Mensaje de la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, durante el evento “Hasta siempre Teotongo, Iztapalapa te llevo en mi corazón”
JEFA DE GOBIERNO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): Hola, compañeras y compañeros.
Es el primer día después de la toma de protesta, este domingo 6 de octubre, que se juntan muchos momentos; ayer estuvimos en el Congreso de la Ciudad de México, en el Teatro Metropólitan y caminando por las calles del Centro de la ciudad; ayer entramos al Palacio Virreinal, a la oficina desde donde estaremos atendiendo a la gran población de la Ciudad de México.
Quiero saludarlos el día de hoy, quiero agradecer a los secretarios y secretarias que nos acompañan, que decidieron venir hasta acá, hasta San Miguel Teotongo, y que podamos juntos dar un mensaje de alegría y de entusiasmo por la Ciudad de México.
Como hace un momento lo veíamos: ¡Arriba los de abajo! Eso es lo que representa nuestra llegada a la Jefatura de Gobierno de esta ciudad.
Vivimos –desde décadas– en esta hermosa colonia San Miguel Teotongo, enclavada en el corazón de la Sierra de Santa Catarina de Iztapalapa, y todavía recuerdo cómo cuando era joven, una joven de 19 años, vine a la parte alta de San Miguel Teotongo a dar clases a la secundaria de “El Capulín” o la secundaria “República de Cuba”.
Y ahí fue donde decidí que no solo era venir y apoyar a los que menos tenían, porque en esta colonia no había pavimentos, todo era piedra; no había, obviamente, ningún servicio público, no había transporte, agua, luz, nada.
Y decidí que… mientras yo estudiaba la carrera de Economía en la UAM-Iztapalapa decidí que tenía que estar con la gente que menos tenía, y que si quería hacer algo por este país, no solo podía quedarme desde los libros y tener conciencia y ser turista político; así que decidí, igual que muchos otros compañeros, venirnos a vivir a esta colonia y sufrir con la gente los sufrimientos de todas y de todos, y aquí encontré una nueva familia: La Unión de Colonos de San Miguel Teotongo.
Aquí somos herederos de un puñado de hombres y mujeres que hace 50 años decidieron que no podían quedar las cosas así y que tenían que organizarse y luchar de manera comunitaria, yo creo en el poder de la comunidad, porque construimos comunidad y poder popular en estas tierras.
Porque aquí, los domingo como hoy, se escuchaban en muchas partes de este cerro esos voceos, porque en cada zona se llevaban a cabo asambleas para informar todo lo que se podía o era necesario para luchar y para transformar.
Aquí aprendimos que las decisiones se toman en comunión, en asamblea, y que los acuerdos que se toman se cumplen; aprendimos que el interés público y comunitario está por encima de los intereses privados.
Aquí se luchó por defender las áreas verdes de la ciudad y la reserva ecológica de Santa Catarina; más de 400 invasiones se enfrentaron para evitar que se siguiera poblando el área natural protegida.
Aquí, la gente se organizó para defender 116 hectáreas distribuidas en 80 predios, que la población los conservó para equipamiento urbano, para áreas verdes y para el futuro de los niños y los jóvenes.
Por eso siempre digo que aquí se engendraron las UTOPÍAS, mientras se luchaba por defender las áreas verdes, mientras la población se alertaba para que se defendiera el interés común y el espacio común, aquí las UTOPÍAS las teníamos en la cabeza.
Y cuando llegábamos y decían: “Esta es el área verde que vamos a defender”, y veíamos el terreno, pues no veíamos nada verde, eran piedras y más piedras; pero en el imaginario colectivo de este pueblo, allí veía un área verde que pronto se tenía que hacer, allí se veían las UTOPÍAS
Por eso, para mí es muy importante el día de hoy hacer un reconocimiento a la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo, a esta gran organización, a compañeras y compañeros conscientes con las que he convivido por décadas, que hemos tenido innumerables movilizaciones, acciones transformadoras a favor de la comunidad.
Aquí también se enfrentó –como dice Santiago– represión por defender las áreas verdes. Cómo no se va a olvidar la defensa del área de Capilla –que así le llamábamos–, en donde se quería un parque ecológico y se invadía; así que se defendió como nunca, como en ninguna otra parte, las áreas verdes y de equipamiento urbano.
Entonces, yo provengo de esa lucha, de una lucha comunitaria por defender lo público y lo comunitario, de no permitir que lo privado le gane a lo común; y así vamos a gobernar, vamos a transformar el espacio público de la Ciudad de México, vamos a construir 100 hermosas UTOPÍAS a lo largo y ancho la Ciudad de México.
Y muchos de los programas de bienestar surgieron aquí, desde la sociedad civil, desde los organismos no gubernamentales, desde las organizaciones sociales que, cuando teníamos gobiernos totalitarios como el del PRI, no permitían ninguna expresión distinta, no permitían que las comunidades propusieran y que con ideas de abajo se transformaran o que las experiencias micro se convirtieran en políticas públicas.
Fue hasta que llegamos a gobernar Iztapalapa que hicimos que muchos de los grandes proyectos autogestivos se convirtieran en grandes programas sociales.
Así que, agradezco a Iztapalapa. Le doy, como siempre he dicho, me llevo el corazón de Iztapalapa a toda la Ciudad de México y dejo mi corazón con ustedes y me llevo el de ustedes para gobernar.
Y vamos –estoy segura– a ser un gobierno que transforme la vida de la gente, que las periferias no sean sinónimo de desigualdad, que las periferias dejen de ser abandonadas y se conviertan en nuevas centralidades de la Ciudad de México en las que podamos, a través del desarrollo, del bienestar, de la infraestructura, de la educación, transformar la vida de la gente.
Así que, yo recordaba –siempre lo digo– ¿cuántas veces fui al Zócalo en este periodo de tiempo, en estas décadas? ¿Cuántas veces acudimos, siempre en comisiones, distintas maneras de llegar al Zócalo, a gestionar? Muchas, miles, pero, al menos, en 10 mil ocasiones estuvimos en el Zócalo con ustedes, con la gente, con el pueblo, luchando, gestionando, tramitando, haciendo llegar la voz del pueblo a las autoridades distintas, todas distintas.
Así que, ¿cómo voy a gobernar ahora, en la Ciudad de México, teniendo esta larga experiencia? Lo primero es que el equipo que me va a acompañar al gobierno sea un equipo sensible, que se ponga en los zapatos del pueblo que va a acudir a buscarlos, que sea un equipo transformador, que no haya burocracia, doy por sentado que no tenemos a ningún corrupto en nuestras propuestas porque, justamente, contra ello estamos.
Pero lo que sí puedo decirles es que queremos que este gran gobierno, sea un gobierno de territorio y no de escritorio; no es lo mismo ver un escrito que nos dan, un papelito que nos entrega la gente todos los días que andamos en campo, que ir a ver el problema directamente; hay que ir a ver los problemas.
Estos 6 años, son años que no vamos a descansar, que vamos a gobernar desde muy temprano y hasta muy noche, sirviendo al pueblo, a toda la gente de la Ciudad de México.
Y a mí me da mucho gusto decirles que hoy es un momento importante, porque significa el inicio de un gobierno que tienen que tener, o tiene que destacarse por un gobierno popular, del pueblo y para el pueblo. Y por eso hoy, y por eso estamos aquí, y por eso me comprometo ante ustedes que así lo vamos a hacer; con ustedes, con los que he recorrido décadas.
¿Quién puede darse el lujo de decir que vive en una comunidad de lucha? Muy pocos; así que, me convierto en la primera Jefa de Gobierno, que viene de una zona donde ha habido transformación y lucha, donde ha habido autogestión, donde ha habido poder popular, y no nos referimos a invasiones y control territorial; no, son los vecinos que se juntan ante la problemática que existe.
Nos referimos a la población, a la ciudadanía que construyó una cultura ciudadana, democrática y de lucha, de que aquí todo se decide en asamblea, lo que sea.
Y eso es la construcción del cuarto nivel de gobierno que queremos hacer en la ciudad, que el gobierno consulte a la gente cualquier proyecto que se lleve a cabo, que la gente participe, porque, necesitamos que esta ciudad sea una ciudad participativa, la más participativa, porque históricamente la Ciudad de México, se ha destacado por ser cuna de los movimientos sociales, por llevar a cabo grandes movilizaciones que transformen la vida de la gente, porque aquí, ante las injusticias, se protege y se lucha y no se deja nada así. Y eso es lo que queremos, y queremos más y más, que la gente de la Ciudad de México aprenda a reunirse, al menos una vez al mes, al menos. Yo les pregunto a ustedes ¿cuántas veces nos reuníamos y hacíamos asambleas por semana? Muchas, muchas, hacíamos asambleas los miércoles, los sábados, los domingos por sección, reuniones de consejo, reuniones de comisiones, esa era la vida comunitaria.
Había la Comisión de Transporte, que se encargó de sacar los chimecos de esta zona y que entraran los RTP; estaba la Comisión de Agua y de Drenaje, que obligó a que se introdujera la red secundaria de agua con el programa de que la gente abría las zanjas para que el gobierno diera el material.
Estuvo la Comisión de Desarrollo Urbano, encargada de tener planeación y diagnóstico participativo; venían los estudiantes de las universidades aquí a hacer sus tareas; el Taller 5 de Autogobierno, y otros proyectos más, a hacer tesis, tareas de ese movimiento que se llevaba a cabo durante años.
¿Cuántas asambleas?, ¿cuántas discusiones?, ¿cuántas tareas?, ¿cuántas sombrereadas, que así le llamábamos, las sombrereadas cuando alguien se quitaba la cachucha y hacíamos recolección de dinero para lo que se necesitara?
Una cultura democrática y popular se construyó aquí y se sigue construyendo, porque este año cumplió 50 años de lucha la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo; 50, 50 años.
Y miren, también aquí fue el primer lugar donde hubo el primer comedor popular de todo el país. Aquí, el grupo de mujeres en lucha de San Miguel Teotongo se organizó, juntaron su dinero y su gasto que tenían de la semana y se organizaron para construir los cimientos de lo que hoy va a ser una de las políticas públicas más importantes: el Sistema Público de Cuidados.
Aquí nació el primer comedor comunitario, sin apoyo del gobierno; después llegaron los programas de gobierno, pero aquí se diseñó el primer programa de peso y talla de los niños, en donde salían las mujeres a pesar y a medir a todos los niños de la comunidad.
Aquí salió el primer programa popular que se le llamó “Nutrivale”, y aquellos niños que tenían peso bajo, que tenían problemas de nutrición, aquí se les daba un vale para que pudieran desayunar y comer de manera gratuita en los comedores comunitarios.
Aquí salieron muchas propuestas e ideas de comunicación comunitaria, de prensa comunitaria; aquí empezaron los murales –¿dónde está Chuchín?–, aquí empezaron; el muralismo que hoy tenemos en la ciudad, aquí lo empezamos.
Yo me acuerdo –brevemente, porque a lo mejor ya nos cansamos todos–, dimos una lucha por una lechería en la parte baja, queríamos que se hiciera aquí, aquí en la plaza cívica, pero había un pleito con otro grupo que no quería, en fin.
Después, logramos proponer otro lugar –que es en Minas, donde está construida la lechería–, y para nosotros era un logro que esos proyectos se hicieran en las colonias como ésta; y, entonces, los priistas estaban muy contentos que se habían salido con la suya de que no se hiciera donde nosotros queríamos, ¿no?
Entonces, se hizo la lechería, y el primer día de inauguración llega Liconsa con la leche a repartir, llegan los funcionarios para la inauguración y encuentran un mural enorme de Zapata pintado en la nueva lechería; entonces, era tremendo, porqué por cualquier manera que ellos querían opacar nuestra lucha, siempre había creatividad y una manera de hacernos presente.
Así que hay miles de historias, tendremos que hacer muchos libros de todo lo que aquí se ha hecho. Así que yo hago esta reseña muy breve de lo que hemos construido acá.
Ahora me toca, gracias a ustedes y al pueblo de Iztapalapa, jugar otro rol en la ciudad: la Jefatura de Gobierno; pero me llevó, me llevó aquí toda esta experiencia de lucha y me comprometo con ustedes a gobernar bien esta ciudad; no porque hayamos desarrollado una experiencia aquí, en las zonas populares, significa que no tenemos la capacidad de gobernar la ciudad completa.
Hemos gobernado la cuarta parte de la Ciudad de México y van a ver que toda la otra zona de la ciudad va a estar encantada con el trabajo que vamos a hacer, porque no vamos a esmerar mucho en transformar el espacio público, en seguir construyendo Cablebuses, como el que tenemos aquí.
Mandémosle un fuerte aplauso a Claudia Sheinbaum Pardo, nuestra presidenta de la República; y un gran, gran aplauso al presidente Andrés Manuel López Obrador, decirle: “Hasta siempre presidente”.
Y así, tenemos al presidente López Obrador, a la presidenta Claudia Sheinbaum como ejemplo de gobierno, y así vamos a comprometernos a gobernar con las mejores propuestas medioambientales, con las mejores propuestas de bienestar social, con las mejores iniciativas de movilidad, y vamos a construir una ciudad a la que le demos futuro.
Así que, estoy lista y preparada para asumir el Gobierno de la Ciudad de México. Estoy también preparada para todas las tareas que tenemos que sacar adelante, eso significa que seguramente tenga que irme a vivir al lado del Zócalo para que podamos asumir, bueno muy cerca, pues, para asumir desde muy temprano y podamos atender bien todas las tareas que tenemos.
Pero, para mí, San Miguel Teotongo, Sierra de Santa Catarina, Iztapalapa completo están conmigo y voy a regresar, con propuestas alternas, con propuestas para seguir mejorando esta ciudad.
Así que, a mí no se me olvidan la falta de agua ni Iztapalapa, esa va a ser mi prioridad; y prioridad también la seguridad ciudadana, y prioridad también el bienestar social.
Así que pronto estaremos demostrando que gobernar con el pueblo es el mejor camino y el voto del 2 de junio tuvo su mandato: Que esta ciudad se siguiera transformando, así que nuestra tarea es profundizar más la transformación.
En cada tema profundizar, y gobernamos porque tenemos causas de luchas históricas, no gobernamos porque queremos, porque “quítate tú para que quede yo”, no; no, no, no, porque decidimos escoger un modelo de vida al lado de la gente, no un modelo de vida para prosperar personalmente.
Así que, ahora es cuando. Todo el talento de estas décadas de trabajo y de propuestas deben convertirse en las mejores maneras de gobernar la Ciudad de México. Así que me llevo de Iztapalapa y de esta zona lo mejor para gobernar la Ciudad de México.
Amo a Iztapalapa, amo a San Miguel Teotongo, amo a la Sierra de Santa Catarina; y, como digo: “Dejo mi corazón con ustedes y me llevo el corazón de ustedes conmigo a gobernar”.
Muchísimas gracias por todos estos años de lucha; muchísimas gracias por este acompañamiento histórico; muchísimas gracias por haberme formado como soy; muchísimas gracias por compartir con ustedes estas grandes tareas.
Muchas gracias.
¡Que viva la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo! ¡Que viva Iztapalapa libre! ¡Que viva la Ciudad de México!
INTEGRANTE DE LA UNIÓN DE COLONOS DE SAN MIGUEL TEOTONGO, TERESA ORTEGA RICO (TOR): Muchas Gracias a todos los vecinos, a este pueblo de Iztapalapa que no deja de luchar, que los queremos, los llevamos en el corazón.
Y con ese corazón completo y lleno de alegría, de esperanza, de cariño, de honestidad y de justicia le entregamos este regalo a nuestra nueva Jefa de Gobierno.
Querida Clara Brugada, este es tu pueblo, este es tu pueblo de Iztapalapa que te quiere y te lleva en su corazón.