Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la Conferencia Magistral “Políticas Exitosas de Gobierno” en el Estado de Yucatán
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Buenas tardes a todas y a todos. Me siento muy feliz de estar aquí en Mérida con todas y con todos ustedes.
Y, agradecerle al doctor Hébert de Jesús Díaz Flores, por esta invitación; muchas gracias al Instituto Tecnológico por permitirnos estar en sus instalaciones y poder platicar a habitantes, a estudiantes sobre algunas de las acciones que hemos llevado a cabo en el Gobierno de la Ciudad de México.
Primero, antes que nada, antes de hablar de las acciones, es importante comentarles que somos parte de lo que llamamos los Gobiernos de la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México que, por supuesto, encabeza el gran líder de este movimiento que hoy es el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Y vale la pena preguntarles si ustedes saben por qué hablamos de la Cuarta Transformación de la Vida Pública. A ver, levante la mano quien sabe por qué se llama la Cuarta Transformación, miren no son muchos.
¿Qué es la Primera Transformación de la Vida Pública? ¿Cuál fue la Primera Transformación en nuestro país? La Independencia. Acabamos de cumplir la consumación de la Independencia, los 200 años. Esa Primera Transformación tuvo como sus grandes exponentes a Hidalgo, a Morelos, a Guerrero; fue una revolución que costó muchas vidas, pero que gracias a esos héroes somos un país soberano e independiente.
¿Cuál fue la Segunda Transformación? La Reforma. ¿Quién es el gran exponente, el gran liberal? Benito Juárez. ¿Y en qué consistió la Reforma? En separar el Estado de la Iglesia, que se constituyera un Estado civil, con libertades; esa Segunda Transformación, con los grandes liberales de México, también representó una guerra, representó vidas de mexicanos y mexicanas.
¿Cuál es la Tercera Transformación de la Vida Pública? La Revolución Mexicana. La revolución que significó los grandes derechos sociales, el que los recursos naturales fueran de la nación; significó la lucha por la democracia. Esa revolución con Madero, con Zapata, con Villa, también fue una revolución que significó muertes, violencia. Se consumó en realidad la Revolución, con el General Lázaro Cárdenas y la Expropiación Petrolera, y el reparto agrario.
Y hoy estamos viviendo la Cuarta Transformación de la Vida Pública. Y la gran diferencia es que es una transformación pacífica, que ganó la transformación con el voto de todas y todos los mexicanos. Y la esencia de esta Cuarta Transformación, es la separación entre el poder político y el poder económico. Hoy tenemos un Presidente que representa al pueblo de México, que no representa los intereses de unos cuantos, que distribuye los recursos públicos para beneficio del que menos tiene.
Y esa Cuarta Transformación y lo que hemos hecho en la ciudad, y lo que representamos los Gobiernos de la Cuarta Transformación, tenemos principios, tenemos bases con las cuales hacemos gobierno, no es cualquier gobierno, no es cualquier acción, tenemos principios que el Presidente, el 27 de noviembre en el Zócalo de la Ciudad de México, llamó a esos principios: el Humanismo Mexicano. Humanismo, porque implica nuestro movimiento, los gobiernos de nuestro movimiento de Transformación un profundo humanismo, fraternidad.
La esencia de nuestro movimiento es que luchamos contra la discriminación, contra el clasismo, contra el racismo; y luchamos también para que quien menos tiene, tenga la posibilidad de una vida digna. Por eso, los principios de nuestro movimiento, del Humanismo Mexicano, tienen que ver con esencias que se traducen en algunos principios.
El principio esencial es: Por el bien de todos, primero los pobres. Ese es un principio básico, ético, fraterno. Significa que no podemos dejar a nadie atrás, que nosotros construimos caminos amplios, no caminos angostos para que pasen unos cuantos, sino caminos amplios para que todas y todos tengan derechos; significa que el de arriba nunca va a estar bien, si el de abajo no está bien; significa que los gobiernos tienen que dedicar los recursos públicos a disminuir desigualdades, a acabar con la pobreza; significa que el dinero del pueblo tiene que regresar al pueblo, que los impuestos de todas y todos los mexicanos tienen que traducirse en disminuir desigualdades, eso quiere decir: Por el bien de todos, primero los pobres.
Lo segundo, y esencia y principio, del Humanismo Mexicano de los Gobiernos de la Cuarta Transformación es que: No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Significa que los gobernantes debemos vivir en la justa medianía, que no se llegue al poder para enriquecerse; significa que el recurso público debe destinarse para derechos, para beneficios sociales y para construir obra pública que mejore las condiciones de vida de la gente.
No es un gobierno de la Cuarta Transformación, los gobiernos corruptos. Nosotros estamos en contra de la corrupción, de erradicar la corrupción que tanto daño le ha hecho a México. No es un gobierno de la Cuarta Transformación, aquel que utiliza los recursos para comprarse camionetas, para remodelar sus oficinas, para contratar ayudantes, no; el recurso es para la gente, eso significa: No puede haber gobierno rico con pueblo pobre; significa Austeridad Republicana, nada de privilegios del gobernante.
Y, el tercer principio es que: El poder solo en virtud cuando se pone al servicio de los demás. No tiene sentido ser diputado, diputada, senador, senadora, presidente municipal, regidor, gobernador, si no se pone el poder al servicio de la gente. Servidor público significa: servir al pueblo.
Cuando hablamos de la Cuarta Transformación y de la continuidad de la Cuarta Transformación significa eso, seguir gobernando como nos enseñó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, con modestia, con humildad, con principios. Y esa es la manera en la que hemos gobernado en la ciudad.
Nosotros acabamos de cumplir cuatro años al frente del Gobierno de la Ciudad de México, y hemos buscado gobernar siempre con esos principios, cerca de la gente, muy poco en el escritorio, y más en el territorio, cercanos a la ciudadanía. Y por ello, una de las principales acciones que hemos hecho en la ciudad, es apoyar la educación pública. Yo pienso que la educación pública, primero debe ser gratuita, desde el preescolar hasta la universidad, no debería de haber colegiaturas en la educación pública.
¿Qué hemos hecho en la Ciudad de México? Primero, estamos apoyando a todos los niños y niñas de la ciudad. Les platico, cuando llegamos al Gobierno de la Ciudad de México, había una beca en la escuela pública de educación básica, se llamaba “Niños Talento”, y se le daba apoyo a quien –un pequeño apoyo–, a quien tenía 9 y 10 de promedio, supuestamente porque los niños se iban a procurar más, a trabajar más para tener una buena calificación.
Pero en realidad, un niño o una niña que no tiene una buena calificación, no es necesariamente por su responsabilidad, claro que hay que echarle ganas a la educación, pero un niño que no llega desayunado a la escuela, no tiene la misma posibilidad que el que llega desayunado a la escuela; o el que tiene problemas en la casa, a lo mejor no tiene la misma capacidad de aprender, que el que no tiene problemas en su casa, y castigarlo con no tener beca por esa condición, lo único que provoca es desigualdad. Esa beca provocó muchas desigualdades en el salón de clase, entre el niño que tenía beca y el que no tenía beca.
Como no estuvimos de acuerdo, teníamos de dos: o quitar la beca o hacerla para todos y para todas. E hicimos un programa de Austeridad Republicana, es decir, apretar más el cinturón al gobierno, y con ello, todos los niños y niñas de la ciudad de preescolar a secundaria, que estudian en escuela pública, tienen una beca mensual, todos; y un apoyo de útiles y uniformes en el verano.
¿Eso qué ha hecho en la ciudad? Primero, apoyar a las familias; segundo, apoyar a las mujeres, porque –aunque no debería ser así–, las mujeres somos las que dedicamos más tiempo a apoyar a nuestros hijos, le dedicamos más tiempo a los hijos, a las hijas, y si hay un recurso adicional, es un apoyo también para las mujeres. Y, al mismo tiempo, apoya la educación pública, porque la mejor de todas las educaciones debe ser la educación pública, quien tiene recursos que pague la educación privada, pero el Estado y los gobiernos debemos encargarnos de que la educación pública sea la mejor de todas. Y aprovecho para saludar aquí a los maestros de educación básica que están aquí con nosotros.
Son un millón 200 mil niños y niñas que reciben su beca en la Ciudad de México, una beca mensual y se llama “Beca del Bienestar para Niñas y Niños, Mi Beca para Empezar”, porque queremos que valoren la educación, que tengan todo el deseo de seguir estudiando, que empiecen en la educación básica, pero que puedan cumplir sus sueños y puedan llegar a donde ellos quieran llegar, por eso es la Beca del Bienestar Educativo.
También decidimos apoyar la educación media superior. El Presidente, cuando fue Jefe de Gobierno, hizo un Instituto de Educación Media Superior, él dejó 16 preparatorias; nosotros hemos construido más preparatorias, hoy tenemos 28 preparatorias del Instituto de Educación Media Superior con más estudiantes en este nivel educativo.
Y tomamos la decisión de crear dos nuevas universidades públicas. Hoy en la ciudad, además de las Universidades Benito Juárez que hizo el Presidente, la Autónoma de la Ciudad de México, los Tecnológicos, la UNAM, el Poli, hay dos universidades nuevas: la Universidad “Rosario Castellanos”. Hoy son después de tres años, 37 mil jóvenes que tienen el derecho a la educación, porque cualquier joven que acabe la prepa y tenga deseos de estudiar la universidad debe seguir estudiando, y el gobierno debe encargarse de abrir todos los espacios universitarios para que así sea, son 22 carreras, maestrías, doctorados, especialidades.
Y la otra universidad que creamos se llama la Universidad de la Salud. Ahí en esa universidad estudian jóvenes de todo el país, de todo el país, son casi 3 mil jóvenes que están en la Escuela de Enfermería y en la Escuela de Medicina. Ya está por salir la primera generación.
¿Saben cuánto cuesta entrar a la universidad? Cero pesos, son gratuitas, porque la educación es un derecho. Nos hicieron pensar durante años que la educación era un privilegio que, si los jóvenes no pasaban el examen de admisión, era porque no tenían las capacidades para estudiar la universidad. Pero en realidad, con todo y las universidades que ha hecho el Presidente Andrés Manuel López Obrador, fueron tantos años de abandono que todavía hace falta seguir apoyando a la universidad, a los estudios universitarios para que ningún joven se quede sin educación, educación gratuita y de calidad, para que nuestros jóvenes puedan seguir avanzando.
La educación ayuda a las personas, nos fortalece como personas, pero, sobre todo, la educación transforma a las naciones; si hay educación pública, entonces las naciones se transforman. Por eso, para nosotros la educación es un derecho, no es un privilegio.
De igual manera, decidimos apoyar la salud pública. Construimos tres hospitales generales en cuatro años, aún con todo y la pandemia, construimos hospitales generales y fortalecimos el primer nivel de salud. Y ahora vamos al programa IMSS-Bienestar, que está promoviendo el Presidente de la República.
De igual forma estamos apoyando la vivienda: la vivienda popular, la vivienda social. Son más de 85 mil acciones de vivienda que hemos hecho para vivienda social en la ciudad; además de apoyar a todos los que se quedaron sin vivienda en el sismo del 2017. Eso es parte de los programas de los derechos básicos: el derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho a la vivienda.
Y hemos decidido invertir también en transporte público. Si han ido a la ciudad, saben que uno de los grandes problemas es el transporte público. Construimos los dos teleféricos más grandes de todo el mundo como transporte público, de más de 10 kilómetros; esos teleféricos le llamamos el Sistema Cablebús, es un sistema público del Gobierno de la Ciudad y tiene dos características –que pienso yo–, que son fundamentales en el transporte público: ser accesible, no contaminante; pero además, son programas, proyectos de justicia social, porque van de las zonas más pobres de la ciudad al Metro de la Ciudad de México, y tiene un costo de 7 pesos, nada más.
Decimos: “el mejor transporte para el que menos tiene”, porque si le damos el mejor transporte al que menos tiene, construimos igualdad, de otra manera, profundizamos desigualdades.
Igual hicimos un segundo piso, pero no para coches, para trolebuses. También en la alcaldía, en el municipio –aunque allá en la ciudad se llaman alcaldías–, que tiene el mayor número de habitantes, aquí en Yucatán, creo que son 2.3 millones de habitantes; bueno, allá en Iztapalapa nada más son 1.8 millones de habitantes en un municipio, en una alcaldía.
Pero no tenía un sistema de transporte público, la alcaldía con índices de pobreza mayores. Y ahí hicimos un segundo piso donde solamente van trolebuses, y atraviesa toda la alcaldía. Y también tiene un costo de 7 pesos, para que se pueda transportar quien menos tiene.
Estamos mejorando el Metro, adquiriendo más trolebuses, y fortaleciendo la empresa pública. La ciudad tiene una empresa pública para transporte, se llama la Red de Transporte de Pasajeros. Estamos adquiriendo más autobuses. ¿Saben cuánto cuesta la tarifa de las zonas más pobres de la ciudad al Metro –las que están en la periferia– en nuevos autobuses accesibles, no contaminantes? Solo 2 pesos, solo 2 pesos para poder apoyar la economía familiar.
Igual estamos haciendo obras de infraestructura en agua potable, en drenaje. Y ustedes se preguntarán: ¿cuánto subió los impuestos la Jefa de Gobierno para hacer tanta cosa que antes no se hacía? ¿No? Cero, no subimos nada los impuestos, tampoco los derechos y vamos a entregar una ciudad menos endeudada de la que recibimos.
Por qué se pueden dar becas a los niños y a las niñas, hacer universidades, invertir en transporte público, subsidiar la tarifa, invertir en agua, invertir en drenaje, invertir en caminos, ¿por qué se puede hacer tanto? Porque no hay corrupción, porque no hay privilegios, aplicamos la Austeridad Republicana como principio, esto ha permitido disminuir desigualdades en la ciudad, abatir la pobreza.
Igual somos la ciudad más conectada del mundo con internet y hemos bajado los índices de inseguridad en la ciudad.
Quiero terminar con dos temas platicándoles. El primero, el proyecto que representamos, la Cuarta Transformación, lo que ha hecho el Presidente de la República en estos cuatro años, nos hace sentir orgullosas, orgullosos de ser mexicanos, somos ejemplo para muchos países del mundo.
Muy pocos países tienen una pensión universal para los adultos mayores, muy pocos países en el mundo están haciendo obras de infraestructura tan importantes como las que hace el Presidente, como el Tren Maya que le va a dar larga vida al sureste, una obra inimaginable y hacerla en medio de una crisis económica, de la pandemia, y la va a terminar el Presidente de la República y la va a consolidar quien siga después del Presidente de la República, porque son obras de la Cuarta Transformación.
Estamos viviendo tiempos extraordinarios, extraordinarios que le vamos a contar a nuestros hijos, a nuestros nietos, a nuestros bisnietos. Así como nuestros abuelos –en mi caso–, fueron quienes dieron apoyo para la Expropiación Petrolera, como todas las familias de México, y eso me hace sentir orgullosa, igual nuestros nietos se van a sentir orgullosos de que cada uno de nosotros dimos nuestro apoyo a la Cuarta Transformación de la Vida Pública.
Y, lo último que quiero platicarles es que en la ciudad también hemos apoyado mucho a las mujeres, porque la violencia contra las mujeres es parte de una historia de desigualdad, no surge en un día, es parte de una historia de desigualdad.
Nosotros, por ejemplo, hicimos una ley en la ciudad para que las mujeres que son violentadas no solo se les dé un refugio si así ellas lo deciden, sino que ellas deben quedarse en el hogar y quien debe salir es el agresor, se llama “El Agresor sale de casa”. A la mujer se le protege con los hijos, con medidas cautelares se queda en el hogar, incluso por encima de los derechos de propiedad, porque hay que apoyar a las mujeres.
Aquí en Yucatán hay una gran historia de mujeres de lucha, esta tierra vio nacer a Elvia Carrillo Puerto, que aún después del asesinato de su hermano siguió luchando, una de las primeras diputadas de nuestro país, sufragista que logró el voto de las mujeres hace 69 años nada más.
Y decía que hoy estamos en otra condición. Fíjense, hoy habemos nueve gobernadoras al mismo tiempo; hasta el 2018, en la historia de México, solamente había habido seis gobernadoras, y hoy somos nueve gobernadoras al mismo tiempo. Y eso es gracias también a nuestro movimiento y al Presidente de la República.
Fíjense, por primera vez hay un gabinete paritario en el país, por primera vez hay una mujer gobernadora del Banco de México, hay más mujeres en la Suprema Corte de Justicia, de lo que históricamente había habido; hay más diputadas, más senadoras, más gobernadoras, más presidentas municipales.
Hoy hay más reconocimiento a la mujer en la participación de su vida pública, y eso hace que las niñas, que las jóvenes cambien su perspectiva de vida. A mí me pasa cuando voy a las escuelas, que una niña me ve y dice: “yo quiero ser Jefa de Gobierno”, tiene una perspectiva distinta, a lo mejor hace 20 años, no. Hoy una niña puede ver a más mujeres, a una gobernadora y decir: “yo puedo ser gobernadora”.
Las mujeres tienen derecho a ser ingenieras, a ser abogadas, a ser diputadas, a ser senadoras, a ser astronautas, hoy hay una mujer joven que viajó al espacio, mexicana.
Así que la igualdad, nosotros luchamos por la igualdad, la igualdad en general. No queremos que haya desigualdades, que haya ricos y que haya pobres, por supuesto que cada quien se merece de acuerdo al trabajo que haya desarrollado, si lo hace honestamente; lo que no queremos es que haya desarrollo sin justicia, que haya mayor igualdad, pero también queremos mayor igualdad entre hombres y entre mujeres.
Así que una mujer puede ser presidenta municipal, diputada, senadora y también puede ser presidenta de la República.
Muchas gracias a todos y a todas.
¡Que viva Yucatán! ¡Que viva la hermandad entre Yucatán y la Ciudad de México!
¡Que viva México! ¡Que viva el Instituto Tecnológico!
Muchas gracias.