Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, durante visita al PILARES "Carlos Monsiváis", en la Alcaldía Benito Juárez
JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias, amigas y amigos. Hice unos textos, pero yo creo que no voy a leer todo, porque son varias cosas, pero quiero empezar por lo siguiente. Ya no voy a mencionar a todas y a todos porque ya están muy presentados.
Pero quiero hacer referencia a Portales y San Simón. Y ciertamente, como se ha dicho, en realidad Carlos Monsiváis vivió en San Simón, no en Portales, pero Portales se urbanizó alrededor de San Simón y casi se comió San Simón; San Simón Ticumac era un peñasco donde había habitantes que ya residían ahí antes de la llegada de los españoles, en medio del lago. Portales creció ya con todo el proceso de urbanización, pero es común que se diga: “Portales San Simón”, dice mucha gente.
Aquí, en este lugar, déjenme contarles –a propósito de historias–, llegó la familia de mi papá a vivir, ellos venían de San Luis Potosí y mi abuelo y alguno de sus hermanos llegaron a Portales. Algunos de sus hijos, o sea, primos de mi papá, tomaron clases en la Secundaria 13, que está aquí del otro lado, y luego mi papá terminó dando clases en la Secundaria 13, años después.
Y en los años en que estábamos en la lucha universitaria estudiantil, donde estaba Óscar Moreno en el CEU, Jesús Ramírez Cuevas, Inti Muñoz, Claudia Sheinbaum, ahí los conocí a todos ellos. En esos años dimos las batallas por allá, pero llegó un momento, en el año de 1993, que un grupo de compañeros ya por salir dijimos: “hasta aquí le dejamos en la batalla estudiantil y nos vamos a ir a las colonias”, y escogimos San Simón para empezar esa batalla.
Y nos fuimos al parquecito “Pascual Ortiz Rubio” y ahí, encima de una banca, como si fuera nuestro pódium, nuestra tarima, arengábamos y se juntaba un grupo de personas y empezábamos a hacer organización social.
Todavía por aquí hay algunas personas que conocí en esos años. Aquí está Consuelo Reza Maldonado, de aquellos años, estoy hablando ya de varios años; y por ahí anda Teresita, –Teresita anda por acá–; por allá anda Mary Yuste también; por ahí andan las compañeras Trejo Casarreal; y andan otras compañeros y compañeros que vi; aquí está también nuestro amigo, que no vive en Portales sino en Miravalle, Pedrito, pero a Miravalle que está junto a Portales Oriente también le dicen Portales porque a Miravalle, a Zacahuitzco, a Del Carmen, a San Simón, a todo esto le dicen Portales.
Es más, una vez una compañera dirigente, cuando sabía que yo andaba aquí en Benito Juárez, dice: “Te quiero contactar con una dirigente de Portales”, pero no era de Portales, ya era de San Andrés Tetepilco que está en Iztapalapa, del otro lado de Plutarco Elías Calles, pero también era Portales, porque culturalmente Portales, como identidad, se comió a toda esta zona.
Entonces aquí empezamos y luego nos metimos también al trabajo partidario y me tocó ser dirigente acá del partido en Benito Juárez, de lo que era el partido de izquierda en aquel entonces. Y luego nos tocó dar una batalla en el '97, aquí me tocó ser candidato y yo dije “bueno, vamos a dar la lucha, pero obviamente no vamos a ganar”, era Benito Juárez; pero fue una bendición que todo Portales quedará dentro de ese que era el Distrito 21 y ganamos la elección, en buena medida gracias a Portales, Portales y anexas, o sea todas las colonias que comenté. Quería platicarlo como parte de los significados de esta región.
Ahí, cuando hacíamos nuestras asambleas, pasaba porque vivía muy cerca del parquecito Pascual Ortiz Rubio, Carlos Monsiváis, de vez en vez lo veíamos por ahí.
Ahora quiero comentarles una segunda cuestión que tiene que ver con los PILARES. Nosotros estábamos en el año, por ahí de fines del '99 y traíamos la idea varios compañeros, de que el candidato a Jefe de Gobierno fuera Andrés Manuel López Obrador. Cuando empezamos a platicar con él nos decía: “Miren, yo soy tabasqueño por los cuatro costados, hasta tengo hamaca allá en mi departamento de Copilco, yo me voy a ir a Tabasco, busquen a alguien, busquen a otro”.
Pero nosotros insistimos e insistimos hasta que lo convencimos. Y un día citó a un grupo de dirigentes y dijo: “A ver, ¿sí van a estar unidos o no? Si no se va a unir, ni me llamen; pero si van a estar unidos yo ya traigo aquí mi documento y se titula “Por el bien de todos, primero los pobres”, eso fue en octubre de 1999.
Y ese documento lo leyó a principios de noviembre ya como candidato a la Jefatura de Gobierno; y con ese documento cambió el debate y el discurso político. Porque, la verdad, el tema social aparecía como uno entre tantos y se hablaba mucho de dos cosas: en ciertos ámbitos, de seguridad pública; y en otros ámbitos, de democracia. Muy importante la seguridad, obvio la democracia, pero el otro tema era y, ¿lo social? ¿Y la gente?
Andrés Manuel López Obrador cambió el debate político en la ciudad y ahora en el país. Y comenzó su sexenio e hizo la Pensión de Adultos Mayores, la beca para personas con discapacidad, la beca para madres solteras, el apoyo a unidades habitacionales, construyó vivienda de interés social, hizo el programa de medicamentos gratuitos, etcétera, el programa útiles escolares gratuitos.
Eso le dio una perspectiva a nuestro movimiento, le dio sentido, le dio identidad, le dio razón de ser y le dio también un horizonte de largo plazo.
Años después, ahora recientemente, la doctora Claudia Sheinbaum, retomó mucho de esa idea de lo social. Y en este lapso del gobierno que ella comenzó en la Ciudad de México, se hicieron seis nuevas preparatorias que se agregan al IEMS, que fundó Andrés Manuel; dos nuevas universidades, que se agregan a la UACM, que fundó también López Obrador; hizo la beca de “Bienestar para Niñas y Niños”, una beca que es universal, ya dijo la UNICEF, única en su género; hizo el Programa “La Escuela es Nuestra”, se le dan los recursos a los padres y madres de familia y deciden qué hacer con esos recursos para mejorar sus escuelas.
Y entre otras cosas, no le sigo con la amplia lista, hizo los PILARES. Como se ha comentado, en 50 años se hicieron 300 casas de cultura aquí en la capital; y en cuatro años se hicieron 297 PILARES, nos faltan tres para completar los 300 y se van a completar los 300 antes de que termine esta administración.
Estos PILARES son parte de la política social, aquí se hace comunidad, se hace tejido social, se hacen labores deportivas, hay talleres, hay bachillerato en línea.
Y ahora los PILARES están en la Ley de Educación, como un Subsistema de Educación Comunitaria, lo cual es muy importante, porque estamos acostumbrados a pensar la educación como la educación formal: primaria, secundaria, prepa, universidad; pero hay mucha educación más allá de lo formal, los llamados “Saberes” de los que ha hablado Dussel y otros intelectuales, que no aparecen en la currícula formal, pero que forman parte de lo que aprendemos y aquí los PILARES quieren recuperar todo eso. Además de que se hace tejido comunitario, se aprenden muchas otras cosas de las que aprendemos en la escuela.
Por eso, nos pareció muy importante darle un significado adicional a los PILARES, poniéndole a cada PILARES un nombre que lo distinga y que le dé significado. Cuando alguien deja un legado, nos interesa que se sepa lo que hizo, y por eso muchas escuelas u otras instituciones llevan nombres que los hacen significativos, cuando llevan esos nombres nos preguntamos ¿quién es? ¿Quién es Jonas Edward Salk? –Así se llama una escuela que está por acá– Ah, el de la vacuna contra la poliomielitis y así.
Y nos parece muy importante que cada PILARES lleve ese nombre, que no quede solamente como puntos dispersos, sino que tengan un contenido ideológico también, que le da sentido a la Cuarta Transformación. Además, eso nos ayuda a deconstruir otras situaciones, porque vean cosas que hay, todavía en los Pedregales de Coyoacán hay una colonia que se llama “Nueva Díaz Ordaz”, qué barbaridad; y luego en Iztapalapa está la colonia Miguel de la Madrid, en fin.
Bueno, recientemente, la doctora Sheinbaum, hace unos meses tomó decisiones para que la avenida que se llamaba Puente de Alvarado lleve ahora el nombre de Calzada México-Tenochtitlan. ¿Por qué se llama Alvarado? Por Pedro de Alvarado, uno de los más sanguinarios conquistadores que bañó de sangre de los indígenas que resistieron la batalla por la Gran Tenochtitlan, por eso que Alvarado ni qué ocho cuartos, ahí se llama México-Tenochtitlan, eso es parte de todo un proceso de deconstrucción del culto a los villanos.
Y por eso estamos acá, en nuestra gira con nuestro santoral por los PILARES, que aquí Javier Hidalgo y nuestra secretaria de Educación, Ofelia, están organizando. Así, el día de hoy, le ponemos a este PILARES “Carlos Monsiváis”.
Déjenme decirlo de esta manera y leerles unas letras: a partir de hoy, uno de los PILARES de nuestra ciudad se llama “Carlos Monsiváis”, esto es bastante justificado, porque Monsiváis es uno de los pilares de nuestra cultura social y solidaria urbana. Es completamente seguro que Monsiváis estaría en contra de ello, si aquí estuviese ya se estaría burlando de nosotros. Pero los PILARES se concibieron como espacios para la participación social, para la construcción del bienestar, del tejido social y de la ciudadanía, es decir, cada PILARES es una comunidad.
Monsiváis acaso nos diría que los PILARES podrían ser ecos de muy viejas costumbres de él mismo, que recordarían algo de lo que ahorita hablaba con Jesús. Él dijo: mi verdadero lugar de formación fue la escuela dominical, allí en el contacto semanal con quienes compartían mis creencias, me dispuse a resistir el escarnio de una primaria oficial, donde los niños católicos denostaban a los niños protestantes, evidente minoría, minoría representada por mí, decía él.
Poniatowska le preguntó a Monsiváis si se consideraba así mismo religioso y él le contestó: ni doctrinaria, ni programáticamente religioso, pero en mis vínculos con la idea de la justicia social y en mis reacciones ante la intolerancia, supongo que hay algo de religioso.
Ahora tampoco me gusta describirme como una persona religiosa, porque la mayor parte de las veces se asocia a lo religioso con el cumplimiento de una doctrina muy específica y no es mi caso. Pero si lo religioso se extiende y tiene que ver con una visión del mundo, con los deberes sociales, con el sentido de trascendencia, pues entonces sí, podría ser religioso.
Ahora que te dije esto ya me sentí en falta, porque ya lo que sigue es mi auto-candidatura a la canonización y de ahí si me detengo.
Ese muchacho protestante, discriminado por la mayoría, aprendió muy pronto que la gran defensa del agredido era reírse y así se rio toda la vida. Pero precisamente por eso, es que Monsiváis es uno de nuestros santos laicos, porque poco a poco, como quien no quiere la cosa, señaló la injusticia de nuestra sociedad y demandó derechos para todas y todos.
De hecho, no hubo causa justa ni dolor humano que no recibiese su análisis y su solidaridad. ¿Cuáles eran las causas que defendía Monsiváis? Las de los excluidos, las de los oprimidos, la de los discriminados, las de los pobres.
En 1984, en una conferencia por el aniversario número 11 de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Monsiváis habló de la cultura de la Revolución Mexicana y nos recordó, cómo los intelectuales conservadores reaccionaban con asco ante lo que llamaban “la aparición del subsuelo”, es decir, la aparición de la cultura de las masas campesinas en la Revolución.
Monsiváis incluso denunció cómo esos intelectuales, uno de ellos con el ensayo “1915”, de Manuel Gómez Morín, el fundador del PAN, inventaron una visión de México que escamoteó culturalmente el país a los pobres que se encontraban en rebeldía, justo en esos años.
Bueno y ante todo esto me pregunto, ¿qué habría dicho Monsiváis de los PILARES? Sabemos lo que dijo a propósito de otro proyecto cultural de nuestro movimiento, la UACM. Allá por el año 2010, las y los estudiantes de la UACM querían rendir un homenaje a Monsiváis; alguien en el debate propuso darle un doctorado “Honoris Causa”, otra persona dijo que eso era reproducir la vieja cultura de los pergaminos. El debate siguió hasta que intervino el propio Monsiváis y se concluyó que le otorgarían el doctorado “Honoris Causas Perdidas”.
En su discurso de aceptación, Monsiváis explicó por qué las causas perdidas son esenciales, por qué es nuestro deber comunitario y social recordaras y dijo: porque sin el esfuerzo, dolor y aprendizaje de todas las causas perdidas, de todas las luchas por la justicia que han sido derrotadas, sin ellas, no habría sido posible las victorias de hoy, ni serán posibles las victorias de mañana.
Y como Monsiváis no está hoy aquí para criticarnos y burlarse de nosotros, por este acto de solemnidad, que en realidad es de aparente sacralidad, aprovechamos este momento, que no está él, para ponerle su nombre a este PILARES de San Simón Portales.
Muchas gracias.
COORDINADOR GENERAL DE INCLUSIÓN EDUCATIVA E INNOVACIÓN DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN (SECTEI), JAVIER HIDALGO PONCE (JHP): Muchas gracias, Jefe de Gobierno. La verdad, es que me siento bien honrado de estar aquí hoy, en este día, inaugurando este PILARES “Carlos Monsiváis”. Es para mí este honor, porque contamos con una serie de invitados de primera, que nos sentimos bien honrados, todas y todos ustedes, presentes en este PILARES.
Este PILARES es uno de los 300 que está hoy ya constituyendo un Subsistema de Educación Comunitaria PILARES, único en el mundo, único en el mundo, no hay otro como este. Que este, además, es de la mente, del corazón de nuestra exJefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, que empezó hace cuatro años y medio con cero PILARES, con cero proyectos y ahora tenemos 300 PILARES en toda la ciudad donde se otorga educación, cultura, deporte, saberes y autonomía económica.
Estamos muy orgullosos de lo logrado hasta ahora, porque aquí se encuentran saberes: al mismo tiempo podemos encontrar 14 lenguas indígenas, como poder encontrar Escuela de Código para enseñar a programar; aquí se enseña lengua de señas al mismo tiempo que robótica; aquí se aprende yoga al mismo tiempo que box, que taekwondo; bailes desde K-pop hasta el danzón, pasando por la salsa, por la cumbia, por el son, por los bailes regionales, por un sinfín de actividades.
Y no se diga de la cultura. Tenemos pintura, teatro, saberes, joyería; y de oficios, desde gastronomía, hasta plomería, electricidad, herrería, joyería, un sinfín de oficios que se otorgan aquí en los PILARES. Son 150 saberes en estos 300 centros comunitarios que están ubicados en las colonias más desfavorecidas de la ciudad, así que ha sido un esfuerzo enorme.
Y nos complace, estamos bien contentos, bien orgullosos porque esto fue una lucha histórica. Aquí, esta lucha, estos PILARES se basan en todo el ejercicio que se hicieron en las comunidades, en los movimientos sociales que eran reprimidos en el pasado; de lo que se hacía del movimiento urbano popular, las escuelas comunitarias, de las prepas populares que se hacían después del '68 y que, de muchas de estas escuelas, de estos talleres Carlos Monsiváis daba fe. Era el único, bueno, de los únicos que daban voz a este esfuerzo social, a esta lucha política social.
Por eso, hoy estamos bien orgullosos de nombrar a este PILARES, cerca de donde él vivía, PILARES “Carlos Monsiváis”.
Así que bienvenidas y bienvenidos todos. Y este esfuerzo ha sido un esfuerzo que va a crecer.
Muchas gracias, bienvenidos.
PRESIDENTE DEL SISTEMA PÚBLICO DE RADIODIFUSIÓN DEL ESTADO MEXICANO, JENARO VILLAMIL RODRÍGUEZ (JVR): Muy buenas tardes. Muy buenas tardes, sobre todo a los vecinos, estoy escuchando y viendo que muchos son vecinos de hace muchos años de aquí de la colonia Portales, y que además conocieron a Carlos Monsiváis.
Entonces, creo que es un enorme gusto estar aquí con muchos de los amigos entrañables que formamos parte de esta familia “monsivaiana” extensa, como Jesús Ramírez, que está aquí conmigo, mi hermano, mi amigo, mi compañero, mi cómplice de muchas batallas. Como Alejandro Brito, que está ahora como responsable del Museo del Estanquillo, donde está el acervo y la obra de Carlos Monsiváis.
Por supuesto, a los primos, a las primas –que ya son gemelas, ahora ya parece que son gemelas– a Beatriz, a Araceli, a Rubén, a Felipe, a Mauricio, qué gusto verte, Mauricio.
Por supuesto, al Jefe de Gobierno, Martí Batres, que además eres vecino de la alcaldía en donde vivió Carlos Monsiváis, donde ha vivido la familia de Carlos durante muchísimos años, y es un gesto muy entrañable de parte de Martí; y, por supuesto también, de parte de Javier Hidalgo, que es el coordinador de todos estos 300 PILARES.
Por supuesto, también es muy bonito y muy hermoso ver la convocatoria de Carlos en un evento como este, un evento simbólico y muy importante.
También me da mucho gusto que sea de los primeros eventos de Inti Muñoz, viejo amigo también, colega. A la secretaria de Educación, Ofelia Angulo, también le reconozco y muchas gracias por estar aquí presente. A nuestra secretaria de Cultura de aquí de la Ciudad de México, a Claudia, mucho gusto; gracias, Claudia Curiel de Icaza.
A nuestra tesorera de la Federación, que además siempre con este espíritu lúdico, Elvira Concheiro, a la que le pido un reconocimiento y un aplauso.
A mi colega Pavel Granados, director del Canal 22. Que está cumpliendo el Canal 22, 30 años y también es importante recordar que, de alguna u otra manera, el Canal 22 es fruto y obra de Carlos Monsiváis; él hace 30 años, cuando se privatizó lo que existía como medios públicos, que era IMEVISIÓN, él insistió en la necesidad de que hubiera un canal para la cultura, para los intelectuales y para los creadores, y así surgió el Canal 22, por eso también es muy importante que Pavel esté aquí presente con nosotros.
Porque, además, es de una u otra manera, la concreción de muchas de las propuestas de Carlos, la idea de Carlos en los PILARES. Si no me equivoco, creo que significan Puntos de Innovación, Libertad, Artes, Educación y Saberes que, a final de cuentas, es la misma concepción que Monsiváis tenía de la cultura, no como algo que esté ajeno ni al deporte, ni a las artes marciales –como están aquí– ni mucho menos a los saberes o a los oficios.
Le estaba yo preguntando a don Arturo Quintero, que es el responsable de este PILARES, si tenían biblioteca en este PILARES, me dice que hay una donación de algunos libros; y yo exhorto, a muchos de los que estamos aquí a que donemos libros, porque no se puede concebir un PILARES con el nombre de Carlos Monsiváis, sin la amistad más antigua que él tuvo siempre, que son los libros.
Los libros, a final de cuentas, son lo que nos enlaza y los que nos hace libres; y lo que nos impulsa a concretar y a avanzar en la transformación de este país y de esta ciudad, que agarró muchísimo impulso con la doctora Claudia Sheinbaum y que en este año va a ser concretada por Martí Batres y por todos los ciudadanos y habitantes de esta ciudad.
Muchas gracias.
DIRECTOR DEL MUSEO DEL ESTANQUILLO, ALEJANDRO BRITO (AB): Muchísimas gracias, es un gusto y un honor estar aquí con todas y todos ustedes. Yo, como Jenaro Villamil, también me siento en familia con tantos amigos, con tantos conocidos, con la familia de Carlos Monsiváis, y con las vecinas y los vecinos.
Porque déjenme decirles que yo también, no es que viva aquí, pero habité mucho la colonia Portales desde que conocí a Carlos; colaboré con él durante muchos años, vine diario a su casa a colaborar, a trabajar con él. Y, además, también aquí fue la sede de una asociación que encabezo también, una asociación civil: Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana, que también se estableció aquí en la Portales, así que, para mí, yo estoy en casa.
Y agradezco mucho a Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de esta ciudad y a Claudia Curiel de Icaza, la secretaria de Cultura, por la invitación a participar en este acto tan importante.
Yo, ya no me voy a referir a cada una y a cada uno de los presentes, ya lo hizo Villamil de manera muy buena y jocosa; yo nada más les agradezco muchísimo. Y pues miren, yo, como Monsiváis, la verdad es que también soy un poco tímido y siempre ando con mi rollito igual que él, así que me van a perdonar, pero yo voy a leer unas palabras que les preparé.
Yo creo que existe una relación simbiótica entre Carlos Monsiváis y la Portales, Monsiváis presumía de su barrio, se sentía orgulloso de habitar en una colonia tan emblemática, pintoresca y popular, que no ha perdido ese carácter tan peculiar a pesar las presiones de los intereses inmobiliarios. Monsiváis habitó plenamente desde que llegó a esta tierra prometida, –como él llamó– que nunca más abandonó.
De niño fue asiduo al templo cristiano ubicado en la calle Libertad, donde aprendió a entonarse en el coro –si no, que me desmientan los primos y primas de Carlos– y de adulto acostumbraba a relajarse en los baños de vapor del “templo de la higiene”, como llamó a los Baños Rocío, ubicados en la Calzada de Tlalpan.
Recorría las “librerías de viejo”, ubicadas también en la Calzada de Tlalpan, en busca de alguna curiosidad bibliográfica; así como también le gustaba asomarse al famoso tianguis de chácharas y antigüedades en búsqueda de alguna joya coleccionable, de esas que acumuló por miles, durante muchos años en su casa de San Simón convertida virtualmente en bodega. También le gustaba acudir a un taller de gráfica ubicado en la colonia, para adquirir grabados.
Escribió excelentes crónicas sobre lugares emblemáticos de la Portales, como el California Dancing Club, “El Palacio del Baile”, publicados en su maravilloso libro “Escenas de pudor y liviandad”; lugar que, además, le otorgó el reconocimiento del Califa de Oro, junto a la estrella popular de cine, Rosa Gloria Chagoyán, con quien apareció de extra en una de sus secuelas de la Guerra Vengadora, creo que era la Guerrera Vengadora II.
En realidad, sabemos que Carlos Monsiváis no habitó en la colonia Portales, sino en la colonia San Simón, en la calle del mismo nombre que, por cierto, alguno de sus amigos más cercanos, como Rafael Barajas “El Fisgón”, proponen que la calle sea renombrada como “San Simonsi”, de esta manera, se haría justicia por partida doble tanto al apóstol como al sabio.
Pero quién puede delimitar dónde comienza una colonia y dónde termina la otra, ambas están tan imbricadas que se las confunde. El mismo mercado de Portales está ubicado en realidad en la colonia San Simón y la primera ha terminado por absorber a la segunda.
La identificación de Monsiváis con la colonia Portales es hasta incluso simbiótica, algunos de sus críticos le asignaron sobrenombres como: el Sabio de la Portales, el Voltaire de la Portales, el Coloso de Portales o el habitante más ilustre de Portales. Ya no hay manera de disociar una de otra.
Con el tiempo, su casa se convirtió en un sitio de peregrinaje donde acudían recurrentemente artistas plásticos como Vicente Rojo y Francisco Toledo; periodistas como Don Julio Scherer y Elena Poniatowska; estudiantes del CEU, como creo que alguna vez acudió Martí Batres a la casa de Monsiváis, como dirigente del CEU, si no me equivoco.
Maestros del movimiento magisterial, sindicalistas independientes y del movimiento de colonos, feministas, activistas gays y lesbianas, defensores y defensoras de animales, artistas de la farándula como Lucha Villa, y hasta empresarios como el mismo magnate Carlos Slim. Para todos ellos Carlos Monsiváis era un referente imprescindible.
Pero la relación del escritor con la colonia fue en doble sentido, los habitantes de Portales también sentían un profundo orgullo de tener como residente a una de las figuras de la cultura mexicana más destacadas. Cuando murió el escritor, algunos de sus vecinos colocaron numerosos mensajes de condolencia en la fachada de su casa: “Los grandes se van”, “Su legado dejó”, “De ti aprendemos a vivir, mi querido Monsiváis”, “Tus amigos, tu barrio te extrañamos” y “No te olvidaremos jamás”, escribió o puso el comercio Deportes Lama.
“¿Y ahora quién documentará nuestro optimismo?”, quiso saber la familia Gutiérrez. “Siempre te hemos querido, nunca te olvidaremos por ser un ejemplo a nuestro barrio, nos sentíamos importantes por tu existencia”, firmado por la vulcanizadora Velázquez Guzmán y así muchos más mensajes que pegaron en la fachada de la casa del maestro.
Y yo les quiero decir que Monsiváis siempre estuvo abierto a cuando se acercaban las vecinas y los vecinos. Recuerdo una anécdota que cuando lo acompañaba, íbamos rumbo a la estación del metro de Portales, lo abordaron una señora y su hija de secundaria, y le dijo a la señora su hija: “ándale, ándale, pregúntale al maestro”, y la niña un poco tímida le extendió su cuaderno y le pidió a Monsiváis que le ayudara a resolver un problema que le habían dejado una tarea en su escuela; y Monsiváis muy pacientemente y con toda la decisión y voluntad, le ayudó a la niña a resolver su problema.
Y así, muchos vecinos y vecinas se acercaban a él de manera entusiasta, incluso hasta para pedirle autógrafos, que les firmara sus libros.
Por eso creo, por todo esto, creo que nombrar a uno de los PILARES, a un centro educativo y cultural dedicado al desarrollo de habilidades y capacidades de los habitantes de esta gran colonia, es un acierto, es una manera de mantener su memoria presente en las nuevas generaciones.
Y cuenten con el Museo del Estanquillo para cualquier colaboración que tengamos en las actividades que realiza este importante centro.
Muchísimas gracias.
COORDINADOR GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y VOCERO DEL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA, JESÚS RAMÍREZ CUEVAS (JRC): Buenas tardes. A mí me da… bueno, tengo muchos sentimientos encontrados, todos favorables. Yo he sido vecino de aquí de Portales, de San Simón, en La Luz y Centenario.
Y, además de ser vecino de Carlos, disfruté su amistad, conocí los lugares que frecuentaba aquí en la colonia, coincidamos a comprar libros, DVD, películas, no existían las plataformas y la única manera de obtener y ver películas que no estaban en el cine comercial, era a través del vendedor de películas de arte de la Cineteca y aquí en Portales, como en muchos lados, en fin.
A mí me da mucho orgullo estar aquí con los vecinos, con los compañeros del Gobierno de la Ciudad, con funcionarios que vienen de la lucha, del trabajo cultural y de la idea de que tenemos que tener una ciudad para todos, el acceso a la cultura para todos, el deporte.
Y, de alguna manera, los PILARES son un primer paso, son un primer paso para tener una vida integral como la pensaron, la soñaron, escribieron y trabajaron gente como Carlos Monsiváis, dedicado a las letras, a la lectura voraz, a sus causas, que eran las causas de la gente y una muy importante, era tener una sociedad libre que nos incluyera a todos. Pero que además de los satisfactores importantes, necesarios, básicos –comida, vestido, educación– hubiera acceso a la cultura, hubiera acceso a la formación musical, de la pintura como formas de construirnos, de hacernos mejores personas, mejores ciudadanos, más sensibles, conocedores de nuestra vida comunitaria y participantes de ella.
Por eso Carlos podía convivir –como aquí han dado cuenta y testimonio– con las élites de la cultura, de la política, los grandes empresarios, pero al mismo tiempo, con el más humilde vendedor de chalupas y de garnachas, que en algún momento fue una de sus debilidades, aquí mismo en mi pueblito, en la calle Libertad –bueno, creo que está una anterior–.
Y bueno, aquí pasaba gran parte de su trabajo en la colonia. Y también hacía algunos experimentos culturales como su Cineclub, el Cineclub que todos los sábados se llevaba a cabo y venía gente de todo mundo, intelectuales y luego actores y personajes interesantes y que aquí, Carlos compartía su gusto por las películas, por el cine mexicano, por la cultura popular.
Y algo muy importante es que siempre pensó –como decía Jenaro Villamil–, la cultura no solamente la alta cultura como las artes, la ópera, el cine, la música de orquesta, la sinfónica; también la cultura es lo que hacemos aquí, la convivencia cotidiana, el bailar juntos, las fiestas populares, las fiestas patronales.
Yo recuerdo mucho el caos que vivía en la zona de San Simón, en la época de fiesta del pueblo, que supongo es una fiesta centenaria, porque San Simón es anterior a Portales, es un pueblo originario, entonces Portales es como resultado de la urbanización que fue absorbiendo a los pueblos que tenían identidad antigua y además una cultura propia.
Carlos vivía en el límite de la tradición y de la modernidad, entre los pueblos originarios y el rock o el cine de Hollywood, y finalmente, hasta físicamente su casa estaba ubicada en esa frontera y le permitía ver para ambos lados y ser un puente para que se entendieran ambos mundos o todos los mundos.
Entonces, creo que aquí los PILARES, es este proyecto de llevar la cultura, llevar la tecnología, llevar el deporte, llevar la activación física como formas de convivencia. Y aquí estamos inaugurando este, en honor a Carlos Monsiváis, que lo último que se hubiera pensado es que un centro de estas características llevara su nombre.
Lo que yo creo que le hubiera dado mucho gusto, es que el cineclub que hay aquí lleve su nombre, “Carlos Monsiváis”, porque a él le encantaba compartir los libros y las películas. Entonces, aquí hará honor a esta tradición y en esta visita a las películas y próximamente a los libros, vamos a hacer posible que haya aquí una pequeña biblioteca virtual y real para acceso a la lectura y aprovechemos este espacio público para compartir la lectura, que es algo muy importante.
En fin, creo que Carlos desde algún momento, esto le hubiera dado mucho gusto: convertir una avenida, un bajopuente, un lugar inhóspito de la urbanidad, en un espacio de cultura, en un espacio de deporte, en un espacio de convivencia, en un espacio de construcción de mentes, de corazones y cuerpos en colectivo y de esa manera haciendo comunidad.
Porque si algo hay –y con eso termino– tiene que ver la Cuarta Transformación, es en esta capacidad de reconstruir la comunidad, la comunidad de los vecinos, la comunidad, la alcaldía, la ciudad, el país para que juntos trabajemos, juntos soñemos y hagamos de esta una mejor una mejor colonia, una mejor alcaldía, una mejor ciudad y un mejor país. Que de eso se trata la cultura, de abrirnos horizontes para ser mejores entre todos, para no dejar a nadie atrás y no dejar a nadie afuera.
Muchas gracias, que ese es el sueño de Carlos Monsiváis.
SECRETARIA DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL MUSEO DEL ESTANQUILLO, BEATRIZ SÁNCHEZ MONSIVÁIS (BSM): Buenas tardes. Me da mucho gusto estar aquí en esta ocasión. Les doy las gracias, especialmente al Jefe de Gobierno que está aquí presente.
Y para la familia de Carlos es un privilegio, un honor que este centro cultural y de recreación lleve el nombre de mi primo. Yo creo que él hubiera estado muy agradecido de ver este lugar, de ver que los vecinos participaban en las diferentes actividades, en los diferentes cursos que aquí se imparten, él siempre vivió en Portales, llegó muy pequeño aquí y toda su infancia, adolescencia, hasta que murió, vivió en la colonia San Simón Ticumac, junto a Portales.
Ya muy enfermo le plantearon la posibilidad de cambiarse de lugar, de salir de su casa, porque estaba rodeado de libros, de gatos que no le permitían estar bien; y al buscar un lugar para vivir me dijo: “tiene que ser en Portales, yo no puedo vivir lejos de Portales”, sí se le buscó un departamento, pero a la hora de firmar el contrato me dijo “no, quiero vivir en Portales” y aquí vivió toda su vida.
Estudió aquí la primaria y convivía mucho con los vecinos, porque recorría sus calles continuamente, el “Mercado De Viejo”, donde compraba libros, discos, para él era un gusto.
Entonces, para nosotros es un honor, nos encanta que haya tanto regocijo en este lugar, que haya tanta alegría y además están los amigos de Carlos, quizá los amigos más queridos de Carlos, esto también nos llena de regocijo. Muchas gracias, Jenaro, Alejandro.
Y bueno los invito también a que visiten el Museo del Estanquillo, la Biblioteca de Carlos, hay una Videoteca “Carlos Monsiváis” en la Cineteca Nacional y también en la Fonoteca está su colección de discos.
Muchas gracias a todos.