Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama; del secretario de SSC, Pablo Vázquez Camacho, durante la graduación de las generaciones 288 y 289 de la Universidad de la Policía de la Ciudad de México
JEFE DE GOBIERNO, MARTÍ BATRES GUADARRAMA (MBG): Presidente del Tribunal Superior de Justicia, doctor Rafael Guerra Álvarez; maestro Pablo Vázquez, secretario de Seguridad Ciudadana; policías que hoy se gradúan; familiares de los policías que hoy se gradúan; amigas y amigos del Gabinete, sean bienvenidas y bienvenidos a esta ceremonia. Me da mucho gusto que se gradúe una nueva generación de policías, precisamente en esta época.
Hoy recibimos la graduación de 453 elementos, hombres y mujeres, de perfil Preventivo, y también la graduación de 148 elementos del perfil Investigador.
Quienes entran por primera vez a la Policía capitalina ingresan en un muy buen momento: esta es hoy en día la mejor Policía estatal del país; está cohesionada, tiene un mando único, aquí no existe la división entre una pequeña policía estatal y muchas policías municipales disgregadas, hay una Policía única; además, hoy en día está mejor capacitada, mejor preparada, mejor formada, capacitada tanto para detener a delincuentes, como formada y educada en los derechos humanos.
En la Ciudad de México tenemos muy bajos índices delictivos hoy en día, una clave fundamental para lograrlo ha sido contar con esta Policía de la que he hablado, buena Policía, “Más y Mejor Policía”, Policía mejor pagada, Policía, como ya dije, más preparada.
En el sexenio pasado creció mucho la delincuencia de todo tipo, delincuencia de cuello blanco, de cuello gris, de cuello negro, pero ya la sacamos de la ciudad y no vamos a permitir que regrese.
La Ciudad de México es una ciudad segura, en ello nos ayuda mucho lo que he mencionado, pero también nos ayuda la relación con el Tribunal Superior de Justicia, con el Poder Judicial local.
En un marco de independencia y autonomía de poderes hay, sin embargo, coordinación, colaboración para poner por encima de todo el interés supremo, que es brindar seguridad, protección y justicia a la población de la Ciudad de México.
Amigas y amigos policías que hoy se gradúan, los exhorto a trabajar con cercanía a la gente, con sensibilidad humanista y con honestidad, así contribuirán a que la Policía de la Ciudad de México siga siendo la mejor Policía del país.
Muchas gracias, felicitaciones a todas y todos los policías que hoy se gradúan.
Si nos acompañan todas y todos de pie, se los vamos a agradecer. Muchas gracias, vamos a proceder a tomar la protesta.
Policía de la Ciudad de México, ¿protestan seguir con fidelidad esta bandera, emblema de nuestra Patria, y defenderla con dignidad y honor? Si no lo hicieran así, que el Gobierno de la Ciudad de México y la ciudadanía se los demande. Felicitaciones.
SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA, PABLO VÁZQUEZ CAMACHO (PVC): Con su permiso, Jefe de Gobierno. Muy buenos días a todas y todos.
Quiero agradecer la presencia en este acto del doctor Rafael Guerra Álvarez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, gracias por su presencia y por todo su apoyo a la Policía de la Ciudad de México.
Saludo a la maestra Daniela Cordero Arenas, esposa de nuestro Jefe de Gobierno; al coronel de Infantería de Estado Mayor, José Rafael Jiménez Bermúdez comandante del 80 Batallón de Infantería de la Primera Zona Militar; al capitán de Navío, Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, general Miguel Ángel Rosales Maldonado, coordinador del Plan Marina; al inspector jefe, José Manuel Delgado Torres en representación del general Diplomado de Estado Mayor, Alberto Miguel Rodríguez Granada, coordinador estatal de la Guardia Nacional; al doctor Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para Seguridad y Justicia.
A todas mis compañeras y compañeros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, de manera muy especial a la subsecretaria Marcela Figueroa Franco, al subsecretario Omar Reyes Colmenares, al subsecretario Francisco Javier Moreno Montaño, a nuestro compañero, el jefe general de la Policía de Investigación, Francisco Almazán Barocio, al comisario Luis Octavio Encarnación Pedraza, coordinador General de la Universidad de la Policía de la Ciudad de México y, desde luego, a su compañero, nuestro compañero, el policía Ballesteros Félix Brian Javier, egresado de la Generación 288.
Quiero agradecer de manera muy significativa a todas y todos mis compañeros que el día de hoy se gradúan y también, con mucho afecto y reconocimiento, a sus familias. Muchísimas gracias por estar aquí.
Nos reunimos en este gran día para celebrar un momento muy significativo: la graduación de las generaciones 288, con perfil Preventivo y 289, con perfil de Analista Táctico e Investigador, Estudios Superiores y Mandos Habilitados.
Este logro representa para cada egresada y egresado la materialización de su esfuerzo y dedicación y, sobre todo, contribuye de manera muy importante al fortalecimiento de nuestra institución.
Hoy más que nunca hemos invertido de manera decidida en la formación de quienes integran a la Policía, consolidando con ello una institución cada vez más profesional y confiable, con mejores herramientas para servir a la ciudadanía.
A todas y todos los docentes, instructores, formadores y directivos de esta universidad, quienes trabajan arduamente para que cada vez contemos con más y mejores policías, muchas gracias por su entrega y dedicación para que el día de hoy, nuestras compañeras y compañeros hayan concluido de manera satisfactoria esta etapa de su formación que les permitirá, sin duda, un mejor desarrollo profesional en adelante.
En esta ocasión tengo el honor de estar frente a 788 compañeras y compañeros, 601 egresadas y egresados de las generaciones 288, con perfil Preventivo y 289, con perfil Investigador; 142 egresados de las Licenciaturas en Administración Policial, Criminología e Investigación Policial, Derecho Policial y Seguridad Ciudadana, Maestrías en Seguridad Ciudadana y Sistema Penal Acusatorio y el Doctorado en Seguridad Ciudadana, programas de estudios superiores que se imparten en la Universidad de la Policía de la Ciudad de México.
De igual forma, tengo el gusto de estar delante de 45 mandos habilitados, que han recibido una formación intensiva sobre la función policial.
A las y los egresados de las generaciones 288 y 289, que el día de hoy se integran formalmente a las filas de la Policía del país, les invito a refrendar diariamente su vocación, conscientes del gran privilegio y la enorme responsabilidad que representa contribuir con nuestra labor al bienestar de las y los ciudadanos de esta gran ciudad.
A quienes se gradúan de los diversos programas de estudios superiores, hoy se convierten en un ejemplo de superación para sus familias, para su comunidad, para sus compañeras y compañeros policías, para nuestra Secretaría de Seguridad Ciudadana y también para la sociedad, a quienes nos debemos y a la que le brindamos nuestro servicio.
A mis compañeras y compañeros que concluyen su formación como Mandos Habilitados, seamos ejemplo de liderazgo, disciplina, honestidad y responsabilidad, y enaltezcamos siempre los valores que guían nuestra a institución.
Porten todos y todas con orgullo el uniforme de la Policía de la Ciudad de México, la mejor Policía del país, y salgan a la calle de nuestra gran ciudad con la firme convicción de que son agentes activos en la construcción de una sociedad siempre más segura y siempre más justa.
No hay mayor honor que servir a la ciudad, que servir a México, y no hay mayor honor que hacerlo desde la Policía. Felicidades y mucho éxito en sus carreras.
Muchas gracias.
POLICÍA EGRESADO DE LA GENERACIÓN 288, BRIAN JAVIER BALLESTEROS FÉLIX (BJBF): Con su permiso, señor secretario.
Buen día, honorable presídium y presentes, espero que todos hayan tenido una mañana agradable y un trayecto ameno. Siendo así, me complace dedicar unas palabras a mis compañeros, compañeras y a nuestros distinguidos invitados que en este día acompañan a estas dos grandes generaciones a graduarse como una sola y a unirse a las filas de la Policía de la Ciudad de México.
Es inequívoco el hecho de finalmente haber concretado este adiestramiento policial que, con certeza, hemos de reconocer no fue sencillo, fue uno de los mayores retos que nos propusimos y hoy culminamos, y estoy seguro de que no será el último, pues sé que todos los hoy graduados aspiramos a crecer dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y sus diferentes Subsecretarías.
No echemos en saco roto todo el sacrificio propio y de las personas que nos quieren y nos apoyaron moral o económicamente durante este arduo camino. No olvidemos todas aquellas veces que, con un nudo en la garganta y algunas lágrimas en los ojos, nos despedíamos de nuevo para regresar de la sagrada franja; todas aquellas veces que sentíamos que no podíamos correr más, no poder terminar algún ejercicio, esas veces que quisimos claudicar, pero nos mantuvimos firmes mientras nos repetíamos que desistir es de cobardes y nosotros no lo somos.
Hombro a hombro ayudamos a aquellos que sentían ya no poder, porque aquí nos enseñan a trabajar en equipo, a no dejar a nadie atrás, nos enseñan el significado de espíritu de cuerpo, solidaridad y hermandad.
Si bien, estos seis meses fueron de arduo entrenamiento físico, psicológico y emocional, también nos brindaron buenas experiencias, grandes amistades, amplios conocimientos y vasta fortaleza.
Orgullosamente, podemos expresar nuestra gratitud a esta, nuestra casa de estudios, que nos vio nacer como cadetes y nos verá crecer como policías.
Extendemos un inmenso agradecimiento a los instructores que nos enseñaron la doctrina policial, brindándonos su apoyo y conocimiento.
Agradezcamos infinitamente a nuestros padres, familiares y amistades que nos acompañaron en este proceso; y, sobre todo, a nosotros, por la fortaleza propia y siempre tener presente que si estamos bien, las personas que queremos estarán mejor.
Este día es único y especial, lo recordaremos a lo largo de nuestras vidas. Hoy los sentimientos están a flor de piel, los nervios están elevados y la adrenalina provoca que temblemos, son emociones y sentires normales, somos policías, pero no dejamos de ser humanos.
Los exhorto, elementos hoy graduados, a que tengamos presentes nuestros valores como personas y nuestros principios como policías, ya que siempre existirá el ser y el deber ser. Recordemos que en este ámbito laboral habrá competitividad y variedad de obstáculos y eso es bueno, ya que la competitividad nos impulsa y motiva, mientras que los obstáculos nos obligan a superarnos.
Hermanas y hermanos, es imperante conservarnos siempre aptos, tanto física como jurídicamente, para proteger al ciudadano y a nosotros mismos de ambas formas.
Es nuestro deber abrazar a nuestros seres queridos antes de salir de casa, regresar con bien después de cada turno, porque allí nos estarán esperando.
Y es nuestro principal deber defender a nuestra ciudad y a sus habitantes con legalidad, honor y eficiencia. Enhorabuena, lo logramos.
Gracias.