eso me es grato anunciarles que justo el día de ayer se instaló, después de muchas jornadas de trabajo, se instaló la mesa junto con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, para hacer efectivo este reconocimiento.
Gracias, doctor Olivares, porque va a ser fundamental nuevamente el trabajo colegiado y el apoyo de todo nuestro Sindicato para que dejemos ese legado, ese legado para la historia del Instituto; y espero en cuatro meses, cuando lleguemos a la fecha de mayo, tener ya los primeros resultados.
Por eso, amigas y amigos, enfermeras y enfermeros, con ustedes el IMSS ha sobrevivido todo, ha sobrevivido desastres naturales, ha sobrevivido temblores, inundaciones, sismos, crisis económicas, con ustedes sobrevivimos la pandemia y desterramos de una vez y para siempre, la privatización lenta y silenciosa de los servicios en el Seguro Social, y también vencimos el neoliberalismo con las enfermeras del IMSS.
Por eso, es que estoy tan seguro y confiado que la confianza que le tiene el Presidente López Obrador a nuestro gremio, será con ellos, con ellas, con ustedes, con todas y con todos, será posible la transformación del Sistema de Salud de México. Por eso, mi invitación este día es: a seguirnos pasando la luz, y parafraseando a mi paisano Jaime Sabines en “Los Amorosos”, sigan amando, sigan amando a todas y a todos y a perpetuidad, verídicamente crean en el amor como una lámpara de inagotable aceite.
Por eso hoy se los digo con el corazón en la mano, las quiero mucho.
¡Que viva la enfermería del Seguro Social! ¡Que viva el IMSS en sus 80 años!
Felicidades, buenos días.