Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la ceremonia de entrega de ascensos a mujeres policías de la Policía de Proximidad de la Ciudad de México

Publicado el 05 Marzo 2021

Muy buenos días, secretario, fiscal general, compañeros, compañeras, compañeras policías, compañeros.

Me da mucho gusto estar el día de hoy aquí con ustedes, en donde mil 571 mujeres policía reciben ascensos, y hay algunas más que están todavía en revisión, me da gusto estar con ustedes y es un orgullo estar con ustedes.

Cuando llegamos al Gobierno de la Ciudad nos encontramos una circunstancia en donde el dinero, el poder, el beneficio personal se volvió una cotidianidad en los funcionarios.

Nosotros llegamos al Gobierno de la Ciudad a representar algo distinto de la mano de una transformación que se lleva a cabo en el país y en esta transformación lo que buscamos siempre es reivindicar el servicio público; ser un servidor público es un orgullo, ser una servidora pública es un orgullo.

Y ser servidora pública, si leemos lo que significa esas palabras, pues es estar al servicio del pueblo, a mí me eligieron para representar a la Ciudad de México y para estar al servicio de la ciudadanía, en ese sentido es en el que hablamos de la transformación del servicio público, en poner por encima de todo el beneficio de la gente, el transformar el presupuesto de la ciudad para atender las necesidades del pueblo, en poner de lado el beneficio personal y siempre poner enfrente el beneficio público.

Cuando repito yo a mis compañeros y compañeras de Gabinete que no se nos puede olvidar que somos ciudadanos, ciudadanas, y que tenemos que gobernar como ciudadanos, es porque no nos podemos marear, porque siempre debemos tener los pies en la tierra, porque siempre debemos gobernar y estar al servicio de la gente pensando que somos parte de esa ciudadanía, de ese pueblo, pensando siempre cómo pensarían los demás que quisiera que fuera el Gobierno, que cuando salimos de nuestra casa y vemos que una luminaria que no está prendida, digamos: somos ciudadanos, y tenemos que prender esa luminaria, desde ese pequeño detalle hasta transformar el presupuesto público para beneficio de las personas.

Cuando decimos que esta ciudad es una ciudad de derechos y queremos que sea todavía más una ciudad de derechos, es porque queremos que para todos y para todas sea una realidad el derecho al agua, que para todos y para todas sea una realidad un transporte público eficiente, porque es un derecho; que para todos y para todas sea una realidad el derecho a la educación; que para todos y para todas sea una realidad el derecho a la salud, imagínense en medio de la pandemia si hubieran tenido que pagar las personas para poder acceder a un hospital.

A eso nos referimos con una ciudad de derechos. Cuando llegué al Gobierno de la Ciudad, el día que tomé posesión en el Congreso de la Ciudad de México, uno de los temas que planteé fue la desaparición del cuerpo de granaderos y por qué la desaparición del cuerpo de granaderos, porque la Policía no está para reprimir al pueblo, no estamos para resolver los problemas sociales golpeando a la ciudadanía, no estamos para atender un conflicto social con la fuerza, cuando hay una manifestación nuestro deber como servidores públicos es abrir el diálogo, atender, no se puede resolver los conflictos sociales con la fuerza, se tienen que resolver con el diálogo, se tienen que resolver atendiendo las causas de lo que provoca una movilización social.

El cuerpo de granaderos durante mucho tiempo en nuestra ciudad se convirtió en un cuerpo que reprimía a la gente, que utilizaba el tolete, la fuerza para poder resolver los problemas.

Y esa reivindicación de una policía que está al servicio de la ciudadanía significa también que la fuerza tiene que ser usada de manera racional y que no puede ponerse la fuerza por encima del diálogo, y por encima de la gobernabilidad.

Cuando hemos visto estas manifestaciones violentas, y cuando yo repito y repito que no se puede utilizar la fuerza y el abuso policial como la solución de los problemas, es porque incluso en esa circunstancia lo que están buscando en el fondo es denostar a la policía de la Ciudad de México y eso no lo vamos a permitir.

En ese trabajo cotidiano que hacen ustedes todos los días en las calles de la ciudad, defendiendo a la ciudadanía frente a la delincuencia, pero también en una manifestación donde se usan objetos peligrosos, conteniendo sin reprimir –sé que es una línea delgada—pero eso las reivindica a ustedes y reivindica a un Gobierno que es distinto, porque el abuso policial no va con nosotros ni va con la Policía de la Ciudad de México.

Al hablar de la profesionalización de la Policía frente a la atención de la delincuencia, de los delitos cotidianos que se realizan, siempre estamos hablando de la protección de la ciudadanía, de garantizar la paz en la ciudad; y la construcción de la paz, como dice el Presidente de la República, solo se puede lograr con la justicia, la justicia social y también la justicia de la que está encargada la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

Este trabajo de profesionalización permanente que ustedes han estado haciendo en la vida de la Policía engrandece a la Policía de la Ciudad de México y engrandece a la Ciudad de México; por eso el que hoy les demos los ascensos no es algo menor, es el reconocimiento a su labor, al orgullo que representan para la ciudad al mostrar no solamente al país, sino al mundo entero, que frente a estas acciones tenemos a una policía preparada, profesional, que contiene y que no reprime.

Esa labor tan complicada, tan compleja, es lo que va a reivindicar al final todo su trabajo y lo que nos reivindica permanentemente. En esta ciudad no se reprimen las manifestaciones sociales, pero tampoco podemos permitir que se agreda a otros ciudadanos, y ese límite y esa profesionalización que ustedes realizan frente a estas manifestaciones donde se usan objetos peligrosos y frente a la vida que ustedes representan todos los días en la ciudad para mantener la paz, la justicia, eso es de lo que nos sentimos orgullosos todos y todas en esta ciudad.

Cuando se habla de la violencia hacia las mujeres, pues nosotras como mujeres lo hemos vivido en muchas ocasiones; ustedes, yo, mis compañeras, cada una en diferentes niveles.

Yo participé en muchos movimientos sociales, pero siempre reivindicamos la movilización pacífica porque creemos que la violencia no se para con más violencia, porque si no, se justifica cualquier violencia. Así que esta labor que realizan ustedes todos los días es para pacificar la ciudad en el combate a la delincuencia, pero también en estas acciones cotidianas de contención de una manera cada vez más profesional.

Y quiero decirles que el pueblo de la Ciudad de México se siente orgulloso de ustedes, no solamente la Jefa de Gobierno. Y en esa profesionalización permanente que ustedes tienen, y que tienen que seguir teniendo, que nosotros en la medida de lo posible vamos a fortalecer, es lo que va a reivindicar al final; no solamente a las mujeres policías, sino a los hombres policías también, a la Policía de la Ciudad de México; en hacernos cada vez más profesionales, garantizando la paz, la justicia, en esta construcción de una ética distinta, en donde estamos para servir a la ciudadanía, para servir al pueblo.

Y el día de hoy, no tengo más que decirles que me siento orgullosa de ustedes y que, estoy segura, que muchas mexicanas y mexicanos se sienten orgullosos de ustedes y, sobre todo, los habitantes de esta ciudad. Así que, vamos a seguir en esta profesionalización de nuestro servicio público y en esta construcción de una Ciudad de Derechos, también, para las mujeres, no en palabras nada más, sino la construcción de la erradicación de la violencia de género en nuestra ciudad; de ir construyendo cada vez más la igualdad sustantiva para las mujeres y por eso, hoy, me complace decir que, además de esta reivindicación que hacemos al darles estos ascensos, también hoy quiero hacerles público que estamos nombrando a Marcela Figueroa como subsecretaria de Desarrollo Institucional.

Si hay una mujer que conoce del tema de las mujeres y que, además, tiene la sensibilidad es Marcela. Así que en esta visión de construir una Policía cada vez mejor con la participación de las mujeres, estoy segura que Marcela va a desempeñar una gran labor como subsecretaria de Desarrollo Institucional.

Así que muchas gracias por su trabajo, muchas gracias por su labor. Desde aquí reivindicamos una Ciudad de Derechos, una Ciudad de Derechos para las mujeres, en donde las policías mujeres representan un lugar fundamental en esta construcción de esta Ciudad de Derechos. Muchas gracias a todas.

DIRECTORA DE LA UNIDAD DE POLICÍA METROPOLITANA FEMENIL DE LA SECRETARÍA DE SEGURIDAD CIUDADANA, ITZANIA OTERO MANZO (IOM):

Buenos días a todas y todos. En esta mañana agradezco a mis autoridades la oportunidad de poder dirigirme ante ustedes.

Después de este arduo trabajo que se ha tenido durante estos meses me complace el verlas en este momento, en este lugar y con un reconocimiento por parte de quienes nos dirigen.

No ha sido fácil, no ha sido fácil entender que es un movimiento donde, quizá nosotras como mujeres policías, nos vemos agredidas, pero hemos comprendido que es nuestra misión el poder salvaguardar la vida y la integridad de las personas quienes participan en estas manifestaciones, y también, nuestro reto y nuestro compromiso de poder demostrar que como policías somos capaces de proteger, de mantener el orden.

En este tiempo se ha podido voltear hacia nosotros, tenemos una Jefa de Gobierno, un señor secretario, que han estado de la mano con nosotras; si nosotras hemos podido responder de esta forma, es porque hemos tenido todo su apoyo, porque las puertas están abiertas para el diálogo, para poder hacer saber nuestras inquietudes y al mismo tiempo, ser fortalecidas, ser apoyadas y trabajar codo a codo en esta obra, en esta misión, en este objetivo, que no es fácil, pero que nos lleva a tener un gran reconocimiento.

Muchas gracias por todo su apoyo. De corazón, estamos agradecidas todas las mujeres policías porque en todo momento han estado con nosotras, nos han recibido, nos han demostrado su apoyo y me da gusto, como directora de la Unidad de Policía Metropolitana Femenil, representar a mujeres tan dignas, a mujeres tan valerosas que se han comprometido y han demostrado su capacidad de respuesta.

Muchas gracias y muchas felicidades.

SECRETARIA DE LAS MUJERES DE LA CIUDAD DE MÉXICO, INGRID GÓMEZ SARACÍBAR (IGS): Buenos días a todas y todos. Muchas gracias a este admirable presídium. Gracias, jefa Atenea; gracias, Jefa de Gobierno.

Yo quisiera empezar con una anécdota de cuando yo tenía alrededor de 13 años y discutía con un primo sobre por qué tenía a fuerza que usar una falda para ir a la escuela. En ese momento, la situación se tornó un poco álgida y me dijo: “¿Sabes qué?, eres una feminista”, y no me lo dijo como un cumplido o como un halago –al menos así no se oyó–, más bien, se escuchó como “eres mala, eres una terrorista”.

Por esos días, la verdad es yo tenía muy poca noción de lo que quería decir el feminismo, pero sí podía reconocer que en la vida cotidiana había diferencia de trato entre mi primo y yo, entre mis amigas y mis amigos, esas diferencias que, por cierto, me obligaban a ir a mí con falda a la escuela. Sin duda, han pasado algunos años y hoy las niñas de esta ciudad pueden decidir si van con falda o no.

Años después, también entendí que mi capacidad de elección no era todavía plena; que no podía elegir sobre mi cuerpo y que los roles entre mujeres y hombres eran diferenciados y dispares; que los estereotipos –esos que nos dicen “las mujeres deben ser y los hombres deben ser”– educaban en la desigualdad; y que, si bien nosotras podíamos votar, acceder a carreras universitarias y empleos con una buena remuneración, entre más arriba en el escalafón llegabas menos mujeres había, y también –en mi época juvenil– había menos mujeres candidatas y mucho menos representantes populares.

Mi generación es la generación de la lucha por la democracia, la de abrir espacios para la participación de todas y todos en igualdad; es la lucha… es la generación de la lucha contra la violencia y la represión, pero también es la generación que tiene a una ciudad gobernada por una Jefa de Gobierno.

Dice Marcela Lagarde que la enajenación entre las mujeres y los hombres no está en nuestro equipaje como feministas contemporáneas; las feministas reclaman el fin de la intolerancia, la discriminación y la desigualdad, pero desde la construcción de una mutua aceptación basada en el reconocimiento de nuestras equivalencias humanas –los humanos y las humanas, sin obviar aquella diversidad que tenemos–, pensar en una ciudad mejor y más justa, reclaman un encuentro en la igualdad y, por supuesto, erradicar la violencia, tarea que no solo puede recaer en nosotras, sino también en nosotros.

Por eso celebro mucho este reconocimiento a mis compañeras policías, por su compromiso, por todo lo que ya acaba de expresar la maestra Itzania, su trabajo, pero ¿saben qué?, sin duda, por su insistencia para cambiar el rostro de una institución donde a pesar de ser apenas el 23 por ciento de quienes laboran ahí, todos los días con su fuerza, su conciencia, dejan en claro las capacidades y los alcances de las mujeres policías.

Por supuesto, las políticas y estrategias impulsadas por nuestra Jefa de Gobierno y el secretario, Omar García han sido decisivas para mejorar las condiciones y oportunidades de las mujeres policías.

Destaco la creación de la Unidad de Género en la Secretaría y la atenta participación casi… a lo largo de casi dos años de las Comisiones ciudadanas contra la corrupción y el abuso policial, que dirige el Consejo Ciudadano. Adicionalmente, alrededor del 92 por ciento de la fuerza operativa, hombres y mujeres policías, se han capacitado en género y Derechos Humanos.

Este proceso, desde luego tiene por objetivo mejorar perfiles, conocimientos, actuación, pero además busca también provocar una reflexión personal y una toma de conciencia. Seguimos trabajando a su lado compañeras, la Jefa nos lo recuerda todos los días, las mujeres y las mujeres policías no están solas.

Creo que mi primo estaba en lo correcto, soy feminista y tengo el honor de servir a una ciudad gobernada por una mujer, acompañada de secretarias, directoras, trabajadoras, operadoras y mujeres policías.

Que estamos convencidas que no puede haber proyecto de ciudad sino estamos las mujeres y que la cultura sobre todo no hace a la gente, la gente hace a la cultura y si esta cultura dice que las mujeres somos menos, que no tenemos los mismos derechos solamente por ser mujeres entonces podemos y debemos cambiar la cultura.

Como decía otra feminista, Ángela Davis, no estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar. En hora buena muchas felicidades.

SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA DE LA CIUDAD DE MÉXICO, OMAR GARCÍA HARFUCH (OGF)

Con su permiso doctora, saludo a mis compañeras y mis compañeros del presídium, compañeras y compañeros policías. Las mujeres en la policía, mejor dicho, las mujeres policías son un ejemplo para las y los integrantes de nuestra querida institución.

Mujeres que tienen uno de los trabajos más demandantes y arriesgados que pueden existir. Al terminar su jornada laboral después de superar adversidades que desgraciadamente a veces incluyen agresiones físicas y verbales, tienen otro trabajo, tienen que llegar a un trabajo donde ponen la misma entrega y el corazón que demuestran todos los días, el trabajo de cuidar a sus hijos, a sus parejas, a sus familias.

Pocas veces hemos visto una entrega total de un ser humano, como el que han hecho ustedes en cosas muy delicadas en la Ciudad de México, dejando su corazón en contener hechos violentos en la ciudad, han sido lastimadas, ofendidas y no tienen otra opción más que llegar a sus casas a defender con esa misma entrega sus propios hogares.

Eso refiriéndonos a los hechos violentos que hemos visto de manera pública, pero también tenemos muchas compañeras que hoy son reconocidas entre estos mil 571 ascensos, que no se ha visto su trabajo, pero que se ha sentido en la ciudad.

Compañeras que han arriesgado su vida en un trabajo encubierto, compañeras que han sido agredidas por armas de fuego, compañeras que con un trabajo oculto en la Ciudad de México han hecho con su trabajo que disminuya la violencia en la Ciudad de México.

A todas, a todas, muchas, muchas gracias. Hoy estos mil 571 ascensos que se otorgan no son suficientes para demostrar y poder agradecer y recompensar el trabajo que ustedes desempeñan día a día.

Nuestras compañeras de tránsito, nuestras compañeras de la Unidad Metropolitana, nuestras compañeras de Operaciones Especiales, nuestras compañeras de Inteligencia, muchas, muchas gracias por la entrega y por ser ejemplo para todos los policías.

Pronto con este trabajo que se ha venido logrando en más de un año, ustedes serán reconocidas como un referente nacional de lo que es la entrega de una mujer a su trabajo.

Verdaderamente las admiramos en la institución, las valoramos y estamos profundamente agradecidos con ustedes.

Tenemos entre estas héroes, muchas, muchas, cientos de héroes que tenemos que no se ve su trabajo tenemos también víctimas de acoso, de abuso, personas y mujeres que han sufrido muchísimo, no solo en la institución, en sus vidas y aun desgraciadamente y vergonzosamente a veces dentro de la institución.

Con todas ellas reafirmamos nuestro compromiso absoluto, de que reciban una respuesta y una atención de manera inmediata por parte de su servidor y de la Jefa de Gobierno porque así lo ha instruido, gracias, verdaderamente, gracias por su servicio y muchas felicidades por sus ascensos.