Mensaje del Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, durante la Firma del Convenio específico de colaboración entre COFEPRIS y la Universidad de la Salud

Publicado el 18 Abril 2024

JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Muchas gracias. Gracias a nuestros amigos, amigas que están en el presídium. Saludo especialmente al ministro de Salud de Guatemala, es invitado especial, y a todas y todos los asistentes a este acto.

El tema de la salud es un tema fundamental, es un derecho fundamental, forma parte de los llamados cuatro pilares del estado de bienestar: educación, trabajo, pensiones, salud, aunque el bienestar social tiene más aristas, pero se dice que estos son los cuatro pilares. Entonces la salud es importante, fundamental para un proyecto de transformación en el que el bienestar es el centro.

El Gobierno de la República, ahora que estamos en la parte final de la administración, no está simplemente concluyendo el sexenio, sino que ha decidido enfatizar fuertemente el tema de la salud en la última parte de la administración.

Aquí, algunos compañeros saben que un lunes de cada 15 días hay una reunión en Palacio Nacional con el Presidente de la República para abordar el tema de salud; y, bueno, como yo estoy aquí, estoy muy cerquita, en contra esquina, pues me invitan a la reunión, sin menoscabo de las reuniones que se realizan con los gobernadores para dicho fin.

A lo largo de estos años se ha dado una transformación que ha buscado enfatizar lo público, lo gratuito, lo integral y lo universal en el sistema de salud.

Yo les he dicho en algunos eventos que hemos tenido con la ciudadanía, ahora que promovemos unas jornadas contra la diabetes, he comentado una extraordinaria película del documentalista Michael Moore, que se hizo famoso por el documental “Masacre en Columbine”; pero, después, sobre esa base elaboró otros documentales.

Y hay una película, que es también un documental, que se llama “Sicko” –Sicko, se escribe–, que es una crítica demoledora al sistema de salud norteamericano, al sistema de salud en Estados Unidos que se encuentra casi totalmente privatizado.

El documentalista hace la reflexión de cómo es posible que no exista un sistema de salud público en Estados Unidos. Y luego, evidencia todas las resistencias que hay contra el sistema de salud público, que cada vez que un gobernante ha querido impulsar un sistema de salud público aparecen los grandes intereses, las grandes compañías, las enormes empresas privadas de salud a boicotear el avance del sistema de salud público, por lo tanto, no debe extrañarnos tampoco lo que pueda suceder en nuestro país.

Pero él documenta todo lo que pasa en Estados Unidos, todo el (inaudible) que realizan estas grandes compañías y cómo son las dueñas de la salud.

Así, el estadounidense común para tener acceso a servicios de salud debe estar afiliado a un seguro de gastos médicos mayores de una empresa privada, si no lo está no tiene servicios de salud; pero aun el que está y cuenta con sus gastos médicos mayores a los que tiene que abonar grandes cantidades de dinero cada año, se encuentra ante la circunstancia de que, en un momento de grave situación de salud personal, el seguro no le cubre la enfermedad que está padeciendo o que ha descubierto.

Entonces, el documentalista se da a la tarea de viajar con un grupo de rescatistas del 11 de septiembre del 2001, de Las Torres Gemelas, porque ninguno de ellos tiene un seguro médico de gastos mayores que le permite enfrentar la intoxicación que tienen en los pulmones por el polvo que recibieron intensamente en los días de rescate.

Se va de Estados Unidos y se sorprende de que llegan a Gran Bretaña y les digan “pásenle, los podemos atender”, “¿nos pueden atender?”, “sí”, “somos extranjeros”, “no importa”. Los atienden y al final preguntan: “¿cuánto es?, ¿cuánto les debemos?”, “nada, el servicio de salud es público, es gratuito, es universal”.

El ejemplo es tan fuerte que se indaga y resulta que los grandes sindicatos de trabajadores, desde los años sesenta conquistaron –cincuenta, sesenta– un servicio de salud público universal y gratuito.

Bueno, esta referencia es tan importante porque el contraste es enorme entre dos países anglosajones, uno con un sistema totalmente privatizado y otro que cuenta con un servicio público muy fuerte y que, además, es universal y es gratuito.

En el caso de México, en los años del neoliberalismo, el sector salud fue primero abandonado, desmantelado, privatizado en los hechos.

El caso, por ejemplo, de las instituciones que sobrevivieron a la gran oleada neoliberal es sorprendente, se puede decir, “bueno, ahí está el ISSSTE”, por ejemplo, una gran institución pública, pero en el momento de desatorar la madeja, resulta que al buscar impulsar, reimpulsar al ISSSTE, todo está privatizado internamente, los servicios de radiografía los tiene la empresa, los servicios cardiológicos otra empresa, etcétera, etcétera, entonces resulta que los procesos de privatización llegaron hasta el interior.

Lo más conocido es el tema del Seguro Popular, que alguien lo describe, alguien que defendía al Seguro Popular en otro momento escribía un conjunto de enfermedades que no cubría el seguro popular que, además, se tenía que pagar; y, por otro lado, subrogaba a particulares muchos servicios.

A lo largo de esta administración se ha buscado sustituir un seguro que no era popular, en el que tenía que haber un copago, por un servicio universal en el que toda persona que no tenga seguridad social laboral sea necesariamente, automáticamente un derechohabiente del IMSS-Bienestar, en este caso. El IMSS-Bienestar entonces es el proyecto para universalizar la salud, es el proyecto para nuestro servicio nacional de salud pública universal, gratuito e integral.

En ese sentido, se ha hecho un enorme esfuerzo por parte del Gobierno de la República, y este esfuerzo ha implicado el rescate de más o menos 100 hospitales que han sido construidos, o reconstruidos algunos de ellos, que estaban abandonados desde hace muchos años.

Aquí en la Ciudad de México hemos estado con las autoridades de Salud de diversas autoridades, porque se construyó un nuevo hospital del ISSSTE en Tláhuac; se construyó un nuevo hospital del IMSS, totalmente nuevo y se construyó en unos cuantos meses, o sea, cuando yo llegué a la Secretaría de Gobierno me visitaron los compañeros del IMSS para presentar el proyecto y de cero lo construyeron y hace poco fuimos a su inauguración.

Acompañamos al director del IMSS también a la inauguración del Hospital en Expansión en Tlatelolco, donde la infraestructura que se puso para la atención de los pacientes con COVID se quedó y ya se convirtió en un hospital permanente.

Aquí en la ciudad se reconstruyó el Hospital de Topilejo y se reconstruyó el Hospital de Cuajimalpa.

También, recientemente acudimos a la inauguración de la nueva sala de trauma-choque del Hospital de Milpa Alta; y realizamos un recorrido en el Hospital “Rubén Leñero”, que es el más antiguo de todos los hospitales generales, donde hay una nueva sala de atención ambulatoria, quirófano para situaciones ambulatorias, nueva sala de trauma-choque, nueva sala de rayos X, nuevo tomógrafo.

Se han adquirido aquí en la Ciudad de México ocho tomógrafos –cuatro han llegado, cuatro vienen en camino– para reforzar nuestras instalaciones, en un cambio de equipo que se está realizando en diversas instalaciones de salud, aquí en la Ciudad de México.

Y bueno, en el contexto de este proceso de federalización de la salud, estamos teniendo el apoyo del Gobierno Federal para la transformación del Hospital de “La Pastora” a un hospital de atención a cáncer de mama y a cáncer cervicouterino, por poner algunos ejemplos.

No obstante, todo esto, la pandemia mostró otras aristas del tema de la salud, no hacía falta solamente más infraestructura, sino que hacía falta también más investigación y hacía falta también más profesionales de la salud.

Antes de la pandemia se tenía el prejuicio de que había muchos médicos, nada más vean la Facultad de Medicina de la UNAM, cuántos se inscriben, como 10 mil; pero en realidad la pandemia mostró que no había suficiente personal de salud, médicos, enfermeros, profesionistas en salud pública y otro tipo de trabajadoras, trabajadores de la salud. Eso condujo al Gobierno de la Ciudad de México a crear la Universidad de la Salud.

Y la Universidad de la Salud se ha convertido en un referente y es un referente aquí en la ciudad, porque es una universidad de la ciudad, pero tiene muchos alumnos que vienen de estados de la República; y ahora se está abriendo para ser una universidad con alumnos que vengan de otros países, de tal forma que sea una referencia regional y que mire fundamentalmente hacia el sur de nuestro país, por eso está aquí el ministro de Salud de Guatemala.

Con este convenio se fortalece la Universidad de la Salud. El convenio que se firma hoy permite la elaboración de programas educativos, desarrollo científico, promoción de actividades de formación, estudios de posgrado, educación continua; y también, a partir de ello, la creación de la Especialidad de Regulación Sanitaria de Medicamentos y Vacunas, es decir, una especialización en el campo de la salud.

Esto que comenzó en marzo, busca profesionales que puedan desarrollarse en el sector farmacéutico a nivel nacional e internacional en ámbitos operativos relacionados con la producción de medicamentos y vacunas.

El convenio es un punto de partida para poner en marcha la Escuela Regional de Regulación Sanitaria, que es un compromiso incluso con organizaciones internacionales de la salud para promover la convergencia regulatoria en América Latina y el Caribe. Entonces, como decía, esto sitúa a México en una posición líder a nivel regional.

Se busca que la escuela funja como un órgano certificador en el proceso generador de dispositivos médicos, farmacéuticos e inmunizaciones. Así, se pretende que México y los países de América Latina puedan generar sus propios medicamentos y vacunas, y con ello reducir costos de inversión y ampliar las posibilidades del acceso de los habitantes a la salud.

Nos da mucho gusto el paso que se da el día de hoy, cuenta con toda la simpatía y el apoyo institucional del Gobierno de la Ciudad de México, esto redundará en la salud de los mexicanos y ayudará a que México ayude a la salud de otros habitantes de América Latina.

Felicidades y muchas gracias.

TITULAR DE LA COMISIÓN FEDERAL PARA LA PROTECCIÓN CONTRA RIESGOS SANITARIOS (COFEPRIS), ALEJANDRO ERNESTO SVARCH PÉREZ (AESP): Muy buenas tardes. Es un profundo honor saludarlos en este día histórico y lleno de alegría para la COFEPRIS.

Saludo con enorme respeto a nuestro distinguido presídium, al doctor Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Muchas gracias, señor Jefe de Gobierno, desde COFEPRIS nos sentimos tremendamente orgullosos de que una ciudad de reconocimiento mundial por su siempre apuesta por la cultura, la educación y la innovación, y que lo hace con acento social, como lo es la Ciudad de México, sea hoy sede de este espacio único e inspirador de formación regulatoria regional.

También saludo con mucho respeto y cariño a la doctora Ofelia Angulo Guerrero, secretaria de Educación, Ciencia y Tecnología de la Ciudad de México; a la doctora Lilia Elena Monroy, directora general de la Universidad de la Salud; al doctor José Alejandro Ávalos Bracho, coordinador estatal del IMSS-Bienestar en esta ciudad; a la señora Suvi Roponen, jefa de la Misión Adjunta de la Unión Europea, gracias por acompañarnos en un avance más para la regulación sanitaria de México y la región de las Américas, muchas gracias.

También saludo al doctor José Moya Medina, representante de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud en México, gran amigo y compañero incondicional en nuestra batalla por la salud pública, muchas gracias, doctor Moya; al doctor Gerardo Alfaro, representante de la OPS en Guatemala; y a nuestro invitado de honor en tan importante día, al doctor Óscar Cordón Cruz, ministro de Salud Pública y Asistencia de Guatemala, sea usted, señor ministro, bienvenido a nuestro país y, sobre todo, a este hermoso recinto lleno de historia y significado.

También agradezco a la canciller, a la doctora Alicia Bárcena, y su representante aquí presente, a mi querido amigo Imanol.

Durante años, desde las metrópolis hasta los rincones más agrestes del país, un clamor de voces se alzaba anhelando que sabias miradas se tornasen a escucharlas, que manos preparadas aliviasen sus males, pero una y otra vez, esas voces se ahogaban en el vacío.

Ante esta gran falta de personal de medicina y enfermería que padecía nuestro país, los cimientos de la Universidad de la Salud se alzaron en 2020; pero no me refiero solo a la estructura arquitectónica de la escuela con la que hoy firmamos un acuerdo histórico, son verdaderos cimientos, son las y los jóvenes que, convencidos de la misión de esta universidad, eligieron ser esas sabias miradas y esas manos preparadas que atendiesen las dolencias de personas, familiares y, sobre todo, de comunidades rurales que habitan el país en su extensa geografía.

Algo de lo que adolecemos en la región de las Américas es, sin duda, la ausencia de formación pública en materia de regulación sanitaria y al alcance de todos; un elemento trascendental para el desarrollo de profesionales de la salud, como los que reciben aquí formación, en la UNISA en esta ciudad.

En este tenor, COFEPRIS comparte una visión con esta casa de estudios y este gobierno: cubrir necesidades de educación con enfoque en la salud pública o, mejor dicho, con enfoque centrado en el carácter público de la salud.

Es por ello que hace un año en la sede de nuestra magna Secretaría de Relaciones Exteriores y en compañía de invaluables aliados internacionales como el doctor José Moya y Suvi Roponen, de la Unión Europea, establecimos bajo un convenio marco de colaboración, los criterios fundamentales para la coordinación de acciones formativas, sentando así las bases para futuros convenios específicos.

A través de nuestros comprometidos equipos de trabajo se fue apuntalando un férreo andamiaje de capacidades intersectoriales e interinstitucionales, logrando consolidar un sueño que nació y que gracias a sus esfuerzos, hoy se materializa en la Escuela Regional de Regulación Sanitaria con programas educativos de alta calidad.

Gracias al equipo de COFEPRIS, al equipo de Fomento Sanitario, a Pablo, a David, a Joaquín por hacer este sueño una realidad, y a todo el personal, nacional e internacional, que trabaja diariamente en hacer que la Escuela Regional de Regulación Sanitaria sea un logro inédito en la formación de recursos humanos para la salud.

Y qué mayor símbolo de la sinergia interinstitucional, que el reflejado en este distinguido presídium: el doctor Batres, la doctora Monroy, la doctora Angulo, el doctor Ávalos como bastiones de la salud, la educación y el Gobierno de la Ciudad. Cuenten, por favor, con COFEPRIS para el fortalecimiento del bienestar de sus habitantes de esta bella ciudad.

Junto a ustedes y el incondicional acompañamiento de la Unión Europea con Suvi Roponen, y de la OPS, será pieza clave para la realización de este proyecto de alcance regional.

Pero también quisiera festejar la excepcional compañía del doctor Óscar Cordón Cruz, ministro de Salud Pública y Asistencia de Guatemala, un país hermano, unido por nuestros milenarios vínculos con la cultura maya, tierra del aclamado José Batres, y cuyo volcán, cual la cima más alta posible, conversa con nuestro Popocatépetl sobre los vestigios de tiempos desde sus incansables alturas. Tenga la seguridad, señor ministro, de que su estancia con nosotros va a solidificar los proyectos comunes transversales como la Escuela Regional de Regulación Sanitaria.

El día de hoy nos unimos a la comunidad docente, estudiantes y a todo el gran equipo que conforman nuestros comisionados y personal de COFEPRIS para conmemorar, a través de este convenio, uno de los valores fundamentales para el ser humano: el derecho a la salud y a una vida libre de riesgos sanitarios.

Sigamos hoy abriendo las puertas de la Escuela Regional de Regulación Sanitaria para tener un mañana con futuro y que las personas de todos los rincones de nuestra América vivan con plenitud de derecho a la salud y para que aquel clamor de voces no perezca en lejanos ecos.

Muchas gracias.

DIRECTORA GENERAL DE LA UNIVERSIDAD DE LA SALUD, LILIA ELENA MONROY RAMÍREZ DE ARELLANO (LEMRA): En la salud comunitaria yace el poder de transformar colectivamente nuestras realidades hacia un futuro más próspero y más equitativo. Muy buenas tardes a todas, todes y todos los presentes.

Quiero iniciar extendiendo mi agradecimiento al doctor Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, por recibirnos en este magnífico espacio. Muchas gracias, señor, por su confianza y por todo el apoyo.

También saludo al representante en Centroamérica y el Caribe que nos acompaña en representación de la doctora Alicia Bárcenas, secretaria de Relaciones Exteriores, muchas gracias por la compañía; y al doctor Alejandro Svarch, titular de COFEPRIS; a todos los miembros del presídium y a todas las destacadas personalidades que hoy nos acompañan en este importante evento.

Hay un tema que considero fundamental en nuestra sociedad y en el que, estoy segura, todas y todos los que estamos aquí reunidos el día de hoy, confluimos: el derecho a la salud y su conexión intrínseca con la educación.

Como comunidad, es nuestro deber reconocer que la salud no es un privilegio, sino un derecho humano fundamental y, en ese contexto, la creación de la Universidad de la Salud y las relaciones institucionales como las que hoy estamos concretando, cobran una relevancia extraordinaria.

Pesar en estrategias, planes y programas educativos orientados a la atención de las necesidades de la población, es una de las tareas fundamentales de las universidades; para lograr esto, necesitamos terminar con las brechas que impiden que la población acceda a información y servicios en salud, pero, sobre todo, a una atención integral e integrada.

La Universidad de la Salud construye y conspira una comunidad universitaria que entiende que la atención a la salud es primordial para construir comunidades fuertes y prósperos territorios.

Una de las iniciativas más destacadas que surge a partir de la colaboración institucional, es precisamente la Especialidad en Regulación Sanitaria de Medicamentos y Vacunas, una necesidad francamente sentida por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y que, con la colaboración de UNISA, concreta un plan de estudios de posgrado transdisciplinario, desarrollado con especialistas y expertos en regulación sanitaria que aportaron, sobre todo, su experiencia. También participaron especialistas en educación, en administración educativa y en tecnologías.

A todos ustedes que destinaron un largo tiempo, tiempo de su tiempo y de su experiencia, les agradecemos infinito.

Las relaciones interinstitucionales son primordiales para facilitar el intercambio de conocimientos, recursos y experiencias; nos permiten abordar desafíos de manera más efectiva y amplia.

Estas relaciones son esenciales para promover espacios académicos que protejan y aboguen por el derecho a la salud, porque la salud no se construye desde un consultorio o un hospital, se construye en el territorio, con el trabajo colectivo, rompiendo barreras y consolidando relaciones basadas en la equidad, en la interculturalidad y en el respeto a los derechos de todas las personas.

Gracias a todas y todes los presentes por ser parte de esta gran comunidad que busca favorecer el bienestar de las y los ciudadanos. Que este convenio sea el inicio de una fructífera colaboración que marque la diferencia en el ámbito de la salud pública y que siga permitiendo la garantía del derecho a la salud para todas las personas.

Muchas gracias.

ESTUDIANTE DE LA ESPECIALIDAD DE REGULACIÓN SANITARIA DE MEDICAMENTOS Y VACUNAS EN LA UNIVERSIDAD DE LA S