Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, posterior al recorrido de supervisión por las obras de rehabilitación de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México "Benito Juárez"

Publicado el 20 Abril 2023

JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muy buenas tardes. Me da mucho gusto estar aquí con ustedes.

Saludo al vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; a Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de SICT; a la doctora Silvia García Benítez, ella es una, como decimos, las mujeres estamos en todos lados, hace muchos años no había mujeres estructuristas, no me va a dejar mentir ni el doctor Berrón, ni Bernardo, ni Jesús, y hoy, la verdad, Silvia es de los mejores estructuristas y geotécnicas que tiene el Instituto de Ingeniería de la UNAM, y nos ayuda mucho en distintas áreas de las características que tiene la construcción en un suelo como el de la Ciudad de México.

Y, de igual manera, saludo con mucho gusto al ingeniero Bernardo Gómez, al doctor; y al equipo; bueno, al doctor Renato Berrón, también; y, por supuesto al equipo: a Jesús Esteva, a Juan Carlos, a Carlos que está aquí, muchas gracias por todo el trabajo que hacen por la ciudad.

Bueno, hoy fueron testigos –mucho más claramente de la vez pasada que venimos– del hundimiento del suelo en esta zona de la ciudad. Lo que ven aquí, le preguntaba al doctor Berrón, debajo de las columnas grandes, inclusive aquí, donde ven que termina la estructura que tiene los agujeritos, todo lo otro es el hundimiento del suelo, lo pueden ver allá, lo pueden ver acá, de este lado. Es decir, el suelo cuando se construyó esta Terminal 2 estaba a ese nivel, y todo este hundimiento se provoca por la sobreexplotación del acuífero, histórica, que ha habido en la Zona Metropolitana del Valle de México.

Si el aeropuerto se hubiera construido en Texcoco hubiera sufrido lo mismo o hasta incluso más que lo que estamos viendo aquí. Esta terminal se construyó hace –¿15 años? ¿20 años? ¿18 años?–… y como el aeropuerto iba a quedar en Texcoco, era una construcción temporal, entonces fue diseñada como una construcción temporal.

Afortunadamente, el ingeniero que estuvo a cargo, diseñó que las pilas llegaran hasta la parte dura de esta zona, pero este hundimiento sí está provocando problemas estructurales en el edificio. Y estamos interviniendo –vamos a decir– a tiempo, porque las fisuras que tenían las contratrabes en algún momento pudieran ocasionar problemas o inclusive, el edificio frente a un sismo de una magnitud muy alta, podría tener problemas.

Entonces, lo que se está haciendo está diseñado por los mejores expertos. Esencialmente se está reforzando la estructura de las trabes o de las contratrabes y se está rellenando con características especiales. Va a quedar también instrumentado, de tal manera de que, si se sigue hundiendo el suelo, se dejen todas las preparaciones para que pueda volver a ser rellenado, porque eso es algo que no sabemos qué tanto hundimiento posterior va a tener este suelo. De tal manera que lo más importante: va a quedar un edificio seguro.

En esta obra nos están ayudando varias empresas, quiero agradecerles. Está CEMEX, está JAGUAR, muchas gracias por todo el trabajo que están haciendo.

Me decía Jesús que el relleno fluido con el que se está, digamos, cerrando estas oquedades, tiene una característica especial que es que simula el suelo de esta zona, de tal manera que la carga no sea distinta de como está normalmente el suelo, es decir, hay mucha ingeniería, mucha investigación en esta obra, de tal manera que se mantenga un lugar seguro.

Y agradecerle muchísimo al vicealmirante por todo su trabajo. Es una obra que cuesta 475 millones de pesos, va más o menos al 60 por ciento, tiene tres áreas en donde se está interviniendo y vamos a acabar en junio de este año.

Entonces esta es la obra de –¿cómo se puede decir? ¿Reforzamiento?– rehabilitación de la cimentación de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Muchas gracias.

SECRETARIO DE OBRAS Y SERVICIOS, JESÚS ANTONIO ESTEVA MEDINA (JAEM): Buenos días a todas y a todos. A continuación, les informamos los avances al día de hoy.

Bueno, como saben, la inversión es de 475 millones de pesos. La intervención es sobre la superficie total de los tres edificios: la Terminal, el Patio Hotel y el estacionamiento que tienen una superficie de 52 mil 300 metros cuadrados; y el programa presenta un avance, al día de hoy, cercano al 60 por ciento y está para concluirse en junio de este año. Aquí vemos los avances por edificio.

Y me voy a los conceptos principales que básicamente consisten en la excavación. Estamos haciendo una serie de túneles por debajo para confirmar las condiciones de las trabes, de las contratrabes que debían de estar apoyadas en el suelo, pero el suelo ya bajó y eso es lo que genera los daños. Aquí llevamos 15 mil metros cúbicos de un total de 23 mil 700 aproximadamente.

Aquí se ve ya gráficamente todo lo rojo, son los túneles que ya tenemos excavados. Como ven, el estacionamiento prácticamente ya se concluyó, Patio Hotel lleva un avance importante, y vamos gradualmente interviniendo el Edificio Terminal.

La segunda acción es la reparación de grietas, ya sea a través de inyecciones de resinas en las fisuras o –como lo visitamos hace unos momentos– con el reforzamiento, con el encamisado con acero. Aquí traemos un avance de 63 por ciento, es decir, de mil 800 metros de inyección contra 2 mil 800 que calculamos será la totalidad conforme a la estadística que llevamos al día de hoy. Y nuevamente, aquí en planta se ve las zonas rojas que ya han sido intervenidas.

Y, posterior a esto, ya viene el relleno, restituir la condición original. Es decir, lo que ya no tenía confinamiento, contra lo que ya no reaccionaban las pilas, ahora ya reaccionan contra una mezcla que es muy similar a la capacidad que tiene el suelo. Aquí traemos un avance cercano al 20 por ciento que son 11 mil metros cúbicos de un aproximado de 56 mil. Ahí se ven muchos de los registros –y es en rojo– podemos ver las zonas que ya se han inyectado.

La instalación sanitaria a la que hicieron referencia, donde ubicamos el drenaje, los sanitarios, la instalación hidrosanitaria desconectada de las troncales principales que son parte de lo que genera este mal olor y que también estamos interviniendo.

Y el refuerzo. Así como mencioné que se habían inyectado fisuras, pues se están haciendo estos encamisados. Estamos hablando de un aproximado de 200 toneladas que vamos a intervenir con este tipo de reforzamiento.

Aquí un video de todo el proceso que acabo de referir: estas costaleras que nos sirven como muros de contención para ir inyectado cada uno de los módulos o cada uno de los claros con oquedades; el relleno de grietas, que mencioné que ya llevamos 1.6 kilómetros de 2.6 que se requieren; los pasos-hombre, que es desde donde se inyecta. Todo esto sin interferir con la operación del aeropuerto, en horarios nocturnos, en específico la parte de las inyecciones, el resto de los trabajos con turnos continuos.

Aquí, en especial agradecer a las empresas que están: Moisés Zecua, de Jaguar; Samuel Sarmiento, de CEMEX; y ALFA, que hoy no vino Jorge, ni Paul, pero siempre están muy pegados aquí en la obra.

Muy importante el seguimiento, el acompañamiento que nos da el Instituto de Ingeniería, con el monitoreo de las nivelaciones, estamos haciendo inspecciones con georadar para confirmar que estamos rellenando a los niveles que requerimos; el acompañamiento de Raúl Verti, también como corresponsable, el DRO; y Bernardo Gómez que es quien hizo o ha hecho el proyecto de reforzamiento y que también da seguimiento al día de hoy, somos todo un equipo. Y bueno, Carlos Arceo aquí y Juan Carlos Fuentes por parte de Obras.

Y bueno, siempre el apoyo de la Secretaría de Infraestructura; el almirante, que ayer en la noche me estaba mandando un mensaje, 12:00 de la noche, por diferentes situaciones que damos seguimiento, y como dice, una supervisión constante igual que con Rogelio.

Y es cuanto. Gracias.

SUBSECRETARIO DE TRANSPORTE DE LA SECRETARÍA DE INFRAESTRUCTURA, COMUNICACIONES Y TRANSPORTES DEL GOBIERNO DE MÉXICO (SICT), ROGELIO JIMÉNEZ PONS (RJP): Gracias. Gracias, Claudia.

Pues miren, esta decisión acertada del señor Presidente, de pedirle un equipo ya muy consolidado en problemas de la ciudad, que encabeza Jesús y el ingeniero Berrón, realmente instituciones a nivel metropolitano del conocimiento del subsuelo, conocimiento de situaciones muy semejantes, no sé cuántos edificios tenga intervenido Berrón, pero son varios, desde hace mucho tiempo, le da a esta Secretaría la tranquilidad de que estamos en buenas manos.

Y me faltó iniciar con una cosa que es muy importante: el saludo de Jorge Nuño, que no pudo estar con nosotros aquí en esta ocasión y me mandó en su representación.

Pero reiterarles, estamos muy agradecidos, vemos que los trabajos van bien. Coincido con el almirante Tiscareño, a veces la obra pudiera haber ido más rápido, pero a veces son más tardados los tiempos de la burocracia, como dice el Presidente, este elefante reumático que parece que está disecado en algunas ocasiones, pero esta obra va muy bien. Y yo creo que estamos todos contentos, porque aparte de estar en la parte de autoridad, también somos usuarios de este aeropuerto y sabemos que la seguridad de muchos de nosotros depende de que esté bien consolidada esta cimentación.

Y una cosa que mencionaba, y que espero que lo explique más a fondo ahorita la doctora Sheinbaum, es que este problema hubiese sido mucho peor, pero sumamente peor en el caso del Aeropuerto de Texcoco, el NAICM. Entonces, han sido buenas decisiones de esta administración, todo está en buscar condiciones de seguridad, condiciones de economía, había muchas soluciones propuestas para este caso y qué bueno que Jesús se inclinó por esa, que es la más práctica, más económica y también más segura.

Entonces, enhorabuena. Y muchas gracias, Claudia, por esos trabajos.

DIRECTOR GENERAL DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO “BENITO JUÁREZ”, CARLOS VELÁZQUEZ TISCAREÑO (CVT): Muy buenos días, doctora Claudia Sheinbaum Pardo; arquitecto Rogelio Jiménez Pons; distinguidos compañeros miembros del presídium.

Reza un lema de carácter militar, el cual también ya se aplica en otras actividades: “Orden no supervisada, orden mal dada”; también, más popularmente se dice que “orden no supervisada se la lleva la…”, pero mejor nos quedamos con la versión militar. Eso evidentemente no aplica en la circunstancia a la que hoy estamos siendo convocados; convicción y liderazgo, doctora Claudia Sheinbaum, que no solo le reconocemos todos los que trabajamos en nuestro aeropuerto, sino que también le agradecemos.

Y lo agradecemos también como usuarios, puesto que se está cumpliendo con el compromiso que desde el principio se asumió: que los trabajos se llevarían a cabo sin afectar las operaciones de vuelo y, principalmente, sin poner en riesgo la seguridad de los miles y miles de usuarios y trabajadores que deambulan en este terminal las 24 horas, los 365 días del año. Ese esfuerzo, repito, es de reconocerse y de apreciarse.

Doctora, le agradezco también que se haya invitado a este importante evento, al arquitecto Rogelio Jiménez Pons, a quien no debería decirle bienvenido, puesto que esta es también su casa.

Estamos aquí reunidos cuatro personas que, entre otras, en Palacio Nacional, ya hace algunos meses, coincidimos ante el señor Presidente de la República en la necesidad urgente de intervenir en esta Terminal 2 por las condiciones que, si no graves, sí muy necesarias que requerían de atenderse de manera profesional y muy responsable. Entre estas cuatro personas incluyo, por supuesto, al maestro Jesús Antonio Esteva Medina –gracias, maestro–; y, por supuesto, gracias, señor Presidente de la República por haber apoyado la mejor propuesta.

En aquel entonces, como hasta hoy, como decimos en el argot aeronáutico “nos pusimos todos en la misma frecuencia”, y estamos hoy asistiendo a una de las últimas fases de esta obra.

Doctora, permítame agradecer también a todas las personas, funcionarios públicos, trabajadores y empresas que participan en las obras, porque no pararon, no se interrumpieron los trabajos pese a los complejos, y con ello tardados, trámites financiero-administrativos de transferencia de recursos presupuestarios asignados a las obras, los cuales finalmente se llevaron a cabo de manera exitosa. Nunca se ha dejado de trabajar.

Por supuesto, no pretendo hacer una descripción técnica de los trabajos –lo cual, según el programa, corresponde siempre acertadamente al maestro Esteva– pero sí me gustaría resaltar algo importante de estos, me refiero al hallazgo de las causas del mal olor que se presenta en esta terminal, principalmente en determinadas áreas, el cual siempre tratamos de mitigar de mil maneras y siempre sin éxito.

Preocupación y molestia no solo de nosotros y de los usuarios, sino también del arquitecto Jiménez Pons, quien personalmente me llamó para convocar a una reunión para abordar esta problemática. En dicha reunión, el personal encargado de la obra nos informó que ya habían detectado el origen de los malos olores y, posteriormente, se solicitó una ampliación de recursos por 70 millones, misma que, como dije anteriormente tardó, pero finalmente se autorizó.

El origen y causa de los olores es la misma que la de la terminal: los hundimientos diferenciales, que prácticamente habían convertido al subsuelo en una fosa séptica. Con esto, se cumple con dos de las principales preocupaciones y obligaciones de las que todos los que operamos y administramos este aeropuerto: la seguridad de las operaciones aéreas, la seguridad de los usuarios, pero también el confort de los mismos, complicada tarea en este, ya de por sí, saturado aeropuerto, quizá debería decir, sobresaturado aeropuerto.

Muchas gracias a todos.