Palabras del Jefe de Gobierno Martí Batres Guadarrama durante la ceremonia conmemorativa por el Día Nacional de las y los Trabajadores Sociales

Publicado el 21 Agosto 2023

JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. Quiero darle la bienvenida a las y los trabajadores sociales que nos acompañan el día de hoy aquí, en la sede del Gobierno de la Ciudad de México, el Palacio del Ayuntamiento. Saludo particularmente a la maestra Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, muchas gracias por estar con nosotros, maestra.

También saludo a la maestra María del Carmen Mendoza Rangel, presidenta del Colegio Nacional de las y los Trabajadores Sociales Mexicanos A.C., gracias, maestra, muchísimas gracias por su presencia. Saludo también al maestro Leví Calderón Clemente, director de la Plataforma Académica “Mi Trabajo es Social”, muchas gracias, maestro Leví. Saludo al licenciado Edgar Paredes Basilio, subdirector educativo del CETIS 5 “Gertrudis Bocanegra”, muchas gracias, licenciado; y saludo al maestro Elí Evangelista Martínez, presidente de la Red de Investigaciones y Estudios Avanzados en Trabajo Social.

Muchas gracias por venir este día, 21 de agosto. Aunque teníamos un conjunto de tareas, platicamos para que abriéramos un espacio y celebrar el Día de las y los Trabajadores Sociales. Seguramente habrá sido un día de muchas reuniones, encuentros, festejos de diverso tipo, pero aquí quisimos abrir un huequito por la tarde también para hacerlo, por muchas razones.

Una muy importante es que aquí consideramos, es una convicción colectiva, pero también es mi convicción personal, que en la acción pública la cuestión social es lo más importante. De hecho, al tomar protesta como Jefe de Gobierno hace dos meses, comenté cuando me preguntaban, “¿Y de qué va tratar su gestión? ¿Cuál va a ser su sello?”, y yo dije: vamos a poner acento en lo social.

Considero que la cuestión social es la que debe estar en el primer lugar de las prioridades de un gobierno, seguramente un gobierno tiene que ver muchas cosas, políticas industriales, temas internacionales, temas de seguridad, impulso de libertades, etcétera; pero si un gobierno no aborda la cuestión social, es simplemente el poder por el poder.

Cuando hablo de la cuestión social me refiero a varias cosas, principalmente a, uno, el reconocimiento de que vivimos en una sociedad profundamente desigual y eso debe atraer nuestra atención, nuestra indignación, nuestro estudio y nuestra acción; en segundo lugar, que hay una gran cantidad de problemáticas sociales; y, en tercer lugar, que el bienestar social tiene que ser un objetivo, un horizonte en cualquier acción de gobierno que se considere de avanzada.

Creo entonces que los temas sociales son los temas más importantes, son los que tienen que darle vida a un gobierno, especialmente si este gobierno se considera progresista, por eso considero que es fundamental alentar políticas sociales, universales y también la construcción de derechos sociales.

Por otra parte, también son bienvenidas y bienvenidos en este día, porque hace años que empecé a escuchar hablar del Trabajo Social, mucho antes de tener contacto con la Escuela Nacional de Trabajo Social.

Escuché diversos conceptos, por ejemplo, que el Trabajo Social alentaba la intervención pública en los problemas sociales, que buscaba la resolución de conflictos en las comunidades, que pretendía la construcción de sujetos sociales, que alentaba la reconstrucción del tejido social, que promovía políticas públicas y políticas sociales, que buscaba el cambio social, que fomentaba también la conquista de derechos sociales, que abordaba las necesidades sociales, que miraba las realidades de lo social y también escuche que el Trabajo Social era no solo teoría sino también praxis, pensamiento y acción.

Por eso me identifiqué con trabajadores sociales, y varios de los cuales formaron parte de mis responsabilidades públicas en diversos momentos desde hace, más o menos, unos 20 años. Varios de ellos me han acompañado a lo largo de más de un par de décadas en las responsabilidades que he tenido.

El Trabajo Social, además, visto desde el punto de vista académico y teórico, es atractivo porque es disciplina y es transdisciplinaria al mismo tiempo; tiene una identidad disciplinaria, pero roza, toca, se intersecta con diversas disciplinas sociales-científicas. Por lo tanto, considero que el Trabajo Social es un aliado natural de lo que pretende un gobierno como el nuestro, que busca el bienestar social y la construcción de derechos.

Así, al paso del tiempo tuve contacto con la Escuela Nacional de Trabajo Social, me invitaron a ser conferencista, luego me invitaron a ser maestro y siempre me abrieron sus puertas, por eso también como obligada, sencilla y sentida reciprocidad yo quiero, donde quiera que esté, quiero abrirle las puertas al Trabajo Social.

Así, estando en Desarrollo Social, estando al frente de la Secretaría de Desarrollo Social, establecimos convenios con la Escuela Nacional de Trabajo Social para las prácticas y también para el servicio social.

Como senador de la República, presenté diversas iniciativas que tienen que ver con cuestiones sociales, no voy a hacer una relación aquí, pero menciono dos: una, sobre la prohibición de los castigos corporales y humillantes a niñas, niños y adolescentes por parte de sus padres; dos, el establecimiento de un precepto en la Ley Federal del Trabajo, que señala que el salario mínimo nunca podrá aumentar por debajo del índice inflacionario. Esas dos iniciativas tienen un gran impacto social, como otras que presentamos.

Pero hay otras dos que tocan directamente el Trabajo Social: una iniciativa que establece que en las escuelas debe haber trabajadoras y trabajadores sociales; y otra iniciativa que recogimos de las instituciones que se encuentran aquí presentes, de la ENTS, de las instituciones de Educación Superior en Trabajo Social, de la Red y otras instituciones para decretar, por parte del Congreso de la Unión, el 21 de agosto como Día Nacional de las y los Trabajadores Sociales. Todas estas iniciativas se aprobaron, estas y muchas más se aprobaron durante ese breve lapso en el que estuvimos ahí.

Y como el 21 de agosto es, no es solo por tradición el Día de las y los Trabajadores Sociales, sino que además ya es un decreto formal y nacional, que es el Día de las y los Trabajadores Sociales, pues como Jefe de Gobierno también quise que lo celebráramos aquí.

Como dije, a mí el Trabajo Social me abrió sus puertas como conferencista, como maestro, como estudiante y siempre, donde quiera que esté, buscaré abrirle las puertas al Trabajo Social, gran aliado en la lucha por el bienestar social y los derechos sociales.

Muchas gracias, felicitaciones trabajadoras y trabajadores sociales, gracias.

PRESIDENTE DE LA RED DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS AVANZADOS EN TRABAJO SOCIAL A.C, ELÍ EVANGELISTA MARTÍNEZ (EEM): Muy buenas tardes a todas, a todos, a todes. Saludo también, de manera muy afectuosa, al presídium que nos acompaña.

El día de hoy es el Día Nacional de las y los Trabajadores Sociales, desde los años cincuenta se conmemora año con año. Hace justamente tres años, por iniciativa de la propia Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, de la Red de Investigaciones y de Instituciones Educativas en Trabajo Social, se hizo una solicitud formal al entonces senador Martí Batres Guadarrama, para poder poner un punto de acuerdo en el Senado que implicara el reconocimiento formal y oficial de este día, para conmemorar, reflexionando, aportando, evaluando, sistematizando la práctica que las y los trabajadores sociales en México hemos construido en todos estos años.

Pero, además de este día que conmemoramos, quiero también poner a su consideración este evento fundamental que son los 90 años de Trabajo Social en nuestro país. El 2 de febrero de 1933, que se inauguran las actividades en la entonces Escuela de Economía Doméstica y Trabajo Social, que se encontraba aquí cerquita, en la calle de Aztecas, en el barrio de Tepito; 90 años también de un trabajo fundamental, de un trabajo importante y, en ese marco, también este año festejamos y conmemoramos los 50 años de la Escuela Nacional de Trabajo Social de nuestra alma máter, la Universidad Nacional Autónoma de México.

Por eso el movimiento y el colectivo de Trabajo Social en México, se moviliza, se organiza, con todos los claroscuros que podamos ver. Este movimiento, que implica la reconfiguración de nuestros conceptos, de nuestras prácticas, de las propuestas, de cómo podemos llegar a incidir en las políticas públicas desde lo municipal, lo estatal, lo nacional, las políticas públicas en la Ciudad de México.

Y por eso, queremos agradecer mucho al Jefe de Gobierno, el maestro Martí Batres Guadarrama, que desde hace más de 30 años es un aliado fundamental del trabajo social y que, ahora como Jefe de Gobierno, nos abre este espacio tan importante que, quienes estamos aquí de manera presencial lo vemos como muy importante, pero también, gracias a las redes sociales nos están viendo en todo el país y también en muchas partes de Iberoamérica.

Así que, agradecer mucho la asistencia, la presencia de todas, de todos, de todos ustedes y a gradecer mucho al Jefe de Gobierno y a todas las instituciones que nos dan la oportunidad de posicionar al trabajo social, de poner en el centro a lo social, a los sujetos sociales, a los sujetos de derechos.

Muchas gracias. Buenas tardes a todos y todas.

PRESIDENTA DEL COLEGIO NACIONAL DE LAS Y LOS TRABAJADORES SOCIALES MEXICANOS A.C, MARÍA DEL CARMEN MENDOZA RANGEL (MCMR): Muy buenas tardes a todas, a todos y a todes. Me da mucha emoción este evento, porque cuando entré a estudiar Trabajo Social, entré cuando se estrenó la licenciatura y hubo un movimiento porque no se quería que se implementara, de parte del alumnado, porque la mayoría entramos porque era una carrera corta.

Pero tuve la fortuna de tener profesoras y profesores que trajeron de Latinoamérica, porque aquí no había licenciados en Trabajo Social, y nos trajeron gente de Guatemala, de Brasil, de Colombia de excelente formación; entonces, ahí nos enamoramos de esta profesión y yo desde ese tiempo he dedicado mi vida a ella.

Hablar de la historia del Trabajo Social es muy emocionante, porque se ven muy claros los periodos. Cuando se fundó la licenciatura, cuando empezó el Trabajo Social, que fue el momento fundante, no había todavía mucha luz por lo que íbamos hacer los trabajadores sociales, entonces el trabajo que se orientaba era como de corte asistencial, pero afortunadamente luego brincamos a una etapa de profesionalización.

En esta etapa de profesionalización se proliferan los altos de lo técnico a la licenciatura, casi se forman en muchas escuelas del país, cambian la licenciatura; y empieza la organización de los trabajadores sociales también en ese periodo.

Y un tercer momento de Trabajo Social, el tinte que asume la profesión es el tinte de que hablábamos de un trabajo social crítico, con una corriente de pensamiento identificado con una corriente de pensamiento que nos permitía un poco innovar acciones más profesionales y con el respaldo de las teorías más críticas; y eso le dio a nuestra escuela y al Trabajo Social una importancia mayor, porque aprendimos qué hacer, no solo obedeciendo, no solo mandando, no solo sirviendo, sino construyendo.

Hace poquito me hicieron una entrevista del INE y me decían que, cómo hacían para desarrollar la comunidad, nosotros no desarrollamos comunidad, desarrollamos pensamiento comunitario, solidaridad, armonía, organización, lo que fortalecemos es a la gente, no a las comunidades.

Entonces, ahora tenemos un trabajo social bien posicionado, hay muchas oportunidades para los trabajadores sociales y trabajadoras sociales y se reconoce como un profesional indispensable en cualquier proyecto que quiera llegar a la comunidad.

Esta última etapa en la que asumimos el pensamiento crítico nos fortaleció de manera, no solo teórica, sino también metodológica, es una línea muy importante en nuestro trabajo, la metodología, yo le dediqué mi vida a esa construcción metodológica para esta profesión.

Y me da mucho gusto estar aquí. Saludo al brillante presídium que tenemos aquí, personajes de Trabajo Social; y a todas y todos quienes nos acompañan. Muchas gracias.

SUBDIRECTOR ACADÉMICO DEL CENTRO DE ESTUDIOS TECNOLÓGICOS INDUSTRIALES Y DE SERVICIOS (CETIS) NO. 5 “GERTRUDIS BOCANEGRA”, EDGAR PAREDES BASILIO (EPB): Muy buenas tardes a todos.

El papel de la escuela en la formación de trabajadores sociales es muy relevante, ya que la escuela es una institución social que debe responder a las necesidades de la sociedad y formar a las nuevas generaciones que requiere nuestro país en estos momentos.

Sabedores que la escuela es un espacio donde los futuros trabajadores sociales pueden intervenir para abordar situaciones de vulnerabilidad, riesgo, integración y participación de los alumnos y sus familias, la formación del trabajador social debe ser pertinente, crítica y actualizada. Esto implica adquirir conocimientos, habilidades y valores para responder a las demandas y necesidades de la sociedad.

El trabajador social es un profesional con formación académica, principios humanistas y democráticos, así como con la capacidad para aplicar sus conocimientos científicos, metodológicos y técnicos para la prevención y tratamiento de problemas que afecten el bienestar social de las personas.

El formar trabajadores sociales que nuestra sociedad demanda, con empatía y rigurosidad científica, nos convoca a las instituciones educativas de forma permanente a la creación y a la innovación que transforma y que exige un compromiso ético y sensible, que reaccione ante las inequidades e injusticias, pues son los trabajadores sociales quienes se acercan todos los días a los sufrimientos, angustias, logros y alegrías de personas desconocidas que confían en ellos y se abrazan ante el desamparo, brindan esperanza o dan una palabra de aliento.

El formar trabajadores sociales que no sean indiferentes a las asimetrías sociales que se visibilizan en las violencias, los consumos problemáticos y la pobreza, que ante la adversidad y la decidía permitan reconstruir, articular y reinventar lazos que alojan, contengan y acompañen el transitar por procesos muchas veces dolorosos y adversos, pero otras veces de alegrías y satisfacción por el logro conseguido.

Es el reto y parte del compromiso de la Nueva Escuela Mexicana, que al día de hoy los docentes en nuestra institución asumen como propio. Es en nuestras instituciones educativas, en el aula, donde se comienza a creer que la justicia social se construye y defiende todos los días, donde aprendemos que cada persona que transita un problema o dificultad tiene herramientas propias para transformar la adversidad, permitiéndoles crecer como sujetos sociales.

A esta profesión, a la que tanto contribuimos, a la que tanto defendemos, a la que tanto elegimos y atesoramos, hoy la celebramos.

El abrazo y el reconocimiento hoy más que nunca es para aquellos trabajadores sociales que salen al encuentro en el interior de nuestro país, enfrentando dificultades y problemas que resolver, a veces con pocos recursos y herramientas; aquellos que hacen patria todos los días caminando horas para llegar a una casa, que aprenden dialectos y costumbres para estar más cerca de nuestros compatriotas de los pueblos originarios; que denuncian y reclaman por los que están invisibilizados y acallados.

Gracias de corazón, por la entrega cotidiana, por la elección diaria de esta profesión, por la apuesta ahí donde nadie quiere hacerlo. Gracias, hoy en su día.

Muchas gracias.

DIRECTOR DE LA PLATAFORMA ACADÉMICA “MI TRABAJO ES SOCIAL”, LEVÍ CALDERÓN CLEMENTE (LCC): Gracias, amigos, colegas, autoridades. Hoy quiero contar una historia, la historia de por qué estamos celebrando este día, una historia que también se concatena con la historia de la primera Escuela de Trabajo Social hace 90 años; una historia de mujeres, de madres, hijas, hermanas. Y hoy, vengo a hablarles de Juliana Nava de Ruisánchez y de su hija, Julia Ruisánchez de Nava.

Después de una decepción sentimental, la hija de Julia Nava viaja a Estados Unidos, prometiéndole a su madre estudiar Trabajo Social; pero ya en Estados Unidos, Julia, pequeña, no hace estudios de Trabajo Social. Su madre, triste, le pide que regrese a México, y si va a regresar a México, le promete lo que a ella le haga feliz, le promete hacer una Escuela de Trabajo Social.

El 2 de febrero de 1933, Luis Enrique Erro, director de Enseñanza Técnica; Eduardo Vasconcelos, secretario de Gobernación y la Secretaría de Educación Pública, aprobarían su plan de estudios de la carrera de Trabajo Social, la única condición que le piden es que Julia Nava Ruisánchez sea la directora, pero se le advierte: “Por si fracasa o la lleva al éxito, sea usted la responsable”.

Julia Nava de Ruisánchez, recibe diversas críticas de universitarios, normalistas, políticos, debido a que se menciona: “esa carrera no es de universitarios, no tiene ciencia, no tiene académicos, es una escuela de criadas, instrumentos políticos nada más”; la mayor crítica fue que las futuras profesionales de Trabajo Social solo harían cocina, higiene y corte.

Julia argumentaba los beneficios de la escuela: “Si podemos convencer a los contrarios, podemos ver que la gente va a salir a campo, va enseñar a las mujeres a vestir, a nutrir, a ser sana la vida de sus hijos”, y comenzamos esta historia. Tres meses después, en el festival del 10 de mayo, donde se celebraba a las madres con una gran concentración de mujeres, Rafael Ramírez suplica la renuncia de Julia Nava de Ruisánchez.

Los callistas del Partido Nacional Revolucionario no autorizaban ninguna manifestación que no fuera controlada por ellos, y acusan a Juliana Nava de meterse en sus asuntos, la señora Ruisánchez es puesta de manera inmediata fuera de la institución.

Grupos como la Asociación de Defensa de Derechos de los Trabajadores y el Ateneo Mexicano de Mujeres se concentran para exigir la defensa de la trabajadora social. “Julia Nava es una revolucionaria, normalista, escritora, no es mujer de tales bajezas, luchamos en la revolución por México, de trabajo y armonía”, ellas declaraban.

Meses después, Julia fue restituida en los primeros días de agosto, las muchachas de la Escuela de Trabajo Social la reciben ahora con una lluvia de flores, confeti, serpentina, le cantaron las mañanitas. Julia organizó en su casa una gran celebración con un gran banquete, lo que iba a convertirse en una tradición, hasta el día de su muerte el 2 de mayo de 1964; todo indica que estuvo presente en las celebraciones de 1954 en el Palacio de Bellas Artes.

Esta es solo parte de esta historia que no ha sido contada de Trabajo Social, los orígenes de esta historia que están, hasta el día de hoy, con estos 90 años celebrándolo en este magno evento.

Sin más por el momento, mi nombre es Leví Calderón Clemente y mi trabajo es social por ustedes. Gracias

DIRECTORA DE LA ESCUELA NACIONAL DE TRABAJO SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO (UNAM), CARMEN CASAS RATIA (CCR): Maestro Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; distinguidas personas integrantes del presídium; todas y todos quienes nos acompañan esta tarde en este magno lugar, muy buenas tardes a todas y todos.

Es un enorme placer celebrar con ustedes la conmemoración del Día de las y los Trabajadores Sociales. En 2021 nuestra labor profesional fue reconocida por el Honorable Congreso de la Unión, un logro que coronó el esfuerzo en el que participaron activamente universidades, escuelas, colegios y asociaciones gremiales que conforman la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social, presidida por la Escuela Nacional de Trabajo Social, suceso que en este día nos congrega de manera muy especial.

Aprovecho la oportunidad para extenderle un agradecimiento maestro Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno, quien en su momento fungía –como bien comento mi querido amigo Elí– como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, por su impulso y acompañamiento en el proceso de aprobación del proyecto de decreto para declarar el 21 de agosto como el Día de las y los Trabajadores Sociales.

El Gobierno de la Ciudad de México se ha caracterizado por contar con trabajadoras y trabajadores sociales en las diversas instituciones que lo componen, especialmente áreas de salud, justicia y de bienestar social; situación que representa una gran responsabilidad y compromiso con los diferentes sectores de la ciudadanía capitalina y, por supuesto, de la nación.

Hoy en día las instituciones públicas y de Trabajo Social han forjado un vínculo indisoluble que ha permitido atender los desafíos sociales y fortalecer la contribución de esta profesión en el bienestar social.

Comprender las relaciones sociales, su contexto y los factores que les impactan, no es fácil ante una sociedad de entornos tan cambiantes. Nuestra formación nos distingue al constituirse de vocación social, de andamiaje teórico-metodológico, de entender y atender desde lo social con una mirada crítica, científica, integral y ética, lo que nos coloca como una profesión que promueve el cambio social, la corresponsabilidad, la participación ciudadana y, de manera natural, es aliada con la construcción del bienestar y la justicia social.

Por ello, hacemos un gran reconocimiento y un llamado, señor Jefe de Gobierno, como colega y conocedor de la relevancia de nuestra participación en las políticas y programas sociales, para seguir sumando esfuerzos desde y por Trabajo Social, que ha demostrado su vigencia y pertinencia ante los problemas complejos como la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, las violencias, la discriminación, la exclusión social y frente a emergentes necesidades y riesgos sociales, que dan pie a nuevos campos de intervención profesional.

Colegas, es para mí un honor felicitarles desde la Universidad Nacional Autónoma de México, que fiel a sus funciones sustantivas, creó hace 50 años la Escuela Nacional de Trabajo Social, que ha formado a trabajadoras y trabajadores sociales de excelencia.

Hago extensivo mi reconocimiento y total admiración a su trabajo dedicado, esfuerzo y compromiso de todas las y los trabajadores sociales de la Ciudad de México y del país, que día con día se preparan, se profesionalizan, se entregan y se dedican a mejorar y cambiar vidas de personas, familias, comunidades, contribuyendo así al desarrollo de nuestro país.

Infinitas gracias, muchas felicidades a todas, todos, todes. Es momento de Trabajo Social.

“Por mi raza, hablará el espíritu”.