Mensaje de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, durante el Día Pluricultural de México, en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento

Publicado el 12 Octubre 2024

JEFA DE GOBIERNO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): Hola, buen día. Buen día a todas y todos.

Quiero, primeramente, agradecer la presencia de los pueblos originarios, de los barrios originarios de la Ciudad de México y de todas las comunidades indígenas residentes; que se pongan de pie, todas y todos los invitados que son originarios y que son indígenas y que viven en esta gran Ciudad de México. Muchísimas gracias por acudir a este llamado.

Y quiero agradecer al presídium, a la compañera y al compañero que hablaron el día de hoy en este evento convocado.

Nos honran todos y todas con su presencia; quiero reconocerlos y agradecerles –por favor, pónganse nuevamente en su lugar, sentados–.

Y quiero empezar esta intervención recordando que nuestra ciudad posee una historia de enorme riqueza y que el próximo año vamos a celebrar siete siglos de su fundación; nuestros ancestros construyeron aquí su ciudad, siguiendo el llamado de los dioses.

En los antiguos textos, los antiguos mexicanos dejaron asentado que habían seguido las instrucciones de los sacerdotes, en especial de Huitzilopochtli, y decidieron asentar su capital en el sitio en el que hallaron un águila posada sobre un nopal, devorando una serpiente.

He querido comenzar esta intervención recordando esta imagen sobre la Fundación de Tenochtitlan porque, justamente, hoy celebramos el Día de la Resistencia Indígena, antes mal llamado Día de La Raza, o Día de la Hispanidad, y queremos dotar, confirmar, el nuevo significado de esta conmemoración.

Todavía hoy, los herederos y beneficiarios del régimen colonial se niegan a ofrecer disculpas por las atrocidades cometidas durante la conquista; pero nosotros, desde el corazón del Anáhuac, nos unimos a la exigencia de quien fue nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, y de nuestra presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, para que los herederos de los responsables de uno de los mayores actos de exterminio en la historia de la humanidad pidan perdón a los habitantes originarios de estas tierras.

Para quienes formamos parte de los gobiernos que emergemos de la Cuarta Transformación, esta conmemoración es un recordatorio de que el violento encuentro entre dos mundos marcó el inicio de la resistencia indígena y representó el comienzo de la lucha de los pueblos originarios en defensa de sus derechos, y esa lucha todavía no termina.

La resistencia de los pueblos originarios es parte fundamental de nuestra historia y es crucial entender su importancia, porque al hacerlo honramos también las invaluables contribuciones que estas comunidades han hecho a la conformación de nuestra historia y de nuestra identidad.

Nuestros pueblos originarios continúan resistiendo, igual que lo hicieron hace mucho tiempo, no se marcharon de ninguna parte ni desaparecieron; han resistido aquí y han encontrado el corazón de los procesos de transformación que ha experimentado nuestro país.

Ellos fueron –los indígenas, los pueblos originarios– los primeros en atender el llamado del cura Hidalgo en 1810; ellos también abanderaron las causas de la Reforma emprendida por el presidente indígena Benito Juárez, y fueron también las comunidades indígenas las que integraron los populosos ejércitos de Zapata y de Villa.

Así que, pese a ello, por muchos años los pueblos originarios y las comunidades indígenas fueron invisibilizados y excluidos de la esfera pública.

Para combatir la desigualdad histórica que han enfrentado, los gobiernos que hoy representamos hemos trabajado para el bienestar y los derechos de los pueblos originarios de este país, como bien se decía aquí, como lo señala el Artículo 2 de nuestra Constitución, dice así: Nuestra ciudad es intercultural, con una composición plurilingüe, pluriétnica y pluricultural, sustentada en sus habitantes; sus pueblos y barrios originarios, históricamente asentados en su territorio y en sus comunidades indígenas residentes. Se funda en la diversidad de sus tradiciones y expresiones sociales y culturales.

Nuestro compromiso ha sido siempre a favor de una ciudad en la que se reconozca el derecho de nuestros pueblos y barrios originarios a reconocerse como tales.

Nunca más una ciudad en la que se restrinja a nuestras comunidades originarias su legítimo derecho a reivindicar su identidad tradicional.

Debemos avanzar hacia el reconocimiento de su patrimonio inmaterial, garantizar que las tradiciones y saberes indígenas sean reconocidas como parte del patrimonio cultural de la ciudad, asegurar que nuestras comunidades, que las comunidades asentadas en esta ciudad, comunidades indígenas, se sientan orgullosas de sus tradiciones y formen parte de su vida.

Hacer que las lenguas originarias formen parte de la cultura viva de nuestra ciudad e incentivar la enseñanza, la investigación, la difusión de las lenguas indígenas en México; impulsar también el rescate de la identidad colectiva de los pueblos y barrios originarios.

Así que, para nosotros, la construcción del Segundo Piso de la Cuarta transformación demanda la ampliación de derechos y no la restricción de los mismos, a favor de los indígenas y de los asentados históricamente acá; en especial, los derechos de las mujeres indígenas, quienes sufren en mayor medida la violencia y la discriminación.

Somos conscientes de que la transformación de la vida pública demanda de mayor esfuerzo de todas las instancias de gobierno para materializar los derechos de las comunidades indígenas residentes; porque aquí, aquí en la ciudad, en este gobierno y en nuestro corazón, albergamos una ciudad en la que tienen cabida todas las culturas. La transformación de la ciudad es la transformación de la relación con sus pueblos indígenas.

Así que queremos, esencialmente, construir una ciudad donde se pueda ejercer sus derechos, puedan ejercer los derechos todas las personas con libertad y con igualdad, una ciudad para todas y todos. Y vamos a trabajar todos los días intensamente hasta lograr que la Ciudad de México se convierta en una ciudad libre de racismo y de exclusión.

¡Que vivan los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México! ¡Nunca más una ciudad sin nuestros pueblos y barrios originarios!

Declaro solemnemente:

PRIMERO. Que la Ciudad de México reconoce al 12 de octubre de cada año como la conmemoración del Día de la Resistencia Indígena, como parte del cumplimiento a las demandas históricas de los pueblos, barrios originarios y comunidades indígenas residentes.

SEGUNDO. Ratificamos a la Ciudad de México como una ciudad pluricultural, plurilingüe y pluriétnica donde habitan, además de sus pueblos y barrios originarios, al menos 55 de los 70 pueblos indígenas de la Nación, lo que la lleva a ser la ciudad con mayor presencia y diversidad cultural del país y América Latina.

TERCERO. Reafirmamos los derechos que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la Constitución Política de la Ciudad de México y los instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte, los cuales ahora se alinean en el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos de derechos públicos.

CUARTO. Impulsaremos acciones que visibilicen, promuevan, respeten, protejan y garanticen en todo momento los derechos de las niñas y mujeres indígenas, en aras de alcanzar la igualdad sustantiva y una vida libre de violencia y discriminación.

QUINTO. Implementaremos políticas públicas de atención transversal y la construcción de planes de justicia en conjunto con los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, en un marco de respeto a sus derechos fundamentales, colectivos, garantizando el ejercicio de sus derechos económicos, sociales, culturales y medio ambientales, asegurando la participación igualitaria de mujeres y hombres, a fin de atender sus legítimas demandas históricas, con el objetivo de alcanzar su bienestar integral.

SEXTO. Trabajaremos con diálogo y participación, conforme a la Constitución y legislación, para concluir el Sistema de Registro y Documentación que garantice una amplia inclusión y reconocimiento a los pueblos y barrios originarios, así como de las comunidades indígenas residentes.

SÉPTIMO. Se garantizará la participación y consulta en los procesos hacia los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, conforme a los estándares internacionales y la legislación nacional y local.

OCTAVO. La Ciudad de México será un territorio libre de racismo y discriminación y, para ello, se adoptarán todas las medidas legales y administrativas para lograr una ciudad incluyente y diversa.

Salón de Cabildos de la Ciudad de México 12 de octubre del 2024 Su servidora, Clara Marina Brugada Molina, jefa de Gobierno de la Ciudad de México

SECRETARIA DE PUEBLOS Y BARRIOS ORIGINARIOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS RESIDENTES, NELLY ANTONIA JUÁREZ AUDELO (NAJA): Buen día a todas y a todos.

Buen día, Jefa de Gobierno; buen día a todas las representaciones de los pueblos y barrios originarios que nos acompañan hoy desde Alcaldías como Ávaro Obregón, Milpa Alta, Gustavo A. Madero, Xochimilco e Iztapalapa.

Agradecer también la presencia de comunidades mazahuas, triquis, tzotziles, tzeltales, mazatecas, purépechas, otomíes.

Queremos darles la bienvenida a este espacio que nos recuerda el pasado colonial, que hoy está abierto para todos los pueblos y todas las comunidades, bajo el lema de un gobierno que nos dice: “Por el bien de todos, primero los de abajo”. Y primero los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes.

Durante mucho tiempo estuvimos haciendo visible que la Jefa de Gobierno, en ese tiempo candidata, tenía una propuesta exacta para los pueblos y barrios originarios, y no nos equivocamos.

El día de hoy se hace patente este compromiso de los pueblos y barrios originarios, con los pueblos y barrios originarios y las comunidades indígenas residentes, a través de un gobierno abierto, de un gobierno democrático mediante el cual estaremos trabajando basados en el diálogo democrático, en la construcción de la justicia social para estos pueblos.

Quiero agradecerles su presencia en este día simbólico, el día que estigmatizantemente se había llamado como De la Raza o como el Día del Descubrimiento de México y, que desde el movimiento indígena se estuvo buscando que se reconstituyera como el Día de la Resistencia Indígena.

Un día que estamos pactando un nuevo acuerdo social, una nueva relación con los pueblos originarios en este salón de Cabildos, que simbólicamente significa que hoy estamos sentados como iguales el Gobierno de la Ciudad de México con los pueblos originarios.

Sean bienvenidos y nuevamente agradecer la oportunidad a la Jefa de Gobierno por brindarnos este espacio de diálogo conjunto que, sin duda, implica el establecimiento de una nueva relación de iguales entre los pueblos y barrios originarios y las comunidades indígenas residentes.

Muchísimas gracias a todos por su presencia.

INDÍGENA TRIQUI, REPRESENTANTE DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO, PASCUAL DE JESÚS GONZÁLEZ (PJG): Buenos días compañeros, compañeras de las comunidades, de los pueblos y barrios originarios; agradecemos la invitación de la Jefa de Gobierno y a su Gabinete que hoy la acompañan.

El 12 de octubre nosotros lo renombramos como Día de la Resistencia Indígena; hoy, a 532 años seguimos resistiendo.

Y queremos decirles que este día es un día de dolor para nuestros pueblos, porque fue el día que inició el despojo, el exterminio, el desprecio, la explotación contra los pueblos originarios de este continente, por eso decimos que hoy no tenemos nada que celebrar.

En los siglos pasados hemos tenido que enfrentar obstáculos como el racismo, la discriminación y, como consecuencia de esto, nuestros pueblos perdieron sus lenguas, desaparición de pueblos enteros; bueno, pasaron muchos años para que el Estado mexicano reconociera nuestra presencia, que es la base de la nación mexicana, así como nuestro derecho a organizarnos y a ejercer nuestros sistemas normativos.

El pasado 30 de septiembre de 2024 se publicó en el Diario Oficial de la Federación que, por fin, somos sujetos de derecho público, y es un logro del presidente Andrés Manuel López Obrador; es un hecho histórico que venía a reconocer y garantizar los derechos inalienables de los ciudadanos indígenas y afromexicanos.

Este reconocimiento, como sujetos de derecho público, ya estaba establecido en la Constitución local donde, aquí varios de los presentes fueron diputados constituyentes, la misma jefa de Gobierno, aquí Alejandro, que tuvimos varias reuniones para discutir las propuestas.

Sin duda, fue un avance muy importante porque, hasta antes de 2017 éramos reconocidos como avecindados, migrantes y aquí, el doctor Pablo, un aliado de nosotros que siempre nos ha acompañado para redactar, porque también tenemos que reconocer a los que siempre nos han ayudado, a todos los constituyentes y a los compañeros académicos, a los activistas.

Un avance que del 2017 al 2024 hemos tenido, la misma pandemia que nos arrebató algunos derechos, como la falta del presupuesto suficiente para atender estos derechos reconocidos en la Constitución de la Ciudad de México, y esperamos que ahora con nuestra Jefa de Gobierno podamos avanzar en ese sentido, porque hemos estado luchando por décadas, compañeros, compañeras mazahuas, que hoy están aquí, compañeras otomíes, compañero totonaco, mazatecos, todos los pueblos indígenas radicados en la ciudad.

En la ciudad hay más de 825 mil que se asumen como indígenas y, lamentablemente, solamente 125 mil hablan una lengua de las 56 que se hablan en la ciudad; tenemos que hacer algo para que los niños y los jóvenes puedan hablar, escribir y cantar sus lenguas, que no les de vergüenza porque hay mucha discriminación y racismo en la ciudad todavía.

En el Artículo 2 de la Constitución numeral 1 dice: La Ciudad de México es intercultural, tiene una composición plurilingüe, pluriétnica y pluricultural sustentada en sus habitantes; sus pueblos y barrios originarios, históricamente asentados en su territorio y en sus comunidades indígenas residentes. Se funda en la diversidad de sus tradiciones y expresiones sociales o culturales.

Sin duda, en 2017 se dio un paso importante para nosotros, los integrantes de las comunidades indígenas, pueblos y barrios originarios y afroamericanos; lo anterior, afirmamos que, si hay derechos, tiene que haber presupuesto que atienda a los sujetos de derecho, como lo marca el Artículo 62 de la Ley sobre los Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, y también esperamos que en esta administración, el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, que es una oportunidad para garantizar los derechos de los sujetos de derecho de esta ciudad, estamos más que con usted.

Tenemos asegurada la construcción de una ciudad pluricultural en donde todas y todos, rostros y lenguas indígenas de distintos orígenes, tienen un lugar para existir y recrearse, como lo mandata nuestra Constitución de la ciudad.

Su historia, Jefa de Gobierno, de organización y lucha por el derecho a la ciudad nos lo garantiza, usted conoce nuestras formas de existir y organizarnos, desde los orígenes indígenas de San Miguel Teotongo, lugar desde donde inició y desarrolló su experiencia política.

Este día no es un día más de lucha, es el inicio de una administración que, estamos seguros, colocará la diversidad cultural y lingüística en el centro de sus políticas.

Segura esté que las comunidades indígenas caminarán con su participación y organización en estas tareas; seguros estamos también que los sueños y utopías de compañeros y compañeras, que dejaron su vida por la lucha por una ciudad democrática, incluyente y pluricultural será cristalizada durante su administración, nosotros caminaremos a su lado en esta tarea.

Sabemos que usted tiene la sensibilidad suficiente para avanzar en ese sentido, por lo que invitamos a establecer una nueva relación entre las comunidades indígenas residentes y su gobierno.

¡Nunca más una Ciudad de México sin nosotros!

Gracias.

PRESIDENTA DEL COMISARIADO EJIDAL DE SANTA MARÍA AZTAHUACAN, ALEJANDRA ROMO ACEVEDO (ARA): Buenos días a todos, y gracias por la invitación a la Jefa de Gobierno.

Los pueblos originarios de la Ciudad de México. En la Ciudad de México existen 139 pueblos y 53 barrios del lugar de donde soy originaria, del oriente de la ciudad; comprendidos entre esos pueblos, somos cinco pueblos hermanos que son: Santa Cruz Meyehualco, Santiago Acahualtepec, Santa Martha Acatitla, San Sebastián Tecoloxtitlán y Santa María Aztahuacan.

Estos pueblos, como los demás en la Ciudad de México, han preservado sus tradiciones en el esquema de usos y costumbres; a pesar de la imposición española, seguimos reconociendo nuestros orígenes ancestrales de configuraciones de la cultura prehispánica y española.

Lo que nos enfatiza como pueblos es que seguimos conservando nuestra identidad de tradiciones culturales, gastronómicas, festejos de veneración religioso y festejos de carnaval, sin olvidar lo más importante de nuestra historia, de cual hemos tenido referencias y defender nuestras tierras originarias, de nuestros pueblos, desde la invasión, que ese choque de culturas donde nuestros derechos como indígenas naturales fueron reprimidos, violados y desplazados, sufriendo las etnias toda la saña en calidad de esclavos y, aun así, con todo ese contrapeso seguimos existiendo, recuperando el patrimonio, la identidad que son nuestras tierras, ya que en ellas está escrita nuestra historia y resguardamos nuestros baluartes espirituales.

Haciendo una breve reseña de un gran personaje, Cuauhtémoc, Cuauhtémoc del oriente de la Ciudad de México, defensor de la invasión española, Cuauhtémoc, mal llamado, fue el encargado de reconstruir Tenochtitlan y reorganizar, el de preparar la defensa ante el previsible regreso de Cortés con mayores fuerzas, enfatizó a su vez que Iztapalapa, Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta y Culhuacán eran el vergel de abastecimiento de la Gran Tenochtitlan.

Siglos más adelante, en 1912, otros defensores de nuestras tierras en la Ciudad de México, de la región oriente y sur, el General Emiliano Zapata con sus frases: “Tierra y Libertad”, “la Tierra es de quien la trabaja” y “Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”.

En el oriente de la Ciudad de México, su subalterno, el General Herminio Chavarría, nativo del pueblo de Santa María Aztahuacan, esto nos enaltece, al seguir luchando por prevalecer la tenencia de nuestras tierras, por la unión de todos los pueblos y barrios originarios.

12 de octubre del 2024 Alejandra Romo Acevedo del Comisariado Ejidal de Santa María Aztahuacan

Gracias.