Mensaje del Jefe de Gobierno Martí Batres Guadarrama, durante Inicio del Ciclo Escolar 2024-2025 de la quinta generación de la Maestría en Gestión Pública para la buena administración
JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Me da mucho gusto estar con ustedes en esta inauguración.
Es muy loable que un gobierno decida tener una escuela para la formación de sus servidores públicos. Con ese propósito se creó la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, entonces Distrito Federal, para formar mejor a sus servidores públicos, para capacitarlos mejor, con la idea de que cada vez tuvieran mayores conocimientos, mayores elementos educativos, cognoscitivos y para que su actuación sea mejor en la vida pública.
No obstante, cuando hablamos de escuela, sabemos que existen varios significados. Hace unos días que fui con el Presidente de la República a la inauguración de la Escuela de Box de Tepito, comenté que se puede entender por escuela un plantel y que en ese sentido nosotros le entregamos un plantel a los jóvenes y a dicha comunidad, le entregamos una escuela entendiendo que les entregamos un plantel.
Pero escuela tiene otro significado u otros, pero uno de ellos es el siguiente: es un conjunto de ideas, es un conjunto de prácticas, de tradiciones, de conceptos, de discípulos, es decir, toda una visión, todo un pensamiento, ese es otro significado de la palabra escuela. En ese momento lo que dije es que, en ese sentido, los que nos han dado una escuela a nosotros son los boxeadores de Tepito, que le han aportado a la Ciudad de México y al país una gran escuela de box, entendida como conjunto de prácticas, tradiciones y conocimientos.
Ahora bien, aquí estando en la Escuela de Administración, me interesa mucho también hacer la distinción. Claro que felicitamos la existencia de la escuela como institución y como espacio académico, pero creo que también estamos creando otra escuela, que nos interesa que esté entrelazada con esta escuela: estamos creando una escuela de pensamiento sobre lo que deben ser los servidores públicos, lo que debe ser el servicio público.
Esta es una escuela que rompe con un conjunto de viejos conceptos, rompe con un conjunto de viejas prácticas, esta escuela que estamos creando, al calor de todos estos años, que se han vivido intensamente en la Ciudad de México y también en el país, tiene que ver con las características que deseamos en el servicio público y, particularmente, en los servidores públicos. Podríamos hacer un listado de todo lo que a la gente no les gusta de los servidores públicos, pero es muy probable que ustedes tengan presente ese listado.
Quisiera enfocarme, sobre todo a lo que considero debe ser una escuela de pensamiento de nuevos servidores públicos y al respecto, quiero tocar brevemente 10 puntos.
Primero. Hay que acudir al origen de los términos. Vamos a acudir al origen del término “servicio”. El servidor público es el que sirve, es el que está al servicio del pueblo, si lo vemos etimológicamente eso es lo que quiere decir: el servidor público es el que está al servicio del pueblo. Eso significa que el servidor público, el funcionario no es el jefe, el jefe es el pueblo, el funcionario es el súbdito que está a las órdenes del pueblo.
Transformar lo que se ha pensado tradicionalmente va a costar trabajo, pero esta es la visión que tenemos, dije, queremos inculcar, porque el que ordena es el pueblo, quien ordena es la gente y quien obedece es el gobierno.
En segundo punto, me refiero al trabajo. Servir al pueblo es trabajar. Esto tiene que hacernos romper con la idea burocrática de que el servidor público tiene un horario establecido, es decir, para que me entiendan, hay que descodinizar el servicio público, no es que el servidor público debe llegar a las 09:00 y salir a las 03:00 a comer, regresar a las 06:00 otro rato, y luego irse a su casa.
Bueno, tal vez el quien tiene una labor propiamente de trabajo de base se puede entender, pero quien ya tiene una responsabilidad, quien ya tiene una responsabilidad de dirección en el servicio público, no puede entender el trabajo desde ese punto de vista.
Si hay un sismo a las 03:00 de la mañana, un conjunto de servidores públicos que tienen determinada responsabilidad deberá estar en una sala de crisis para recibir la información y deberán operar un conjunto de directrices, o acaso alguien podrá decir: “son las 03:00 de la mañana, estoy fuera de horario de servicio”, sería absurdo.
Pero pongo un ejemplo extremo, sin embargo, ocurren muchas otras cosas, ocurren cosas en la vida del servicio público, otras cosas cotidianamente. A veces, uno está en domingo y ese domingo hay cosas que hacer, a veces hay tareas que realizar y se tienen que realizar en un breve lapso y eso significa que se tienen que contar los días claramente para poder cumplir con las metas que nos hemos propuesto.
Tres. Austeridad, Austeridad Republicana. Este es un principio fundamental porque quiere decir que el servicio público implica el sacrificio de una aspiración material desmedida. Quien quiera hacer fortuna económica no debe estar en el servicio público, quien quiera hacer fortuna económica tiene que estar en otro lado, tiene que estar en el ámbito privado, debe irse a abrir su restaurante, abrir su negocio, abrir su empresa y dedicarse de tiempo completo a eso.
Pero si alguien llega al servicio público pensando que por esa vía se va a enriquecer, lo que va a hacer es destruir el servicio público. Eso es muy importante, porque para quien inicia una carrera en el servicio público debe haber una constante a lo largo del tiempo que le indique que ese es un lugar donde va a tener un cierto sacrificio sus anhelos de aspiraciones materiales.
Eso quiere decir que el servidor público debe tener, como decía Juárez, un salario decoroso, pero en la justa medianía y eso implica también desmontar mucho de lo que ha sucedido históricamente.
Ahora, déjenme contarles, que me tocó llegar al Senado ahora en 2018 y fui presidente del Senado, presidente de la Mesa Directiva el primer año y llegando hicimos un conjunto de cambios sobre una serie de cosas que ahí estaban, les pongo unos ejemplos: había un bono de bienvenida de 400 mil pesos para los senadores, solo por el hecho de llegar al Senado.
También había bonos de productividad por si se desvelaban los senadores, pues les daban bonos de productividad. También tenían el pago de celulares, de viáticos, de gasolinas y tenían también el acceso a vehículos, a escoltas y a otro tipo de apoyos, es más, había hasta una peluquería y salón de belleza gratuitos.
En otras palabras, un conjunto de gastos suntuarios que no eran necesarios para el ejercicio del servicio público. Todo eso se quitó y hay muchas cosas más que se quitaron y significó un ahorro de mil millones de pesos. El Senado pasó de un presupuesto de 5 mil millones a 4 mil millones ese año, de 2018 a 2019.
¿Y pasó algo? ¿Se derrumbó el presupuesto? ¿No pudo operar? No, falso, pudo operar perfectamente bien y tenía recursos para las necesidades cotidianas, pero se quitaron un conjunto de privilegios y esos recursos se destinaron a mejores destinos.
Cuatro. La honestidad. La corrupción destruye el servicio público, si hay corrupción es imposible servir porque si lo que priva es otro tipo de interés, la administración se distorsiona, el objeto de la misma queda prácticamente nulificado y, obviamente, los problemas que tienen que resolverse por los servidores públicos crecen, crecen y crecen.
Cinco. La autonomía frente a los grandes intereses. Estamos en una sociedad que es una sociedad desigual, es una sociedad donde hay quienes concentran mucha riqueza y quieren más; y donde hay muchos que no tienen, que tienen poco o no tienen nada.
Y en esas circunstancias los grandes intereses económicos presionan siempre para que el servidor público esté siempre a su servicio y no de la gente, no del pueblo. Y es demasiado común que el servidor público o que muchos servidores públicos busquen congraciarse con los grandes intereses económicos.
Entonces, no se ponen al servicio del pueblo, sino que se ponen al servicio de esos grandes intereses económicos que presionan por un lado, presionan por otro, presionan hasta conseguir el objetivo que quieren. Entonces, el servicio público tiene que ser autónomo respecto a esos grandes intereses.
Seis. La función equilibradora y justiciera del servicio público. Si reconocemos que tenemos una sociedad desigual el servidor público lo que tiene que hacer es ponerse del lado del más débil, porque al final de cuentas la justicia es favorecer a quien se encuentra en situación de desventaja, la justicia significa equilibrar, por eso, eso quiere decir que no se puede tratar igual a los desiguales, sino que se tiene que tener preferencia por el desigual.
Yo he dicho y ahora recientemente que tomé posesión del cargo en la Jefatura de Gobierno, les dije a los compañeros del Gabinete: todos los días nos enfrentamos a situaciones, todos los días tenemos que resolver problemas, todos los días tenemos que tomar decisiones; para tomar decisiones tenemos varias opciones y tenemos que escoger entre esas opciones cuál aplicamos, yo les pido –les dije– que apliquemos la opción que beneficie más a las personas que se encuentran en situación de desventaja, discriminación, exclusión, pobreza o algún tipo de situación de desigualdad. Eso es lo tiene que hacer el servidor público cotidianamente.
Siete. Contacto directo. Hay una frase que lo hace gráfico, esta frase que dice: “menos escritorio y más territorio”. Tal vez alguien diga, un funcionario o funcionaria diga: “yo no soy político, no tengo porque ir a la calle, yo aquí recibo mis instrucciones en el escritorio o aquí hago las cosas”, pero esto es falso. Todo servidor público debe de tener contacto con la gente, si no tiene contacto con la gente cómo puede saber lo que debe hacerse.
Ahora, por ejemplo, no se acostumbraba que el Ministerio Público tuviera audiencias públicas, audiencias ciudadanas y la fiscal Ernestina Godoy empezó a hacer audiencias ella misma, audiencias ciudadanas y la audiencia le permitió conocer situaciones y casos de problemas que existían.
Esto es muy importante, porque muchas de las cosas que corren por los laberintos ordinarios de la burocracia, ahí se pierden y tienen un tratamiento eminentemente formal, pero cuando una persona llega y dice: “aquí vivían mis padres, adultos mayores, llegaron unas personas, los despojaron, los sacaron a la fuerza, no saben cómo defenderse”, entonces uno adquiere otros elementos para poder resolver esas situaciones.
Cuando una persona llega y dice: “tal funcionario cobra por realizar un servicio”, entonces tiene otra información. La gente habla con nosotros de una manera más directa cuando estamos en las calles de la ciudad; no solo damos un mensaje, también recibimos mucha información.
Ocho. Bienestar social. Este es un punto fundamental. No tiene sentido alguno el servicio público si no persigue el bienestar social, ese es el objetivo fundamental del servicio público, que es cambiar la vida de la gente.
Esto ha significado una lucha ideológica muy fuerte, pero México ha sido pionero en esta lucha. Ya cuando se debatía la Constitución de 1917, los grandes juristas, doctos, las eminencias del derecho decían: “No puede haber derechos sociales en una constitución. Una constitución debe tener su parte orgánica y su parte dogmática: su parte orgánica que define cuáles son los órganos del Estado y la parte dogmática que define los derechos del individuo, pero no puede haber derechos sociales”.
Los constituyentes del ‘17, soldados, campesinos, obreros, periodistas, intelectuales que estaban en el constituyente, que hacían mayoría en el constituyente, decidieron otra cosa y cambiaron el derecho y decidieron incorporar el derecho a la educación, el derecho al trabajo, el derecho a la tierra, entre otros, y abrieron la puerta para que otras constituciones en los años posteriores hicieran lo mismo.
Los derechos sociales son obligaciones del Estado, y lo que permite darle un rostro humano al poder político son los derechos sociales, son los derechos de bienestar. Por eso, coincido y considero con la idea, coincido con la idea que ha dicho el Presidente, que el poder se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, si no se busca el bienestar social, el servicio público no es un noble oficio.
Nueve. Por paradójico que parezca, en esta nueva escuela de pensamiento es muy importante el combate a la burocracia. La burocracia es, tal vez, el peor enemigo que tiene un gobierno, todo lo que se dice no se puede.
Luego abundan los asesores, colaboradores, jurídicos, etcétera, que como dice la frase: “en lugar de volver en sí, vuelven en no”; y uno dice: “Queremos desarrollar esta iniciativa”, no se puede, no se puede porque el reglamento dice en su fracción 985 que no se puede, no se puede, no se puede nada, nunca se puede nada. No se haría nada si nos subordinamos a la lógica de la burocracia, hay que romper la burocracia, hay que romper con la burocracia, hay que romper con las prácticas burocráticas para poder realizar un programa de gobierno.
Bueno, aquí hay anécdotas de todo tipo. Para irme un poco lejos, cuando estaba el tema este de que empieza la Pensión de Adultos Mayores en la Ciudad de México, había quien decía, por ejemplo, el Presidente de la República de aquel entonces, Vicente Fox: “No hay dinero que alcance para eso, es imposible, van a quebrar esas finanzas de la Ciudad de México, no se puede solventar, no se puede financiar”, y entonces hubo que dar una lucha ideológica al respecto.
En ese entonces, la pensión llegó a tener un costo de unos 4 mil, 5 mil millones de pesos, claro que ha habido inflación y ha habido cambios, pero nada más el costo de la pensión de los adultos mayores de la Ciudad de México, que ya es un programa federal, pero me quiero referir a los costos, es del orden de 46 mil millones de pesos.
La Pensión de Adultos Mayores en la ciudad se entregaba a los mayores de 70 años de edad, luego bajó, bajó la edad a 68 y también se decía “no va a alcanzar”, y luego bajó la edad a 65 y además se duplicó el monto de la pensión y por supuesto que dio, fue perfectamente posible. Hoy el Gobierno de la República, que tiene a su cargo esta pensión, es un gobierno que tiene un equilibrio en sus finanzas públicas y no dejaron de crecer estas transferencias económicas.
Bueno, aquí mismo en la ciudad se federalizó la pensión, pero se generaron otro tipo de programas. Había una beca que se daba aquí en la ciudad, en las escuelas, la beca de “Niños Talento”, se entregaba a más o menos 90 mil estudiantes de las escuelas públicas básicas. De esa beca pasamos a la beca de “Bienestar para Niñas y Niños, Mi Beca Para Empezar” y pasamos de 90 mil a un millón 250 mil becados y además se duplicó el monto de la beca, y las finanzas siguen siendo sanas, o sea, sí se puede, sí se pueden hacer las cosas, se pueden hacer las cosas.
Yo recuerdo que había una anécdota que decía, bueno, no quiero dar muchos detalles, pero al parecer, cuando estaba el tema de los segundos pisos del Periférico y empezaba este proyecto, hubo quien dijo: “Eso no se puede, eso es imposible” y entonces, parece que el actual Presidente dijo: “Pues entonces, yo tengo quien sí lo puede hacer”, y sí se pudo y sí se hizo.
También, digo, no yendo tan lejos, yo me encontré en algún caso con alguna persona que decía: “¿Y qué hacen los del área jurídica en las reuniones donde se atiende a grupos sociales, eso es una irregularidad?”, pero no, no es irregularidad, porque donde se atienden grupos sociales hay problemas que requieren atención jurídica. Y entonces, así rompemos con barreras burocráticas e incorporamos al conjunto de servidores públicos a las labores que implican la atención de la gente, la atención de la ciudadanía.
Aquí, quiero reiterar este punto, yo creo que en la tónica del servicio público debe prevalecer la idea de ponerse del lado de la gente, cuando hay un conflicto hay que ponerse del lado de la gente.
Ahora, por ejemplo, les pongo algunos casos que me han tocado ahora como Jefe de Gobierno, había un conflicto en el Eje 7, ahí en Santa Cruz Atoyac, porque requerían construir un edificio de 12 niveles y solo estaban autorizados seis; los pobladores de ahí, los del pueblo, los que conservan más la tradición del pueblo de Santa Cruz Atoyac, bloquean la calle en protesta, porque no se les escuchaba y entonces revisamos el asunto y yo les pedí a los compañeros: “Escuchen a la gente para ver qué es lo que está diciendo”.
Y sus razonamientos eran muy válidos, porque romper el límite que establecía la ley implicaba un conjunto de fenómenos que distorsionaban la función primordial del servicio público, que es garantizar el bienestar de la población.
Y así, se tomó la decisión de que solo se construían seis niveles, de paso por ahí hasta se afectaron intereses oscuros que luego se dan en estas situaciones, porque luego cuando se autorizan más niveles de los permitidos en estos casos, como sabemos, hay otro tipo de situaciones, ahí no solo es el problema de los grandes intereses económicos, sino también el problema de la corrupción.
También, aquí quiero recordar que ahora recientemente tuvimos, les voy a poner un caso, estaba un proyecto, de estos proyectos inmobiliarios, implicaba quitar un árbol, un viejo árbol, que hasta le pusieron un nombre, el árbol “Eugenio”, entonces ocasionó una protesta vecinal y decían: “Bueno, es que el proyecto implica quitar el árbol, ya quien va a construir ya dice que puede sustituirlo por otras plantas, pero los vecinos no quieren que se quite el árbol “Eugenio”’.
Entonces, bueno, comentamos el tema y lo que dijimos es protejamos al árbol “Eugenio”, ¿cuál es el problema? Que hagan el cambio los constructores, hacen su obra, pero mantienen el árbol “Eugenio”, ¿cómo no se va a poder?
Y ahora, en días pasados he escuchado yo a vecinos de la colonia Villa de Cortés, vecinos de Villa de Cortés, vecinos de La Postal y de otras colonias cercanas al lugar este donde está Astros, por el Metro Villa de Cortés, porque ahí se busca construir un megaproyecto y hay oposición vecinal y entonces, haciéndonos eco de la solicitud de los vecinos, al parecer el día de hoy o mañana, en estos días, me parece que hoy mismo, la Secretaría Desarrollo Urbano y Vivienda va a determinar suspender los trámites de ese megaproyecto que se pretende hacer ahí.
Primero vamos a escuchar a los vecinos, vamos a escuchar sus razones, nada por la fuerza, vamos a escuchar a los vecinos que están en contra de este tipo de megaproyectos, porque evidentemente, detrás de muchas de estas protestas está el anhelo, está el deseo de que colonias, pueblos, barrios no sean destruidos, barridos por un desarrollo desordenado, un desarrollo alterado y con excesos.
Bueno, por último, vocación por el cambio y la transformación. El servicio público no es llegar a una oficina, cubrir un horario y cumplir unas instrucciones, el servicio público tiene la maravilla de que permite moldear la realidad, cambiar las cosas, transformar la vida.
Quienes son servidores públicos tienen la posibilidad de cumplir muchos sueños de la gente, cuántas veces no ha habido personas, comunidades que dicen: “Queremos aquí un parque; queremos aquí la Casa del Adulto Mayor; ayúdenos para poner el arcotecho en la escuela”, en fin. Es decir, el servicio público permite transformar la realidad, para mí eso es lo más apasionante del servicio público, poder incidir en un cambio, en una transformación de una realidad social con la que nos encontramos.
Alguien puede decir: “Ya han ocurrido muchos cambios”, pero el cambio es permanente y la disposición que debemos tener siempre es de cambiar, es de transformar, sobre todo transformar para el beneficio de los demás, y cuando ya cubrimos un programa de cambio hay que ir por un nuevo programa de transformación.
Eso es lo que pienso del servicio público y es lo que considero debe ser una nueva escuela del servicio público, una nueva escuela de pensamiento sobre la función de servidoras y servidores públicos en la ciudad y, por supuesto, también en el país.
Yo los felicito mucho por ese ímpetu que tienen, por el deseo de seguirse formando, de tener siempre nuevos conocimientos, nuevas ideas, nuevas credenciales frente a la sociedad y los invito a que siempre vean las cosas con esta visión de transformación, de servicio y de bienestar de la gente.
Abrazo fuerte. Muchas gracias.
Bueno, les voy a pedir ponerse de pie para la Declaratoria.
Hoy, 16 de febrero del año 2024, siendo las 12 horas con 24 minutos, doy por inaugurado el Ciclo Escolar 2024-2025 para la quinta generación de la Maestría en Gestión Pública para la Buena Administración, que imparte la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México.
Les deseo el mayor de los éxitos; enhorabuena, felicidades.
SECRETARIA DE EDUCACIÓN, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN, OFELIA ANGULO GUERRERO (OAG): Muy buenos días. Doctor Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, gracias por venir hoy y acompañar a esta quinta generación de estudiantes de la Maestría en Gestión Pública para la Buena Administración, es un honor que hoy nos acompañe.
Doctor Luis Humberto Fernández Fuentes, titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, gracias también por estar hoy aquí.
Y doctor Hegel Cortés Miranda, director general de la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, le felicito por este mensaje que nos acaba de entregar, en el que nos da cuenta de la historia, del presente y del futuro de la Escuela de Administración Pública.
Y, en resumen, se puede ver el gran avance que ha tenido, no solo en el número de estudiantes que se han incorporado a las dos maestrías que ofrece, sino en la forma también de administrarlo, ya no permitir la subrogación, sino el contar con su propio personal académico que imparta estos programas.
Y quiero, en particular, dar la más cordial de las bienvenidas a todos y todas las personas integrantes de esta quinta generación de Maestría en Gestión Pública para la Buena Administración, un aplauso para todos ustedes.
Se trata, sin lugar a dudas, de una vocación muy alegre, porque la educación es muy importante para el Gobierno de la Ciudad de México, la educación rinde testimonio de la continuidad y de la eficacia de los esfuerzos educativos que despliega la Escuela de Administración Pública para fortalecer los procesos formativos de las personas servidoras públicas de las Ciudad de México; y bueno, el contar hoy con la honrosa presencia y escuchar el mensaje del Jefe de Gobierno, le da una relevancia muy significativa a esta ceremonia de bienvenida a esta quinta generación.
El papel que juegan las y los servidores al interior de la administración pública es fundamental, es crucial, es muy importante. Tanto en su dimensión ética, entendida ésta en términos de honestidad e integridad; como en la dimensión funcional, en términos de sus capacidades y saberes en torno a la atención, a la planeación, la gestión y el manejo transparente de la información, entre otros temas.
La promoción de estas dos dimensiones en la formación del personal del gobierno es, por tanto, una precondición de una buena administración pública, una administración eficaz, una administración de calidad y siempre, siempre, siempre apegada al cumplimiento de los derechos humanos de toda persona.
Esto naturalmente implica un aspecto que yo quisiera enfatizar en esta ceremonia de bienvenida, que las políticas públicas están fundamentadas y promueven prácticas de transparencia en la gestión para, de esa manera, obtener la confianza de la ciudadanía; es muy importante ofrecer un servicio eficaz, un servicio transparente, que al final del día la gente se sienta atendida, la gente sienta que los servicios que ofrece la Ciudad de México a la población están en los más altos estándares de calidad.
Desde su creación, la escuela de Administración Pública ha permitido fortalecer las políticas de gobierno a través de la formación y especialización de las personas servidoras públicas, de todas las dependencias de gobierno, de los organismos desconcentrados, de los organismos descentralizados de la ciudad, así como de sus alcaldías, de los municipios aledaños y también en el ámbito federal.
Como sabemos, promover las estrategias de formación académica de toda la población es muy importante en la ciudad. Les voy a dar algunos datos muy rápidos en materia de posgrado: solo el 0.1 por ciento de la población obtiene estudios de doctorado; 1.8 por ciento de la población tiene estudios de maestría; y 18 por ciento de la población tiene estudios de licenciatura.
Nos hemos propuesto cambiar ese panorama, por eso el incremento de la matrícula en la Escuela de Administración Pública, por eso la creación de dos nuevas universidades en la ciudad, la Universidad Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud, que en conjunto hoy atienden alrededor de 50 mil jóvenes; la Rosario Castellanos con 15 posgrados, con 15 programas de posgrado, con ya casi 2 mil 500 estudiantes en esos posgrados.
Entonces, con estas estrategias, aunado a todos los apoyos que se han dado en educación media superior, con los seis nuevos planteles, sumando ya 28 nuevos planteles, más todos los apoyos que se traen con la Autoridad Educativa Federal para la educación básica, queremos hacer de la educación pública la mejor de todas las educaciones.
Con la alianza que tenemos con la escuela de estudios… educación para adultos, para reducir el analfabetismo, para incrementar los estudios de educación básica, creemos que podemos alcanzar, Jefe de Gobierno, pasar de 11 años promedio de escolaridad en la Ciudad de México a 14 años promedio de escolaridad, es decir, pasar de un nivel de secundaria a un nivel de bachillerato. Y eso en la vida de la ciudad hará la gran diferencia en el desarrollo de las familias, en el desarrollo integral de las familias, en el desarrollo social de las familias y de las comunidades que integran esta maravillosa Ciudad de México que lo tiene todo, como ya se ha dicho.
Termino dándoles algunas estadísticas en materia de posgrado en la ciudad y cómo las estrategias que este gobierno han seguido, darán un paso importante a estas cifras. En el ciclo escolar pasado, en esta ciudad se atendieron casi 109 mil estudiantes en posgrado, posgrado entendido por especialidad, maestrías y doctorados; en ese porcentaje, el 57.2 por ciento son mujeres.
Me acaba de informar el doctor Cortés, que en esta generación están casi, casi paritarios y aquí más o menos se puede ver que hay el mismo número de hombres y mujeres, ligeramente arriba los hombres, pero muy similar. Y a nivel de ciudad, el 57.2 por ciento son mujeres.
El 20 por ciento de esa matrícula corresponde a Ciencias Sociales y Derecho; el 28 por ciento corresponde a Administración y Negocios; y el 16 por ciento corresponde a Ciencias de la Salud. Sin lugar a dudas que la educación y la salud se siguen fortaleciendo con personal altamente capacitado que pueda atender los servicios educativos y de salud en esta maravillosa ciudad.
Pues yo les felicito nuevamente, por haber tomado la decisión de incursionar en sus estudios de formación especializada en administración pública y con eso, el gobierno y sus políticas se fortalecen.
Muchísimas felicidades y muchas gracias por su atención.
TITULAR DE LA AUTORIDAD EDUCATIVA EN LA CIUDAD DE MÉXICO, LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ FUENTES (LHFF): Buenos días. ¿Ya se les olvidó cómo iban a la escuela? ¿Cuánto tiempo llevan sin ir a la escuela? A ver, otra vez, buenos días. Ándale, de este lado sí saben.
Bueno, primero que nada, qué envidia. Yo acabé doctorado y posdoctorado y nunca fue el Jefe de Gobierno a inaugurar un curso. Démosle la bienvenida al doctor Martí Batres Guadarrama por favor.
Y obviamente es un día de mucha alegría porque inician un camino que sin duda será trascendental para sus vidas y para la vida de la ciudad. Hoy inician un camino que les anticipo no todos lo van a terminar, sí saben ¿verdad? Bueno, entonces de los que veo procuren que sean de los que terminan.
Porque el camino de servir no es para todos y el camino de la academia también es muy demandante y pide sacrificios: pide sacrificios de tiempo, pide sacrificios de esfuerzo extraordinarios, de sacrificar muchas veces los fines de semana y si ahorita ya se aburrieron, pues imagínense los sabaditos, cuatro horas, entonces eso es lo que les espera.
Pero quiero decirles que todo esto tiene sentido, ¿por qué? Porque un Estado es tan fuerte, como fuertes sean sus servidoras y servidores públicos. Y esto, ¿de qué depende? Depende básicamente de dos cosas: lo primero, es la honestidad, la integridad, la honradez, un servidor público solo sirve si es honesta, si es honesto; y la otra, son las capacidades que podamos desarrollar.
Y precisamente por eso estamos aquí, por eso inician ustedes este camino en la academia, para tener un mayor marco ético, tener un mejor margen para tomar decisiones, pero, sobre todo, para tomar mejores decisiones para servir, y esto hay que reflexionarlo.
Yo oigo con mucha comodidad los términos “políticas públicas”, “gobernanza”, tengo un Doctorado en Administración Pública, por eso lo digo, y postdoctorado y todo; pero me sorprendo cuando se usan a veces y son términos que a veces, ideológicamente, son muy distantes a nosotros.
Políticas públicas no es sinónimo de acción de gobierno, políticas públicas es solo una metodología para crear agendas de gobierno, pero a veces lo usamos indistintamente, entonces, esto es algo que ustedes al final de este curso podrán distinguir. Pero, sobre todo, lo más valioso es que estoy seguro de que al final del curso podrán encontrar la forma de servir, pero desde una perspectiva, como lo ha señalado Martí, con un acento social.
Y esto no es un tema menor, yo de verdad felicito el gran esfuerzo de Hegel para que los grupos sean amplios, para que tengamos una convocatoria de esta naturaleza, porque la administración pública requiere un andamiaje académico y un entendimiento profundo de la realidad y también una capacidad innovadora para resolver los problemas y eso solo lo puede dar las horas de estudio y entender la realidad académica y la realidad actual que ustedes viven.
Pero también tendremos que hacerlo no como se había hecho. Yo soy egresado del INAP, soy consejero del INAP, fui vicepresidente, pero sí tengo que reconocer que los planes de estudios de la mayoría en las escuelas de administración tenían una visión demasiado economicista, somos administradores, entonces debemos de tener forzosamente un sentido social y un sentido humanista, porque entonces se pierde la esencia de la administración pública que es el servir.
Pero como no me voy a poner a dar clase ahorita y como siempre digo, todas las participaciones se agradecen, pero solo las breves se agradecen de corazón. Sean bienvenidos, muchas felicidades, va a ser una gran aventura y a echarle muchas ganas y estamos como siempre, para servirles.
Muchas felicidades.
DIRECTOR GENERAL DE LA ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO, HEGEL CORTÉS MIRANDA (HCM): Muy buenos días a todas, a todos, y a todes. Bienvenidos, bienvenidas y bienvenides al Museo de la Ciudad de México. También bienvenidas, bienvenidos y bienvenides a la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, el espacio donde juntos avanzamos en la construcción de un mejor servicio público para nuestra gran ciudad.
Quiero agradecer la asistencia de todos quienes nos acompañan en el presídium, pues cada uno desde sus espacios de gestión, son promotores de la educación, la ciencia y la profesionalización constante, que sienta las bases para un servicio público eficaz, eficiente y cercano a la gente.
En especial reconozco la presencia del doctor Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México –gracias, Jefe de Gobierno, por acompañarnos el día de hoy–, quien se encuentra respaldando en este recinto histórico a los 160 maestrandos y maestrandas que se integrarán a la quinta generación de la Maestría en Gestión Pública para la Buena Administración.
Mismos que se suman a los 473 alumnos que se encuentran conectados a través de nuestra plataforma digital y que en este momento se puede apreciar que estamos ya llegando a 301 compañeros y compañeras alumnas y un compañero binario, que también así nos lo ha hecho saber en este acto, y que están cursando alguna de las maestrías que se imparten en la Escuela de Administración Pública. A todos ustedes, les agradezco el interés para dar un paso más en su profesionalización y elegir para ello a la Escuela de Administración Pública.
De igual manera, mi reconocimiento a los especialistas que hoy están aquí con nosotros y que forman parte de la planta docente, mismos que cuentan con un alto prestigio y nivel académico, algunos y algunas de ustedes provenientes del Sistema Nacional de Investigadores del país, y otros tantos, también reconocidos administradores públicos en los distintos niveles de gobierno, y también nos acompañan de universidades públicas y privadas en esta enseñanza vía remota en la Escuela de Administración Pública.
Quiero compartirles brevemente, por el tiempo que tengo, cómo se inicia en esta travesía en las maestrías como proyecto de la Escuela de Administración Pública en el año 2017, con una matrícula en ese entonces aproximadamente de 134 alumnos y bajo un formato de concesión o de subrogación del servicio educativo a instituciones públicas como el Instituto Politécnico Nacional o la Universidad Metropolitana, en donde el costo de la inversión por alumno limitaba el camino hacia un registro mucho más ambicioso como el que tenemos el día de hoy.
Este esquema debió evolucionar para apostar a la construcción de una identidad propia durante esta administración. Siguiendo el mismo programa aprobado por la Secretaría de Educación Pública, se generó una plantilla de docentes y se aumentó considerablemente el número de inscripciones para lograr, en tres generaciones, una matrícula de 683 alumnos en dos años y medio. Y señor Jefe de Gobierno, le informo que es con el mismo presupuesto que se le ha dotado a esta institución.
El objetivo central de esta maestría es tener una visión más amplia de las administraciones públicas en el mundo e invitarlos a debatir sobre el futuro institucional público de nuestra ciudad e incluso de nuestro país, de sus diversos modelos de gestión y de los estándares que hoy se esperan del servicio público como la transparencia, la rendición de cuentas, el combate a la corrupción, la participación ciudadana y la innovación en la gestión pública, todo esto o en su mayoría, la llamada “nueva administración”, que deja de ser un ejercicio académico en estos momentos para ser parte de la discusión del debate nacional.
Encontraremos a través de sus cinco módulos el estudio y, en su caso, el debate, la retroalimentación de experiencias propias que se enriquecen con las de nuestros compañeros, descubriremos aquellas políticas públicas exitosas, también analizaremos aquellas que requieren un rediseño para alcanzar los objetivos deseados.
La administración de los servicios públicos no es una actividad independiente o autónoma, aislada, sino totalmente dependiente de fenómenos sociales y políticos, y otras disciplinas como la economía, la tecnología, la seguridad pública y ciudadana, la procuración de justicia y el derecho. De ahí que requiera abordarse, obviamente entre otras, desde una perspectiva multidisciplinaria, transversal y moderna, debe tener una cara reactiva para adaptarse a los cambios y una cara proactiva para provocar aquellos que más se requieran, de ahí que surjan nuevos modelos de administración.
La gestión pública debe verse como el motor del desarrollo social, es aquella quien se preocupa por la planeación, ejecución y evaluación de los resultados de todas las políticas públicas, es ella quien se compone de los principios, técnicas, prácticas y procesos que propician fines y soluciones comunes, en suma, es la sangre del aparato gubernamental.
En esta maestría estarán presentes las políticas públicas implementadas en esta Ciudad de México, privilegiando el estudio de casos de los movimientos políticos y gremiales de 1958, el Movimiento Estudiantil del 68, la apertura y lucha democrática pasando por la Reforma Electoral de 1977, el ascenso de la tecnocracia, la crisis política de 1988, la Reforma Electoral de 1990, con la creación del IFE en ese entonces, la llegada de un gobierno de izquierda en 1997 en la Ciudad de México, la alternancia política del año 2000 y el arribo de un movimiento social inédito en el 2018, denominado la Cuarta Transformación de la Vida Pública en el país.
Por ello, el imponderable mandato de cerrar espacios a la corrupción, cuya problemática es abordada en nuestro programa educativo considerando su complejidad e impacto negativo en la sociedad, pero que va más allá, el combatir la corrupción genera unas finanzas públicas sanas que permiten el desarrollo de nuevos programas sociales, en el caso del Gobierno de la Ciudad y del Gobierno Federal.
Estamos llamados a lograr resultados positivos, para ello se requiere de la capacitación y profesionalización constante. Como lo señaló en su momento la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, seguiremos avanzando en hacer de nuestra Ciudad de México una Ciudad Innovadora y de Derechos, en donde la educación no es un privilegio, la educación es un derecho.
Hoy, la permanencia, sobre todo el fortalecimiento de esta escuela, a la cual están ustedes llegando, es aún más necesario ante el reto que implica dar continuidad e incluso mayor velocidad al proyecto transformador de la ciudad, proyecto al que nos ha convocado nuestro Jefe de Gobierno, doctor Martí Batres Guadarrama, quien ha señalado que la educación es la columna vertebral de la política social.
Por todo lo anterior, hago votos para que a partir de hoy redoblen refuerzos y dediquen tiempo adicional al que ya tienen en sus jornadas laborales, profesionales o de servidores públicos; y, asimismo, que también sacrifican tiempo de sus familias para adquirir nuevos conocimientos, así como generar fortalezas, sus habilidades y sus destrezas, que muchos de ustedes ya las tienen, con el fin de mejorar el desempeño como personas servidoras públicas de nuestra ciudad.
Bienvenidos sean cada uno de ustedes. Éxito y muchas gracias.