Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la ceremonia de recepción e inicio de operaciones del Aeropuerto Internacional "Felipe Ángeles", encabezada por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muy buenas tardes a todos y a todas.
Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del señor Presidente; a los Poderes; presidenta de la Mesa Directiva del Senado; presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; General secretario; Almirante secretario; gobernadores, gobernadoras; a todos los miembros del Gabinete de México; a todos los presentes.
El día de hoy comienzan las operaciones del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. Esta deslumbrante obra fue construida por la Secretaría de la Defensa Nacional, a cargo de sus ingenieros militares.
En menos de tres años, se construyeron tres pistas, una terminal, una Base Aérea, Torre de Control, terminales de carga, hangares, una ciudad para cerca de 15 mil elementos del Ejército, con unidad habitacional, escuelas, museos, hoteles, centro comercial, calles, avenidas; una verdadera hazaña que, en pocos meses, estará conectada por un tren a la Ciudad de México.
No debemos olvidar todo lo que se dijo: que era imposible construir un aeropuerto en este lugar, que había una montaña; que era imposible que funcionaran dos aeropuertos, el de la Ciudad de México y el de Santa Lucía.
Durante estos años, el Ejército no solo apoyó a la ciudadanía en Seguridad, en Protección Civil, en hospitalización y vacunación para atender la pandemia, sino que, además, sus ingenieros coordinaron esta y otras titánicas obras. Debemos reconocer, con ello, todo lo que ha cambiado en nuestro país.
Tengo que decirlo: no podemos olvidar el proyecto fallido que querían construir en el antiguo Lago de Texcoco, que implicaba cerrar el Aeropuerto Militar de Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, el más transitado del país y de América Latina, que transporta a más de 36 millones de pasajeros anualmente y mantiene más de 45 mil empleos directos e indirectos.
Recordemos que el Aeropuerto de Texcoco iba a costar más de dos veces el total del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, además de que implicaba un gasto de mantenimiento enorme porque la zona donde se ubicaba es un espacio que no era apto para ello, pues se inunda cada año, sirve de vaso regulador de la cuenca, se hunde por la explotación del acuífero y, además, es de un suelo arcilloso.
Por si fuera poco, entregaba el desarrollo inmobiliario, las 700 hectáreas del Aeropuerto Internacional Benito Juárez y más de mil hectáreas del aeropuerto de Santa Lucía.
Hoy, por la tenacidad, rectitud, congruencia, perseverancia por el interés público, es decir, por nunca abandonar el interés del pueblo y de la Nación, usted, Presidente Andrés Manuel López Obrador, por los años de lucha incansable, por no rendirse y gracias a la decisión del pueblo de México a través de la Consulta, tenemos un Sistema Aeroportuario con tres aeropuertos:
El Benito Juárez de la Ciudad de México, el “Adolfo López Mateos” de Toluca y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, que aumentarán el arribo de millones y permitirán el desarrollo sustentable de la región Centro del país y en particular, del Valle de México, mejorando la conectividad de todo el país, el ordenamiento urbano y por si fuera poco, la recuperación de 14 mil hectáreas del Lago de Texcoco como un Área Natural Protegida, que conserva cientos de especies y aves migratorias; y además, representará un espacio público que beneficia a millones de las zonas más pobres del Oriente del Valle de México.
El AIFA, el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, constituye la esencia de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Frente al negocio, el privilegio y la entrega de nuestros recursos para el beneficio de unos cuantos, se antepone la aportación a la Nación a partir de un proyecto racional, coherente, para el desarrollo urbano, económico y la protección de los recursos naturales con visión de futuro y con bienestar para el pueblo.
¿Quién puede estar en contra de esto? Solo aquellos que miran exclusivamente por sus intereses personales, aquellos que se beneficiaron por décadas del privilegio de estar cerca del poder y que, hoy, aún no entienden que México ya cambió, y que la gran virtud de este nuevo amanecer es que el pueblo de México está en el corazón del presente y está en el corazón del porvenir.
Así que, aquí, celebro por el bien de la Zona Metropolitana del Valle de México, el de haber convertido este Aeropuerto Militar en un Puerto Aéreo para el beneficio de todos y de todas, y haber mantenido el Aeropuerto de la Ciudad de México.
Gracias a las Fuerzas Armadas, a nuestro Ejército, a nuestro pueblo uniformado, por realizar esta labor titánica de Ingeniería en favor del pueblo y de nuestros visitantes; así como a miles de mujeres y hombres, albañiles y herreros, soldadores, barrenderos, bandereros, chóferes, cocineros, artistas, diseñadores y muchas y muchos otros que hicieron posible este sueño.
Por ello, hago un llamado a todas y todos los aún escépticos a que vengan a conocer el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” y que valoren la magnitud de este esfuerzo, y que se integren al proyecto donde los intereses de la Nación y el pueblo están por encima de la corrupción y de los privilegios del ayer. Estoy convencida, inclusive, que algunos de nuestros adversarios, cuando usen el AIFA, lo disfrutarán, aunque sea en silencio.
No podría haber mejor nombre para este aeropuerto. Debemos honrar el nombre de Felipe Ángeles porque su legado habita en este recinto y en cada una de las personas de nuestro Ejército que lo hicieron posible; la figura de Felipe Ángeles simboliza, entre muchas otras cosas, la lucha sin tregua contra la corrupción; Ángeles fue un militar que entregó su vida a la lucha contra la traición cometida hacia nuestro pueblo.
Felipe Ángeles fue un hombre disciplinado, austero, honrado y leal. Lo tildaban de ser demasiado idealista, pero Felipe Ángeles es el símbolo de un militar que construyó la paz, como el Ejército de hoy que, bajo las órdenes de su Comandante en Jefe, es un Ejército que ha dejado de enaltecer la guerra y que trabaja por la paz y por el desarrollo del país.
Hoy, me siento –y creo que con todos los que estamos aquí– profundamente emocionada y conmovida por el logro impresionante del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. Vivimos momentos extraordinarios e inéditos y reflejo de ello es esta magna obra.
La Cuarta Transformación reivindica los mismos principios que defendió el General Felipe Ángeles: honradez, humildad, dignidad, prosperidad con paz y justicia, igualdad, respeto, dignidad, fraternidad, amor por la vida y lealtad al pueblo de México.
Esta obra es esperanza y es porvenir. Hoy, el Día del Natalicio del Benemérito las Américas, México está de fiesta y levanta el vuelo gracias al Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”.
Gracias, señor Presidente.