Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la develación de las esculturas de doña Josefa Ortiz, Gertrudis Bocanegra, Sor Juana Inés de la Cruz y Margarita Maza en el Paseo de las Heroínas

Publicado el 29 Septiembre 2021

JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muchas gracias; muchas gracias a Nashieli Ramírez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, por estar aquí con nosotros; a Marina Núñez, subsecretaría de Cultura del Gobierno de México; al equipo, Vannesa, Ingrid a Marcela, al Consejo de Cultura de la Ciudad de México; a las niñas de las distintas escuelas que están aquí con nosotros; amigos y amigas; y, Martha Ferreira, que es del Instituto de las Mujeres del Gobierno de México.

En esta avenida, en Reforma, desde que entramos prácticamente, al gobierno tomamos la decisión de hacer este Paseo de las Heroínas; hoy, el Paseo de las Heroínas tiene dos monumentos, dos estatuas, una a Leona Vicario y otra a mujeres forjadoras de la Patria.

Y, el día de hoy se develan cuatro nuevas esculturas: la de Josefa Ortiz de Domínguez o Josefa Ortiz Téllez-Girón; Gertrudis Bocanegra Lazo; Margarita Maza de Juárez o Margarita Maza Parada; y, Sor Juana Inés de la Cruz.

María Josefa Ortiz, nació el 8 de septiembre de 1768 y falleció el 2 de marzo de 1829, también conocida como “La Corregidora”, nació en la Ciudad de México y, desde su juventud, mostró un gran interés por el conocimiento y el estudio.

Abrazó con pasión y convencimiento la causa libertadora; con valiente determinación, destacó como partidaria y propagandista del movimiento independiente propuesto por Miguel Hidalgo y otros conspiradores que se reunían en su casa de Querétaro. En 1948, su nombre fue inscrito en letras de oro del Congreso de la Unión, considerada “Heroína Ilustre”.

María Gertrudis Bocanegra Lazo Mendoza, nació el 11 de abril de 1765 y falleció el 11 de octubre 1817. Originaria del estado de Michoacán, se le conoce como “La Heroína de Pátzcuaro”; simpatizó con los ideales del movimiento insurgente y, a pesar de perder algunos de sus familiares en la contienda, siguió prestando sus servicios a la causa como mensajera y como espía.

En su casa celebraba reuniones clandestinas; acusada del delito de sedición y conspiración, fue aprehendida y fusilada, por negarse a proporcionar referencias sobre sus compañeros de lucha.

Margarita Maza Parada, nació el 29 de marzo 1826 y murió el 2 de enero de 1871. Nació en la ciudad de Oaxaca en 1843; rompiendo con todos los convencionalismos sociales, se casó con Benito Juárez.

Promovió las Leyes de Reforma afrontó la persecución política de los gobiernos conservadores, organizó actos a favor de la causa Republicana y negoció con el Presidente de Estados Unidos el apoyo al gobierno liberal; defendió la soberanía de la patria en los momentos de mayor incertidumbre en el México del siglo XIX.

En 1966 su nombre también fue inscrito con letras de oro en el Congreso de la Unión.

Sor Juana Inés de la Cruz, o Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana, nació el 12 de noviembre de 1648 y falleció el 17 de abril de 1695. Conocida como “La Décima Musa”, nació en San Miguel Nepantla, actual Estado de México, pasó la mayor parte de su vida en el Convento de San Jerónimo en la Ciudad de México.

Poseedora de una proverbial inteligencia y conocimiento enciclopédico, enalteció con su poesía, dramaturgia, las letras del siglo XVII en la Nueva España; incursionó en diversos campos del saber que, para su época, eran exclusivos para los hombres. En sus cartas, defendió el Derecho de las mujeres a la Educación y a la Creatividad.

Para nosotros –lo dije cuando hablamos de este movimiento que se está haciendo del Monumento a Colón–, los monumentos, las estatuas y los nombres de las calles de la ciudad son legados que dejamos para futuras generaciones; son marcas históricas que deben hacernos recordar dignamente nuestro pasado, la memoria histórica que buscamos preservar, que no puede ser la visión solamente de los hombres, tiene que ser necesariamente incluyente y, por eso, también y de las mujeres.

El silencio histórico, el no recordar, el no reconocer es una forma de violencia que somete. El que no haya mujeres en el Paseo de la Reforma es una violencia que somete, aniquila y determina un presente, pero también aniquila un futuro; el silencio histórico se vuelve un ancla que invita la complicidad y dificulta el cambio.

Hacer el Paseo de las Heroínas con 14 mujeres les habla a las niñas y también a los niños, a las y a los jóvenes, y al legado.

Las mujeres han sido parte fundamental de la historia como luchadoras, pero también como ingenieras, como médicas, como escritoras. El cambio cultural que representa este Paseo de las Heroínas es un reconocimiento de las mujeres en la historia de México, en los acontecimientos; y, deja un presente y deja un legado para las actuales y paras las futuras generaciones.

No somos ni estamos detrás, somos y hemos sido forjadoras de nuestras vidas y forjadoras de nuestra Patria; monumentos a mujeres son símbolo de un nuevo legado, el reconocimiento de lo que han sido, es y de lo que podemos ser.

Lo mejor que puede ocurrir es que las niñas de nuestra ciudad, de nuestra Patria, pasen por Paseo de la Reforma y se reconozcan en estas mujeres que hoy estamos inaugurando en el Paseo de las Heroínas; que se reconozcan que pueden ser lo que deseen ser, es el reconocimiento de que luchamos, de que no estamos escondidas en la historia, que –por el contrario– somos protagonistas de los cambios.

Es un mensaje de presente y es un mensaje de futuro para las siguientes generaciones: somos las mujeres forjadoras de la Patria.

Muchas gracias.

PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LA CIUDAD DE MÉXICO, NASHIELI RAMÍREZ HERNÁNDEZ (NRH): Buenos días, todas, todos y todes. Muy buenos días a quienes me acompañan, Jefa de Gobierno.

El día de hoy se lleva a cabo un acto cultural que tiene impacto en el espacio público de la Ciudad de México; a la par, el día de hoy se hace un borrado de lo que ha sido invisibilizado por muchos años: la participación e incidencia política de las mujeres en el país; el papel de las mujeres en las artes y las ciencias, a lo largo del tiempo.

Vestir los espacios públicos con la presencia de estas cuatro mujeres: Sor Juana Inés de la Cruz, Gertrudis Bocanegra, Josefa Ortiz y Margarita Maza –nombradas en orden cronológico de su nacimiento–, contribuye a una narrativa de la historia más igualitaria, justa y realista, a la recuperación de la memoria con perspectiva de género, a reflexionar sobre el poder simbólico, individual y colectivo que tiene esta irrupción en el tiempo y en el espacio para darle justo reconocimiento.

Es contar de nuevo la historia, es contar que las sociedades podemos regresar a nuestros orígenes para ver –bajo categorías nuevas– aspectos de nuestra propia cultura, que nos hizo dejar de mencionar, dejar de observar, como sucede tanto en cuanto al género; las relaciones de poder se construyen en el tiempo, pero también se desconstruyen en el espacio.

Mediante la develación de las cuatro esculturas de mujeres que incidieron en el rumbo y conformación de nuestra sociedad actual, se honra su paso por la historia, su aportación; se reconoce el hecho de que fueron invisibilizadas por patrones culturales que es necesario abolir, y se incorporan ahora al carril de la Nueva Memoria Social.

Las cuatro mujeres que hoy honramos, a través de la exposición de su representación, en esta –también– histórica avenida, compartieron un elemento común: todas y cada una de ellas tuvieron acceso a la mejor educación del momento en la que forma parte… en ese entonces estaba permitido para las mujeres.

Si la educación fue su privilegio, es preciso recordar que lo que en los siglos XVII, XVIII y XIX y, parte del XX, fue una excepción, no puede dejar de ser la regla para todas las mujeres en la interseccionalidad de sus (inaudible)

Acceso a la cultura, a la educación, a los beneficios de la ciencia, a la participación en las esferas educativas y culturales, y, entre otros.

Por eso, el mensaje de que estén aquí estudiantes de escuelas que llevan su nombre tiene un doble sentido: el reconocimiento exactamente que, cuando ellas vivieron, esto era un privilegio y, hoy, es nuestro Derecho la Educación igualitaria.

Al día de hoy, la Constitución Política de la Ciudad de México reconoce a todas las personas el Derecho a la Educación en todos los niveles, al conocimiento y al aprendizaje continuo, al acceso igualitario a recibir formación adecuada a su edad, capacidades y necesidades específicas; así como la garantía de su permanencia, independientemente de su condición económica, étnica, cultural y lingüística, y credo, género o discapacidad.

Tales derechos reconocidos deben de ser promovidos y garantizados con mayor fuerza entre los grupos de atención prioritaria, entre niñas y mujeres jóvenes.

Ni un paso atrás a la educación laica y gratuita, comprometida con la naturaleza pluricultural, plurilingüe, intercultural y pluriétnica de esta capital del país, apostando a la cultura como un elemento abarcador entre las personas y no limitante de la otredad, apostando a la ciencia.

Enhorabuena para la ciudadanía y la recuperación de la Memoria Histórica, a partir de la presencia visible de estas cuatro mujeres en nuestra querida Avenida Paseo de la Reforma.

Muchas gracias.

MÚSICO E INTEGRANTE DEL CONSEJO ASESOR DE CULTURA DE LA CIUDAD DE MÉXICO, HORACIO DANIEL FRANCO MEZA (HDFM): Muchísimas gracias a todos por estar aquí; gracias por esta invitación; gracias a la Jefa de Gobierno; a la secretaria de Cultura, Vannesa Bohórquez, por habernos hecho partícipes y cómplices de todo este proyecto.

Yo solamente quisiera decir, como miembro de la Comisión de Cultura, la nueva y recién nombrada Comisión Honorífica de Cultura, que no... es decir, que no cobramos un solo centavo porque estamos aquí –todos mis colegas aquí presentes y yo– por mero interés patriota, mero interés de que esto mejore, que la cultura tenga –en esta ciudad– una dignificación y una mejor planeación, a partir de lo que nosotros opinemos –que no es que no la tuviera–.

Y, digo esto porque se gobierna bien cuando, como Jefa de Gobierno, tienes entre tus prioridades la ciudadanización y la dispersión de todos los fenómenos culturales que, solamente en un ámbito muy centralista de la ciudad, en el Centro Histórico, en Coyoacán, en el Centro Cultural del Bosque, también –en la Miguel Hidalgo–, y en algunos Centros Culturales que ya están funcionando desde hace muchos años, muy bien, muy planeadamente, con un cierto público; pero que nosotros estamos aquí para poder diseminar todos esos esfuerzos culturales a toda la ciudad, a los lugares más apartados, a los pueblos de las delegaciones o de las alcaldías más apartadas, como Tláhuac, como Xochimilco, como Milpa Alta, para que, finalmente, toda la ciudadanía tenga acceso, además, a una culturalización, a los fenómenos culturales, a los eventos culturales, a la educación cultural, a la educación artística, etcétera, que se imparte en toda la ciudad.

Entonces, nosotros somos un simple catalizador de todos esos esfuerzos, pero debo decirles además, que en ningún –de veras– en pocas comisiones se ha trabajado tanto y se ha hecho realmente el uso de nuestros consejos y de nuestras opiniones, como en esta.

Ayer tuvimos una reunión maravillosa sobre un portal que se va a hacer para que la gente, en toda la ciudad, tenga acceso a los eventos culturales, y también propusimos que a las convocatorias de las escuelas de arte, que también a todos los festivales de las escuelas de arte, de todos los conciertos y presentaciones, de todo lo que se pueda, presentaciones de libros, etcétera, etcétera.

Es, en verdad, para nosotros –y habló a nombre de todos mis colegas, que están aquí presentes– un enorme honor y una enorme referencia que se nos esté incluyendo, en verdad, como gente que opina, como gente que –con nuestras carreras– estamos apoyando al enorme esfuerzo de la Jefa de Gobierno.

Como les digo, se gobierna atendiendo a todos los rubros; se gobierna bien atendiendo la salud, se gobierna bien atendiendo la cuestión de la justicia social, se gobierna bien atendiendo a las mujeres, se gobierna bien atendiendo a todos los problemas que tenemos, y esta ciudad que sostiene, maravillosamente, con un temblor de 7.1, que en otros lados hubiera hecho estragos, aquí estamos ya bien preparados para eso.

Debemos estar orgullosos de nuestra ciudad y, como han venido siempre educando a los ciudadanos contra estas contingencias, pero se gobierna bien, también, atendiendo a las largas necesidades culturales de toda la ciudad.

Muchas gracias, de veras, Claudia Sheinbaum, por esta invitación.

ESCRITORA E INTEGRANTE DEL CONSEJO ASESOR DE CULTURA DE LA CIUDAD DE MÉXICO, LORENA ELIZABETH HERNÁNDEZ (LEH): Hola, ¿qué tal? Buenos días a todas y a todos. Claudia, Marina, Vannesa, Ana Francis, Horacio, todas; es un honor para mí participar en este evento.

Dese muy chica, yo, asumí en mi vida que debía ser feminista, en una época en la que eso no se usaba demasiado viniendo de una ciudad muy pequeña, como Tepic; asumí eso porque me di cuenta –desde muy chica– que nuestra condición en esa época –de niñas y luego de mujeres– significaba una discriminación y significaba estar un punto abajo en la escala social.

Recuerdo que en la escuela nos preparaban en la escuela pública, incluso para aprender a coser, para aprender a bordar –no crean que soy tan vieja–, pensando que esas eran las labores propias que una mujer iba a necesitar hacer en su casa.

Afortunadamente crecí con una madre feminista, recalcitrante, que me enseñó que las mujeres teníamos que luchar por nuestros Derechos; sin embargo, para mi generación y para las generaciones previas ha sido muy difícil esta lucha.

Hoy veo con esperanza que ha habido grandes avances en los últimos años para visibilizarnos a las mujeres y, sobre todo, para avanzar en temas como tratar de disminuir la terrible violencia que las niñas y las mujeres vivimos en este país.

El hecho de que hoy se inauguren estas cuatro estatuas de una de las más importantes escritoras de nuestra lengua y a nivel mundial, como Sor Juana Inés de la Cruz, y de tres grandes mujeres que lucharon por la Independencia, pero, me atrevería a decir, también, que por las mujeres de México, es un paso muy importante.

Otro de los temas en los cuales también trabajo, es el tema de que nos visibilicemos como mujeres con un lenguaje inclusivo; es curioso cómo las mujeres tenemos que sentirnos siempre incluidas si nos dicen “todos”, aunque haya solo un hombre en la sala, pero los hombres –algunos hombres– se sienten lastimados si les dices “todas”, cuando hay solo un hombre en la sala.

Como dice J. K. Rowling en Harry Potter “lo que no es nombrado, no existe”; por eso, nosotras tenemos que ser nombradas, así que ustedes, que son pequeñas, las invito a que piensen que pueden hablar de ustedes en femenino y que eso es correcto, porque hablar de las mujeres es hablar de nuestra propia voz, y más en un idioma tan fantástico, como el español, que nos permite, justamente, ser nombradas en femenino.

Y también, reconocer toda esta enorme tarea de borrar lo que las mujeres han hecho en el mundo, yo tengo una hija pequeña a la que luego le cuento que hay países en donde las mujeres viven aún peor que en México, como los países en donde ahora, pues gobierna la gente que tiene cierta religión y que obliga a las mujeres a vestirse de cierta manera y acotar sus derechos.

Mi hija, que es pequeña, no puede entender que haya mujeres que no pueden vivir en libertad.

Así que ustedes, pequeñas, las insto, las invito a que se den cuenta de la situación difícil en la que muchas mujeres y muchas niñas viven en el mundo, pero también aquí a la vuelta de la esquina, la situación de violencia que muchas niñas siguen viviendo en México, la situación de marginación en la que todavía –en este siglo y en este año– muchas niñas dejan de estudiar para que estudien sus hermanos, muchas niñas siguen siendo las que casan primero, muchas niñas siguen siendo las que tienen que quedarse a cocinar o a cuidar a sus padres.

De nosotras y de las generaciones previas de mujeres a las que siempre vamos a estar agradecidas por haber abierto –incluso, con su vida– este camino, depende; pero también de ustedes, estas nuevas generaciones, de estudiar y de darse cuenta que necesitamos construir nuevas formas de relacionarnos entre mujeres y hombres, formas más sanas; a los hombres, deconstruir ese machismo terrible en el que hemos vivido en nuestro país.

Y, hoy, me congratulo de que estas mujeres célebres, estas mujeres importantes, tengan un lugar en la avenida más significativa y en la avenida más hermosa de nuestro país, y que aprendamos a pensar que las mujeres tenemos Derecho a ser lo que queramos ser.

Me llama mucho la atención que luego hay muchas muchachas, mucha gente joven que tiene miedo de decir que es feminista; hay un libro que les quiero recomendar de Chimamanda Ngozi, que es una gran autora africana, un libro muy pequeño que se llama “Todos deberíamos ser feministas”, en el cual explica por qué el feminismo es un movimiento que puede ayudar al mundo a que todos vivamos mejor.

Las mujeres contribuimos a la economía del mundo y, si podemos ser pagadas de manera igualitaria, si podemos tener acceso a la Educación y a la Cultura, el mundo podría mejorar.

No solo es una cuestión de decirle a los hombres: "quítense para que nos pongamos nosotras”, es una cuestión de derechos fundamentales; así que les invito, también, a que piensen que el feminismo no es algo que da miedo.

Las feministas no son esas mujeres agresivas que andan por ahí, nada más pintarrajeando monumentos y golpeando gente, no; las feministas son mujeres que luchan por nuestros derechos, y es un movimiento que tiene que existir hasta que logremos esa equidad que, en la cual vamos avanzando, pero a la que le hace falta todavía mucho.

Muchas gracias.

DIPUTADA LOCAL, ANA FRANCIS LÓPEZ BAYGHEN PATIÑO (AFLBP): Muy buenos días; muy buenos días, compañeras, amigas; estimada Jefa, buenos días.

Muy buenos días a todas las niñas que nos acompañan, me da mucho gusto verlas aquí; como yo sacaba 10 en la primaria y en la secundaria, también me traían a eventos como estos y lo disfruta mucho, la verdad, aunque también me ponía unas buenas asoleadas.

Yo quisiera hablar de una obra de teatro que me gusta mucho –porque yo vengo del teatro–, es una obra que se llama Hamlet, que seguramente muchas de ustedes conocerán; y, es esta historia de este príncipe de Dinamarca que está en el extranjero, muy a gusto, estudiando la universidad, pero le avisan que su padre se murió; entonces, regresa, pero no saben si se murió o si lo mataron; pero resulta que su mamá se casó con el tío –que es el que sube al poder– y, entonces, hay un escándalo, tragedia enorme.

Llegan sus amigos, dos de sus amigos lo traicionan, el otro lo acompaña, él tiene que... bueno, tiene una novia que se llama Ofelia, tiene que huir a Inglaterra, se sube a un barco, el rey de Inglaterra lo va a matar por petición del rey de Dinamarca; pero, entonces, hace una carta y falsifica unos documentos para que maten a sus amigos traidores en vez de a él; regresa, escándalo.

Para esto, el padre se le había aparecido en calidad de fantasma, que qué desgraciado porque, ya si se murió, para qué se le aparece en calidad de fantasma; pero se le apareció, escándalo... no sé qué.

“Hamlet, te tienes que vengar, la muerte de tu padre”, no sé qué, tragedión loco. Ofelia, claro, se muere; tragedión loco; Hamlet acaba medio matando a todo mundo, todo mundo se mata, se mueren todos y llega a conquistar Dinamarca, el príncipe de otro lado.

Esa es la historia de Hamlet, tiene todos estos problemas. Ofelia es la novia de Hamlet –ah, Hamlet, ama Ofelia, por cierto–, Ofelia es la novia de Hamlet; como Hamlet no la ama, se suicida y se muere, fin.

Entonces, desde el teatro, las mujeres feministas decimos: ¿quién quiere ser Ofelia para tener tres escenas de una historia trágica, en donde mi único conflicto sea este señor? Francamente, yo zafo; y, eso hemos venido discutiendo.

La historia universal no existe, la historia universal ha sido la historia masculina; sepámoslo bien: la historia universal empieza a ocurrir ahora que nuestras historias están puestas en los libros, en las monografías, en las monedas, en los billetes y, por fin, en las estatuas.

Cuando anunciaron la inauguración… bueno, cuando anunciaron que iba a ocurrir el Paseo de las Heroínas, yo baile de la alegría y dije: ¡claro, por fin!, qué importante es, para cuando eres niña, poder entender que hay unas –otras– mujeres que ya fueron heroínas, y que puedas continuar ese ejemplo; porque, claro que las mujeres somos esposas de, hijas de, madres de, pero también pensamos en la existencia, en la muerte, en la vida, en el contrato social, en la posibilidad de futuro, en el cambio, en la transformación.

Por eso cuando decimos que la Cuarta Transformación será feminista o no será, no es una amenaza –porque las feministas no amenazamos, las feministas construimos–, es una invitación a cambiar la historia, a cambiar el mundo y ¿quién en su sano juicio no querría cambiar el mundo?

Este tipo de acciones cambian el mundo, cambian nuestro cotidiano, cambian nuestro tránsito del Ángel a la Diana; y eso es, muy importante, cambian nuestra presencia en la historia cotidiana.

Hay miles y millones de heroínas en nuestras familias, en nuestras casas, afuera, en la calle, en los edificios, en las oficinas, heroínas anónimas; y nosotras, las mujeres que estamos aquí, quienes –por fin– ocupamos puestos públicos, viniendo de dónde venimos, somos el sueño de nuestras ancestras; y ustedes, criaturas que vinieron el día de hoy, son el sueño de sus ancestras.

Muchísimas, muchísimas gracias por estar aquí; y, gracias, gracias a todas las personas que tienen que ver para que esto ocurra.

Gracias.