Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, durante la presentación del Programa Ojtli 2024

Publicado el 02 Febrero 2024

JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. Me interesa mucho que este programa exista, que se desarrolle, que lo impulsemos. Y, en efecto, tiene razón la secretaria Laura Ita Andehui, en que le dije desde el año pasado que lo íbamos a echar andar, también le pedí a la secretaria de Finanzas que tuviéramos recursos para echar andar este programa.

Es un programa que me interesa por muchas razones, una de ellas, la más profunda, es que tiene que ver con mantener nuestra historia, nuestras raíces, nuestra identidad, lo que somos, porque un pueblo no nada más es un montón de personas juntas en un lugar, un pueblo es sobre todo una cultura, una historia, y si nosotros disolvemos nuestra historia, nuestra cultura, nos disolvemos como pueblo.

Y aquí, en este valle ahora tan urbanizado, aquí existió una gran civilización y antes de esa gran civilización, antes de la Gran Tenochtitlán que, como sabemos, se dice que mientras el universo exista no acabará la fama y la gloria de la Gran Tenochtitlán, antes, cientos de años antes hubo otros pueblos y otras civilizaciones asentadas alrededor del lago, esa es nuestra raíz, es profunda.

No es que aquí de repente llegó un grupo de conquistadores y se asentó sobre una superficie que estaba desértica y aquí colonizaron, no. Aquí había una construcción cultural poderosa que fue sometida a una sangrienta guerra y a pesar de eso sobrevivieron los pueblos, se sobrepusieron; los mismos conquistadores tuvieron que negociar con los pueblos y aceptar la existencia de otras autoridades en este gran valle. Aquí se asentó una civilización que los propios españoles cuando llegaron reconocieron que era prácticamente un paraíso, esa es la razón más importante.

Pero también el programa, el programa “Ojtli”, nos permite impulsar el tejido social, promover la cohesión de los pueblos. Y nos permite también otra cosa, que en medio del mar incesante de urbanización y de extensión del asfalto, pervivan los pueblos y las comunidades, todo lo que podamos hacer al respecto es bueno: mantener los cascos históricos de los pueblos, las identidades, las imágenes de los pueblos, sus culturas, sus tradiciones; todo eso que se hace con este programa y con otros es importante.

Por eso yo desde hace tiempo he recorrido muchos de los pueblos, como dirigente político, como secretario de Desarrollo Social, como secretario de Gobierno, en fin, con diversas responsabilidades, tengo más de 20 años recorriendo pueblos de la Ciudad de México.

Se dice que en el sur tenemos a los pueblos más acendrados, en realidad esto tiene que ver en el hecho de que en el sur se mantiene mucho la actividad agraria, hay tierras, esto les da una cierta connotación a los pueblos. El caso de Milpa Alta es sorprendente cómo se han defendido –¿quién anda de Milpa Alta? Levanten la mano–, cómo han mantenido sus tradiciones, cómo han defendido sus pueblos.

Yo me di cuenta de eso cuando muy joven fui secretario de Asuntos Electorales de una fuerza política, de cuyo nombre no quiero acordarme; y entonces me tocó nombrar, allá por el año del ‘95, a un conjunto de representantes para los comités electorales de las elecciones de los consejeros ciudadanos, esto era por ‘94 para las elecciones del ‘95 y entonces nombré a un compañero muy bueno en Milpa Alta y ¡zaz! Me toman las oficinas y dicen: “este compañero no es de Milpa Alta”, y yo les digo: “bueno, ¿y eso qué? Es muy bueno”, “no, no, no, no es de Milpa Alta”, y ahí me di cuenta de que ahí había una cuestión especial de los compañeros en la defensa de sus tradiciones y representaciones.

Y así hemos tenido oportunidad de andar por allá, ya ven que Milpa Alta ya está muy cerquita de Oaxtepec, allá por Santa Ana Tlacotenco; y más acá, a la entrada prácticamente, San Antonio Tecómitl, San Francisco Tecoxpa, Villa Milpa Alta, San Pedro Atocpan; allá, hasta arriba, San Salvador Cuauhtenco; y luego, hacia el sur de Villa Milpa Alta, están San Juan Tepenáhuac, San Bartolomé Xicomulco, San Agustín Ohtenco, San Pablo Oztotepec, en fin. Abrazo fuerte para los compañeros de Milpa Alta.

Y luego, también a un costado de Milpa Alta están los compañeros de Tláhuac, con sus siete pueblos. Ahora estuvimos el domingo, el domingo que es día de trabajo para nosotros, estuvimos en Mixquic y estuvimos en San Juan Ixtayopan, pero en otros momentos hemos estado también en Tetelco, Tlaltenco, San Pedro, Santa Catarina, Zapotitlán, los siete pueblos originarios de Tláhuac.

Y luego está, en el caso de Xochimilco, en Xocihimilco si vamos a la parte, entrando por la parte más urbanizada, Santa María Tepepan, está Santa Cruz Xochitepec, Santiago Tepalcatlalpan; y luego agarramos la carreterita Nativitas, Santa Cruz Acalpixca, San Gregorio Atlapulco, San Luis Tlaxialtemalco, Tulyehualco; allá arriba, arriba, hasta arriba, rozando el cielo, San Francisco Tlalnepantla; y están también Santa Cecilia Tepetlapan, San Andrés Ahuayucan, San Lorenzo Atemoaya y más abajito San Mateo Xalpa y luego está San Lucas Xochimanca, en Xochimilco.

Acá en Tlalpan, pues en Tlalpan tenemos hasta arriba, hasta arriba, entrando a la Ciudad de México, Parres El Guarda; y están después, bajando, está Topilejo, está Xicalco, Magdalena Petlacalco, está San Miguel Ajusco, Santo Tomás Ajusco; y luego están los compañeros, más abajo, San Andrés Totoltepec y está San Pedro Mártir; y luego, Chimalcoyoc; y bueno, está Santa Úrsula Xitla y más abajo San Lorenzo Huipulco.

Luego tenemos, en Álvaro Obregón están San Bartolo Ameyalco y Santa Rosa Xochiac, dos pueblos que están hasta arriba; pero abajo están, comparten con Benito Juárez, Nonoalco y Mixcoac.

Y luego está, esto digamos es… bueno, en Contreras está San Nicolás Totolapan, está Sán Jerónimo Aculco Lídice, está San Bernabé, la Magdalena Atlitic, también pueblos de la Magdalena Contreras.

Y digamos que esta es la parte del campo, la parte verde más reconocida, pero luego en la parte urbana hay muchos pueblos también. Esa es una parte interesante, ¿por qué? Porque miren, yo les voy a decir, ya comentó Juan Gerardo, yo nací en el Pueblo de Santa María Tepetlalzingo, colonia Niños Héroes, por eso se llama el Metro, Nativitas, el que está por ahí y el Mercado que está enfrente se llama Nativitas.

Y ahí hay una fiesta, se hace sobre el Eje Central y siempre me sorprendió por qué se cerraba el Eje Central para la fiesta, o sea, no se puede cerrar el Eje Central para nada, es el Eje Central; pero para la fiesta se cierra el Eje Central y no hay poder humano que pueda impedirlo, ¿cómo se va a impedir una tradición de cientos de años? Es que ahí hacían la fiesta antes de que existiera el Eje Central, ¿qué llegó primero, la fiesta que se hace ahí o el Eje Central? No, llegó primero la fiesta.

Entonces había una festividad religiosa, prehispánica y luego se convirtió, en el sincretismo, en una fiesta que hace el pueblo y cada año ahí se hace la fiesta y se queman cohetes y se hace toda la festividad con el Eje Central cerrado. Eso solo puede tener como explicación la raíz de los pueblos, estamos hablando de un lugar totalmente urbanizado.

Entonces hay, por ejemplo, para hablar de zonas urbanizadas, pues en Iztapalapa todavía tenemos muchos pueblos, está, por ejemplo, Santiago Acahualtepec, está Santa María Aztahuacan, Santa Marta Acatitla, San Sebastián Tecoloxtitla, San Andrés Tetepilco, para mencionar algunos ejemplos, los Ocho Barrios, San Lorenzo Tezonco, entre otros ejemplos; bueno, a un costado del Cerro de la Estrella están los Culhuacanes, están los Reyes Culhuacán, Santa María Tomatlán y luego… no he terminado.

Bueno, yéndonos más para acá en Coyoacán, bueno, en Coyoacán tenemos, a propósito de los Culhuacanes, está San Francisco Culhuacán, el pueblo de La Magdalena, está Santa Úrsula Coapa, está Los Reyes, La Candelaria, San Pablo Tepetlapa, pueblos de Coyoacán.

Y en Benito Juárez, que andábamos por Benito Juárez, está Santa María Tepetlalzingo, pero está Nonoalco, está Mixcoac, está Actipan, está Xoco, que es un pueblo de larga tradición, está Santa Cruz Atoyac, para poner algunos ejemplos de pueblos están en la alcaldía más urbanizada de todas.

Bueno acá, en Cuauhtémoc, San Simón Tolnáhuac, por ejemplo, en el norte.

Y en Azcapotzalco hay muchos pueblos, en Azcapotzalco tenemos a San Juan Tlihuaca, tenemos a San Miguel Amantla, tenemos a San Martín Xochinahuac, tenemos Santa Bárbara, tenemos Malinalco, tenemos Santa Catarina, tenemos… bueno, ya hablamos el otro día de, porque fuimos a San Miguel Amantla, existía cientos de años antes de que existiera la Gran Tenochtitlán ya existía Amantla, ahora San Miguel Amantla, para poner algunos ejemplos.

En Gustavo A. Madero, Santa Isabel Tola, está el pueblo de San Juan de Aragón que es mucho más reciente, para poner otros ejemplos.

Los barrios acá de Iztacalco, el Peñón de los Baños, ahora reconocido como parte de nuestro patrimonio histórico entre… ¿Santiago qué? Santiago Atepetlac, en fin.

En Gustavo A. Madero que ya hemos hablado con los compañeros allá. Bueno… Cuautepec, ni más ni menos que Cuautepec, hasta en los mapas más antiguos de la urbanización de la ciudad está Cuautepec.

En Cuajimalpa, San Lorenzo Acopilco, en fin. Ya, ahí le voy a dejar, en fin, porque tenemos decenas de pueblos, de pueblos en toda la Ciudad de México, ¿y qué queremos? Conservar su historia, conservar su historia, no destruirla, sino conservarla e irla defendiendo.

Me interesa que con este programa ayudemos a fortalecer los cascos de los pueblos y la ubicación de los pueblos. Hacen, los compañeros de los pueblos con este tipo de programas, por ejemplo, obra como la renovación de los quioscos, la renovación de las losetas de las plazas, la renovación, por ejemplo, de los arcos a la entrada de los pueblos o las bardas de los panteones de los pueblos, en fin, en cada lugar saben qué quieren.

Y parte de la magia de este programa es que es participativo, es decir, van a presentar un proyecto desde el pueblo mismo. No va a llegar el gobierno y va a decir: “venimos nosotros a hacer tal obra”, no, eso no tendría sentido, tiene que venir de abajo y el pueblo va a decir: “queremos que se haga esta obra aquí en el pueblo, esa es la que solicitamos, este es el proyecto que planteamos”.

Vamos a apoyar proyectos de los pueblos que están en la zona rural, en el suelo de conservación para decirlo con más precisión, y vamos a apoyar proyectos también que se encuentran en el suelo urbano, de los dos, vamos a combinarle de los dos, hasta que nos alcancen los recursos. Traemos un presupuesto de 100 millones de pesos y vamos a buscar distribuirlo con la mayor equidad posible y, sobre todo, buscando atinarles a los proyectos que nos presenten los pueblos y que nos permitan fortalecer a los pueblos.

Les comento también que, en ese sentido, hemos impulsado varias cosas. Los pueblos nos pidieron que no se dividiera el suelo de conservación en suelo rural y suelo de conservación, porque veían un riesgo de achicar el suelo de conservación y de urbanización, y que había que mantener la frontera del suelo de conservación; y haciéndonos eco de eso que nos pidieron, mandamos una iniciativa al Congreso para quitar la diferencia, eliminar el concepto “suelo rural” y quedarnos solamente con el de “suelo de conservación”, eso fue una petición que nos hicieron los pueblos, compañeros de Milpa Alta y otros lugares de los pueblos también y ya, se aprobó esa reforma, como ya anunciamos en su momento.

Y así vamos a estar atentos a los planteamientos que nos hagan los compañeros de los distintos pueblos y esta es una vía para ello. No es el único programa hacia los pueblos, porque hay otros programas, como Altépetl, hay otro tipo de programas, además tenemos una atención jurídica para los pueblos, que hacemos aquí con Marisel, que anda aquí por acá, Marisel, ella está al frente de la Dirección de Asuntos Agrarios, entonces, son acciones de diverso tipo, pero ese es un programa importante para ello.

Y también estamos atentos a otros temas que nos han planteado. Ahora escuchamos con atención una petición del pueblo de Los Reyes de Coyoacán y actuamos en consecuencia, los apoyamos en una cuestión que nos pidieron, con el objeto de cuidar, cuidar, cuidar los pueblos, cuidar sus características, cuidar su historia, preservar su fisonomía, todo lo que podamos hacer para ello, va a ser para bien de la ciudad, de La Candelaria y otros, con otros compañeros de otros pueblos hemos estado trabajando sobre temas que nos han venido planteando.

Los de Santa Cruz Atoyac nos plantearon también un tema, son sobre todo temas para cuidar el equilibrio en el desarrollo, o sea, que el desarrollo urbano no arrase con los pueblos, sino que haya equilibrio, que haya armonía, no es que queramos que todo se congele y se detenga, pero sí queremos que se mantenga la gran historia de nuestros pueblos y que, aunque la ciudad evolucione y sigan los años y pasen las décadas y pasen los siglos, de todas maneras, los pueblos se mantengan.

Los pueblos de los que he hablado, los que mencioné, y todos los que me faltaron, todos esos pueblos tienen cientos de años de vida, en algunos casos hasta más de mil años de vida, y queremos que, en las décadas posteriores, en los siglos posteriores se mantengan los pueblos, sigan vivos, sigan nuestra historia, es la historia de México.

Nuestro país tomó su nombre de esta región, es México, es decir, ¿por qué? Por la raíz, por la historia para que tengamos esa conciencia, de esa importancia.

Yo cuando… la primera vez que fui a Guadalajara, yo estaba muy chavo y me dicen: “pues luego nos vemos allá en México”, “pues estamos en México, ¿no?”, “sí, pero allá en México”, o sea, acá en la capital, porque aquí, aquí fue el “Ombligo de la luna” y por nuestra gran historia, por eso nuestro país se llama México, y por eso tenemos la gran responsabilidad de preservar nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestra cultura y nuestros pueblos.

Abrazo fuerte, compañeras y compañeros. Un abrazo fuerte, fuerte para todos.

SECRETARIO DE INCLUSIÓN Y BIENESTAR SOCIAL, JUAN GERARDO LÓPEZ HERNÁNDEZ (JGLH): Muy buenos días. Con el permiso de nuestro Jefe de Gobierno, el doctor Martí Batres Guadarrama.

Pues gracias a la secretaria de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, a la doctora Laura Ita Andehui. Y bueno, a los compañeros que se encuentran acá en el presídium, a todas y todos ustedes, muy bienvenidos a este Museo de la Ciudad de México. Bienvenido, Jefe de Gobierno; gracias también al director del Museo de la Ciudad de México, al maestro José María Espinasa por la hospitalidad.

Y bueno, pues resulta, compañeras y compañeros, que nosotros somos los nietos de aquellos que hace, entre 30 y 20 mil años llegaron aquí, a la Cuenca de México, y la convirtieron en un espacio habitable, en un vergel.

La arqueología nos dice que los restos humanos más antiguos que conocemos aquí, en los límites de la Ciudad de México, son los de “La Mujer del Peñón”, restos humanos de 12 mil 700 años de antigüedad. Es decir, nos separan de esa abuela, de esa nuestra abuela, 635 generaciones, y eso es por lo que se recuperó restos humanos, se han encontrado restos de actividad humana de hace aproximadamente 20 mil años, pero con certeza se sabe que hace 12 mil 700 años nuestras abuelas, nuestros abuelos ya habitaban estos lares, estas tierras.

Formaron ciudades como Tlapacoya, por ejemplo, hace aproximadamente 10 mil años, hace 500 generaciones; y en Azcapotzalco, en Atepehuacan, se han localizado restos de un asentamiento de hace 9 mil años; en Tetelco, por ejemplo, se conocen los tlateles más antiguos, los pueblos de la zona chinampera saben que los tlateles son la base sobre las cual se levanta la chinampa ¿verdad? Son las chinampas antiguas que se reutilizan para montar las nuevas, 2 mil 500 años antes de Cristo tiene el más antiguo tlatel en Tetelco.

Más o menos contemporánea a los primeros asentamientos en Cuicuilco. Cuicuilco que fue una gran ciudad allá en Tlalpan, una gran ciudad con muchas aldeas que iban allí y hacían vida conjunta; Cuicuilco, sabemos, se terminó cerca del año cero de nuestra era, cerca del año cero de la era cristiana, debido a la erupción del volcán Xitle.

Simultáneamente estaba haciendo erupción, tenía un periodo de erupción muy fuerte el volcán Popocatépetl, y eso ocasionó que el sur de la cuenca se llenara de ceniza, se oscureciera, se enfriara y, nuestras abuelas y abuelos tuvieron que concentrarse al norte de la cuenca, y ahí coincidieron con otras abuelas y abuelos de las faldas de los volcanes y formaron al norte de la cuenca la gran Teotihuacán, la cultura clásica, la gran civilización.

Solo ha habido cinco civilizaciones en la historia de la humanidad y una de ellas es la civilización mesoamericana, levantada por la fuerza, la sangre y la inteligencia de nuestros abuelos, de nuestras abuelas y nuestros abuelos; y formaron también estructuras sociales y políticas llamadas –ya en el siglo XV y XVI conocemos su nombre náhuatl– Altépetl, pueblo, Altepeme en plural.

Y un documento después de la guerra de 1521, un documento de 1558, “Los Anales de Cuauhtitlan”, “El Códice Chimalpopoca”, así se conoce, por esos dos nombres, nos señala al menos los siguientes pueblos que se encontraban dentro de lo que hoy son los límites de nuestra ciudad: Tepeyacac, Tepeyac La Villa, hoy es la Villa de Guadalupe; Mixquic, Cuitláhuac Atenchilcancan, Tizic, estos tres en la Alcaldía de Tláhuac; Xochimilco, por supuesto; Iztapalapan, Mexicaltzingo, Culhuacán y Huitzilopochco, los cuatro señores culhuas; Coyohuacan, Tlacopan, Azcapotzalco y, por supuesto, Tenochtitlán, Tenochtitlán-Tlatelolco.

En todos estos altepeme existía una capacidad de representación, una soberanía. Nuestras abuelas y abuelos se sabían gobernar a sí mismos y participaban de un ambiente sociopolítico importante.

Eso lo aprovecharon los españoles, eso lo aprovecharon los conquistadores y aprovecharon la fuerza de nuestros abuelos y trajeron aquí, a la ciudad, a la nueva Ciudad de México a partir del siglo XVI, la roca, la roca ígnea, el basalto negro de Tulyehualco, el tezontle, también de la zona de Tláhuac y de Iztapalapa, y la madera de Tlalpan y de Contreras, y la fuerza de todas y todos nuestros abuelos levantó esta, “La Ciudad de los Palacios”.

Y, sin embargo, los pueblos fueron quedando, fueron marcados, fueron señalados por el pensamiento dominante como lugares de atraso; pero sabemos que no es así, sabemos que nuestra gente es trabajadora, sabemos que nuestra gente es participativa, sabemos que nuestros primos, nuestros tíos, nuestros hermanos en los pueblos se sienten orgullosos de ser de pueblo, aunque estemos en la zona urbanizada.

Por eso es tan importante este acto en que nuestro Jefe de Gobierno presenta estos programas, este programa, el programa “Ojtli”; porque también, y me voy a tomar una libertad, si me lo permite el Jefe de Gobierno, nuestro Jefe de Gobierno también nació y creció en un pueblo de la ciudad, en Santa María Nativitas Tepetlalzingo.

Y es tan importante por eso hoy que estrechemos los lazos del Gobierno de la Ciudad con la gente de los pueblos y barrios. Bienvenidas, bienvenidos a esta presentación.

SECRETARIA DE PUEBLOS Y BARRIOS ORIGINARIOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS RESIDENTES DE LA CIUDAD DE MÉXICO, LAURA ITA ANDEHUI RUIZ MONDRAGÓN (LRM): Saludo con mucho gusto y doy la más cordial bienvenida a las mujeres y los hombres de los pueblos que nos acompañan en este evento. Les agradezco su asistencia y el esfuerzo por trasladarse desde sus comunidades hasta este hermoso Museo de la Ciudad de México.

Saludo, por supuesto, a los compañeros que nos acompañan en el presídium; a Doña Velia, del pueblo de Santa María Tepepan, en Xochimilco; y por supuesto a Hugo Lagunas, que participaron ya en otros proyectos, Hugo, de Villa Milpa Alta; al compañero de gabinete, Juan Gerardo, secretario de SIBISO; y por supuesto a nuestro Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama.

Es un honor compartir con todos ustedes la presentación de uno de los programas que distinguen a este Gobierno con Acento Social. El Programa “Ojtli. Comunicación Terrestre para el Bienestar” es un nuevo ejercicio con el que el actual Gobierno de la Ciudad de México ratifica el alto reconocimiento que tiene de los pueblos y barrios en los que se mantiene la raíz histórica de nuestra ciudad.

Este programa está dirigido a lo que la Constitución Política de la Ciudad de México reivindica como el sustento de su naturaleza pluricultural, los pueblos y barrios asentados históricamente en su territorio.

El Programa “Ojtli” es relativamente nuevo, porque inicia en la administración de la doctora Claudia Sheinbaum, pero que responde a una de las más sentidas reivindicaciones de los pueblos y barrios para conservar con dignidad su patrimonio representado por los monumentos históricos, la traza urbana, tradiciones y, sobre todo, la organización social comunitaria con la que se han mantenido, con la que han mantenido su identidad por siglos, en el contexto de la evolución de esta gran ciudad, una de las más grandes y diversas del mundo.

Este Programa “Ojtli” ha venido consolidándose como un recurso valioso para los pueblos, porque se ha enfocado principalmente a fortalecer la intervención de la organización comunitaria en la planeación y en la toma de decisiones colectivas, para emprender acciones en favor del mejoramiento de la infraestructura para la comunicación y el entorno seguro de las mujeres y las familias, así como la preservación de los espacios identitarios representativos de su patrimonio cultural y enorme valor para la recreación de su vida comunitaria.

Un principio básico de la política de bienestar del Gobierno de la Ciudad de México es el de la participación social. Es por ello que el Programa “Ojtli” tiene como punto de partida la convocatoria a los pueblos de la ciudad para que, a través de sus asambleas, propongan y decidan el proyecto que mejore beneficios y otorgue mayor calidad de vida a sus habitantes.

Asimismo, es en las asambleas comunitarias de los pueblos donde se eligen a los integrantes de los comités que se encargan de dar seguimiento y vigilar que la obra se ejecute adecuadamente.

En los dos años que se ha operado el Programa “Ojtli”, en 2021 y 2022, se han realizado 145 asambleas comunitarias, esto se llevó a cabo en siete alcaldías y se benefició a 40 pueblos, en las que se conformaron, por supuesto, también 49 comités comunitarios de seguimiento y vigilancia, y participaron casi 400 personas, de las cuales el 49.5 por ciento fueron mujeres y el 50.5 fueron hombres. Prácticamente participaron de la misma manera hombres y mujeres.

Con el propósito de hacer efectivo el derecho a la movilidad de los habitantes de los pueblos, el programa se ha enfocado a la rehabilitación de las calles ubicadas en los cascos urbanos, con los que se ha mejorado el acceso a los planteles educativos, a las unidades de salud y a las vías principales de comunicación, a los servicios comerciales y administrativos de la Ciudad.

Con estas acciones se ha contribuido a una mejor equidad de género, al brindar seguridad en la movilidad de niñas, jóvenes y mujeres.

En los dos ejercicios del programa, el 73 por ciento de los proyectos han sido destinados a la rehabilitación de calles.

En los pueblos y barrios de nuestra ciudad se conserva un valioso acervo cultural, instituciones tradicionales de organización comunitaria, edificaciones, monumentos y espacios de recreación de su identidad, como pueblos históricos.

Quiero comentar algo, salirme un poco de esto, quiero decirles que desde una reunión que tuvimos de trabajo con el Jefe de Gobierno, desde fin de año, en esta reunión de trabajo, el Jefe de Gobierno en una reunión interrumpió un poco y dijo: “Laura, este año va ‘Ojtli’”. Entonces, gracias a ello, al impulso que ha dado el Jefe de Gobierno, nuevamente se reactiva “Ojtli” en 2024 y vamos hasta ahora bien con el calendario que nos hemos propuesto para llevar a cabo este programa durante 2024.

Asimismo, se han rehabilitado arcos identitarios y las bardas perimetrales de los panteones, los cuales revisten un alto valor de la identidad comunitaria, en el caso de la obra con la que fue beneficiado, por ejemplo, el Pueblo de Santa Cruz Acalpixca, en Xochimilco, donde tuvimos el honor de contar con la presencia del doctor Martí Batres, en su inauguración en 2023.

En 2021 y 2022, el Programa “Ojtli” realizó 49 proyectos en 49 pueblos de las Alcaldías Milpa Alta, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Cuajimalpa de Morelos, con la aplicación de un presupuesto total de 150 millones de pesos, con lo que se ha beneficiado a más de 500 mil habitantes de esos pueblos.

Ante el arraigo y la demanda de los beneficios del Programa “Ojtli”, que se han expresado en los pueblos, me complace y llena de mucha satisfacción compartir con todos ustedes que, como parte de los compromisos que ha hecho el Jefe de Gobierno con los pueblos de la ciudad, con fecha 19 de enero, fueron publicadas las Reglas de Operación del Programa “Ojtli” 2024, con una ampliación de los recursos y del número de pueblos que serán beneficiados, tanto los que se ubican en el suelo de conservación, como los que se ubican en el suelo urbano.

Con estas nuevas noticias en la SEPI, con el apoyo del Gobierno de la Ciudad, del Jefe de Gobierno, del doctor Martí Batres, iniciamos la operación del programa y pronto estaremos recibiendo los proyectos que decidan los pueblos y esperamos entregar en este ejercicio los mejores resultados.

Finalmente, quiero reconocer el interés y la participación de los habitantes, autoridades tradicionales de los pueblos, y de las dependencias del Gobierno de la Ciudad de México y de las alcaldías que nos han acompañado y brindado su apoyo técnico en la operación de este Programa con Acento Social.

Muchas gracias.

PRESIDENTA DEL COMITÉ COMUNITARIO DEL PROGRAMA “OJTLI 2022” EN TEPEPAN, XOCHIMILCO, VELIA FUENTES (VF): Muy buen día, les agradezco a todos su asistencia, principalmente a la gente del presídium, a ustedes como vecinos, porque sin ustedes estos programas no se podrían llevar a cabo.

Bueno, mi nombre es Velia Fuentes, como lo mencionaron, soy originaria de Santa María Tepepan, de la Alcaldía Xochimilco. Nosotros fuimos beneficiados con el proyecto de “Empedrado de la calle 5 de Mayo”, ¿por qué se eligió este proyecto? Porque durante aproximadamente 30 años nunca se le había hecho nada a la calle.

Nuestro pueblo se caracteriza por ser un espacio entre las calles que son empedradas, esto es lo más bonito de nuestro pueblo, que hasta tenemos una canción que dice que “nuestras calles son de subidas y bajadas, en donde las calles son empedradas”. Entonces, nosotros queríamos generar algo para beneficiar no nada más a los miembros de nuestro pueblo, sino a toda la comunidad, ya que Tepepan es una de las zonas por donde sale la gente para ir a sus trabajos y todo, y lo ocupan como medio de salida, por así decirlo.

¿Nosotros cómo nos enteramos de este proyecto? Llegaron dos personas, dos promotores o facilitadores que la SEPI envió a nuestra comunidad. Ahí se nos hizo la invitación a todo el pueblo a participar, se convocó, se hicieron varias reuniones; posteriormente se votaron varios proyectos, porque no nada más el de la calle fue el único que se votó, fueron varios proyectos, sin embargo, el de la calle fue el que se votó más y se benefició a toda la comunidad.

Ya después de que se hizo esa votación, tuvimos que esperar un tiempo para que nos indicaran si habíamos sido beneficiados con este programa; siendo así, cuando nos dan la información se nos convoca a todos los miembros del comité, también se conformó un comité de vigilancia.

¿Cuál iba a ser esta función? Nosotros íbamos a tener la función de estar en contacto con SEPI, con los jóvenes que, la verdad, hicieron una labor espectacular, los facilitadores, quienes estuvimos trabajando con ellos mano a mano para generar un ambiente inclusivo dentro de nuestra propia comunidad y precisamente para que todo se pudiera trabajar de forma satisfactoria.

A nosotros nos otorgaron la cantidad de 2 millones 857 mil 445 pesos, fue insuficiente puesto que la calle es muy larga; sin embargo, sí se pudo trabajar los espacios más maltratados para beneficiar a todos.

Ya que se conformó el comité, es importante señalar que este comité estuvo conformado por cuatro mujeres y tres hombres, a los cuales, la verdad, agradezco a mis compañeros y creo que ustedes como comités, saben la importancia que es el trabajar mano a mano para que se puedan llevar a cabo bien estos proyectos.

Nosotros nos organizamos; dos miembros del comité diario hacíamos el recorrido de la calle conjuntamente con el ingeniero de la empresa para ver cuáles eran los avances, las dificultades, que también se presentan en esos momentos, y trabajamos de manera colaborativa.

Ya que a nosotros nos dijeron que habíamos ganado la cantidad, tuvimos que ingresar a SEPI una serie de documentos para que pudiera llevarse a cabo el proyecto. Se eligió una empresa, esta no la elegimos nosotros por nuestra cuenta, SEPI nos entregó un catálogo de empresas de las cuales nosotros podríamos elegir y ver cuál era la que mejor presentaba el proyecto en cuanto a materiales, tiempo de terminación, una serie de situaciones. Nosotros elegimos a la empresa González Zúñiga que, la verdad, mis respetos porque trabajaron excelentemente.

Y bueno, nosotros llegamos a un buen fin. Otra cosa que se pudo generar es que dentro del mismo pueblo, vecinos que en ese momento no tenían trabajo, la empresa constructora les ofreció el trabajo y estuvieron trabajando ahí, entonces no nada más nos beneficiamos en el sentido de la calle, sino también dándole empleo a otras personas.

¿Cómo concluimos nosotros la obra? La obra se concluyó, afortunadamente, con magníficos resultados, no nada más yo, todo el pueblo creo que estamos beneficiados. Agradecemos a SEPI y al programa “Ojtli” por existir y qué bueno que va a haber otra nueva reunión u otro nuevo proyecto para que otros pueblos o nosotros mismos podamos ser ganadores y beneficiados.

Quiero agradecer a mi comité, que aquí nos acompaña, porque sin ellos no se hubiera podido llevar bien este programa; también a SEPI, a “Ojtli”, al programa, y a todas las autoridades. Muchas gracias.

PRESIDENTE DEL COMITÉ COMUNITARIO DEL PROGRAMA “OJTLI 2021” EN VILLA MILPA ALTA, HUGO LAGUNA OLIVOS (HLO): Buenos días, mah cualli tonalli. También venimos de un lugar con un arraigo cultural muy importante. Agradezco primeramente el lugar en el que me encuentro, agradezco a “Ojtli”, bienestar para el transporte, para la comunicación, y reconozco el trabajo y el esfuerzo que ha hecho este gobierno en vía de quienes más tenemos dificultades para comunicarnos.

Vengo de una comunidad donde el nopal es nuestro corazón. El nopal es para nosotros, nuestra vida, de donde nosotros tenemos los recursos necesarios para vivir; y que muchas de las ocasiones, su servidor Hugo Laguna Olivos y mis compañeros defendemos, trabajamos y buscamos que haya mejores condiciones para los campesinos, quienes de alguna manera proveen ese alimento y esa necesidad diaria de todos los seres vivos, ¿no?

Entonces, en la comunidad de Milpa Alta, Villa Milpa Alta, particularmente Barrio de Santa Martha, se encuentran varios caminos que conducen al Teuhtli.

Yo, junto con otros compañeros, nos enteramos por medios de comunicación, ya sea internet, folletos y por palabra de otros compañeros, de la existencia de este programa. La verdad, y tengo que decirlo, incrédulo yo, y le agradezco a un compañero que está presente, me dice: “Vente, vamos, vamos a las pláticas, van a venir personas de la Secretaría de Pueblos y Barrios, nos van a comentar de un programa que apoya los caminos, y nosotros tenemos un camino muy, muy maltratado”.

Lo expreso así, la verdad es que a veces acceder a los programas es un tanto complicado por una serie de recursos o de requisitos que nos solicitan, y más que nada el tiempo, porque cuando vives de la producción primaria, poco es el tiempo que te queda, ¿no? Entonces, me comenta el compañero Mariano: “Son tres millones”. Y acá, su servidor, discúlpenme, pues yo: “Si un apoyo de 20 mil pesos es difícil lograrlo, imagínate uno de tres millones”.

Pero, vamos, asistíamos al quiosco de Milpa Alta, en plena época de lluvias llegaron los promotores de “Ojtli”, vuelvo a agradecer el trabajo, el esfuerzo que realizaron por hacernos de la información. Y ávidos del apoyo, muchos, muchos compañeros de allá de Milpa Alta se acercaron y preguntaban: “¿Y se necesita esto? ¿Y qué tengo que poner yo?”. Total, que fueron varias reuniones informativas y después ya se hizo una asamblea como tal, en donde, como la compañera que me antecedió, participó. Hubo varias propuestas, ¿no?

Yo agradezco, fuimos nosotros quienes fuimos apoyados, “Camino viejo al Teuhtli” es el proyecto que salió beneficiado. Y somos más de 200 familias productoras de nopal que diariamente circulábamos por ahí y que, pues no todos con unidades de último modelo, ¿verdad? La verdad es que el parque vehicular de Milpa Alta es a veces muy raquítico y ahí íbamos entre brinco y salto para llegar a nuestras parcelas.

Presentamos nuestra propuesta a una asistencia bastante importante, fue elegida entre todas las demás, los compañeros hicieron el levantamiento de dicha asamblea y en ella, por votación democrática, a mano alzada, nos eligieron a nosotros para ser parte de este gran proyecto.

Nos comentaron qué era lo que teníamos que hacer, qué requisitos teníamos que llevar, cuáles eran las necesidades que teníamos que tener; que, sobre todo, es una situación totalmente apartada de cualquier recurso económico, aquí no te pagan nada, es: si lo vas a hacer, lo vas a hacer, porque tienes ese gusto y esa empatía con tu comunidad.

Entonces, se vino una serie de propuestas, obviamente hay un listado de empresas que te pueden dar el servicio, pero tienen que cumplir con ciertas características; a las cuales, pues escuchamos a más de siete y fue Intel Tráfico, agradezco también a la empresa, que se dio el tiempo de atendernos, de asesorarnos, al igual que también a todo el personal técnico y social de “Ojtli”, que a su vez nos respaldaba en cada momento: “Esto sí, esto no, esto sí se puede, esto no se puede”.

Y más porque estamos en una comunidad de conservación natural, ecológica, no podemos hacer cosas que rompan con la naturaleza. Se respetaron los árboles que estaban incluso invadiendo parte de los caminos, se respetaron los linderos de todos los compañeros. Y los compañeros estuvieron muy contentos al final, porque a hoy suben con sus unidades y sean muy atrasadas o sean muy nuevas, suben con una calidad y un bienestar muy importante.

Entonces, aquí a la doctora Laura Ita, ese gran corazón; esa visión, porque agradezco nuevamente también a quienes me anteceden, yo solamente soy un eslabón, soy un “granito de arena”, gracias a los abuelos que tuvieron la visión de ampliar esos caminos “saca cosechas”, así conocidos de manera general, pero allá en nuestro pueblo, “veredas”, que eran los espacios con los que podía uno llegar a las áreas de cultivo.

Tuvimos el gusto, el orgullo de pertenecer a esos pobladores que dijeron: “Hace falta que entren los carros para que podamos ampliar nuestras producciones, mejorar nuestra calidad de vida”. Y a marro y a cincel, a barreta y a mucho esfuerzo se lograron abrir esos caminos que primero fueron terracería, eran básicamente espacios en donde era muy agreste poder pasar. Y, entonces, he cooperado siendo un “granito”, un mero apoyo. Es gracias a “Ojtli” que tenemos a hoy un camino con una calidad muy importante, ¿no?

Y, entonces, ojalá que se siga realizando, que siga habiendo como yo, muchos que están aquí presentes conmigo, en cada una de sus comunidades, que conocen las necesidades, que abrieron esa oportunidad, y que nosotros podamos seguir viendo por esa necesidad directa que tiene el pueblo, esa necesidad directa que tienen las personas, las mujeres; que muchas mujeres ahora manejan, que muchas mujeres son ahora las que sacan adelante la economía de las familias.

Entonces, gracias “Ojtli”, gracias doctora, gracias Jefe de Gobierno, estamos aquí con ustedes.