Mensaje de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, durante la celebración de las Bodas Colectivas en el Complejo Cultural Los Pinos
JEFA DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): ¡Feliz día del amor! Eso es con lo que quiero empezar en este breve mensaje. Y saludo a todas las invitadas especiales, las alcaldesas que nos hicieron el honor de venir y ser testigos de esta boda colectiva; Lourdes Paz, alcaldesa de Iztacalco y Evelyn Parra, alcaldesa de Venustiano Carranza. Gracias.
Gracias a las diputadas Martha Ávila y también a la diputada Brenda, que está hoy con nosotros apoyándonos. Y quiero saludar a la jueza que le va a tocar la tarea de casar, de hacer realidad la aspiración de todas las parejas, maestra Marcella Lizet de la Torre Martínez, otro fuerte aplauso por favor.
Y quiero saludar y agradecer a la doctora Eréndira Cruz Villegas, Consejera Jurídica y de Servicios legales de la Ciudad, muchísimas gracias querida Eréndira por organizar este evento, y como siempre, super comprometida con todas sus tareas.
Saludo con mucho corazón a todas y todos ustedes y a las distintas parejas que hoy están aquí en el presídium representando a la mayoría. Quiero saludar a Jorge Muñoz y Arcelia Karina; quiero saludar a José Eliú y Laura Itzel Prado; saludo a Daniel Martínez y Dulce Guadalupe Flores; saludo a Fernando López y Eva María Soberanes; también a Joaquín Roberto Millán y Alicia Salazar; y a Katia Elena Mora y María Elena López. Gracias, gracias a todos ellos.
Y les digo, que hoy me da gusto que estén con nosotros en este evento de boda colectiva, a todos los familiares que están aquí en este hermoso lugar, festejando con ustedes. Un aplauso a todos los familiares.
Porque además estamos en un lugar emblemático; Los Pinos, con sus hermosos jardines. Antes Los Pinos eran un lugar reservado para el poder y hoy, Los Pinos, se han convertido en un lugar de poder cultural, así que bienvenidas y bienvenidos a Los Pinos en esta boda colectiva.
Y, me da gusto que estemos celebrando el amor en grande, imagínense cuánto amor en este evento, cuántas parejas que se quieren y están aquí el día de hoy, y me da también mucho gusto ser parte de este día especial para ustedes, me llena de alegría compartir con ustedes este momento.
Veo en los rostros de ustedes el cariño y el amor a las personas con las que han decidido unir sus vidas para cuidarse y acompañarse por los años venideros, les deseo lo mejor en la construcción de sus familias.
Hemos avanzado mucho, hoy tenemos familias que ya no son como antes, hoy tenemos diversidad, distintos tipos de familia. Algunas familias ya tienen hijos y también son parte de una nueva familia, otras familias decidieron no tener hijos y también son una familia; hemos aprendido entonces con los años, que el amor es la fuerza que rompe todos los esquemas. En esta ciudad reconocemos el derecho de amar y establecer sus compromisos mediante matrimonios igualitarios, así que aplaudimos a las parejas de matrimonios igualitarios en la Ciudad de México.
Cuando pensamos que algo es imposible, el amor entre dos personas nos demuestra lo contrario, dos personas que se aman pueden mover el mundo, así que a partir de hoy ustedes tienen la fuerza suficiente para mover el mundo que quieran.
El amor se debe alimentar con paciencia, respeto, pero también con energía, sus parejas son ahora sus más grandes aliados, los cómplices de sus sueños y también son su fortaleza y su orgullo. Sepan que el amor es armonía, entendimiento y entrega, el amor también es libertad, es cuidado y es cura contra todos los males. El amor es amistad y es valentía.
Sepan que es obligación de cada uno de ustedes, cuidar de sus parejas, porque es cuidar de ustedes mismos, hay que vivir el amor como un gozo y no caer nunca en el abismo de la violencia que lo destruye todo.
El amor, entonces es compartir y compartir es realizar tareas juntos. Recuerden que para construir un hogar se necesita el esfuerzo de cada uno de nosotros, hay que compartir las tareas. Ya quedaron atrás esas ideas de que los hombres salen a trabajar y las mujeres se quedan a hacer las labores de la casa ¿O no? Ya esas ideas están quedando atrás, así que no, todos debemos ser responsables, todos tenemos que cuidarnos y todos participar.
Entonces, a los hombres que están aquí, les digo que tienen que ser parte de las labores del cuidado de la familia. Una unión sólida se da cuando juntos se construye el hogar que se quiere.
Y para terminar, quiero decir unas palabras de Octavio Paz sobre el amor, dice “Amar es combatir, si dos se besan el mundo cambia, encarnan los deseos, el pensamiento encarna, brotan alas en las espaldas del esclavo. El mundo es real y tangible, el vino es vino y el pan se vuelve a saber. El agua es agua, amar es combatir, es abrir puertas. El mundo cambia si dos se miran y se reconocen”.
Esto es lo que dice Octavio Paz sobre el amor. Así que queremos una ciudad amorosa y libertaria, solidaria y fraterna, libre de violencia en los hogares y en las calles. Queremos una ciudad gobernada por el amor.
¡Muchas, muchas felicidades!
CONSEJERA JURÍDICA Y DE SERVICIOS LEGALES, ERÉNDIRA CRUZVILLEGAS FUENTES (ECF): Buenos días, ¿cómo están aquí en Los Pinos hoy? Ay, si así se van a casar, nos da mucho ánimo, ¿eh? ¿Cómo están hoy? ¡Así es el amor! Como saben, nuestra jefa de Gobierno, la jefa Clara, muy animosamente de las primeras acciones –recuerdo yo, que me pidió– cuando tuve el honor de ser parte de su equipo como consejera jurídica, –me dijo– fue decirme: haz una boda masiva donde la gente demuestre el amor, porque el amor es la parte fundamental del día a día. ¿Qué haríamos sin el amor?
¿En el COVID, qué hubiéramos hecho sin el amor? ¿En los momentos de alguna tragedia, qué haríamos sin el amor? ¿Qué pasaría si hay alguna cosa inusitada y no tenemos amor? Y entonces esta mañana es, no solamente con el pretexto de este día, porque todos los días son días de amar, de abrazarnos, de demostrarnos que nos queremos. Y por eso, fíjense que curioso están puras invitadas mujeres.
Gracias, querida Martha, por estar esta mañana, es la presidenta del Congreso. Nuestras dos queridas alcaldesas, la de Iztacalco y la de Carranza. Y decirles que nosotras y nosotros queremos agradecer mucho esta confianza, porque estos eventos también hablan de un sentido profundo del amor, que es la comunidad.
Sin la comunidad, sin el tejido social, sin lo que hacen nuestras familias ampliadas y las que elegimos, son las que justamente nos dan fuerza todos los días. Las Naciones Unidas, dicen que en los Derechos Humanos, hay un derecho que a veces se les olvidó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero es el derecho a la alegría.
Y justo nuestra jefa Clara Brugada, ha sido experta en ser partícipe que este derecho a la alegría, a través de las Utopías, hacer posibles que los derechos sociales como son las diversas becas que ella da, todos los procesos y programas que se han dado, tienen que ver con el amor profundo que tiene a esta ciudad y su propia historia como alcaldesa en Iztapalapa y ahora como nuestra gran jefa de Gobierno. Les pido un aplauso muy fuerte para nuestra jefa de Gobierno.
Gracias jefa Clara, porque recuerdo muy bien sus palabras cuando me invitó. Decirles a nuestras parejas que están aquí, todas las que están aquí; y decirle jefa, que no pudimos invitar a más. Son 500 y poquito más, porque eran mil de origen, pero los espacios no nos daban, entonces hicimos una de 500, ya haremos otra más grande y, muy masiva, como usted nos la pidió.
Pero agradecer que todo el servicio y el equipo de Registro Civil, que aquí está presente, el equipo de la Consejería Jurídica, que de una servidora dependen estos servicios registrales, pues estamos para servirles, estamos para apoyarles, estamos para caminar con ustedes, en el sentido profundo del amor.
El amor es compartir, el amor es dialogar, el amor es respetar nuestras individualidades, es ser feliz porque la otra persona crezca, es un amor que no debe de tener violencia, y es un amor que no tiene sentido sino es el amor profundo, que el amor es amor, más allá del sexo, más allá de la identidad que tengamos.
Muchas gracias por la confianza, y bienvenidas y bienvenidos a este centro cultural, que ahora es de ustedes, que es el Centro Cultural Los Pinos.
Muy bienvenidas y bienvenidos.
JUEZA 34, DEL REGISTRO CIVIL, MARSELLA LIZETH DE LA TORRE MARTÍNEZ (MLTM): Hola, muy buenos días, a todos, es un honor estar el día de hoy aquí con ustedes celebrando su matrimonio.
Quiero agradecerle a la jefa de Gobierno, la licenciada Clara Brugada, muchas gracias por darme el honor de llevar a cabo esta ceremonia; a nuestra Consejera Jurídica, la doctora Eréndira Cruz Villegas Fuentes, muchas gracias; le agradezco a los alcaldes, alcaldesas y a los demás invitados, muchas gracias.
Y principalmente a ustedes que son los contrayentes, muchas gracias por darme el honor de estar aquí este día con ustedes. Vamos a empezar.
En apego a lo dispuesto al Artículo VI, apartado C, punto 3, de la Constitución Política de la Ciudad de México, que consagra el derecho de todas las personas a la inscripción registral de actos jurídicos de forma accesible y asequible. El Gobierno de la Ciudad de México, siempre desde un enfoque progresista y en estricto respeto a los Derechos Humanos de sus habitantes, ha organizado el presente evento para que todos ustedes puedan formalizar y legalizar sus uniones, de hecho, ello a efecto de otorgarles seguridad jurídica a ustedes, a sus familias y a la sociedad misma.
Les voy a pedir, por favor, se pongan de pie –quien pueda–, gracias.
Por lo anterior, en este acto, vamos a dar inicio a la ceremonia civil. Les pregunto a cada uno de ustedes, ¿si es su voluntad unirse en matrimonio con su respectiva pareja? Me voy a regresar otra vez, como dijo nuestra jefa Clara, con más ganas, estamos en este recinto increíble que es de nosotros, que ahora es de todo el pueblo mexicano, que se oiga en todos Los Pinos su respuesta.
¿Es su voluntad unirse en matrimonio con su respectiva pareja? Por consiguiente, hago de su conocimiento que el matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida en donde ambos se confieren respeto, igualdad y ayuda mutua, contraen diferentes derechos y obligaciones.
Dentro de sus derechos se encuentran establecer de común acuerdo un domicilio conyugal, en el cual ambos tienen igualdad de condiciones. Las decisiones que tomen dentro de él deberán de ser siempre de común acuerdo. Ambos deben de hacer aportaciones económicas para los fines del matrimonio, pero si alguno de ustedes por cuestiones de salud se encuentra imposibilitado, la obligación recae en el otro cónyuge.
Si alguno de ustedes se dedica a las labores del hogar, estas son consideradas por nuestra legislación como una aportación económica para el matrimonio, ya que, para nuestras leyes, todos tenemos los mismos derechos y también las mismas obligaciones.
Bueno, pues los felicito y se les invita a que dentro de su matrimonio existan dos elementos esenciales: el respeto y la comunicación. El respeto es muy importante, ya que seguramente van a tener conflictos en sus matrimonios, eso es muy normal, es parte del matrimonio, pero lo importante es cómo lo resuelvan, siempre con comunicación, con respeto, sin agredirse, sin ofenderse.
Seguramente, como les digo, va a haber momentos difíciles, pero yo creo que hay que recordar estos momentos, lo que los llevó a estar juntos, el amor que sienten por su pareja, el respeto, tener individualidad del matrimonio –como lo comentaba nuestra consejera–, es muy importante porque cada uno de ustedes tiene proyectos individuales y hay que seguir así, desarrollándolos y apoyándose entre ustedes siempre a desarrollar esos proyectos.
No esperemos que el otro nos dé la felicidad, nosotros tenemos que tener esa felicidad como un objetivo en nuestra vida y si la podemos compartir con la persona que estamos juntos, pues qué mejor.
Les voy a pedir, por favor, que se pongan de frente, se tomen de las manos con su pareja, por favor, y en el oído, muy amorosos, si quieren decirse algunas palabras bonitas, algún compromiso –todavía besos, no, espérense, todavía no–, si quieren decirse algo bonito, un compromiso, algo que se quieran decir, que se comprometan, que se acuerden siempre de eso para que el día que tengan conflictos recuerden este lindo momento.
¿Listos? ¿Todavía no? Bueno, pues es un día muy hermoso, disfruten el día de hoy, es 14 de febrero, precisamente el Día del Amor y la Amistad. El día en que están sellando sus uniones, disfrútenlo, este es un día inolvidable para sus vidas como pareja, los que ya tienen más familia, para su familia.
Es el día en el que sellan su amor, en este lugar hermoso, en este lugar histórico que son afortunados en tener como madrina a la licenciada Clara Brugada, es madrina de todos ustedes. Esperando que todos sus anhelos se cumplan, todos sus deseos, que tengan un muy bonito matrimonio, como les digo, que se comuniquen, que platiquen, que siempre lleguen a acuerdos, los acuerdos son solo entre ustedes.
Todo lo que decidan dentro de su matrimonio lo hagan juntos, ustedes no están aquí de casualidad. No son pareja de casualidad, el destino los llevó a estar juntos y que bonito es el destino, estar a lado de la persona que amas, con la que te identificas, quien es tu mejor amigo, con quien puedes platicar.
Me gustaría antes de concluir la ceremonia leerles una pequeña estrofa de –yo considero que es el poema más bonito de Jaime Sabines–, se llama Los Amorosos:
Los amorosos callan, El amor es el silencio más fino, El más tembloroso, el más insoportable, Los amorosos buscan, Los amorosos son los que abandonan, Son los que cambian, los que olvidan, Su corazón les dice que nunca han de encontrar, No encuentran, buscan.
Ustedes no están buscando, ustedes ya encontraron. Tienen a su pareja y ahora los amorosos son ustedes.
Beso, si gustan darse un beso.
Quédense de frente, por favor, tomados de las manos.
En consecuencia, siendo hoy 14 de febrero del 2025, siendo aproximadamente las 11 de la mañana con 5 minutos, en este acto los declaro unidos en legítimo matrimonio, en nombre de la Ley y la sociedad, con todos los derechos y prerrogativas que la Ley les confiere, así como las obligaciones que la misma Ley les impone.
¡Muchas felicidades! Y ahora sí se pueden dar un beso.
¡Felicidades a todos! Mucho cariño de mi parte, eso es todo.